26 Diciembre 2007

del Sitio Web TrinityATierra

 

 

El Sionismo es un movimiento creado por los Rothschilds para fundamentar la falsa reclamación de la tierra que conocemos ahora como Israel y que pertenece por derecho histórico a los palestinos.

Mucha gente cree que ‘sionismo’ es sinónimo de ‘judío’ pero es en realidad un movimiento político, diseñado, financiado y promocionado por la Casa de Rothschild con el fin de la creación del estado de Israel. La reclamación de una “madre patria” de los judíos en la antigua Palestina fue desde el principio una estrategia de los Rothschilds, con ayuda de su red secreta establecida a nivel global.

Un nieto de los Rothschilds apuntó que,

“los Rothschilds habían creado el estado de Israel como su juguete personal para hacerles más ricos y poderosos”.

Son hechos probados que los Rochschilds, siempre a través de sus agentes, financiaron a los primeros pobladores del nuevo estado de Israel, manipularon los acontecimientos de la Segunda Guerra Mundial y el ascenso nazi en Alemania (a través de Warburg y la IG Farben) y más tarde emplearon el argumento de la persecución y holocausto de los judíos por parte de la Alemania Nazi, para conseguir su objetivo final, que no era otro que crear su propio “feudo” en Palestina donde la gente pudiera ser controlada y abusada desde su creación: Israel.

El plan se denominó “Sionismo” y la planificación ya había comenzado en el siglo XIX, cuando se comenzó a reclamar, por medio de políticos a sueldo de los Rochshilds, la necesidad de crear un estado en Palestina para que los judíos “volvieran” a su 'madre patria'.

Para aclarar definitivamente lo que es el sionismo veamos lo que dice en una carta a la ejecutiva sionista en Diciembre de 1938 David Ben Gurion, el primer ministro de Israel:

Salvar vidas humanas de judíos de las manos de Hitler aquí está considerado como una amenaza potencial para el Sionismo, a menos que éstos sean traídos a Palestina. Si el Sionismo tiene que elegir entre los judíos y el Estado Judío, preferirá siempre, y sin dudarlo, lo último.

Queda claro entonces que el sionismo no es otra cosa que una forma particular de fascismo.

Tras la Segunda Guerra Mundial, los movimientos sionistas apoyaron de forma continuada a los grupos de extrema derecha e ignorando siempre los cargos criminales contra estos.

El escritor canadiense Grez Felton escribió:

“Israel no sería posible hoy si el Congreso Sionista Mundial, y otras agencias sionistas, no hubieran hecho frente común junto a los exterminadores de Hitler para librar a Europa de los judíos. A cambio de sabotear la resistencia judía, ayudar a exterminar a los judíos no-sionistas y traicionar la confianza de los judíos, los sionistas se aseguraron el pasaje a Palestina”

La población árabe que vivía en Palestina fue expulsada o eliminada, para lo cual el propio estado sionista apoyaba a grupos terroristas que realizaban dicha labor.

 

Algunos de los líderes de aquellos grupos terroristas fueron Nenachem Begin, Yitzzhak Shamir y Ariel Sharon, todos ellos llegarían a ser posteriormente primeros ministros de Israel que profusamente condenaron el terrorismo árabe (precisamente ellos, que habían liderado grupos terroristas sionistas durante años en Israel).

Israel, hoy por hoy, es lo que sus creadores soñaron: un estado absolutamente militarizado, basado en castas, jerárquico, fascista, racista, donde, por ejemplo, está prohibido hablar árabe en la escuela y para proporcionar una vivienda el Estado aplica un sistema de selección discriminativa basado en la genética y la nacionalidad de origen (primero los ashkenazi de Europa, después ashkenazi de Estados Unidos, después judíos sefarditas y por último musulmanes, cristianos y otros.)

Sin embargo, tal vez a alguno le sorprenda saber que no existe tal cosa como la raza judía. Ser judío significa profesar una fe, pero no existe la raza judía, como tampoco existe la raza aria. Hay judíos chinos, americanos o españoles.

Raphael Patai en la Encyclopaedia Británica escribe:

“Los hallazgos de antropología física, al contrario de la creencia generalizada, muestran que no existe la raza judía. Las medidas antropométricas de grupos judíos en muchas partes del mundo indican que difieren enormemente unos de otros con respecto a las características físicas más importantes; altura, color de la piel, masa encefálica, índice facial, grupos sanguíneos, etc.”

Harry Shapiro emitió un informe para la UNESCO en los mismos términos indicando el enorme polimorfismo de los judíos en el mundo.

