por Patrick Henningsen
New Dawn 162
May-June 2017
del Sitio Web
NewDawnMagazine

traducción de Tinoski
Versión original en ingles

 

 

 


 

 


Desde que Gutenberg inventó la imprenta, pasando por la cámara de imágenes en movimiento de Thomas Edison o la introducción del celuloide o el proyector en pantalla plateada y, más tarde, del tubo de rayos catódicos - un selecto grupo de instituciones mediáticas y los hombres detrás de ellas han disfrutado de un monopolio monolítico sobre la información que vemos y escuchamos.


Su maquinaria es asombrosa y aparentemente imparable, llega a todas partes y en cualquier momento a las mentes de todos aquellos a los que se dirige.


¿Cómo puede uno manejarse, no digamos ya dar sentido, dentro de esta Matrix del Siglo 21?


Si esta transformación hubiera sido un proceso orgánico real las mentes más críticas serían capaces de defenderse de la inmersión profunda en la que nos engullen los medios de comunicación. Pero la evolución de la tecnología y cómo interactuamos con ella no es tan sencilla de manejar.


Mientras las diferentes plataformas y opciones continúan proliferando la situación tiene que ver cada vez más con la Teoría del Caos que con la Teoría Darwiniana de la Evolución.


Los medios de comunicación y sus modernas armas de marketing nos dicen que todo a nuestro alrededor es progreso. Hoy por hoy, su papel está bien definido. Son el veloz y principal vehículo por el que se suministran nuevas ideas y desarrollos a la mayoría de la sociedad.


Lo admitamos o no las películas y la televisión ejercen existen un lavado de cerebro y un condicionamiento conductual a varios niveles.


Por eso lo llaman "programación".

¿Cuántas veces nos encontramos repitiendo automáticamente frases de películas populares o programas de televisión?


¿Cuántos de nosotros tratamos de imitar la moda o los cortes de pelo de aquellos que salen en pantalla?

Ocurre en mucha mayor medida de lo que la mayoría de nosotros estamos dispuestos a admitir.


De hecho, la mayoría de nosotros no somos conscientes de hasta que punto imitamos lo que vemos y repetimos lo que oímos.


En el clásico de 1976 "La Red" ("The Network") el protagonista, un profeta de la televisión llamado Howard Beale, da un sermón inolvidable a la audiencia de su estudio, describiendo perfectamente la profunda naturaleza de los medios de comunicación de masas en un contexto social.

¿Porque sentís esa gran congoja?


Porque vosotros y otros sesenta y dos millones de americanos me estáis escuchando ahora mismo. Porque menos del tres por ciento de vosotros leéis libros. Porque menos del quince por ciento de vosotros leéis periódicos. Porque la única verdad que conocéis es la que recibís a través de este tubo.


Ahora mismo existe una generación entera que nunca conocerá nada que no haya salido de este tubo (televisor).


El tubo es el Gospel. ¡La última revelación! Este tubo puede hacer tambalear Presidentes, Papas, Primeros Ministros. Este tubo es la jodida mayor fuerza que existe en este mundo sin Dios.


Y que dios se apiade de nosotros si alguna vez cae en las manos de la gente equivocada


 

 

 


Beale debía saber que ya había caído en las manos de la gente equivocada, a saber:

La realidad es que los ejecutivos de las cadenas y productoras son responsables en gran arte de la conducta de la sociedad, así como de los arquetipos culturales populares con los que nos identificamos.


Está claro que esto representa un enorme poder. Y no pienses ni por un momento que esos ejecutivos desconocen este hecho. Lo mismo puede decirse de los consejeros de la CIA y el Pentágono.


Cuando está en plena potencia la maquinaria cultural ordena en masa alguno de los siguientes comportamientos:

Lenguaje repugnante, blasfemias, promiscuidad sexual, aventuras pre y extra maritales, abuso de drogas, relaciones y familias disfuncionales, tensión racial, violencia, enfrentamiento con los símbolos religiosos, rituales satánicos, menoscabo de la influencia de figuras de autoridad como los padres, los profesores, los curas… e incluso la adoración de este estado Orwelliano en que nos encontramos.

Para los medios de comunicación y la industria del entretenimiento no es más que juego limpio.

 

¿Cómo puede uno entonces sobrevivir ante esta violento abuso psicológico y espiritual?

 

 

 

Curso básico para sobrevivir a los medios de comunicación


El común de las personas del primer mundo que viven dentro de una sociedad tecnológicamente avanzada verá una media aproximada de tres horas de televisión cada día y pasará una media de otras dos horas conectado a sus dispositivos electrónicos.


Si queremos sobrevivir a esto con nuestras mentes y nuestras almas intactas debe llegar un punto en nuestras vidas en que tengamos el coraje de apagar y desintonizarnos.


Ya solo la ingente cantidad de material accesible hoy por hoy obliga a que cada uno debamos escoger con buen juicio cómo vamos a consumir nuestro tiempo.


Puede que ni siquiera esa opción binaria que aún tenían los pertenecientes a la generación X pudiendo preguntarse…

"De acuerdo, tengo tres horas para mí mismo. ¿Cómo voy a usarlas? ¿Veo la televisión o leo un libro?",

…ya ni siquiera está ahí.

