Epílogo

A semejanza del loto, experimentáis tres fases principales de evolución. La primera está marcada por la ignorancia y la oscuridad, cuando estáis debajo del barro espeso, un capullo cerrado, el cual, en virtud de la naturaleza de la existencia, finalmente aflorará a la superficie con el calor del sol.

 

La segunda fase se representa con el ascenso a través de las aguas turbias de vuestra experiencia emocional, puesto que la flor no deja de buscar el sol; no conoce otro destino, no tiene otro propósito. En la tercera fase se produce la iluminación completa en el esplendor de la luz. La flor de loto abre sus pétalos y exhibe su exquisita belleza para todos aquellos que están lo suficientemente conscientes como para reconocer a Dios, que se despliega.


Vosotros, los que despertáis, estáis llegando a la superficie, a punto de abrir vuestros pétalos en el calor de la verdadera luz de la existencia. Sois hermosos y majestuosos en vuestros corazones, vuestra voluntad es decidida, y os celebramos. Vuestra claridad de intención yace en la semilla, la conciencia pura que es toda la vida. Es aquello que os confiere poder para ir más allá de la oscuridad de esas turbias aguas; es la fuerza vital que lleva a toda la vida a buscar la luz.
 

La roca, el árbol, el animal, el ser humano, todos sois el reflejo cristalino del Artista Divino.

 

En el interior de cada uno de vosotros está la chispa de la divinidad que desencadena el despliegue infinito de vuestras muchas formas y dimensiones, a medida que entráis y salís del túnel del nacimiento y renacimiento en vuestra exquisita travesía por la espiral ascendente del Espíritu.


Pioneros, vosotros sois los precursores del Nuevo Mundo, un mundo que habéis venido a redescubrir y transformar entre todos. Ésta es la reunión suprema, el festival más exquisito de la vida que surge, y estamos con vosotros.

 

Niños, os saludamos. Vuestra es la tarea de buscar la luz y luego ayudar a otros, y lo haréis, pues sois los buscadores de la verdad. Vuestros corazones se están abriendo, vuestra mente está alerta e inquisitiva, y la luz de vuestra alma es aún más brillante. Sois los que estáis emergiendo —los rostros claros y resplandecientes— en búsqueda de ese resplandor eterno que os ha atraído hacia lo alto, cada vez más arriba, y os reconocemos, trabajadores de luz de Gaia. Os conocemos.


Hay muchos portales, las aperturas son muchas, y vosotros tenéis la llave. La habéis tenido siempre. Es sólo que habéis tenido que llegar hasta este punto en vuestra travesía evolutiva para entender que ya no podéis estar segregados de vuestros hermanos y hermanas de la galaxia. Ahora el engaño está llegando a su fin, conforme reclamáis vuestra herencia estelar y empezáis a recordar lentamente quiénes sois realmente. Tenéis un universo impresionante por conocer, mundos fantásticos de una belleza e iluminación tan increíbles, que os quedaréis boquiabiertos cuando finalmente os liberéis de la ilusión del aislamiento y os unáis al resto del universo.


Os hemos devuelto aquello que ya os pertenece: las claves del universo.

 

Usadlas como herramientas de descubrimiento propio y aceleraréis vuestro paso. Estaremos allí para daros la bienvenida cuando atraveséis el umbral para uniros con seres procedentes de los confines más lejanos de vuestra imaginación, de otras galaxias y dimensiones. Ansiamos abrazaros, mostraros nuestra propia imagen sin secreto ni limitación, y rendir homenaje a vuestra travesía, pues no os podéis imaginar qué tan lejos habréis viajado cuando finalmente entréis por el portal y lleguéis a la próxima dimensión.


Y cuando transitéis por el invierno de los Días del Desierto, no os olvidéis de llevar una linterna para que los perdidos puedan encontrar su camino.

 

 


 


Estáis rodeados de nuestro amor.

 

Sed intrépidos como el león, agudos como el águila, y gentiles como la paloma: no dudéis jamás de vuestra fortaleza; no perdáis jamás vuestro camino; no olvidéis jamás que vosotros sois la vibración de Gaia en plena ascensión.

