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			11 Febrero 2015 
			del Sitio Web
			
			GazzettaDelApocalipsis
 
			  
			  
			
			
  
 
			  
			
			A mucha gente le puede parecer una locura, una fantasía sin sentido 
			o un arrebato propio de cuatro "frikis conspiranoicos".
 
 Pero en estos momentos, en el mundo hay un creciente número de 
			personas poderosas que tratan de alcanzar algo parecido a la 
			inmortalidad.
 
 Éste es el típico tema controvertido en el cual toda la atención 
			acaba focalizándose en el envoltorio anecdótico que lo envuelve, sin 
			profundizar a fondo en la raíz del asunto.
 
 Y el envoltorio aquí, está formado por la tecnología y los últimos 
			avances y descubrimientos científicos, que acaban actuando como 
			elementos de distracción en este tema de extrema importancia para el 
			futuro de la humanidad.
 
 Como hemos dicho tantas otras veces, el problema no está en la 
			tecnología ni en la ciencia en sí, sino en el uso que determinadas 
			personas quieren darle a esa tecnología y a las gravísimas 
			implicaciones que ello tendrá para todos nosotros.
 
 Empecemos con un ejemplo muy llamativo del que se ha hablado estos 
			últimos días: el caso de 
			
			Martine Rothblatt.
 
 Rothblatt, fundadora de diversas empresas y proyectos de éxito como 
			
			
			Sirius Radio y 
			
			GeoStar, involucrada en el Proyecto Genoma Humano, 
			experta en leyes de comunicación vía satélite, y actualmente la 
			directora ejecutiva mejor pagada de EE.UU. (desde que cambió de sexo), 
			ha creado una copia rudimentaria de la mente de su esposa y la ha 
			instalado en una cabeza robótica.
 
 
			  
			
			
			 Martine Rothblatt
 
 
			
			Tal y como dice un 
			
			artículo de RT:
 
				
				Una ejecutiva pionera en el ámbito de la inteligencia artificial 
			crea un prototipo robótico de 'cabeza inteligente' como paso previo 
			al desarrollo de la extrapolación de recuerdos, pensamientos y 
			sentimientos humanos a una computadora que actuará como 'clon 
			mental'.
 
				
  
 
				Sus expectativas aspiran a que un día los humanos serán capaces de 
				'verter' su 'yo' creando una réplica mental que permanezca en el 
			tiempo proporcionando una 'vida artificial' después de la muerte.
 
			Rothblatt, de hecho, predice que dentro de 20 años, la clonación 
			mental se convertirá en el mayor invento de la historia de la 
			humanidad.
 Dicho de otra manera, Rothblatt pretende clonar las mentes de las 
			personas fallecidas y posteriormente devolverlas a la vida en forma 
			física, algo que la mayoría de nosotros consideramos como una 
			fantasía propia de una película de ciencia ficción.
 
 A estas alturas, muchas personas quizás piensen que Rothblatt es 
			simplemente una "pobre lunática" que trata de alcanzar quimeras 
			irrealizables.
 
 Y es posible que así sea; el problema es que no es la única.
 
 
			  
			
			
			 Ray Kurzweil
 
 
			
			 
			
			Ray Kurzweil, director de ingeniería 
			
			de Google, también prevé un 
			futuro en el que los cuerpos serán reemplazados por máquinas dentro 
			de 90 años y en el que la gente se convertirá en "digitalmente 
			inmortal".
 
 Kurzweil presentó el plan para esta 
			
			utopía transhumanista en su 
			libro "La Era de las Máquinas Espirituales -
			
			
			The Age of Spiritual Machines" (1999).
 
				
				Kurzweil se ha ganado un merecido prestigio por su capacidad para 
			predecir el futuro de la evolución tecnológica.    
				Entre otras cosas, 
			predijo con exactitud la, 
					
					llegada del iPad, Kindle, iTunes, YouTube y 
			servicios bajo demanda como Netflix con años de antelación, así como 
			la primera victoria de un ordenador sobre un humano jugando al 
			ajedrez, la explosión de Internet y su papel futuro, el uso de 
			tecnología inalámbrica en la red y el uso masivo de los teléfonos 
			móviles para acceder a Internet. 
				
