Julio 2014

del Sitio Web GazzettaDelApocalipsis

 

 

 

 

 

 

Parte 1

Julio 02, 2014

 

 



 

 


Seguro que ya te has dado cuenta. Lo puedes notar a tu alrededor y percibirlo en las calles y en el ambiente…

Estamos al borde de una REVOLUCIÓN. Un completo cambio de paradigma a escala planetaria y a todos los niveles.

 

El viejo sistema, corrupto y putrefacto, se tambalea y los viejos equilibrios socio-económicos y geopolíticos se hunden ante nuestros ojos, en vivo y en directo. Cada vez más gente despierta de su letargo y levanta la voz reclamando justicia y una redistribución más equitativa de las riquezas.

 

Exigen un mundo mejor, más limpio, solidario y transparente, y lo hacen cada vez con mayor rabia y convicción.
 



 


Estamos entrando en lo que podríamos llamar una Revolución Ética. Un momento glorioso, una oportunidad única de cambio y transformación para la humanidad. Una época de grandes esperanzas…

Pero desgraciadamente, nada es lo que parece.

Existen indicios, cada vez más claros, de que nos encontramos en los albores de un cambio de paradigma premeditado y pre-calculado.

Una gran transformación planetaria planeada de antemano, en la que los líderes revolucionarios serán títeres y las reclamaciones sociales, maniobras de distracción.

A muchos les parecerá una revolución auténtica… pero probablemente solo será una revolución reconducida, hasta convertirse en el aborto de lo que podría haber sido una transformación profunda de toda la humanidad.

  • ¿En qué se basan nuestras sospechas?

  • ¿Cómo puede fabricarse y dirigirse una revolución?




 

 

 

MECANISMOS DE CONTROL Y PLANIFICACIÓN

Mucha gente lo sospecha ya: la crisis que estamos viviendo ha sido planificada por los más altos poderes financieros y económicos del planeta.

Se trata de una crisis económica que marca el inicio del derrumbe de todo un sistema y que ha sido creada con el fin de poner en marcha el proceso de transformación necesario e indispensable para establecer un nuevo paradigma adaptado a las nuevas necesidades y a los nuevos tiempos.

 

O dicho de otra manera, ha sido diseñada para convertirse en el factor detonante de una gran transformación que conduzca a un Nuevo Orden Mundial. Lo que quizás mucha gente no querrá aceptar es que la revolución o reacción masiva que provocará como respuesta, también forma parte sustancial del plan.

Y ésta no es una visión "paranoica" de la realidad, sino un punto de vista mucho más lógico de lo que pueda parecer a primera vista.
 



 

 


Una Revolución Planificada


Si aceptamos como cierta la premisa de que la crisis ha sido creada y pre-diseñada por una élite financiera, entonces aceptaremos también que ésta élite dispone de los recursos necesarios para provocar esa crisis cuándo y cómo le convenga.

Es decir, van un paso por delante del resto de nosotros debido a que poseen información privilegiada y una posición ventajosa.

Y por lo tanto, si planifican de antemano el estallido de esta crisis, también pueden estudiar anticipadamente cuáles serán los efectos que la crisis provocará:

como afectará a la economía de cada país, de cada corporación y cuál será la respuesta de la población en cada región del planeta, teniendo en cuenta los factores culturales y socioeconómicos de cada coyuntura específica.



 


Por su posición, es de suponer que disponen de la información necesaria para aplicar modelos predictivos con fines de ingeniería social.

Así pues, es lógico pensar que si inician una maniobra que saben positivamente que provocará una revuelta social, se prepararán adecuadamente para canalizar esa revuelta en pos de sus mejores intereses y que no lo dejarán todo en manos de la improvisación y la suerte.

Pensar lo contrario sería ridículo. No seamos inocentes...
 



 


Al crear esta crisis sabían perfectamente cuál sería la reacción de la población; sabían perfectamente que llegaríamos a este punto de ebullición social y sabían perfectamente cómo tenían que reconducir la situación.

Y reconducir la situación significa adelantarse a los acontecimientos; crear anticipadamente los movimientos clave que vehicularán la respuesta de la población y promover a los líderes de tales movimientos, dotándoles de recursos que les ofrezcan una posición de ventaja sobre los posibles líderes y movimientos que puedan aparecer de forma espontánea.

El objetivo es convertir los elementos controlados por ellos en los referentes que arrastren a las masas, desplazando a los espontáneos a posiciones marginales.
 



 


Dicho de otra manera:

esos líderes deben conducir al rebaño para que no se descontrole.

A mucha gente le puede parecer imposible gestionar maniobras tan complejas como la creación de líderes y movimientos manipulados. Pensarán que eso implicaría a demasiadas personas y que sería imposible mantenerlo en secreto.

Pero en realidad no es tan difícil. Todo gira alrededor de una correcta gestión de la información…
 



 

 

 


La Información Fragmentada


Como hemos dicho otras veces, la clave del ejercicio del poder radica en la gestión de la información de la que se dispone.

La información es poder y mantener el monopolio de esa información significa mantener el monopolio del poder. Por esa razón, en cualquier organización con estructura jerárquica, la información se encuentra fragmentada y estratificada.

A medida que ascendemos por los diferentes estratos de poder dentro de una estructura jerarquizada, descubrimos que cada nivel superior posee informaciones que los estratos inferiores desconocen por completo y que muchas veces, ni tan solo pueden llegar a imaginar.
 



 


Cuando un jefe da una orden a un subalterno, el subordinado está obligado a obedecer, sin saber exactamente qué conlleva, en toda su magnitud, el cumplimiento de la orden recibida.

 

A su vez, ese jefe puede haber recibido la orden de un jefe superior a él, sin saber tampoco qué conllevará tal acción en realidad.

Cada uno de ellos puede recibir algún tipo de explicación o justificación de su inmediato superior, pero ésta no tiene por qué ser la verdad completa… o puede ser directamente una mentira.
 



 


El único que tendrá una visión completa de las razones por las que el subordinado último emprende tal o cual acción, será el jefe supremo, pues dispondrá del 100% de la información al respecto y conocerá los objetivos últimos que se persiguen con tal operación, así como las consecuencias generales que puede acarrear.

Comprendida esta mecánica, es muy fácil deducir cómo podría llevarse a cabo una revolución manipulada.

Y es que para controlar el funcionamiento de todo un movimiento u organización, solo es necesario controlar a sus dirigentes supremos y elegirlos cuidadosamente para que representen un liderato fiable de cara a los demás.

Una vez conseguido esto, el resto de componentes nunca sabrán que han sido manipulados. Todo fracaso en las iniciativas se achacará a las circunstancias adversas o a la actividad del "enemigo común".