 


 


Para los Millenials (y para el resto también) la realidad es más parecida a preguntarse,

"Veo la televisión, Youtube, me paseo por Periscope, Instagram, Facebook, me conecto a Hulu, Amazon Prime, iTunes o Roku, leo en línea, con mi Kindle, o mi Nook o, ¿quién sabe, quizás un libro?"

Se me viene a la cabeza el término visionado compulsivo (Binge Watching).


Siete temporadas de diez episodios cada una, con un gancho y una línea argumental común - suficiente intriga y suspense para disparar las endorfinas que produce tu cerebro y mantenerte despierto toda la noche, suficiente para ver una temporada de 24 episodios en… 24 horas.
 

Si las cosas están realmente tan mal, o si sientes una ansiedad obsesiva por mantenerte al día con el contenido mediático, hay una gran posibilidad de que ya estés en cierta medida bajo el control mental de los medios de comunicación.


El primer paso para liberarte de esta maquinaria es convertirte en un consumidor activo de información y contenido en oposición a ser simplemente un colador pasivo. Eso no significa que no puedas disfrutar de una película o ver un partido de fútbol de vez en cuando - todos necesitamos salir de la rueda para hámsteres y concedernos algo de entretenimiento de cuando en cuando.


Para derrotar al lineal suministrador de información a la fuerza que son los medios de comunicación y al condicionamiento que ejerce Hollywood… simplemente lee más


Lee lo que sea que caiga en tus manos,

Tu tasa de retención de conocimientos aumentará y el mero hecho de leer incrementará tu grado de concentración, autorreflexión y claridad de pensamiento.


Mejor que malgastar horas y horas viendo la televisión o productos de baja calidad provenientes de Hollywood que sabes perfectamente que al final te van a decepcionar trata de escuchar programas de radio, o podcasts.


En vez de dejarte caer durante horas por madrigueras de ratón ("RabbitHoles") de Youtube visita sitios como Soundcloud y sumérgete en su vasta selva de sonidos.


Otra práctica efectiva para liberar tu mente del pensamiento grupal y ser menos susceptible al lavado de cerebro de los medios de comunicación es realizar un esfuerzo consciente para leer, ver o escuchar contenido de fuentes de información que no te gustan o con los que en general estás en desacuerdo.


Esto es importante por una serie de razones.


Si realmente estás convencido de tus ideales políticos, tu visión del mundo e interpretación de los acontecimientos históricos y presentes entonces no debería molestarte escuchar aquello que tienen que decir los que están "al otro lado".


Si de verdad quieres defender con éxito tus posiciones, opiniones, ideologías o tu lado del espectro político es muy útil conocer los argumentos contrarios, y deberías querer diseccionarlos y analizarlos todo loque sea posible.


Este tipo de consumo de información por parte de una mente abierta es exactamente lo que los creadores de contenido cultural para la masa y los operadores de la Matrix no quieren que hagas - porque una voz segura, objetiva y bien informada es la antítesis del prevalente paradigma político bipolar de "divide y vencerás" que los ingenieros sociales están orquestando actualmente en el mundo occidental.


Además, si alguna vez te cansas de leer sobre las cosas entonces sal fuera, y experiméntalas.
 

 

 


Aprende a aprender


El poeta americano Robert Frost dijo en una famosa cita,

"Todos actuamos con insuficiente información".

Para educar la mente todos debemos asumir (por lo menos una vez al día) que sin importar cuán listos o cuanto creamos que sabemos sobre determinado asunto o hecho, en realidad sabemos muy poco…


Puede ser que sepas más que la persona que tienes al lado. Puede que incluso seas un experto en una de las hojas de la lechuga. Pero lo más probable es que simplemente tengas un poco más de conocimiento que la media sobre una de las esquinas de la galaxia sobre la que eres experto.


Desafortunadamente, los medios de comunicación de masas no son más que una fuente bastante deficiente para adquirir conocimiento e interactuar.


La pantalla de trece pulgadas y media de tu portátil normalmente no está a la altura para proporcionarte la estimulación humana y la velocidad de intercambio que lo que obtendrías a través de la simple conversación.


La solución al problema es muy sencilla,

Necesitamos hablar más. Habla más, habla de cualquier cosa…

El microprocesador más poderoso del planeta no está en los sótanos de la NSA (National Security Agency) en Provo, Utah, o en los servidores de Jeff Bezos en Colorado:

está entre tus orejas (y es también conocido como tu cerebro)...

Además, mejor que respaldar el discurso establecido, ve y trata de comenzar conversaciones con la gente que son más inteligentes o tienen más experiencia que tu.


Esa es una de las formas más rápidas de incrementar tu conocimiento de base y generar observaciones invaluablemente profundas que nunca vas a obtener a través de los medios de comunicación de masas o incluso del Ministerio de la Verdad (Wikipedia).


Recuerda:

No eres un robot. Por tanto deja de actuar como si lo fueras…

Hay un enorme mundo ahí fuera. Y es mucho mas grande que cualquier cosa que esté dentro de tu televisión o de tu teléfono "inteligente"…