20 Abril 2016

del Sitio Web ElRobotPescador





 


La polémica película Vaxxed, que está siendo perseguida y censurada en múltiples festivales de cine de EE.UU., pone de relieve las denuncias realizadas por el investigador William Thompson, quien admitió públicamente que él y sus colegas de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC), mintieron, engañaron y cometieron un fraude científico cuando ocultaron en sus informes científicos que la vacuna triple vírica (siglas en ingles: MMR - measles, mumps, rubella) tenía claros vínculos con el autismo.

Pues bien, acaba de aparecer otro denunciante de prestigio que viene a apoyar las denuncias de William Thompson: el Dr. Peter Fletcher.

Tal y como denunciaba el periódico Daily Mail en su artículo "Ex jefe de ciencia británico - Los temores sobre la vacuna triple vírica se hacen realidad"…
 


Un ex-alto funcionario médico del gobierno británico, responsable de decidir si los medicamentos son seguros o no, ha acusado al gobierno británico de,

"complacencia totalmente inexplicable sobre la vacuna triple vírica en los niños".

El Dr. Fletcher, que fue director científico en el Departamento de Salud, dijo que,

"si se demuestra que la vacuna triple vírica causa autismo, la negativa de los gobiernos a evaluar los riesgos adecuadamente harán de este uno de los mayores escándalos de la historia médica".


Doctor Peter Fletcher
 


Añadió que después de haber aceptado ser testigo experto en las pruebas sobre la seguridad de los medicamentos para los abogados de los padres de los niños afectados, había recibido y estudiado miles de documentos relacionados con el caso que cree que el público debería tener derecho a ver.

Según el Dr. Fletcher,

"he visto una acumulación constante de pruebas procedentes de científicos de todo el mundo que confirman que la vacuna triple vírica (sarampión, paperas y rubéola), está causando daño cerebral en ciertos niños".
 


 


Fletcher afirma que sin embargo hay gente muy poderosa en posiciones de gran autoridad en Gran Bretaña y en otros lugares, que han apostado toda su carrera y reputación sobre la seguridad de la vacuna y que están dispuestos a hacer casi cualquier cosa para protegerse a sí mismos del posible escándalo.

A finales de los setenta, el Dr. Fletcher ejerció como responsable científico del Departamento de Salud británico y como asesor médico de la Comisión de Seguridad de los Medicamentos, lo que significa que era responsable de decidir si las nuevas vacunas eran seguras o no.

Expresó sus primeras preocupaciones acerca de la vacuna triple vírica en el año 2001, afirmando que los ensayos de seguridad antes de la introducción de la vacuna en Gran Bretaña eran inadecuados.
 

 


Dr. Fletcher - centro
 


Ahora dice que los temores teóricos que planteó en su momento, parecen estar convirtiéndose en realidad.

Dijo que la creciente ola de casos de autismo y la cada vez mayor comprensión científica de la enfermedad intestinal relacionada con el autismo, lo han convencido de que la vacuna triple vírica puede ser la culpable.

"Los datos clínicos y científicos se están acumulando y empiezan a indicar cada vez de forma más clara, que el virus del sarampión vivo contenido en la vacuna triple vírica, puede causar daños en el cerebro, el intestino y el sistema inmunológico en un subgrupo de niños vulnerables", sostiene el Dr.Fletcher.
 

 

 


"No hay ninguna evidencia científica concluyente para ello, ya que en muy raras ocasiones se considera a los medicamentos como principales sospechosos cuando hay reacciones adversas.

 

Cuando la vacuna daña a niños de muy corta edad, es más difícil probar que al vacuna es la culpable"

"Pero es la constante acumulación de pruebas, procedentes de un buen número de universidades respetadas, hospitales universitarios y laboratorios de todo el mundo, lo que realmente importa aquí.

 

Hay demasiados indicios como para ignorarlos.

 

Sin embargo, las autoridades sanitarias gubernamentales, al parecer, prefieren ignorar estos claros indicios".

 


 


Así pues, parece que la presión está aumentando en el mundo del establishment médico y sus lacayos de la prensa.

Por supuesto, van a tratar de ocultar todos estos hechos tanto como puedan.

Pero cada vez más personas en todo el mundo, muchos a través de una experiencia personal amarga con las vacunas, están despertando a esta triste realidad.

Y parece ser que cada vez más científicos, que participaron inicialmente en el encubrimiento, están dispuestos a dar la cara, quizás por mala conciencia, como en el caso del investigador William Thompson.
 


 


 


Ya va siendo hora de revelar las auténticas causas tras esta extraña epidemia de autismo que sacude el mundo… y que los responsables de todo este terrible encubrimiento lo paguen de la forma más dura posible.

Y es que con su corrupción extrema no solo han hecho un daño irreparable a cientos de miles de niños y familias en todo el mundo, que es sin duda lo más grave del asunto, sino que además han degradado gravemente la ciencia médica, insultando con ello la labor de tantos y tantos médicos e investigadores que a lo largo de la historia han tratado de desempeñar de forma honrada una tarea tan importante.

No hay castigo posible para un crimen tan vil…
 

 

 


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