Todos los miembros del grupo creerán, orgullosos, que formaban parte activa de una gran revolución, cada uno con su cargo, cada uno con su pequeña misión… cuando en realidad trabajaban sin saberlo para abortarla…

Y lo que es peor de todo: nunca querrán aceptarlo aunque lleguen a sospechar que eso ha sido así…
 



 

 

 


El libre enfrentamiento entre facciones


He aquí uno de los mecanismos derivados de la fragmentación de la información más importantes y difíciles de asimilar. Y es que uno de los errores fundamentales que se cometen a la hora de exponer posibles conspiraciones parte de una visión rígida de las dinámicas de poder.

Un punto de vista rígido es creer, por ejemplo, que todas las personas involucradas en una conspiración saben que están implicadas, precisamente, en una conspiración.

Algo que de por sí resultaría absurdo e insostenible, pues significaría que un gran número de personas son conocedoras de información secreta y por lo tanto, conllevaría un elevado peligro de que se produjeran filtraciones e indiscreciones que echaran al traste los planes.
 



 


Las cosas funcionan precisamente al revés.

Por lógica, ni los lugartenientes más fieles tienen por qué saber que forman parte de una conspiración o una maniobra oculta. Solo un reducidísimo grupo de personas clave, repartidas por diferentes estratos de la estructura, tienen una visión completa de lo que realmente acontece.

Pongamos un ejemplo hipotético y bastante ilustrativo:

Supongamos que una élite financiera internacional en la sombra, pretende derribar el sistema actual y crear un nuevo paradigma socio-económico y político más adecuado a las circunstancias del progreso tecnológico y a sus propios intereses futuros.

Durante años, ésta élite se ha aprovechado del sistema actual en beneficio propio, con la colaboración necesaria de "lugartenientes" en los puestos de poder:

líderes políticos, gobernantes o grandes empresarios, que han ejercido de fieles servidores de sus amos a cambio de pingües beneficios.

Pero llegado un momento determinado, estas élites deciden que el sistema actual es insostenible y planean un cambio radical:

una revolución en la que un grupo de nuevos líderes, controlados secretamente por ellos, sustituirán a sus antiguos lugartenientes, con el fin de establecer el nuevo paradigma que ellos mismos han planeado.


 

 

***
 

  • ¿Tendría alguna lógica que estas élites informaran a sus subalternos de sus auténticos planes?

     

  • ¿Sería lógico que les confesaran a sus fieles lugartenientes que los líderes opositores que tratan de arrebatarles el poder también están controlados por ellos?

Si lo hicieran, los antiguos lugartenientes sabrían que sus amos pretenden sustituirlos por otros y sintiéndose traicionados, podrían dejar de colaborar e incluso perjudicar gravemente sus planes.

Así pues, revelar la verdad a los subordinados, no tendría ningún sentido desde un punto de vista práctico.

Resulta mucho más práctico permitir un enfrentamiento entre facciones diferentes.
 



 


Como vemos, estamos de nuevo ante un ejemplo de fragmentación práctica de la información.

Crear dos facciones diferentes y enfrentadas de subalternos, cada una de ellas convencida de recibir el apoyo de sus superiores, permite a la clase dirigente garantizarse un amplio margen de maniobra que le permita reconducir la situación según las circunstancias de cada momento. Y no solo eso: con ello se garantiza alcanzar la victoria gane quien gane, manteniendo siempre su posición de privilegio.

De aquí podemos deducir que los enfrentamientos, los conflictos y las guerras que vemos, son auténticos. No se trata de ficciones teatralizadas.

 

Los enemigos son reales. Los odios son reales. Los contendientes luchan y mueren en una guerra que para ellos es verídica, desconocedores de que los traidores y auténticos enemigos, no son aquellos que están a su lado, sino los que están "arriba". Así es como funcionan las cosas...

Y como vemos, todo gira alrededor de la gestión efectiva de la información.

 

O más bien dicho, de la gestión efectiva de la mentira
 



 


Los mecanismos básicos que acabamos de exponer, nos hacen pensar que probablemente nos encontremos en el preludio de una revolución planeada previamente.

No tiene ninguna lógica pensar que esta crisis ha sido planificada y a la vez cerrar los ojos ante la posibilidad, más que plausible, de que la respuesta a la crisis no haya sido también perfectamente trazada.

Y es que si lo analizamos con detenimiento, la situación actual es realmente peligrosa para los poderes que manejan el mundo. Derribar un sistema para instaurar uno nuevo, provocando con ello un punto de inflexión social y económico, es algo muy arriesgado.

El principal peligro que corren es el de provocar un despertar de la conciencia generalizado, que lleve a una auténtica revolución en el interior de las mentes.

Las crisis sociales y económicas conducen a muchas personas a padecer profundas crisis personales,

  • crisis de creencias

  • crisis de convicciones

  • crisis de anhelos

De repente, gran número de individuos se ven a sí mismos abriendo los ojos y dejando de creer en muchas de las cosas que tenían asumidas como verdades inamovibles.
 



 


Es entonces cuando surge el despertar de la conciencia, la comprensión de lo que tiene auténtico valor en la vida y lo que no lo tiene.

Cae la venda que cubre los ojos y hace acto de presencia la auténtica realidad.
 



 


Ahí es cuando el sistema está realmente en peligro.

Un grupo demasiado elevado de personas abriendo sus conciencias puede desembocar en una revolución que elimine para siempre las viejas estructuras mentales, y con ellas, los pilares que realmente soportan el sistema.

Eso podría representar el final de toda posición de autoridad y poder y el nacimiento de un nuevo modelo de humanidad radicalmente diferente.
 



 


Es por esta razón, que las élites centran tantos esfuerzos en crear líderes y movimientos que reconduzcan la situación y vehiculen toda respuesta revolucionaria dejándola circunscrita dentro del propio sistema.

Su objetivo principal es provocar ruido y debates vacíos y enconados, centrados en elementos circunstanciales a nivel social y político.

Con ello consiguen que la energía y la atención se dispersen,

  • en aspectos meramente externos

  • en corruptelas, pensiones y impuestos

  • en defensa y ataque a líderes y movimientos

  • en siglas, proclamas electorales, discursos grandilocuentes y propuestas de reforma de las leyes…

Sistema, Sistema, Sistema.

Esa es su gran preocupación: que las miradas no vayan, jamás, más allá del propio sistema…
 



 


Y si no lo creéis, fijaos bien y observad a vuestro alrededor, sin prejuicios ideológicos de ningún tipo. Los líderes que están surgiendo, todos y cada uno de ellos, actúan DENTRO del sistema y PARA el sistema. Sin excepción...

