por A. Sutherland

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Por el mundo hay muchos ejemplos de gente en la antigüedad que le rinden culto a la SERPIENTE. Ellos estaban muy orgullosos de ello. Muchas leyendas hablan de, la “Gente Serpiente.”

Por ejemplo, estaban los Nagas, de la India y Amaru en América del Sur, e incluso algunos de los Dioses del Valle Indus, (qué se volvió la cultura hindú) - se decía que tomaban ya sea forma humana o reptil a voluntad. La Gente Serpiente era una raza muy inteligente.

Las leyendas también dicen que estas notables personas se retiraron a las guaridas de la Tierra y crearon por todo el mundo ciudades subterráneas. Se dice que han continuado haciendo apariciones a la humanidad en ocasiones. Hay también muchas pinturas de serpientes en el sitio sagrado de Teotihuacan, en México. El dios, la Serpiente Emplumada de los antiguos mayas era Kulkulkan (Kukulkan).

Hay pinturas de serpientes por todos los sitios en Mesoamerica, Aztecas, Toltecas y Mayas. Hay fuerte evidencia que los Aztecas, Mayas, Toltecas, Incas y otros le rendían culto al mismo dios, conocido bajo diferentes nombres, como Viracocha, Kukulcan (Kulkulkan), Gugumatz y Quetzalcoatl y aun otros nombres no mencionados aquí. En el “Códice Chimalpopoca”, el libro de leyendas, se dice que los aztecas le rendían culto al dios-serpiente, Quetzalcoatl, que vivió con los indios 52 años y era su maestro.

Su bello nombre se traduce como “Serpiente de rasgos preciosos”, “Serpiente Emplumada” o “Serpiente de Plumas-Verdes.” Él era alto, de piel clara, con cabello rubio y barba. Las personas enfermas lo visitaban porque podía curar ceguera, enfermedades de la piel y dolencias de los ojos.

En “el Códice Chimalpopoca” está escrito:

“Y ellos creían mucho en su sacerdote, Quatzalcoatl. Y eran tan obedientes y dados a las cosas de su dios y tan temerosos de dios, todos creían en Quetzalcoatl cuando él dejó Tula...
(De: “Voces de Tiempos Legendarios”, Ellen Lloyd)

El benevolente dios-serpiente, Quetzalcoatl es la serpiente-dios emplumada que trajo beneficios para la civilización mexicana y les enseñó la ciencia de las matemáticas y la astronomía al hombre. Él les enseñó a los humanos artes útiles y les ordenó amar y respetarse mutuamente y descartar la violencia.

Por el mundo en el México Antiguo, los Toltecas estaban levantando grandes templos en honor a su Dios Blanco, que los inspiró. La gente de Mesoamérica cree que Quetzalcoatl, el dios-serpiente, regresará de nuevo para gobernar todos los planetas. Quetzalcoatl, “el Dios blanco” era conocido por los Chorotecas, vivió en lo que es ahora Nicaragua y el norte de Costa Rica, como el dios Tamagastad.

 

En el siglo 17, el Popol Vuh fue descubierto por el Padre Ximenez, y estableció la indiscutible filosofía de los Mayas que le rendían culto al “Único” Dios como un mensajero impersonal del Sol, Quetzalcoatl.

Los Mayas todavía están esperando el retorno de Quetzalcoatl, así como los Hindús están esperando el 10º avatar de Vishnu, y los Cristianos está esperando el retorno de Jesús Cristo.

 

En América del Norte, las serpientes están profundamente arraigadas en las culturas indias nativas. El símbolo de la serpiente domina el arte de los indios Hohokam. Su sitio es el famoso Snaketown (Pueblo de la Serpiente), en Arizona, datando del año 400 A.C. hasta 1200 D.C. Nosotros también debemos recordar que una cultura desconocida dejó una enorme montículo con forma de serpiente en Ohio.

Haití tiene muchas leyendas muy antiguas relacionadas a las serpientes. Los nativos, gente vudú cree en un dios, Damballah Wedo, y su imagen de serpiente. Damballah Wedo es la Gran Serpiente, el Creador del Universo, los Cielos y la Tierra.

Como dice la tradición vudú,

la Serpiente deja ir las aguas sobre la Tierra, surgió el Arco iris y la Serpiente tomó al arco iris, Ayida Wedo como su esposa.

En Australia, la gente aborigen ha conservado muchas leyendas de la serpiente en sus mitos, “El Tiempo de los Sueños”, de la creación de nuestro planeta. En Australia central hay dibujos antiguos de la Serpiente Arco iris. Él creó las montañas, ríos y personas mientras viajaba desde la costa norte.

Los hombres espaciales (antiguos astronautas) que descendieron de las estrellas para enseñarle a la humanidad fueron conocidos a los antiguos como la gente dragón o la gente serpiente. Las serpientes fueron adoradas por los Lemurianos y Atlantes. La serpiente era un símbolo de sabiduría divina. Más tarde, este culto se convirtió en los cultos de la serpiente entre los nativos alrededor del mundo.


Sarpa era el término Sánscrito original para una culebra o serpiente, mientras que naga también, al igual, significaba una culebra o serpiente.

En el Budismo, la sabiduría ha estado siempre relacionada, simbólicamente, a la figura de la Serpiente. En la Tradición Occidental puede encontrarse como es usada por el Cristo en el Evangelio, según San Mateo:

“Mirad, yo os envío adelante como ovejas en medio de los lobos: sed, por consiguiente, sabios como las serpientes, e inofensivos como las palomas.”

El panteón indio Oriental está conectado con el Espíritu de la Serpiente y el Espíritu del Dragón. Tiene un equivalencia al Nats Birmano, o dios-serpiente. En India y Egipto, e incluso en América Central y América del Sur, el Naga simboliza uno que es sabio. En China, al Naga se da forma de Dragón y tiene una asociación directa con el Emperador, y es conocido como el “Hijo del Cielo.”

Incluso se dice que los chinos se originan de los semi-dioses Serpientes e incluso hablan su idioma, Naga-Krita.

La serpiente fue adorada en:

  • Egipto

  • Sumeria

  • India

  • China

  • Perú

  • Meso América

  • América del Norte

  • Grecia

  • Bretaña,

...y en muchos otros países, prácticamente por todo el mundo…

 

El culebra/serpiente es un símbolo de inmortalidad y puede se encontrado en monumentos, artefactos, grandes y pequeños. Significa poder, renacimiento, sabiduría, fuerza y protección. Desafortunadamente la Iglesia católica ha presentado la imagen equivocada del significado de este gran símbolo.

Puede merecer la pena considerar… su inmensa importancia y legado en nuestro planeta.