por Lucas Blanco Acosta
15 Marzo 2014
del Sitio Web LucasBlancoAcosta

 

 

Los soportes históricos contenidos en toda esta exposición los puede hallar y leer libremente en los diversos títulos expuestos en la página www.lucasblancoacosta.com

 

 


El S.O.S. de Venezuela es por la paz, pero para que exista la paz, es necesario que se presente la justicia y para que comparezca esta, es indispensable la verdad, como antecedente imprescindible y base fundamental de la justicia y la paz.

 

La verdad siempre nos ha sido negada en la enseñanza media y más en los medios de comunicación de hoy.

Nuestra verdadera historia debe empezar en el año 476 d.C., donde se nos enseña engañosamente, que el imperio romano de occidente cayó.

 

No fue así, sino que este gobierno dictatorial huyó, se encubrió y transfirió con toda su simbología a la iglesia católica, esta después de desprestigiarse en tantas guerras e invasiones "santas" a otras naciones, resuelve que a partir del año 1213, sus intereses bélicos y económicos sean representados por Inglaterra, por eso llamaron al rey ingles de aquel entonces "Juan sin tierras", por el despojo papal.

 

A partir de allí la Gran Bretaña se subordina secretamente al Papa y empieza a ejercer como testaferro de la madre de las mafias en el mundo. En el año 1533 el rey ingles Enrique VIII, inicia su falso cisma con la iglesia católica y facilita en el ámbito protestante el trabajo de contrainteligencia romano.

Hoy es el Vaticano, representado desde la oscuridad por la Corporación Británica, a través de las diferentes redes de las sociedades secretas iluminatis y masónicas, que tienen como objetivo la conformación de su Nuevo Orden Monopólico Mundial (NOM).

 

En 1563, después del concilio de Trento (La Contrarreforma), empiezan a planificar su empoderamiento, con la creación de rivalidades entre bandos, su engaño y manipulación ideológica, aun entre sus propias filas, hoy manifestado en antagonismos de derecha e izquierda, son como dos grandes piernas que deben hollar, es decir, pisar y envilecer siempre a las naciones.

El resultado de la situación actual se inicia en el año 1600, con el génesis de las comunas indígenas en América del Sur, por parte de los jesuitas, de donde se origina verdaderamente la praxis atea del comunismo, contrariedad social que tiene como objetivo secreto y principal enfrentar y frenar la competitividad productiva y mercantil que desarrolle una nación contra los intereses monopolistas de las empresas alineadas a la Corporación Británica.

 

Este despeje se hará necesariamente con las masas pobres y los propios "patriotas" de la nación víctima, esto fue así, por la subsiguiente diversificación y masificación productiva resultada de la revolución industrial inglesa, a partir del año 1760.

Entonces el fin del comunismo en occidente es llegar hacer siempre un instrumento eficaz de los altos grados masónicos ingleses, para llegar a fortalecer siempre su secreto monopolio en el mundo, usando para esto a las masas mas desposeídas.

 

El enfrentamiento en pro de estos paradigmas y de la falsa igualdad y libertad, empieza en el año 1789, con la farsa de la revolución francesa.

La plataforma y conformación de este aparataje, se sustenta del caos, destrucción y debilitamiento a otras naciones, producto de la constante y creada confrontación por idealismos bipolares, sean religiosos o políticos, hace poco eran conservadores o liberales, hoy derecha o izquierda.

 

También se sustenta de los derivados préstamos a,

Pero, toda esta ignominia se sostiene primariamente de las fuentes de energía, antes el carbón, ahora el petróleo.

La primera guerra mundial en 1914 fue engañosa, esencial y realmente fue la guerra que inauguró las guerras del petróleo en el mundo, su objetivo consistió en despojar a Turquía de todo el Medio Oriente, por parte de la Gran Bretaña.

 

Cincuenta años antes ya habían sido inventados el motor de combustión y el carburador de gasolina, pero fue necesario retardar la difusión de este desarrollo tecnológico para antes monopolizar plenamente su producción y mercado. Lo logran, estableciendo contratos ventajistas y centenarios con las naciones árabes, ignorantes en materia petrolífera en aquel entonces.