  
 
				A lo largo de su libro, "La era de las máquinas espirituales", Kurzweil se 
				"comunica" con un personaje de ficción llamado Molly que 
			está viviendo a través de los diferentes períodos de tiempo que 
			Kurzweil anticipa, entre 2009 y 2099.
 
 
				
  
 
				Para el año 2029 Molly se ha deshecho de su marido y lo ha 
				sustituido por un programa de inteligencia artificial llamado 
			George, con el que mantiene relaciones sexuales mediante realidad 
			virtual.
 
 Hacia el año 2099, la imaginación de Kurzweil prevé que el personaje 
			de Molly sube su propio cerebro a un programa informático y se 
			fusiona con George para crear una mente de colmena.
 
			Como vemos, fundir la propia mente con el software y con las 
			máquinas parece ser el sueño dorado de los líderes del mundo de 
			Internet y del desarrollo de la Inteligencia Artificial.
 
			
			
  
 
			
			Según Kurzweil, los seres humanos que se resistan a convertirse en 
			parte de la "singularidad transhumanista", es decir, a fundirse con 
			las máquinas, o que no puedan permitirse el lujo de hacerlo por 
			motivos económicos, serán aislados de la sociedad y tratados como 
			ciudadanos de segunda clase.
 
 Por traducirlo a un lenguaje más entendedor y sin tantos eufemismos 
			hipócritas, lo que nos está diciendo Kurzweil realmente, es que las 
			personas que se nieguen a fundirse con las máquinas se convertirán 
			en Seres Inferiores y obsoletos.
			Y por lo tanto, en individuos prescindibles.
 
 Gente como Kurzweil o Rothblatt no son los únicos que trabajan 
			ansiosamente en alcanzar la fusión con las máquinas y con ello la 
			"inmortalidad digital".
 
 Otro ejemplo de ello, es el neurocientífico Randal Koene, que está 
			"reclutando" a los mejores neurocientíficos para ayudarle a 
			conseguir que los humanos "vivan para siempre".
 
 
			  
			
			
			 Randal Koene
 
 
			
			Su plan consiste en subir su mente a un ordenador.
 
			  
			El proceso 
			empezaría con una "cartografía completa" del cerebro, reduciendo su 
			actividad cerebral a meros cálculos y dígitos, tras lo cual, se 
			traducen tales cálculos a códigos y pueden ser instalados en otros 
			soportes informáticos futuros de inteligencia artificial.
 Esto puede parecer otra locura sin sentido, pero en el fondo, la 
			labor de numerosos neurocientíficos de todo el mundo, que tratan de 
			descodificar toda la actividad cerebral, concuerda precisamente con 
			estos objetivos.
 
 Cartografiar a fondo el funcionamiento del cerebro, es el paso 
			previo indispensable para poder convertir la actividad cerebral en 
			datos y parece que no falta dinero para invertirlo en tales 
			investigaciones.
 
 
			
			
  
 
			
			Rothblatt, Kurzweil y Koene no son los únicos que están trabajando 
			árduamente en la construcción de este futuro propio de una fantasía 
			distópica; hay cientos de personas trabajando en la vanguardia del 
			mundo tecnológico y científico que van en la misma dirección.
 
 Otro ejemplo de ello es el director ejecutivo de Google, Eric 
			Schmidt, que está convencido de que Internet, tal y como lo 
			conocemos, va a desaparecer, tal y como declaró en la reciente 
			cumbre de Davos.
 
 
			  
			
			
			 Eric Schmidt
 
 
				
				"Habrá tantas direcciones IP…tantos dispositivos, sensores, 
				elementos conectados que usted llevará encima, tantas cosas con 
				las que usted estará interactuando, que formarán parte de su 
				percepción todo el tiempo". 
			Básicamente, cuando Schmidt habla de sensores que sustituirán a 
			Internet como plataforma accesible externa, hace referencia a los 
			chips cerebrales implantables. 
			  