Con ellos no llega una auténtica revolución, sino un simple sucedáneo basado en elementos superficiales. Esa es su gran jugada.

Nos harán creer que le han cortado la cabeza a la gran serpiente; pero en realidad solo veremos como muda de piel.

Como siempre…


 

 

 

 

 

 

Parte 2

Julio 09, 2014

 

 

 

 

 

 

Como decíamos en la primera parte de este artículo, la mejor forma de abortar una revolución no es impedirla, sino canalizarla adecuadamente.

Tratar de acallar el creciente descontento de la población mediante la represión es como tapar una olla a presión sin dejar abierta una válvula de escape. Tarde o temprano acabará estallando con consecuencias imprevisibles.

Y es absurdo tratar de contener tanta energía si puedes aprovecharla en beneficio propio…

Los tiempos han cambiado. Atrás quedan las épocas de la represión violenta y explícita de la disensión, propia de los antiguos dictadores, cuyos mecanismos de control se basaban en el ejercicio de la fuerza bruta.
 



 


Ahora, esa fuerza bruta ha sido sustituida por una arma mucho más refinada y efectiva y por lo tanto, mucho más difícil de combatir: la ingeniería social y el uso inteligente de la información privilegiada.

Así pues, si se dan los condicionantes para un estallido social, como se produce en estos momentos, que nadie espere de las élites dominantes un ejercicio directo y evidente de represión sobre la población.

Su maniobra principal radicará en la creación de líderes alternativos controlados, que vehiculen la disconformidad, con el fin de mantener el sistema en pie y aprovechar las energías de la protesta para realizar las transformaciones necesarias a nivel socio-político y económico que el mundo necesita (o más bien dicho, que ellos necesitan) en estos momentos de cambio de paradigma mundial.
 



 


Todo esto puede parecer muy retorcido, pero si nos fijamos bien, podremos ver a nuestro alrededor la aparición de gran cantidad de indicios que apuntan en esta dirección.

De forma aparentemente natural han surgido por doquier movimientos que luchan por "una sociedad más justa y equitativa"; líderes que toman posiciones ventajosas sobre el tablero de juego.

Todo parece preparado. Las piezas ya están colocadas en su lugar.

Ya solo falta el movimiento final…
 

 

 



 


INDICIOS SOSPECHOSOS

Últimamente hemos leído algunos artículos que muestran indicios realmente sospechosos de que pueda haber un gran movimiento orquestado a nivel mundial cuya función sea abortar una posible revolución descontrolada y un cambio profundo y real.

Quizás alguna gente piense que, a estas alturas, pensar en una revolución es algo absolutamente descabellado.

Pero en un reciente artículo titulado, "LA INICIATIVA DE INVESTIGACIÓN MINERVA O CÓMO EL PENTÁGONO SE PREPARA PARA REPRIMIR DISTURBIOS MASIVOS", conocíamos los ejercicios realizados por el Departamento de Defensa de EE.UU. con el fin de prepararse ante posibles disturbios a gran escala en diferentes puntos del planeta.
 



 


Así pues, la idea de una posible revolución es algo plausible, que los propios estamentos del poder llegan a plantearse como una posibilidad.

Y por lo visto, no son los únicos.

Hace unos días salía a la luz un artículo escrito por el multimillonario norteamericano Nick Hanauer: IMPRESIONANTE CARTA ABIERTA DE UN MULTIMILLONARIO.
 



 


En este artículo, Hanauer advierte a sus "compañeros" millonarios de la posibilidad de un gran estallido social por parte del 99,99% de la población contra la plutocracia encarnada por el 0,01% de privilegiados del que gente como él forman parte.

Pero lo más significativo de la carta de Hanauer es la llamada a reequilibrar el nivel de creciente desigualdad entre las élites privilegiadas y el resto de la población.

 

Hanauer propone un reparto mas justo de las riquezas, con el fin de salvar la cabeza de los más ricos y su posición de privilegio antes de que sea demasiado tarde.
 



 


O dicho en otras palabras:

promulga un reajuste social y económico con el fin de salvar el sistema; el mismo sistema que garantiza su posición ventajosa.

La carta de Hanauer resulta muy oportuna, porque confirma nuestras sospechas: hay un movimiento generalizado en esa dirección.

Algunos tratarán de vendernos este reparto "mas equitativo" como una gran revolución y sobretodo como "un triunfo del pueblo sobre las élites". Prácticamente nos dirán que es "un cambio de sistema".

Pero todo será un engaño. Solo serán cambios interesados y absolutamente cosméticos realizados con el fin de que nada cambie en realidad.

Y como decimos, hay personajes de muy distintos pelajes situándose estratégicamente para dirigir las operaciones y convertirse en voces de referencia durante el proceso.

Encontramos otro ejemplo en el artículo titulado: ROBERT STEELE: EL EX AGENTE DE LA CIA QUE LLAMA A LA REVOLUCIÓN GLOBAL.
 



 


Tras 20 años trabajando para los servicios de inteligencia de los EE.UU. y tras cofundar el servicio de inteligencia de los Marines de EE.UU., resulta que ahora, el señor Steele, se ha convertido en un "revolucionario".

Según Steele:

"las principales condiciones para que se produzca una revolución en Gran Bretaña y Estados Unidos, están ahora más presentes que nunca"
 


 


Robert Steele afirma que el capitalismo es inherentemente depredador y destructivo y promulga un cambio de paradigma, basado en la transparencia de los códigos abiertos y en un mundo de inteligencia en red, con estructuras no jerarquizadas:

"Rechazar la riqueza ilícita concentrada en algunas manos, en favor de la riqueza de la comunidad, definida por el conocimiento comunitario, la información compartida y la definición común de la verdad, derivada de la transparencia y la autenticidad"

Mundo en red, conocimiento compartido, fin del capitalismo… el mismo mensaje que nos brindan los nuevos movimientos "revolucionarios".

Un mensaje magnífico, sin duda… pero proviniendo de alguien que durante más de 10 años trabajó en las mismísimas cloacas del sistema como agente de la CIA sin que ello representara para él un problema moral, resulta algo sospechoso, ¿no?
 

 

 



 


INDICIOS EN ESPAÑA

Evidentemente, cuando hemos hablado de posibles líderes manipulados, a mucha gente de España le ha venido a la cabeza, de forma automática, la imagen del hombre de moda en este país:

Pablo Iglesias y su partido ''Podemos'', que han irrumpido en el panorama político español como un auténtico vendaval.

Más allá de si uno esta más o menos de acuerdo con la ideología de 'Podemos', nadie podrá negar que la corrupta clase política española necesita una limpieza profunda y que ''Podemos'' y Pablo Iglesias representan una bocanada de aire fresco.
 



