
	por Henry Makow
	
	traducción por Paz Digital 
	25-11-2007
	
	del Sitio Web
	
	Rafapal
	
	 
	
	Las guerras, las crisis económicas y el genocidio 
	en el siglo XX no fueron accidentales o inevitables, sino el resultado de 
	malévolos diseños.
	
	Una evidencia sorprendente es el interrogatorio que la policía estalinista (NKVD) 
	hizo a uno de los fundadores de la Internacional Comunista en 1938, 
	Christian G. Rakovsky, cuando tenía 65 años y se enfrentaba a la pena de 
	muerte por conspiración para derrocar a Stalin.
	
	La transcripción de su interrogatorio de 50 páginas, conocida como “La 
	Sinfonía Roja”, no se esperaba que fuese hecha pública alguna vez. Confirma 
	que los Rothschild-Illuminati planearon utilizar el comunismo para 
	establecer una dictadura mundial de los súper-ricos.
	
	
	Ésta es tal vez el más explosivo documento político de la historia moderna. 
	Se revela por qué 
	los Illuminati crearon a Hitler y luego lo destruyeron y 
	por qué Stalin hizo un pacto con Hitler en 1939.
	
	
	Christian Rakovsky era un veterano comunista con información privilegiada. 
	Nació con el nombre de Chaim Rakeover en 1873, estudió medicina en Francia 
	antes de convertirse en un revolucionario. Fue el líder de un grupo 
	terrorista que atacó a los funcionarios del Gobierno.
	
	
	En 1919, Lenin lo puso a cargo del gobierno soviético de Ucrania. Consiguió 
	mantener la zona de parte de los bolcheviques durante la Guerra Civil. 
	Stalin le nombró embajador de Rusia en París en 1925.
	
	
	Rakovsky pertenecía a la poderosa facción trotskista que seguía las órdenes 
	de los Rothschilds. Muchos de este grupo fueron fusilados por Stalin en 1937 
	en la purgas del Partido Comunista.
	
	 
	
	 
	
	
	INTERROGATORIOS A 
	MEDIA NOCHE
	
	
	Las circunstancias de los interrogatorios en la madrugada del 26 de enero de 
	1938 fueron muy dramáticas.
	
	
	¿Qué podría haber dicho Rakovsky para salvar su vida?
	
	
	Rakovsky parece utilizar la táctica de “engañar con la verdad”. Se gana la 
	confianza al revelar la verdad, pero no toda la verdad. Trata de impresionar 
	a sus interrogadores diciendo que él y Trotsky representan una fuerza 
	invencible que él llama la “Internacional Financiera Capitalista-Comunista”.
	
	
	Asegura que el “movimiento revolucionario” fue diseñado para recabar apoyos 
	fingiendo servir a la moral humanitaria y a los ideales colectivos. Sin 
	embargo, el verdadero objetivo era dar poder mundial total a los banqueros, 
	dividiendo a la sociedad y socavando la autoridad establecida.
	
	
	“Revolución” realmente significa, “subversión” de la civilización 
	occidental.
	
		
		“El cristianismo es nuestro único enemigo real, ya que todos los fenómenos 
	políticos y económicos de los Estados burgueses son sólo sus consecuencias”, 
	según Rakovsky. 
		
		(Griffin, pág 264)
	
	
	La paz es algo “contra-revolucionario”, ya que es la guerra la que allana el 
	camino para la revolución.
	
	
	Rakovsky, cuya lengua fue aflojada por un leve narcótico en su vino, se 
	refiere a los Illuminati como “ellos”. Era miembro, aunque no formaba parte 
	del círculo interno.
	
	
	Explica que los “Illuminati” constituyen una sociedad secreta masónica que 
	promueve el comunismo. Significativamente, su fundador, 
	
	Adam Weishaupt tomó 
	el nombre de “la segunda conspiración contra el cristianismo de la época: el 
	agnosticismo”. (249)
	
	
	Cómo salió a la luz este apasionante asunto.
	
	
	El interrogador fue uno de los agentes de Stalin más inteligentes, Gavriil 
	Kus’min conocido como “Gabriel”.
	
