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			por Harriet Alexander 
			
			4 Diciembre 2011 
			del Sitio Web
			
			TheTelegraph 
			
	traducción de 
			
			Adela Kaufmann 
			
			Versión 
						original 
			
			  
			
			  
			
			  
			
				
					
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						David Icke está de vuelta, ofreciendo sus teorías de la conspiración 
			en una gira mundial. 
			Y, actualmente la gente lo está escuchando.  | 
					 
				 
			 
			
			  
			  
			
			  
			
			 
			 
			 
			
			  
			
			David Icke en Zagreb 
			Foto: ETA 
			  
			
			  
			
			  
			
			
			 
			Ellos viajaron desde tierras lejanas, siguiendo una estrella para 
			encontrar la salvación y rendir homenaje al hombre que les muestre 
			el camino. Pero esto no es Nazaret, y - esta vez, por lo menos - no 
			había ningún indicio de que podría ser el hijo de Dios.  
			 
			
			David Icke
			 ha aprendido su lección, y ayer en la capital croata 
			hasta se burló de su desastrosa aparición en 1991, en el show de 
			Terry Wogan, cuando fue puesto en ridículo al afirmar que él era el 
			hijo de Dios.  
			 
			El recibimiento de Icke en una abarrotada conferencia en el centro 
			de Zagreb fue mesiánico en su fervor. 
			 
			Zumbando con anticipación, 1,300 personas aplaudieron con entusiasmo, 
			al mostrarse en una pantalla gigante sobre el escenario un clip de 
			la humillación Wogan, y una voz de trueno declaró: 
			
				
				"Nada lo ha detenido, y nada lo detendrá." 
				 "Todos pensaron que había desaparecido", dijo un adepto 
			al The Sunday Telegraph. "Pero mientras ustedes estaban enterrados en 
			El Factor X, David estaba tomándose el mundo". 
			 
			
			Entre hurras y vítores, y una audiencia con teléfonos con cámara 
			levantados, el Sr. Icke, de 59 años, se dirigió al escenario con una 
			camisa salmón rosado -más barrigón y más encorvado que en su juvenil 
			programa de televisión, pero con los mismos penetrantes, azules e 
			inconfundible camisa color salmón. 
			
				
				"Todos piensan que estoy loco, saben", dijo, ante las risas de los 
			devotos sentados en la oscura sala de conferencias. "Pero imaginemos 
			siendo llamados cuerdos en un mundo de semejante locura. ¡Qué 
			pesadilla!" 
			 
			
			Inclinados hacia adelante en sus asientos, una multitud de 
			adolescentes, hombres de negocios en trajes, jubilados y parejas de 
			clase media, que habían pagado alrededor de 150 kunas (£17), se 
			colgaban de cada palabra suya. 
			 
			Ellos escucharon atentamente mientras Icke comenzó su embriagadora 
			explicación de ocho horas de cómo todos somos hologramas, el 11 de 
			septiembre fue "ingeniería de terrorismo", la luna es un engaño; Y 
			el mundo está siendo controlado por una camarilla de 
			
			reptiles metamorfos.  
			 
			Su tono era afable, su actuación apasionante al encarrilarse contra 
			los "malditos" científicos que piensan que el fluoruro es bueno en 
			el agua-cuando todo lo que está haciendo en realidad es "bloqueando 
			la glándula pituitaria y manteniéndonos en la ignorancia". 
			 
			Con diapositivas de PowerPoint y un flujo silbante de gráficos y 
			diagramas biológicos, él explica en términos pseudo-científicos de 
			cómo los elfos coexisten con los espíritus, y citas a Einstein, John 
			Milton y Albert Camus. Es como estar dentro de un parque temático de 
			Dan Brown, ubicado dentro de La Matriz.  
			 
			Uno de los mayores aplausos es por una broma acerca de la corrupción 
			entre los políticos de Croacia - en la víspera de las elecciones 
			parlamentarias de hoy - y de lo absurdo que es que quieran unirse a 
			la UE. 
			