 


Todo en 'Podemos' y Pablo Iglesias encaja a la perfección con el fenómeno de crisis global del sistema que estamos viviendo:

la imagen, el momento, el mensaje en sintonía con gran parte de la ciudadanía; incluso sus vinculaciones con el movimiento Bolivariano, símbolo de la lucha anti-imperialista a nivel mundial y de la decadencia del Imperio Americano y el capitalismo.

Entonces si todo parece encajar en la lógica de las circunstancias actuales ¿cómo alguien puede sospechar que 'Podemos' sea un "movimiento manipulado"?

Bien, pues los mayores recelos recaen, precisamente, en la aparición tan "oportuna" de Pablo Iglesias y sobretodo en la forma en que se ha producido su irrupción.

Ya expresamos nuestras dudas al respecto antes de que se presentara a las elecciones y obtuviera tan brillantes resultados en el artículo titulado ASÍ FABRICAN A LOS FUTUROS LÍDERES.
 



 


Y si no, hagamos memoria de lo acontecido con Pablo Iglesias este último año y medio: porque la verdad es que hemos asistido, en vivo y en directo, a la construcción mediática de un líder.

  • Primero se le promocionó como líder de opinión, abriéndole de par en par las puertas de la mayoría de los grandes medios de comunicación de este país, sin cortapisas de ningún tipo.
     

     



     

  • Una vez convertido en figura mediática conocida por todos (gracias en gran parte a su formidable capacidad de oratoria), Iglesias fundó su partido, 'Podemos', y siguió recibiendo la publicidad necesaria para que pudiera hacer plena y amplia difusión de su proyecto e ideología sin trabas de ningún tipo.

     

    Una campaña de propaganda gratuita y sin precedentes en la historia de la democracia española tratándose de un partido recién creado y aparecido "de la nada".
     




     

  • Tras presentarse a las elecciones Europeas y conseguir sus grandes resultados electorales, los medios de comunicación aún han aumentado más la presencia de su partido en tertulias y noticias, hasta el punto de que ya alcanza el nivel de "inundación mediática" y pronto, de seguir así, se convertirá en un tsunami imparable que arrasará en las próximas elecciones.

     



Pero queremos que quede claro: esto no es una crítica a 'Podemos' ni a su mensaje.

La promoción gratuita de 'Podemos' por parte de los medios es un hecho constatable, que más allá de las filias y fobias ideológicas de cada uno, debería resultarle sospechoso incluso a sus más fervientes defensores.

Alguna gente podrá pensar que su omnipresencia mediática, incluso en medios de ultraderecha, se debe a su ideología y a la polémica que puede generar su presencia en las tertulias, hecho que supuestamente ayudaría a generar audiencia televisiva.

Bien, es una posibilidad. Pero entonces, si ésta fuera la razón, deberíamos preguntarnos:

¿se hace la misma promoción de otros líderes y movimientos alternativos tan o más polémicos que 'Podemos' y cuya presencia también generaría audiencia?



 


Evidentemente, insinuar todo esto no resulta cómodo en estos momentos de gran popularidad de Pablo Iglesias y su partido.

A la gente se la educa para dividir el mundo en "buenos" y "malos", en los que están "a favor de" o "en contra de" y cuando alguien expresa simples sospechas sobre cómo ha llegado hasta aquí 'Podemos' o Pablo Iglesias, corre el peligro de ser clasificado automáticamente junto a esos perros rabiosos de "la casta" que espuma en boca tratan de morderle en las más variopintas tertulias.
 



 


Así funciona el sistema, instalado en la mente de las personas y es el precio que tenemos que pagar los que tratamos de ir por libre.

Como es evidente, no sabemos si 'Podemos' es un movimiento manipulado o si se trata de un movimiento sincero y espontáneo (ojala sea la segunda opción)

Lo único que tenemos claro es que en el caso hipotético de que se tratara de un movimiento creado y dirigido, su función sería canalizar el descontento popular y reintegrar las corrientes de protesta dentro del sistema. Algo así como mostrar una zanahoria a la que perseguir, para que a nadie que se sienta desengañado con el sistema en general, se le pase por la cabeza cambiarlo todo hasta sus cimientos.

Y es que lo más sorprendente de lo que estamos viviendo es que alguien se atreva a calificar a 'Podemos' de partido "antisistema". 'Podemos', de hecho, intenta salvar el sistema. Es un partido absolutamente pro-sistema formado por personas profundamente pro-sistema.

¿Hay algo más pro-sistema que un grupo de politólogos?
 



 


¿Hay algo más pro-sistema que alguien como Jorge Verstrynge, un señor que como una pulga que salta de perro en perro, va cambiando de partido político a conveniencia durante décadas, pasando de la derecha más rancia a la izquierda más "revolucionaria" en el momento oportuno?
 



 


¿Hay alguien mas pro-sistema que un fiscal anti-corrupción como Carlos Jiménez Villarejo?
 



 


Quizás estemos muy equivocados con nuestras dudas y conjeturas… pero los indicios de que 'Podemos' ha sido promocionado para canalizar el clamor social y salvar el sistema son tan claros que duelen a los ojos…

No obstante, Pablo Iglesias y su partido solo son una anécdota a nivel nacional español.

El indicio más claro de que estamos viviendo una estrategia global de reconducción del clamor popular, lo encontramos en alguien que va vestido de blanco y que forma parte de la institución más corrompida y pro-sistema de la historia…
 


 

 

 


 


EL GIRO DE LA IGLESIA CATÓLICA

Sin lugar a dudas, el Papa Francisco es el termómetro de la situación, el gran indicador de los movimientos que se están produciendo a nivel mundial.

Un símbolo para muchos… el rey de los sospechosos para nosotros.

Que nadie se engañe:

la aparición de un pontífice "progresista" como Bergoglio en un momento como éste no tiene nada de casual.



 


Estamos ante una maniobra astuta y largamente calculada.

Tengamos en cuenta que la Iglesia Católica es extremadamente poderosa. Lleva casi 2 milenios entre nosotros y por lo tanto, se hace difícil concebir hasta qué nivel una institución con tanta influencia y antigüedad puede estar infiltrada en todos los niveles del poder disponiendo de información de primera mano.

Es ingenuo pensar que la Iglesia Católica está a la espera de los acontecimientos y se dedica a actuar en respuesta a las necesidades circunstanciales de cada momento.

Como dijimos en la primera parte de este artículo, la información secreta y exclusiva es poder en estado puro y se manifiesta sistemáticamente en forma de acción e iniciativa.