			
			
  Scott Huffman
 
 
			
			La integración de Internet en el cerebro, es algo de lo que ya nos 
			habló en su momento el que fuera director de ingeniería de Google, 
			Scott Huffman, que en un arrebato de entusiasmo en el año 2013, 
			predijo que,
 
				
				"en cinco años los usuarios de Internet tendrían 
			micrófonos conectados a sus techos y microchips integrados en el 
			cerebro con el fin de realizar búsquedas más rápidas en Internet". 
			A estas alturas sería ridículo pensar que el concepto de 
			inmortalidad digital, los avances en el campo de la neurociencia y 
			la integración de Internet en el cerebro no tienen nada que ver 
			entre sí.
 Navegar por Internet por vía cerebral implicaría tener la capacidad 
			de transmitir información digital directamente al cerebro y desde el 
			cerebro y eso representaría el paso previo indispensable para 
			alcanzar la capacidad de copiar y grabar recuerdos, sensaciones o 
			incluso sentimientos, algo que sería, a su vez, el paso previo para 
			conseguir la clonación de toda la mente al completo.
 
 
			
			
  
 
			
			Y para conseguir que todo esto sea posible, es estrictamente 
			necesario que el campo de la neurociencia avance hasta conseguir 
			crear un mapa completo de la mente humana, algo que ahora puede 
			parecer una quimera imposible…como también nos lo parecía mapear 
			todo el genoma humano, algo que en gran parte ya se ha conseguido.
 
 Así pues, lo que al principio podría parecer la locura de "cuatro frikis enloquecidos", es en realidad un proyecto mucho más sólido, a 
			medio y largo plazo, que está avanzando paso a paso, de forma 
			inexorable.
 
 
			
			
  
 
			
			En él no están implicados
 
				
					
					
					los fanáticos de una secta, sino aquellas 
			personas que están a la vanguardia del desarrollo tecnológico y 
			científico humano
					
					las personas como las que dirigen el gigante 
			empresarial que acapara mayor control sobre la red de Internet en 
			estos momentos: Google
					
					las personas que están trazando, día tras día, 
			los límites de la red del futuro; una red que por lo que vemos, va 
			encaminada a convertirse en una nueva "mente global" 
			Porqué eso será Internet dentro de poco:  
				
				una mente global que unirá, 
			no solamente todas las computadoras, dispositivos portátiles, tablets y teléfonos móviles, sino todos los aparatos electrónicos 
			del planeta, desde coches y aviones, hasta neveras, televisores o 
			aparatos médicos, aquello que ha venido a llamarse como "el Internet 
			de las cosas". 
			
			
  
 
			
			Si a ellos sumamos los cerebros conectados a Internet, tal y como 
			estos "visionarios" están proyectando, algo que será posible gracias 
			a los avances realizados paralelamente en los campos de la 
			Inteligencia Artificial y de la neurociencia, estamos ante el 
			nacimiento de un nuevo ente planetario en forma de psique global, un 
			macro-organismo con lógicas y leyes internas propias que conformará 
			todo un ecosistema de algoritmos e intercambio incesante de 
			información y en el que nuestra propias mentes estarán integradas.
 
 
			
			
  
 
			
			¿Es una quimera inalcanzable? ¿Una alucinación de ciencia ficción 
			como algunos quieren hacernos creer?
 
			  
			Quizás sí, pero en realidad poco importa lo que creamos nosotros. 
			  
			Lo único cierto y tangible es que estas personas que moldean 
			el mañana sí lo creen posible y están trabajando afanosamente en 
			ello y la culminación de todos sus trabajos e investigaciones, 
			conducen no solo a la Singularidad Tecnológica, ese supuesto momento 
			en el que los seres humanos y las máquinas nos fundiremos creando 
			una súper inteligencia, sino en el concepto de Inmortalidad Digital, 
			como culminación lógica del proceso.
 Olvidémonos pues, por un momento, de las discusiones sobre si es 
			posible o no alcanzar 
			
			la Singularidad, sobre si esa tecnología podrá 
			ser desarrollada o no, ni sobre cuánto tiempo queda para que eso 
			suceda y centrémonos en las personas que están tratando de alcanzar 
			ese nuevo estado evolutivo del ser humano.
 