 

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Las claves de Sirio de la Ascensión Universal

Como es arriba, es abajo.
La matriz original del macrocosmos
está enterrada en el microcosmos,
y todo es infinito.
De la semilla, el despliegue;
y del árbol, la regeneración.
(Capítulo IV)

 


Cada célula de vuestro cuerpo es activada por la luz;
similar a una batería eléctrica en miniatura,
con sus polos norte y sur,
cada célula contiene el espectro completo del arco iris...
La comida debe consumirse
para reabastecer las frecuencias de luz
que necesitan las unidades celulares
de vuestro cuerpo.
(Capítulo VI)


El cierre del calendario,
el fin del tiempo,
será llegar al punto cero otra vez...,
vuestra evolución más allá de las restricciones
de la realidad tridimensional
(Capítulo VIII)

 


Tantos millones de kilómetros separan a la Tierra
de las estrellas más brillantes
en vuestros cielos nocturnos,
que se necesitan años
para que su luz llegue hasta vosotros.
(Capítulo IX)

 


El diablo es el miedo
que guardáis en vuestro interior,
el aspecto de Lucifer de vuestra existencia.
Vuestras cadenas,
la oscuridad de la ignorancia,
constituyen vuestra prisión.


* * *


Entender la muerte y el paso,

el nacimiento y el renacimiento,

inicia el proceso de la emancipación,

de vuestro despertar.
(Capítulo XI)
 


Aun los seres más oscuros, reflejos del Todo-lo-que-es,

viajan por la espiral de la ascensión

para llegar finalmente a la Luz,

pues ésa es la naturaleza del Espíritu.
(Capítulo XII)

 


Sólo al integrar los aspectos yin y yang
de vuestro propio ser
se resolverá la ilusión de la polaridad del Espíritu.
Cuando el Adán y la Eva en vuestro interior
se conviertan en Uno,
entonces podréis conocer y entender
el Todo-lo-que-es.
(Capítulo XIII)

 


Con la activación del tercer filamento del ADN

experimentaréis el fuego creativo de uno y dos,
masculino y femenino,
electricidad y magnetismo,
a medida que «se conectan» a nivel subatómico.
Éste es el catalizador
de vuestro renacimiento galáctico.
(Capítulo XV)

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Bibliografía recomendada

  • BAILEY, ALICE, Iniciación humana y solar, Editorial Sirio.

  • BATES, ERNEST (Ed.), The Bible as Living Literature, Simón & Shuster.

  • BAUVAL, ROBERT, y GILBERT, ADRIÁN, El misterio de Orion, Círculo de Lectores.

  • BRICGS, JOHN, Fractals: The Patterns of Chaos, Thames & Hudson.

  • BURR, HAROLD S., Blueprint for Immortality, C. W. Daniel Co., Ltd.

  • CAPRA, FRITJOF, El tao de la física, Editorial Sirio.

  • FRIEDMAN, NORMAN, Bridging Science and Spirit, Living Lake Books.

  • FRISSELL, BOB, La cuarta dimensión, Ediciones Robinbook.

  • HANCOCK, GRAHAM, Las huellas de los dioses, Ediciones B, S.A.

  • HESEMANN, MICHAEL, The Cosmic Connection, Gateway Books.

  • HOAGLAND, RICHARD, The Monuments on Mars, North Atlantic Books.

  • HOPE, MURRAY, The Sirius Connection, Element Books.

  • HUNBATZ MEN, Secrets of Mayan Science/Religión, Bear & Company.

  • MARCINIAK, BARBARA, Mensajeros del alba: las sorprendentes enseñanzas de los pleyadianos, Ediciones Obelisco.

  • MANNINC, JEANE, y BEGICH, NICK, Angels Don't Play This Harp, Earthpulse Press.

  • ROBERTS, JANE, Habla Seth III, La naturaleza de la realidad personal, Ediciones Luciérnaga.

  • ROWAN-ROBINSON, Michael, Our Universe: An Armchair Cuide, W. H. Freeman & Co.

  • SAUDER, RICHARD, Underground Bases and Tunnels, Adventures Unlimited Press.

  • SITCHIN, ZECHARIA, Al principio de los tiempos, Ediciones Obelisco.

  • VON FRANZ, MARIE-LOUISE, Alquimia, Ediciones Luciérnaga.

  • WEIL, ANDREW, La curación espontánea: descubre la capacidad natural de tu cuerpo para conservar la salud y curarse a sí mismo, Círculo de Lectores.

  • WILSON, COLÍN, El mensaje oculto de la Esfinge, Martínez Roca.

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