Sin embargo, cuando se habla de 'judío', a muchos les viene a la mente un individuo con nariz aguileña y determinados rasgos faciales muy característicos; otros asocian a los judíos con individuos extremadamente bien dotados intelectualmente que destacan en el mundo intelectual y están generalmente considerados como hábiles para las finanzas, las matemáticas y otras materias que requieren un alto grado de abstracción.

 

Veamos sin embargo qué son lo que nosotros habitualmente llamamos “judíos” (aunque ni siquiera sepamos la religión que profesan algunas personas a las que a priori clasificamos como “judíos”).

Benjamín Freedman, un negociante judío en New York, que había criticado abiertamente el Sionismo tras la Segunda guerra Mundial y que estaba relacionado personalmente con figuras políticas destacadas tales como Woodrow Wilson o Joseph Kennedy dijo:

“¿Cuáles son los hechos acerca de los Judíos? Yo les llamo judíos ahora, porque así se les conoce, pero yo mismo no les llamo judíos, yo me refiero a ellos como “los así llamados judíos” porque sé perfectamente lo que son… No hay ni uno solo de ellos cuyos ancestros haya pisado jamás la Tierra Prometida. ¡Ni uno solo de ellos!.

 

Y sin embargo, van a los cristianos y les piden ayuda para formar una insurrección armada contra los palestinos. “¿Quieres ayudar a repatriar a los Hijos Elegidos de Dios a la Tierra Prometida, ¿verdad? Es tu deber cristiano”, pero es tan ridículo llamarles “hijos de la Tierra Sagrada” como sería llamar ‘árabes’ a los 54 millones de chinos musulmanes”.

¿A qué se refiere Freedman aquí? ¿Es que acaso los judíos no provienen de Oriente Medio como nos han hecho creer durante años?

Escritores judíos muy valientes como Arthur Koestler han confirmado que los judíos no tienen una reclamación histórica de la tierra de Israel porque ellos no se consideran los judíos bíblicos y ciertamente no son semitas (los pueblos semitas son los que están localizados en el norte de África, incluyendo Sudán y Etiopia y Oriente Medio desde Siria e Irak hacia el Sur incluyendo Yemen y Oman). Los verdaderos orígenes de la gran mayoría de los “judíos” se remontan a los ‘jázaros’, sumerios que llegaron a ser conocidos bajo ese nombre en las regiones del Sur de Rusia y montañas del Cáucaso.

Los historiadores creen que los jázaros provienen de los Hunos, tribus turcas que invadieron Europa llegando desde Asia Central, Siberia, China y Norte de la India. Los jázaros vivieron como mercaderes, llegaron a controlar un vasto imperio y su influencia se extendió hacia lo que hoy es Polonia, Austria, Rumania, Hungría, etc. Eran adoradores del falo y realizaban ritos de sacrificio humano.

Sobre el 740 DC el Rey de Khazaria (Jazaria), el Rey Bulán, adopto el judaísmo por razones políticas, para no desaparecer siendo absorbido por los reinos cristianos al oeste y los musulmanes al oeste. De manera que el 90% de lo que hoy llamamos “judíos” descienden de estos jázaros que poblaban la región central de Rusia y Europa del Este.

 

Estas tierras ahora están ocupadas por el Estado de Georgia, en la región del Caúcaso, y el rasgo físico distintivo de las gentes que allí habitan aun hoy es la nariz aguileña que muchos aun asocian con la nariz típicamente judía.

 

 

Koestler, que había nacido en Budapest en una familia judía, escribió:

“Sus ancestros por lo tanto no provenían del Jordán, sino del Volga, no de la tierra de Canaan sino del Caúcaso, que aun se asocia con el origen de la raza “aria”, y genéticamente están emparentados con los hunos, los uigur y las tribus magiar y no con las semillas de Abraham, Isaac o Jacob.

 

Esto significaría que el propio término “antisemitismo” carece por completo de sentido para referirse al anti-judío puesto que está basado en la confusión del término por parte de la victima y de sus verdugos. La historia del Imperio Khazar (Jázaro) comienza a ver la luz y se presenta como el engaño más cruel que se haya perpetrado jamás en la historia”

http://www.khazaria.com/kitroser.html

 

 

Koestler apunta a muchos rasgos distintivos (”La Decimotercera Tribu”) comunes como la yarmulka (el gorro de los judíos común a uzbecos, y otros pueblos de la ex Unión Soviética) y que también es usado por musulmanes y la jerarquía católica romana (cuyo verdadero origen se remonta a la antigua Babilonia).