Así pues, lo lógico es esperar que la Iglesia siempre vaya un paso por delante, pues dispone de información que el resto de nosotros ni tan solo imagina.
 



 


Por lo tanto, la aparición del Papa Francisco no forma parte de una "moda del momento" sino que tiene una función y unos objetivos concretos, que concuerdan, no solo con el momento presente, sino con el desarrollo de los acontecimientos en un futuro próximo.

Acontecimientos que la Iglesia Católica sabe perfectamente cómo van a desarrollarse y adónde van a conducir.

La gente parece olvidar lo excepcionalmente extraña que resultó la proclamación del Papa Francisco.
 



 


La renuncia sorprendente de un papa tradicionalista como Benedicto XVI, justo en los peores momentos de la crisis económica y su sustitución por un papa "defensor de los pobres y la justicia social".

 

Algo que "casualmente" se produjo en coincidencia temporal con el fallecimiento del gran símbolo revolucionario del siglo XXI: Hugo Chávez.
 



 


Parece como si alguien pretendiera sustituir un "símbolo revolucionario" por otro en el imaginario popular…

Recordemos que Hugo Chávez falleció oficialmente el 5 de marzo de 2013, pero hay muchas sospechas de que llevaba varias semanas muerto, hecho que supuestamente fue ocultado a la opinión pública.

 

El papa Benedicto XVI renunció al papado el 28 de febrero y Jorge Bergoglio fue proclamado papa el 13 de marzo, 8 días después de la muerte de Hugo Chávez. Puede ser coincidencia… pero es demasiada coincidencia

Desde entonces, y en poco menos de año y medio, el papa se ha erigido en un símbolo de cambio y renovación.

En estos momentos, mucha gente está cegada por el Papa Francisco, incluyendo a muchas personas de ideología izquierdista tradicionalmente recelosas con el clero y que sin embargo, sienten simpatía y atracción por su figura.
 



 


Pero el Papa Francisco solo es la cara visible de un movimiento mayor: la Iglesia entera está realizando un giro en los últimos meses. De repente, ha irrumpido en los medios de comunicación con gran fuerza el clero defensor de las causas justas y de los pobres.

Monjas revolucionarias (que se autocalifican de casi anarquistas), que luchan contra los abusos de la corporaciones farmacéuticas y los poderes financieros.
 

 

Teresa Forcades
 


Monjas "tuiteras" defensoras de los necesitados, que aparecen en las mismas tertulias que, día tras día y sin excepción, dan espacio gratuito a 'Podemos' para que lleve a cabo su propaganda gratuita.
 

 


Sor Lucia Caram
 


Curas rebeldes que se parten la cara por los pobres…
 

 


Padre Angel
 


Personajes auténticos y por los cuales podemos sentir una gran atracción y simpatía, pero que de forma muy oportuna, hacen acto de presencia en el momento justo e idóneo para convertirse en referentes sociales, en contraste con el clero más rancio y caduco de la Conferencia Episcopal.
 



 


Y tras ellos, enorme, como un coloso que crece día a día, la figura brillante del nuevo Papa Francisco…el "papa de los pobres y la renovación de la Iglesia".
 



 


Por lo visto, la Iglesia es como la banca de un casino… siempre gana.

Con un pie en el conservadurismo más extremo y el otro en la "revolución ética" que pronto lo barrerá todo. Cubriendo todo el espectro ideológico y formando parte de las estructuras que van a ser derruidas, a la vez que abandera las fuerzas que dirigirán la demolición.

Astutos, como siempre.

¿Alguien duda aún de que estamos a punto de vivir una especie de revolución controlada y cuidadosamente planificada que barrerá parte de las viejas estructuras? Si alguien aún duda de ello, solo tiene que fijarse en las maniobras de la Iglesia Católica y en los sucesivos gestos del Papa Francisco.

Ellos son la prueba más fehaciente de ello.

La Iglesia, como decíamos, es la institución más pro-sistema que ha existido jamás. Nunca emprende cambios ni transformaciones a no ser que sea estrictamente necesario.

 

Actúa como una áncora que impide el avance mental de la humanidad. Su negocio siempre ha sido el inmobiliario absoluto. Por lo tanto, cuando inicia un movimiento como el giro progresista que está realizando en estos momentos, es por alguna razón estratégica muy poderosa. Está tomando posiciones ante algo que va a acontecer, con el fin de sacar provecho de ello.

Y ha colocado a su pieza más importante, el Papa Francisco, en la posición adecuada para realizar una gran jugada.
 



 


Es el pastor encargado de calmar y reconducir a las ovejas alteradas y desorientadas en los momentos de zozobra que, por lo visto, están por venir.

 

El que, con su expresión tranquila y su cálida y acogedora sonrisa nos anestesiará a todos. La cara visible del cambio profundo que nunca llegará a producirse. El emblema de la rebelión abortada.

Con todo lo dicho, no estamos equiparando al Papa Francisco con un líder político. Él no tomará decisiones ni liderará grandes cambios a nivel mundial. Solo se erigirá en símbolo de la "revolución ética" y del reclamo de "justicia y reparto más equitativo de las riquezas".

Las migajas que nos darán para evitar la auténtica revolución mental que podría cambiar el mundo.

Por lo visto, lo tienen todo atado y bien atado…
 

 

 



 


¿HAY ESPERANZA?

Pero que nadie interprete que no se puede hacer nada contra ello.

De hecho, estamos viviendo los momentos de mayor esperanza que hemos tenido hasta ahora y que probablemente tendremos en el futuro. El sistema, en estos momentos, está cambiando de piel y por lo tanto, vive su momento de mayor debilidad.

 

Es como un caballero que cambia de armadura.

 



 


Durante unos instantes estará inevitablemente desnudo y será extremadamente vulnerable.

 

Por esa razón se crean y promocionan líderes que canalicen el descontento. Su función principal es impedir que el pueblo aproveche la oportunidad única que le ofrece este punto de inflexión.

¿Como podemos aprovechar la oportunidad?

A nivel social, paradójicamente, debemos aprovechar la energía de los propios movimientos promovidos para engañarnos y conducirnos como un rebaño.

Muchos líderes y movimientos han sido creados para canalizar la energía de las protestas y las demandas de la población y utilizarla para demoler las viejas estructuras de forma controlada.
 



 


Bien, pues aprovechemos nosotros también la situación.

Valgámonos de esta energía social transformadora aglutinada por estos líderes y dejémoslos atrás cuando llegue el momento idóneo.
 



 


Pueden ser utilizados como las diferentes fases de un cohete, que nos eleva hasta la estratosfera. Cuando su combustible se agote, no nos quedemos donde ellos nos han conducido: sigamos adelante y alcancemos la luna.