 
			
			
  
			  
			La existencia de estas personas, su actitud, sus sueños, sus anhelos 
			y sus esfuerzos, nos llevan a extraer varias conclusiones 
			inmediatas:
 
 
				
				- La Primera conclusión es que muchos de estos personajes elitistas y 
			sobretodo los grandes magnates del mundo de la tecnología, la 
			informática o la inteligencia artificial, deben sentir un terror 
			atroz a la muerte, aún mayor que el del resto de los mortales.
 Parece que para ellos es inconcebible que sus "mentes privilegiadas" 
			y su "ego inigualable" puedan desaparecer como el del resto de los 
			seres humanos ("perdidos para siempre…en el tiempo…como lágrimas en 
			la lluvia")
 
 
				
  
 
				De hecho, es evidente que considerarían la pérdida de sus mentes 
			como una pérdida irreparable para el devenir del mundo y aunque 
			hablen de "acabar con la muerte" o "vivir para siempre", como si 
			hicieran referencia a toda la humanidad en conjunto, es evidente que 
			solo piensan en ellos mismos, como miembros destacados y superiores 
			de la especie humana.
 
 ¿Alguien cree que cuando hablan de conseguir la inmortalidad, 
			imaginan como inmortal a un campesino de Bangladesh?
 
 Que nadie se deje engañar pues, por su discurso aparentemente 
			altruista y desinteresado.
 19bangladesh2-600
 
 ¿Habrá inmortalidad digital para los pobres?
     
				
				 
				
 - La Segunda conclusión a la que se puede llegar, es que estas 
			personas ven la mente de los seres humanos como un mero conjunto de 
			datos, clasificables, grabables y almacenables, como si fueran el 
			código de un programa de ordenador o los datos almacenados en un 
			simple disco duro, en este caso, un disco duro formado por neuronas.
 
 Por lo visto, están convencidos de que si alguien copia los datos de 
			su mente en otro soporte, automáticamente su "conciencia" se 
			trasladará también a ese soporte. (Y si no lo creen, parece que no 
			les importa demasiado que no sea así).
 
 Si seguimos la lógica interna de sus razonamientos, esto nos lleva a 
			preguntarnos: si alguien clona exactamente su mente estando ellos 
			aún vivos y la instala en una cabeza cibernética, entonces ¿ellos 
			dispondrán entonces de dos conciencias simultáneas instaladas en dos 
			cuerpos diferentes?
 
 
				
  
 
				Y si deciden clonar y copiar su mente en 1000 robots, entonces, ¿que 
			sucederá? ¿Dispondrán de una mente de colmena con una 
			supra-conciencia que las controle a todos a la vez?
 
 ¿Eso es lo que realmente creen y lo que sueñan en conseguir?
 
 La verdad es que si estos personajes fueran gente pobre y utilizaran 
			estos mismos argumentos, la sociedad los consideraría unos dementes 
			y serían motivo de burla y escarnio por parte de sus semejantes.
   
				Sin 
			embargo, como son ricos y poderosos, la gente los considera unos "visionarios" y unos 
				"soñadores"…
 
				- La Tercera conclusión a la que podemos llegar, es que si estas 
			personas realmente ven a los seres humanos como paquetes complejos 
			de datos instalados en máquinas biológicas, entonces es altamente 
			improbable que sientan una empatía, un amor o un respeto profundos 
			por los demás seres humanos.
 
 No vamos a discutir sobre si existen o no el espíritu o el alma 
			inmortal o sobre si solo somos materia pura y dura. Cada uno puede 
			adoptar la posición que quiera y el problema de fondo seguirá 
			intacto.
 