				
				"No confiamos en los políticos", asintió con la cabeza Vanessa 
			Valovicic, 18, estudiante de negocios internacionales que había 
			viajado desde la isla adriática de Rab para el evento.
  "Cuando leí por primera vez sus libros, yo estaba confundida, y me 
			tomó un tiempo para encontrarle sentido. Pero ahora me siento muy 
			emocionada por sus ideas". 
			 
			
			Diana Dika, de 43 años, una profesora de Inglés de Split, dijo que 
			sus "ojos fueron abiertos" después de 
			
			leer los libros de Icke. 
			
				
				"Fue como un rompecabezas que se une. Sólo hacía sentido. Ahora, leo 
			su sitio Web todos los días, y comparto la información con mis 
			colegas, amigos y familiares.
  Él advierte acerca de las vacunas porque son parte del sistema de 
			control, así que esta semana he discutido con mi médico en contra de 
			vacunar a mi hija. Este es un gran momento para Croacia". 
			 
			
			Que David Icke esté dándole la vuelta al mundo en una gira mundial 
			con frecuencia con las entradas agotadas pudiera venir como una 
			sorpresa en el Reino Unido, dada su desgarradoramente dramática 
			caída.  
			
				
				"Se están riendo de ti", le dijo Terry Wogan hace 20 años, "no se 
			están riendo contigo." 
			 
			
			 
			  
			  
			
			  
			
			  
	
				
			  
			
			 
			 
			Pero ahora es Icke, quien está teniendo la última palabra. 
			
				
				"La gente de repente ha recibido esta gira como si fuera algo nuevo", 
			dijo a The Sunday Telegraph, en una serie de mensajes de correo 
			electrónico.
  "Pero hablé con 3,000 personas en Los Angeles en 2003. Vamos a ir a 
			la Arena de Wembley el próximo año por una simple razón - tiene la 
			capacidad de satisfacer el explosivo interés". 
			 
			
			Y el interés es, sin duda, fenomenal. 
			 
			Este otoño, Icke ha hablado en 10 ciudades, a través de tres 
			continentes. En Nueva York se le dio una ovación de pie por un 
			auditorio completamente lleno, una fuerte multitud de 2,100 
			personas. La próxima semana, en Ámsterdam, hablará con 1,750 
			personas, mientras que sólo en Melbourne, las ventas de boletos 
			acumularon £ 83,000. 
			 
			Desde 1998, la industria editorial Nielsen calcula que Icke ha vendido 
			140,000 copias, por un valor de más de £ 2 millones. Ellos han sido 
			traducidos a 11 idiomas, y vende "decenas de miles" en Alemania, 
			Rumania y Suecia.  
			 
			El chico de Leicester, primero un futbolista profesional y luego un 
			presentador de deportes, ha recorrido un largo camino. 
			 
			En 1990, él tuvo lo que describe como su "despertar", cuando un 
			psíquico en Brighton le dijo que él era un sanador, situado en la 
			Tierra con un propósito. Luego vino la infame aparición Wogan (vídeo 
			arriba).  
			 
			Más tarde le dijo al presentador de televisión: 
			
				
				"Yo no podía caminar por la calle sin que la gente se riera de mí. 
			Al entrar en un pub, había alboroto. Un comediante solo tenía que 
			decir mi nombre para hacer que la gente se riera." 
			 
			
			Icke se retiró a la Isla de Wight, donde aún vive, con su entonces 
			esposa, Linda, y sus tres hijos. 
			 
			La introducción de la psíquica Deborah Shaw en la casa completó lo 
			que los medios llaman "el triángulo de color turquesa" - un color 
			que el Sr. Icke llevaba para su "energía positiva" - a pesar de la 
			Sra. Shaw fue expulsada cuando quedó embarazada con la hija de Icke.
			 