Cuando los líderes de estos movimientos manipulados nos digan:

"hasta aquí llegan las transformaciones que debíamos realizar",

...sigamos adelante.

 

Como un rebaño que de repente abandona a su pastor, continuemos transformándolo todo, mucho más allá de lo que ellos tenían planeado en un principio.

Por primera vez podemos ser nosotros los que nos aprovechemos del pastor y no al revés. Podemos conseguir que les salga el tiro por la culata.

Es nuestra gran oportunidad para cambiar el mundo… nuestra gran esperanza…

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Parte 3

Julio 16, 2014

 

 

 

 

Cada vez está más claro.

Estamos inmersos en una metamorfosis, una auténtica muda de piel del sistema.

Es precisamente en momentos delicados como éste, cuando se ponen en marcha los mecanismos de manipulación de masas más sutiles y a la vez más simples en su funcionamiento.

El primer paso para desactivar estos mecanismos es tomar plena conciencia de ellos y ayudar a la gente que nos rodea a comprender cómo funcionan, cómo se implementan y en qué se basan.

Si una cantidad suficiente de personas fuéramos conscientes de ellos, podemos estar seguros de que a esas élites que intentan manipularnos les sería prácticamente imposible conducirnos como a un "rebaño".

En este artículo expondremos algunas de las maniobras que creemos que se están implementando en este proceso de cambio de paradigma y os invitamos a que vosotros descubráis por vuestro lado más mecanismos de manipulación y compartáis vuestras deducciones:
 




 

 

 

Dejarnos "algo que perder"

Se trata, sin lugar a dudas, de uno de los mecanismos de manipulación más simples y efectivos que existen.

Se ha convertido en la válvula de control de la situación, aquella que permite regular la dinámica de respuesta de la población en momentos de crisis del sistema, como el que vivimos actualmente.

La válvula que permite aligerar o aumentar la "presión" sobre el pueblo a conveniencia.
 



 


Se trata de que siempre tengamos "algo que perder".

Y es que no hay nadie más peligroso para el sistema que aquella persona que no tiene nada que perder.

No hay nadie más impredecible e incontrolable que una persona desesperada, sin esperanzas y sin posesiones. Porque alguien inmerso en estas circunstancias, paradójicamente, se convierte en una persona libre, sin dependencias de ningún tipo.

Se torna en alguien que pierde el miedo a luchar por sus derechos, sean cuales sean las consecuencias que conlleve dicha lucha.

Por lo tanto, para controlar a una masa de personas descontentas, es estrictamente necesario conseguir que la mayoría de ellas tengan "algo que perder" en caso de un escenario de conflicto, lucha o rebelión: su libertad, su trabajo, su casa, su familia, el poco dinero del que dispongan, etc…

La clave de este mecanismo consiste en convertir las pequeñas posesiones y "comodidades" de las que disponemos en cadenas que nos inmovilicen, de manera que acabemos anteponiendo su conservación a nuestra propia dignidad como seres humanos.
 



 


Así pues, que nadie lo dude.

A la mayoría de nosotros siempre nos dejarán "algo que perder". Siempre nos dejaran algo de lo que depender y que solo podremos conservar "si nos portamos bien".

Al fin y al cabo, ser conservador es algo intrínseco al ser humano: es una de las formas más refinadas que adquiere el miedo dentro de nuestra psique…
 



 

 

 


Crear "esperanza artificial"

Este mecanismo es complementario al anterior y es uno de los más ampliamente utilizados en la coyuntura actual.

De hecho, lo podemos ver reflejado en la mayoría de medios de comunicación. Mezcladas con las persistentes amenazas de castigo por parte de la autoridad para aquellos que se atrevan a rebelarse, encontramos constantes promesas de recuperación y esperanza.

De nada serviría que nos dejaran "algo que perder" si estuviéramos inmersos en una situación de precariedad continuada e inalterable; tarde o temprano, la presión del descontento derivada de la precariedad vital, podría convertirse en insostenible y por lo tanto, es estrictamente necesario crear una sensación de esperanza de cara al futuro, aunque se trate de un futuro difuso o inconcreto.
 



 


El objetivo es convertir la "esperanza de mejora" en una posesión más que podemos poner en riesgo si nos rebelamos y por lo tanto, en una cadena más que nos aprisione y nos paralice, al igual que sucede con las otras posesiones físicas que tememos perder.

Pero lo sorprendente es que en este caso se trata de una "posesión virtual" que ha sido proyectada en nuestra mente.
 



 


Crean en nuestra psique la imagen de un futuro esperanzador que aún no existe y que supuestamente nos pertenece y nos hacen temer por su pérdida si nos atrevemos a rebelarnos.

Se trata pues, de un mecanismo de manipulación sorprendente y muy refinado basado en la conservación de "propiedades virtuales".

Una manipulación simplemente genial; más genial de lo que los propios perpetradores creen.
 



 

 

 


Ilusión de libertad

Éste es quizás el mecanismo más evidente y conocido por todos.

Es un reflejo de como han cambiado los tiempos y de como se han refinado y perfeccionado los mecanismos de represión psicológica.

Y es que tras siglos de dominio basado en la obediencia ciega y la subyugación por la fuerza, los más poderosos han conseguido crear en nosotros la ilusión de que podemos elegir entre varias opciones; y a esa posibilidad de elección totalmente manipulada la han llamado falsamente "libertad".

Lo vemos a todas las escalas y en múltiples aspectos de la sociedad actual: podemos elegir peinado, ropa, partido político, ideología, religión, tribu urbana o equipo de fútbol. Tanto da cuáles sean: todas son elecciones que siguen un procedimiento similar.

Por decirlo de una manera gráfica, nos ofrecen constantemente la posibilidad de elegir entre la pastilla roja y la pastilla azul.
 



 


Nos aseguran que es nuestra responsabilidad elegir cuál de las dos preferimos y que con ello decidimos nuestro futuro. Y así es como nos pasamos la vida discutiendo acaloradamente cual de las dos representa la mejor opción a cada momento y por ello nos consideramos "libres".

Pero la respuesta de una persona libre no es elegir entre la pastilla roja o la azul.

La respuesta de una persona libre es:

"Yo no tengo por qué tomar ninguna pastilla ¿Quién te has creído que eres para decirme que tengo que elegir una pastilla? ¡Métete las pastillas donde te quepan!"

Desgraciadamente, la mayoría de personas consideran que ésta es una respuesta agresiva y antisocial.