	
	Aparte de él y un técnico de sonido, un médico, Jose Landowsky, eran las 
	únicas personas presentes.
	
	
	Reclutado por la NKVD para ayudar a “aflojar las lenguas de los detenidos,” 
	el Dr. Landowsky estaba enfermo por las muchas torturas que había 
	presenciado.
	El interrogatorio de Rakovsky, sin embargo, fue cordial. El Dr. Landowsky 
	dudó si el narcótico que puso en la bebida de Rakovsky hizo efecto.
	
	
	El interrogatorio, que se realizó en francés duró desde la medianoche hasta 
	las 7 de la mañana, Kus’min ordenó a Landowsky que tradujera la entrevista 
	al ruso e hiciera dos copias.
	
	
	El contenido era tan excitante que Landowsky hizo una copia adicional con 
	papel carbón para él. 
	
		
		“No me arrepiento de haberlo hecho”, escribió. 
		
		
		(279) 
	
		
		(Los bolcheviques habían fusilado al padre de Landowsky, un coronel zarista, 
	en la revolución de 1917).
	
	
	Un voluntario español de la División Azul más tarde encontró el manuscrito 
	en el cadáver de Landowsky en una cabaña en el frente de Petrogrado durante 
	la Segunda Guerra Mundial. Se lo llevó a España y fue publicado con el 
	título de “Sinfonía en Rojo Mayo” en 1949.
	
	
	El texto completo de la “Sinfonía 
						en Rojo Mayor” fue colgado en la red por Peter 
	Myers.
	
	
	La traducción fue publicada en Inglés en 1968 como “The Red Symphony 
	- X-Ray of Revolución”. Se puede encontrar en “El IV Reich de los ricos” de Des 
	Griffin (1988). Yo recomiendo este libro y todo lo que este hombre 
	inteligente ha escrito.
	
	 
	
	 
	
	
	REVELACIONES
	
	
	Rakovsky da a su interrogador una impresionante visión de la historia 
	moderna con el fin de demostrar que sus padrinos controlan el mundo.
	
	
	“El dinero es la base del poder,” dice Rakovsky y 
	
	los Rothschilds los 
	fabrican gracias al sistema bancario.
	
	
	El “Movimiento Revolucionario” es un intento de Meyer Rothschild y sus 
	aliados para proteger y ampliar este monopolio mediante el establecimiento 
	de un nuevo orden mundial totalitario.
	
	
	Según Rakovsky, 
	
		
		“Los Rothschilds no eran los tesoreros, sino los jefes del 
	primer comunismo secreto… Marx y los más altos jefes de la Primera 
	Internacional … fueron controlados por el Barón Lionel Rothschild 
	[1808-1878], revolucionario cuyo retrato fue hecho por el Primer Ministro 
	inglés, Disraeli, que también fue su criatura, y nos ha llegado en la novela 
	de Disraeli: “Coningsby”.
		
		(250)
	
	
	Nathaniel, el hijo de Lionel, (1840-1915) necesitó derrocar la dinastía 
	cristiana de los Romanoff. 
	
	 
	
	A través de sus agentes Jacob Schiff y los 
	hermanos Warburg, financió a los japoneses en la guerra ruso-japonesa y una 
	fallida insurrección en Moscú en 1905. Entonces instigó a la Primera Guerra 
	Mundial (Trotsky estuvo detrás del asesinato del archiduque Fernando) y 
	financió la Revolución bolchevique de 1917. Rakovsky dice que estuvo 
	presente en la transferencia de fondos en Estocolmo. (251-252)
	
	
	El movimiento obrero judío o “bund” fue el instrumento de los Rothschild. La 
	“facción secreta” del Bund estaba infiltrada en todos los partidos 
	socialistas de Rusia y proporcionó el liderazgo para la Revolución Rusa. 
	Alexander Kerensky, el Primer Ministro menchevique fue un miembro secreto. 
	(253)
	
	
	Leon Trotsky se suponía que iba a convertirse en el líder de la URSS. 
	Trotsky, que era judío, se casó con la hija de uno de los colaboradores más 
	cercanos de los Rothschild, el banquero Abram Zhivotovsky y se convirtió en 
	parte del “clan”.
	