			 
			Al divorciarse de Linda, se volvió a casar con la espiritualista 
			Pamela Richards, pero la desaparición de su unión en torno a 2007, y 
			el costoso divorcio posterior, se cree que han consumido una gran 
			parte de su fortuna.  
			 
			De hecho, no hay ninguna señal de enorme riqueza. Su empresa genera 
			sólo ingresos moderados, vive en un modesto piso 115,000 libras en 
			Ryde, donde los vecinos dicen que es "muy agradable", pero no pasa 
			mucho tiempo por allí. Lo cual, teniendo en cuenta que el mundo está 
			hambriento de su mensaje, no es sorprendente.  
			 
			Las teorías de Icke son una mezcla intoxicante de política mundial, 
			retórica de la Nueva Era y teorías de la conspiración de "ellos-contra-nosotros". 
			 
			Él 
			describe a la prensa como, 
			
				
				"Irrespetuosa, ignorante y sorprendentemente mal informados sobre 
			las fuerzas detrás de los acontecimientos del mundo". 
  "Icke está loco. Sí, sí, bostezo, bostezo con sangre ", le dijo a 
			este diario. 
  "Mis puntos de vista no son muy conocidos, excepto entre aquellos 
			que se han tomado la molestia de leer mis libros y asistir a mis 
			eventos - ese es el problema. Hablo durante 10 horas sin guión y con 
			1,400 imágenes. Son todas aquellas personas, sobre todo cuando la 
			charla es traducido simultáneamente a través de auriculares –¿toda 
			esa gente va a sentarse allí todo ese tiempo a escuchar a un loco? 
			Por supuesto que no." 
			 
			
			La Dra. Karen Douglas, una psicóloga de la Universidad de Kent, que 
			se especializa en teorías de la conspiración dijo que en un mundo 
			cada vez más incierto, la búsqueda de la comodidad de una 
			explicación es cada vez más importante. 
			
				
				"Se trata de lidiar con su propia falta de control sobre la 
			información, y de capacitar a las personas a que sientan que 
			realmente tienen la respuesta", dijo. "En la era de Internet, todo 
			esto se hace más fácil de aprovechar." 
			 
			
			Y ella dice que es injusto clasificar a todas las personas con un 
			interés en las teorías conspirativas como desquiciadas. 
			
				
				"No se puede hacer la suposición general de que todos ellos son 
			chiflados", dijo. "La mayoría de la gente está buscando algún tipo 
			de explicación en cuanto a cómo encajan en el mundo". 
			 
			
			Mark Devlin de 41 años, 
			
			un DJ de Oxford, viajó a Zagreb para ver 
			el espectáculo. 
			 
			Y admitió que al principio pensó que era Icke "un loco". 
			
				
				"Pero poco a poco me fui interesando en sus ideas, leí sus libros, y 
			poco a poco todo cayó en su lugar. Tuve lo que yo llamo un despertar 
			consciente". 
  "Es propio de la naturaleza humana cuestionar la existencia - ¿por 
			qué estamos aquí, quienes somos? Estoy seguro de que la gente se ríe 
			de mí a mis espaldas, pero no me importa - y de hecho más, y más de 
			mis amigos quieren hablar de esto. 
  "La gente llama a David, el loco hombre lagarto, o un antisemita, 
			como una manera fácil de descartarlo. Ellos no quieren a cuestionar 
			sus propias percepciones - es incómodo, pero creo que a 100 años a 
			partir de ahora vamos a mirar hacia atrás y darnos cuenta de que él 
			fue una figura histórica importante, de enorme importancia mundial". 
			 
			
			Fuera, la multitud se desprendió en la noche de Zagreb, con sus 
			rostros iluminados por la revelación. 
			 
			Marko Tarle, de 78 años, ex-profesor de la Universidad de 
			California, dijo que se sintió empoderado por la experiencia. 
			
				
				"Es increíble saber lo que está sucediendo detrás de 
				'la cortina'", 
			dijo. "La gente merece saber la verdad". 
			 
			
			  
			
			
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