Quien se atreva a responder en estos términos será atacado por rojos y azules, por izquierdas y por derechas, por ateos y por creyentes… al fin y al cabo, todos ellos ya han tomado la pastilla y no tolerarán que nadie se atreva a no hacerlo: eso pondría en evidencia sus limitaciones y su cobardía…
 




 

 

 

Dividir el mundo en buenos y malos

Este es un mecanismo complementario al anterior que ya tratamos en un artículo titulado: UN MUNDO DE BUENOS Y MALOS

La verdad es que sin este mecanismo no existirían los gobiernos y toda estructura de autoridad resultaría insostenible.

Como hemos visto a lo largo de la historia, lo primero que necesita un gobernante es un enemigo al que combatir, un opositor sobre el que focalizar los recelos, los miedos, las frustraciones y los odios de la población.
 



 


Durante siglos este mecanismo le ha resultado especialmente útil a las dictaduras y a los regímenes totalitarios.

 

Todos ellos necesitan crear un enemigo, sea externo y/o interno, con el que justificar las actividades represivas que les permiten mantener el status quo.

Pero con el paso del tiempo, el sistema se ha perfeccionado hasta tal punto, que hoy en día disponemos de una estructura eficiente y funcional que incorpora, de serie, un enemigo estable, previsible y prefabricado: la Democracia.

Al fin y al cabo, la democracia no deja de ser eso. Un sistema que lleva incorporado un enemigo artificial llamado "oposición ideológica" sobre el que depositar todos los recelos y culpas.

¿De quién es la culpa de todo lo que sucede en nuestro país? Del Rajoy o del Zapatero de turno, de la izquierda o de la derecha, de los fachas o de los rojos…
 



 


Es como un motor lógico perfecto, creado para estar siempre en funcionamiento, dando vueltas sin parar, alimentado por el rechazo e incluso el odio que siente cada fracción programada de población hacia la ideología contraria.

Y es que no olvidemos que los gobernantes siempre gobiernan "contra algo".

Puede ser un enemigo ideológico, un grupo terrorista o incluso algo más abstracto, como la inseguridad ciudadana, la crisis económica, la droga o el paro.

Sea como sea, los gobiernos necesitan un enemigo o un problema contra el que combatir, para que el pueblo tenga la sensación permanente de que los gobernantes son necesarios para erradicar tales amenazas.

Si supiéramos cuantas veces son los propios gobiernos los que generan esos "problemas" con el fin de justificar sus actuaciones, la confianza en el sistema se derrumbaría por completo…
 



 

 

 


Ley del "triunfo menor"

Éste es uno de los mecanismos más importantes y que desgraciadamente, se han mostrado más eficaces a lo largo de los tiempos.

Básicamente consiste en distraernos con aspectos circunstanciales, con el fin de que focalicemos nuestras energías en la anécdota y evitemos ir a la raíz de los asuntos.

Para comprenderlo mejor, pongamos un ejemplo:
 



 


Supongamos que estamos encerrados en una prisión, de forma injusta, junto a otros prisioneros también encerrados en las mismas condiciones.

Tarde o temprano, nuestra obsesión será escapar de la cárcel para recuperar nuestra libertad y con el fin de evitarlo, las autoridades carcelarias realizan una maniobra inteligente: nos dan comida en mal estado y llena de gusanos.
 



 


Es decir, empeoran de forma premeditada y evidente nuestras condiciones de vida en la prisión.

Puede resultar paradójico, pero ese empeoramiento de las condiciones en la prisión, bien gestionada, lejos de convertirse en un acicate que alimente nuestra necesidad de huida, puede convertirse en un mecanismo para que nunca lleguemos a emprenderla.

Solo hace falta que uno de los internos, con una especial capacidad de liderazgo, levante la voz protestando por la calidad de la comida.

 

Que se alce con proclamas encendidas reclamando,

"una mejor alimentación y unas mejores condiciones sanitarias de los reclusos", al grito de "¡No somos bestias, somos personas y tenemos derechos!".



 


Cuando eso suceda, ese plato lleno de gusanos se convertirá, de repente, en el centro de las reclamaciones de los internos.

 

Todas las luchas se centrarán en conseguir una "alimentación decente y digna", pues esa alimentación se habrá convertido en un símbolo del trato a los reclusos.

Llegados a esta situación, el alcaide solo tendrá que gestionar adecuadamente las circunstancias, negándose inicialmente a mejorar la calidad de la comida y aplicando castigos puntuales a los reclusos adecuados como muestra de fuerza y aflojando la tensión cuando ésta amenace con convertirse en un motín generalizado.

Con ello conseguirá convertir la lucha por la mejora de la comida en un reto difícil de conseguir por parte de los presos y eso les obligará a destinar aún más energía y atención en ello.

Y cuando llegue el momento pertinente…el alcaide dejará de ofrecer comida repleta de gusanos y convertirá las reclamaciones de los reclusos en un pequeño triunfo.

¿Qué habrá conseguido con ello?

Para empezar, durante el proceso de protesta, habrá conseguido que todas las energías de los reclusos se hayan desperdiciado reclamando un hecho circunstancial y concreto: la comida y que esas energías no se hayan enfocada plenamente en crear planes de fuga.

De esta manera, el objetivo primordial de todos y cada uno de los reclusos, que era huir de la cárcel, habrá quedado olvidado, mediante un desvío pertinente de la atención.
 



 


Y no solo eso.

Lo peor es que ese pequeño triunfo dentro de la prisión, servirá de mecanismo psicológico que reforzará la aceptación del encarcelamiento por parte de los presos.

Porque dentro de sus mentes, quedará instaurada la idea de que dentro de la cárcel pueden alcanzar pequeños triunfos luchando, algo que nadie puede garantizarles en el complejo mundo exterior. Es decir, la imagen de la propia cárcel quedará asociada a una sensación personal de triunfo, que se reforzará diariamente y de forma rutinaria cuando tengan ante sí un plato de rancho libre de gusanos.

Si nos fijamos con atención, el elemento clave de esta maniobra reside en el recluso que se erige en portavoz del resto y se levanta reclamando "mejor comida".
 



 


Él es el líder que focaliza las protestas de la masa en la anécdota circunstancial y desvía la atención del objetivo prioritario: la huida de la cárcel.

Sustituyamos ahora la cárcel por el sistema, el plato con gusanos por la precariedad derivada de la crisis y al líder de los reclusos por cualquier líder opositor al gobierno de turno, que reclama reformas y mejoras para la población.

Esto es lo que vivimos, constantemente, en un régimen democrático y en especial en los momentos de mayor descontento social, gobiernen las derechas o las izquierdas.

¿Cuándo abriremos los ojos de una vez?
 



 


¿Cuándo dejaremos de preocuparnos por esos "platos llenos de gusanos" como la reforma laboral, el derecho al aborto, el matrimonio homosexual o la bajada de impuestos y pensiones y focalizaremos, de una vez por todas, la totalidad de nuestras energías en escapar definitivamente de "la cárcel"?
 