	
	Lamentablemente, un comunista “patriota” como Lenin (que tenía un abuelo 
	judío) se puso en el camino. Lenin se impuso a Trotsky y firmó la paz con 
	Alemania (Tratado de Brest Litovsk en 1918). Este no era el plan de los 
	Rothschild.
	
	
	Se suponía que la Primera Guerra Mundial acabaría tal y como lo hizo la 
	Segunda Guerra Mundial. Se esperaba que Rusia derrotara a Alemania en 1918 y 
	ayudaría a los “revolucionarios” locales a establecer “repúblicas populares”.
	
	
	Trotsky intentó asesinar a Lenin en 1918, pero Lenin sobrevivió. Cuando 
	Lenin tuvo un accidente cerebro-vascular en 1922, Trotsky hizo que Levin, el 
	médico judío de Lenin, acabara con él.
	
	
	En este momento crítico, lo inesperado sucedió. Trotsky se puso enfermo y 
	Stalin fue capaz de tomar el poder. En este momento crucial, los trotskistas 
	fingieron apoyar a Stalin y a su régimen para infiltrarlo con el fin de 
	sabotearlo.
	
	
	Rakowsky caracteriza a Stalin como “bonapartista”, un nacionalista, en 
	contraposición a un comunista internacionalista como Trotsky.
	
		
		“Él es un asesino de la Revolución; no la sirve, sino que la utiliza; 
	representa al más antiguo imperialismo ruso; al igual que Napoleón que se 
	identificó a sí mismo con los galos …” (257)
	
	
	 
	
	
	CONTENIENDO A STALIN
	
	
	Con el fin de controlar a Stalin, la Internacional Financiara se vio obligada 
	a fabricar a Hitler y el partido nazi. 
	
	 
	
	Rakowsky confirma que los financieros 
	judíos financiaron al partido nazi, pero que Hitler no era consciente de 
	ello.
	
		
		“El embajador Warburg se presentó con un nombre falso y Hitler ni siquiera 
	adivinó su raza … él también mintió acerca de a quien representaba … Nuestro 
	objetivo era provocar una guerra y Hitler era la guerra … 
		[los nazis] … 
	recibieron millones de dólares que se les enviaban desde Wall Street y 
	millones de marcos de los financieros alemanes a través de Schacht; para el 
	mantenimiento de las SA y las SS y también para la financiación de las 
	elecciones … ” 
		
		(259-260)
	
	
	Por desgracia para los banqueros, Hitler también resultó difícil de manejar. 
	¡Empezó a imprimir su propio dinero!
	
		
		“Él tomó para sí el privilegio de fabricar dinero y dinero no sólo físico, 
	sino también financiero, se hizo con el control de la maquinaria de 
	falsificación e hizo que trabajara para beneficio del estado … ¿Es usted 
	capaz de imaginar qué habría pasado… si hubiera infectado a cierto número de 
	Estados y se hubiera llegado a la creación de un período de autarquía [norma 
	absoluta en sustitución de la de los banqueros]. Si puede, entonces imagine 
	lo contrarrevolucionario de esto … ” 
		
		(263)
	
	
	Hitler se había convertido en una amenaza mayor que la de 
	Stalin, que no 
	había manoseado el dinero. 
	
	 
	
	La misión real de Rakovsky era la de convencer a 
	Stalin para que hiciera un pacto con Hitler y revolver la agresión de Hitler 
	contra el Oeste. El propósito era que Alemania y las naciones occidentales 
	se agotaran antes de abrir otro frente en el este.
	