 

Así se empezó a suscitar este despojo a las naciones petroleras, como sucede hoy en Venezuela.

El objetivo de la segunda guerra mundial fue la aplicación del plan Marshall, esto en verdad fue una encubierta compra y transferencia económica de una Europa barata y destruida por la también "inexplicable" segunda guerra mundial, transferencia económica a favor de la Corporación Británica, para esta extender a Europa su megalomanía monopolista, la servil unión actual y la supremacía de la libra esterlina inglesa sobre el dólar y el euro.

Para Inglaterra EE.UU. fue su carta determinante y final, para ganar la segunda guerra mundial, en verdad EE.UU. nunca ha dejado de ser colonia y brazo bélico secreto de Inglaterra.

 

Su neocolonialismo actual se manifiesta en su impagable deuda a la City Bank de Londres, su máximo acreedor, también la Gran Bretaña es la dueña de su Banco Central, columna vertebral económica de EE.UU.

La Corporación Británica fue la misma que también maquinó, financió, proveyó de soldados y pertrechos a los supuestos emancipadores suramericanos, que lo que verdaderamente lograron fue también una secreta transferencia del coloniaje económico de España a Inglaterra, antes y después de esta vencer a Napoleón Bonaparte en Waterloo.

 

Con esta derrota, la Gran Bretaña reconstruye en el mundo, su secreto y nuevo imperio romano de occidente.

Nótese bien, la presencia inglesa, como factor común en estos principales escenarios históricos y su representación encubierta de los intereses del Vaticano.

 

En toda la historia universal lo único que ha sido verdadero son los desastrosos resultados de la manipulación de sus paradigmas, los cadáveres producto de las embaucadoras batallas y guerras, la siembra del caos, la pérdida de infraestructuras, los mismos millones de victimas y el resultante estado de postración de las naciones afectadas, como persigue esta actual guerra por el petróleo en Venezuela.

 



 


Hoy Venezuela, con las reservas probadas más grandes de petróleo en el mundo, es epicentro de lucha por esta energía primaria.

 

Venezuela, una nación traicionada reiteradamente por una dirigencia aparentemente opositora al gobierno y que encubiertamente, lo que pretende es culminar y perfeccionar el objetivo y trabajo principal de su socio masónico secreto, el actual gobierno venezolano, propósito que es la conformación del caos, destrucción y máximo debilitamiento de todo el aparato y futuro productivo nacional.

 

Este nuevo caos venezolano, no es otra cosa que otra plaza Altamira (2002) u otra guerra mundial por el petróleo, que procura confinar, identificar, debilitar y destruir a los que efectivamente pueden hacer una oposición cierta al realmente apátrida gobierno venezolano, que encubierta y traicioneramente sirve y se rige por la línea directriz cubana (rusa y británica - G-8, antes G-10 y G-7).

En esta determinante fase, tenemos,

  • de un lado a un Leopoldo López, que desde la cárcel, hace llamados a la ciudadanía a salir a la calle para hacer barricadas

  • de otro, un Nicolás Maduro, ordenando apagar las diversas candelas que ordena su secreto socio masónico desde la cárcel

Candelas que ordena apagar con la Guardia Nacional Bolivariana escoltando a presidiarios y homicidas encapuchados, disfrazados de tupamaros, para que juntamente masacren sin piedad a ciudadanos honorables.

 

De allí se explica el porqué en las diversas cárceles nacionales en Venezuela, sucede con tanta alevosía, la gran y sorprendente cobertura armamentística y autoridad, que brinda y delega el gobierno nacional a los 'pranes' (lideres), como contingencia secreta o respuesta bélica a la ciudadanía descontenta, siendo la ciudadanía venezolana y el mundo, una vez más victima del engaño, y lo peor, sirviendo Venezuela, con sus mejores y más conscientes ciudadanos de ambos bandos, como instrumento mismo de su propia destrucción.

 

Gran razón tenía mi gran amigo, el humorista y poeta, Juvenal Graterol Flores, "Juan Felino", cuando denominaba a esta madre de perversidades "La Gran Brevaña".