Los descendientes jázaros llegaron a ser conocidos como “judíos” y su auténtico origen se perdió para la historia, aunque no para las familias de la elite y la Iglesia Romana que prefirieron mantener la falsa versión de la historia para el resto del mundo. Lo que fueron los Jázaros hoy se les conoce como 'ashkenazi' (judíos provenientes de Europa del Este), y las cifras y estudios indican que entre el 90 y 95 por ciento de los que se llaman a sí mismos “judíos” son ashkenazi, es decir antiguos jázaros.

 

Los demás judíos son conocidos como “sefarditas” y éstos sí tienen conexiones con Oriente Medio, aunque por supuesto esto no significa que la idea de una raza elegida por Dios tenga alguna razón de existir o que su reclamación de las tierras pobladas por palestinos sea legítima en lo más mínimo.

Tampoco es cierto que los judíos hayan necesitado o perseguido la reclamación de volver a su “madre patria” como hemos dicho, más bien al contrario, a lo largo de la historia, y España es un ejemplo, los judíos han coexistido pacíficamente con los cristianos y musulmanes en muchos países y estados.

Los Ashkenazi son el grupo étnico que mantiene el poder en Israel desde 1948.

 

Durante siglos los judíos Ashkenazi no hablaban el idioma semítico hebreo, lo que no sorprende ya que no eran hebreos. Ellos desarrollaron su propio idioma conocido como Yiddish que comenzó a hablarse en Alemania y se extendió por Europa Central y del Este. Más tarde el yiddish evolucionó para incluir elementos del eslavo, arameo, hebreo y otras influencias. Así que lo que conocemos como 'Ashkenazi' es un cocktail genético de sumerio, turco, lejano oriente, Europa norte y Europa occidental.

Koestler dice en su libro “La Decimotercera Tribu”:

“Para añadir algo más, los judíos de hoy en día no tienen una tradición cultural común, simplemente ciertos hábitos y comportamiento derivado de su herencia social de la experiencia traumática del guetto, y de una religión, que la mayoría no practica y en la que no cree, pero sin embargo, confiere algún tipo de estatus seudo-nacional.

 

La influencia del mensaje racial e histórico, aunque basado en una ilusión, actúa como un resorte emocional importante que apela a la lealtad a la tribu”.

Dicho sea de paso, el símbolo del hexagrama que hoy está presente en la bandera del Estado de Israel y es el símbolo mundialmente más conocido de los judíos, era el símbolo del escudo de la Casa de los Rothschilds, también conocido como la Estrella de David o Sello de Salomón (imagen derecha).

 

No estaba considerado un símbolo judío hasta que se adoptara por parte de los Rothschilds y puede encontrarse en muchos lugares de otras culturas religiones; lo usaban por ejemplo los magos árabes, los druidas y los satanistas.

 

Una estrella de David se encontró en el suelo de una mezquita del año 1200 en Tel Aviv.

De nuevo volvemos a encontrarnos con una verdad histórica que se ha ocultado a la mayoría con el único fin de la manipulación de las masas, judíos (practicantes o no) y no judíos para la creación de un estado-juguete, Israel, con un enorme coste en vidas humanas de palestinos y sufrimiento indecible de millones de personas, por parte de la Casa de los Rothschilds y sus agentes.

 

Por supuesto, el papel silenciador y cómplice de la Iglesia Católica, cuya Biblioteca Vaticana contiene libros y documentos que pondrían de manifiesto éste como otros muchos engaños perpetrados a lo largo de la historia, ha sido y es absolutamente fundamental.

De hecho, la Casa de los Rothschilds posee el título de “Guardianes de los Tesoros del Vaticano” y se asegura de que el patrimonio, finanzas y los secretos de la Iglesia de Roma permanezca oculto.

El autor Tupper Saussy escribió:

“Consciente de que los Rothschilds son una familia judía importante, les busqué en la Enciclopedia Judaica y descubrí que poseen el título de 'Guardianes del Tesoro del Vaticano' . El nombramiento de los Rothschild le proporcionó al Papa Negro (el máximo pontífice de la jerarquía jesuita) una privacidad financiera absoluta. ¿Quién buscaría jamás la llave de la riqueza del Vaticano en la Casa de unos judíos ortodoxos?”

Y Hill Hughes escribe en “Los terroristas secretos y el enemigo desenmascarado”:

“Los Rothschilds son jesuitas que emplean su pasado judío como fachada para encubrir sus siniestras actividades. Los Jesuitas, trabajando a través de los Rothschilds y el financiero Nicholas Biddle, persiguieron siempre el control del sistema bancario de los Estados Unidos”.

Parece que el círculo de poder poco a poco se va cerrando….