	
	[Según Walter Kravitsky, el jefe de la Inteligencia Militar Soviética en 
	Europa, que desertó a Occidente y más tarde fue asesinado en 1941, Stalin 
	estaba decidido a hacer un pacto con Hitler ya en 1934. No se mostró 
	dispuesto a luchar contra los Nazis. ¿Es posible que Rakovsky y sus 
	patrocinadores no lo supieran? Kravitsky en: “Stalin’s Secret Service” 
	(1939)]
	
	
	Rakovsky instó a los rusos a utilizar la táctica de “engañar con la verdad”. 
	Los rusos debían impresionar a Hitler con su genuino deseo de paz. Hitler no 
	debía sospechar que se estaba preparando una guerra en dos frentes.
	
	
	A Stalin le dieron dos opciones. 
	
		
			- 
			
			Si se repartía Polonia con Hitler, 
	Occidente le declararía la guerra a un solo agresor: Alemania. 
			 
			- 
			
			Si se negaba, 
	los banqueros permitirían a Hitler que lo derrocara.
 
		
	
	
	Kus’min exigió que lo confirmara alguien de alto nivel. Rakovsky le dijo que 
	hablara con Joseph Davies, embajador de los EE.UU. en Moscú, un compañero 
	masón y representante ante la Internacional Comunista de la Administración 
	Roosevelt.
	
	
	Enviaron a alguien para hablar con Davies, que confirmó que “todo el mundo 
	saldría ganando” si se amnistiaba a Rakovsky. El 2 de marzo de 1938, un 
	poderoso mensaje de radio fue enviado a Moscú en el sistema de cifrado de su 
	Embajada en Londres.
	
		
		“Amnistía o el peligro nazi aumentaría”, decía el mensaje. 
		
	
	
	Davies asistió al 
	juicio de Rakovsky y le hizo un saludo masónico. El mismo día, el 12 de 
	marzo de 1938, Hitler invadió Austria.
	La pena de muerte de Rakovsky fue conmutada. Algunos creen que vivió bajo 
	una falsa identidad y otros que lo mataron en 1941.
	
	
	Se iniciaron negociaciones secretas con Hitler. El resultado fue el Pacto 
	Molotov-Ribbentrop, firmado en agosto de 1939 justo una semana antes de la 
	invasión de Polonia.
	
	
	El interrogatorio parece que hizo llegar a un acuerdo entre Stalin y 
	
	los Illuminati.
	
	 
	
	
	
	Las luchas de Rusia en el engranaje de los Rothschild
	
	
	Europa y los Estados Unidos hace mucho tiempo que han sucumbido al control 
	de los Rothschild-Illuminati. En Rusia, todavía hay algunos espasmos de 
	muerte.
	
	
	Recientemente, Vladimir Putin detuvo a Mikhail Khordordovsky, el jefe de la 
	mayor empresa petrolera rusa: “Yukos” y “el hombre más rico de Rusia.”
	Putin anunció que Rusia podría aprovechar sus $12.000 millones, el 26% de 
	las acciones de la compañía petrolera, uno de los muchos bienes nacionales 
	saqueados en la reorganización del comunismo hace 15 años.
	
	
	Después nos enteramos de que las acciones ya habían pasado a poder del 
	banquero Jacob Rothschild en virtud de un “acuerdo desconocido” diseñado 
	para tal circunstancia. Los dos [Khordordovsky-Rothschild] se habían 
	conocido durante años “a través de su amor por las bellas artes”.
	
	
	Rakovsky le dijo a Kus’min que los Illuminati nunca toman posiciones 
	políticas o financieras. Utilizan “intermediarios”.
	
		
		“Los banqueros y los políticos son sólo hombres de paja… a pesar de que 
	ocupan lugares altos y parecen ser los autores de los planes que se llevan a 
	cabo…” 
		
		(248-249)
	
	
	Obviamente Khodordovsky es un “intermediario” de los Rothschild. 
	
	 
	
	También lo 
	son Richard Perle, Henry Kissinger y Ariel Sharon, cada uno de ellos habló 
	en contra de la acción de Putin. Perle, el arquitecto de la Guerra de Irak, 
	pidió la expulsión de Rusia del G-8. Sharon expresó su preocupación por “la 
	persecución de los hombres de negocios judíos”. 
	
	 
	
	Khodordovsky es judío como 
	es su sucesor Simon Kukes, Perle y Kissinger.