 

 

 

Inoculación de conceptos
 

Por último, exponemos el mecanismo más sutil de todos y el que acostumbra a pasar más desapercibido, a pesar de ser el más importante a la hora de crear las estructuras que nos someten diariamente.

Básicamente consiste en inocular, sutil y camufladamente, los diferentes conceptos que regirán el futuro del sistema en la mente de los ciudadanos, para que se acostumbren a ellos y los asuman como algo "normal y habitual".

Pongamos un ejemplo: supongamos que queremos conseguir que la población pague un impuesto por el simple hecho de respirar aire.

El concepto de "pagar por respirar" puede parecer ahora mismo una locura, una idea no solo descabellada, sino profundamente abusiva e imposible de implementar.

Pero en realidad resulta descabellada porque el concepto "pagar por respirar" aún no ha sido debidamente instalado en nuestra mente y aceptado como una posibilidad plausible.
 


 


Así pues, el primer paso para conseguirlo, es enunciar la posibilidad de ese concepto, aunque sea a través de una representación metafórica o imaginaria.

 

Por ejemplo, mostrando una película de ciencia ficción situada en un futuro donde la gente paga dinero por el simple hecho de respirar.

Una vez enunciada la idea y convertida en una posibilidad "imaginable", el segundo paso es implementarla como realidad parcial y limitada. Es decir, crear un primer caso de "pago por respirar aire", aunque sea en condiciones muy restringidas.

Y aunque parezca increíble, ya se ha dado un paso en esa dirección en el mundo real.
 



 


Hace pocos días, por ejemplo, sabíamos que en un aeropuerto de Caracas, los usuarios de las terminales nacional e internacional tendrán que pagar un arancel por respirar el aire acondicionado tratado con ozono que se suministra en tales terminales.

Así pues, ya hay un lugar en el mundo en el que se ha inoculado el concepto "pagar por respirar", aunque sea en un estadio parcial y limitado.

Poco importa que en este caso concreto sea en forma de arancel simbólico que se paga al adquirir el billete de avión.

Lo importante es que una vez instaurada la idea en sí en la mente de las personas y aceptada por todos como una "posibilidad normalizable", toda variación posterior será aceptada sin rechistar, si se realiza de forma paulatina y "debidamente justificada".

Solo hace falta que la medida se extienda a algún otro aeropuerto del mundo, que después se extienda a algún museo o teatro famoso y así paulatinamente a otros edificios oficiales de diferentes países.
 



 


Poco a poco puede ir extendiéndose hasta convertirse en una norma al entrar en cualquier edificio con aire acondicionado.

Solo hace falta "justificarlo" adecuadamente mediante una buena campaña de concienciación, por ejemplo basada en la ecología y la sostenibilidad.

Es decir, asociarle un significado aparentemente positivo.

Y una vez instaurado el pago por el aire en todos los edificios públicos y los medios de transporte como norma, ¿Dónde situaremos los limites para no cobrar un impuesto por respirar aire limpio en la calle?

¿Cuánto tiempo tardará en aparecer la primera población que aplica supuestas medidas ecológicas para mantener el "aire limpio y descontaminado" y que cobra a sus habitantes un pequeño impuesto por respirar ese "presunto aire purificado" en la vía pública?
 



 


Como vemos, el punto crucial reside en inocular el concepto inicial. Conseguir que se acepte la base de la idea en sí es la clave de todo.

Una vez conseguido, el triunfo de la maniobra está garantizado y puede llegarse progresivamente hasta límites que ahora nos pueden parecer surrealistas. Podemos encontrar muchos más ejemplos de aplicación de esta técnica tan efectiva.

Ahí están, por ejemplo, los impuestos sobre los depósitos bancarios latentes.

 

Se trata de un impuesto mediante el cual, el estado se arroga el derecho de robar literalmente el dinero depositado en la cuenta bancaria de un particular simplemente porque esa cuenta no muestra actividad durante un tiempo pre-establecido.
 



 


Poco importa que en un principio el impuesto se aplicara a cuentas inactivas durante más de quince años, como en el caso del Reino Unido.

 

Paulatinamente la norma ha ido variando y hay países como Australia donde el impuesto ha pasado progresivamente de aplicarse a cuentas inactivas durante 7 años a cuentas inactivas durante 3 años. Y en casos extremos como en el estado de Georgia, en EE.UU., a cuentas inactivas durante solo un año.

Una vez aceptado el concepto base llamado "confiscación de cuenta por inactividad", toda variación posterior será aceptada sin apenas oposición.

En un tiempo, podrán echar mano "legalmente" del dinero que depositemos en nuestra cuenta si permanece inactiva un mes y quién sabe si al final, si permanece inactiva una semana o un solo día.

Por esta razón, es tan importante decir "no" al primer intento de abuso.
 



 


Debemos tener una visión a largo plazo y deducir las consecuencias que tendrá la aceptación de una ley o un concepto implantado en la mente de la población y ayudar a las personas que nos rodean a comprender las implicaciones que tendrá a la larga no hacer nada contra ello.

Ante un abuso, jamás puede permitirse el primer paso, porque ese primer paso ya es "todos los pasos" y después será demasiado tarde para revertirlo

De momento, en España, ya hemos aceptado sin apenas rebelarnos que se nos impongan multas por simplemente manifestarnos en la calle.

 

Una vez aceptada y asumida la idea y convertida en nueva realidad vital, ya podemos decir que estamos viviendo en una dictadura de facto, donde la libertad de expresión ha muerto. Es solo cuestión de tiempo que sobre esta base conceptual se establezcan leyes y normas cada vez más draconianas.

Y la culpa será nuestra, al cien por cien, por haber aceptado la implantación inicial del concepto sin haber plantado cara adecuadamente.
 



 


El sistema se basa enteramente en esto.

 

En la asunción de conceptos como algo "normal", hasta que se convierten en la nueva realidad de nuestras vidas. Una realidad virtual que solo vive en nuestras cabezas y que solo nosotros mantenemos en pie, pero que sin embargo es capaz de aprisionarnos durante toda nuestra existencia.

No nos cansaremos de repetirlo, aunque clamemos en el desierto. La auténtica lucha está ahí, dentro de nuestra cabeza. Nuestra mente es el campo de batalla en el que se dirime el futuro de toda la humanidad.

De nada servirán las reclamaciones sociales externas si no somos capaces de ganar la guerra dentro de nuestra psique.

Porque un solo concepto inoculado en nuestra mente puede hacer más daño que una arma de destrucción masiva…