 El problema radica en que estas personas conciben la mente humana 
			como un mero programa informático y por lo tanto, no sienten un 
			respeto reverencial por la identidad individual de los seres humanos 
			ni por su conciencia como individuos.
 
			
			
  
 
			
			Para ellos, el resto de humanos solo somos cuerpos dotados de un 
			cerebro repleto de datos copiables y reproducibles y por lo tanto, 
			sentirán tanto amor y respeto por nosotros como el que puedan sentir 
			por cualquier otra computadora o máquina con la que trabajen. Poco 
			más que el amor a sentir por un electrodoméstico con patas.
 
 Si solo nos ven como paquetes de datos andantes, por lógica llegará 
			un momento en el que quizás también puedan tratar de arrojarnos "a 
			la papelera de reciclaje" si nuestra presencia resulta molesta o si 
			ocupamos demasiado espacio "en el disco duro planetario".
 
 
			
			
  
 
			
			Para ellos, pues, todos nosotros somos carne de la tecla "delete".
 
 
			
			
  
 
			
			Como vemos, eso nada tiene que ver con el avance tecnológico ni 
			científico, sino con la mentalidad de quienes están liderando estos 
			proyectos que sientan las bases del mundo del mañana.
 
 Su concepción del futuro tecnológico, en realidad no es relevante. 
			Lo realmente grave es cómo conciben y sienten la naturaleza humana, 
			algo que podemos deducir de sus propias palabras y reflexiones.
 
 Inherente en su concepción del ser humano, están los conceptos de 
			elitismo, de seres superiores e inferiores, de eugenesia, de 
			tiranía, de control mental y de eliminación de la conciencia 
			individual, convertida al final en un conjunto de datos copiables, 
			reproducibles y borrables.
 
 Probablemente ellos mismos no sean plenamente conscientes de ello, 
			pero estas personas que ahora diseñan el futuro de la humanidad 
			desde sus computadoras, están sentando las bases de un futuro de 
			pesadilla.
 
 
			
			
  
 
			
			Calzados en sus deportivas y vestidos con sus camisetas y sus 
			tejanos, con el pelo alborotado y su actitud juvenil, nos parecen 
			unos chicos dinámicos y soñadores que hacen uso de sus privilegiadas 
			mentes creativas como si de un juego se tratara.
 
 
			
			
  
 
			
			Pero en el fondo, haciendo uso de su talento, subyacen conceptos 
			extremadamente negativos, que están esperando el momento adecuado 
			para materializarse físicamente y a los cuales nadie está prestando 
			la debida atención.
 
 Como podemos ver, el tema no es tan anecdótico como muchas personas 
			puedan creer.
			Esto no es la fantasía de unos chavalillos juguetones sumergidos en 
			las fantasías de los cómics o las pelis de ciencia ficción.
 
 Dibujan el futuro de la humanidad ante nuestros ojos y lo estamos 
			ignorando despreciablemente.
 
 Nos tragamos las noticias de que alguien quiere subir su mente a un 
			ordenador o de que un multimillonario trata de copiar su propia 
			psique para ser inmortal como si fueran un chascarrillo, sustituido 
			en 10 segundos por el vídeo insustancial de un gatito juguetón o de 
			un tipo que chuta una pelota, con la misma indolencia con la que nos 
			comemos unas patatas fritas abotargados ante la tele.
 
 Pero lo que estamos presenciando no es ni un juego ni una anécdota.
 
 Implica profundas reflexiones de carácter filosófico, que se 
			extienden al campo práctico de la economía, la política, la 
			organización social y el futuro del ser humano a nivel biológico y 
			psíquico.
 
 Se están sentando las bases de un nuevo mundo.
 
			  
			Y eso debería llevarnos a hacernos la pregunta:  
				
				¿en manos de qué 
			tipo de personas estamos dejando el futuro de la especie humana? 
			O dicho sin tantos tapujos:  
				
				¿Quién fabrica las futuras pesadillas? 
			  
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