13 - LA HORA SUBLIME

Puede que a estas alturas ya hayáis llegado a la conclusión de que este viaje probablemente no se acabará nunca. Las páginas que estáis hojeando pueden llevaros de vuelta al comienzo pues el final y el principio siempre están íntimamente ligados. En vuestros periplos os podéis haber encontrado con que después de tanta aventura estáis donde habíais empezado para conocer mejor el lugar de origen.

 

Esto tiene su sentido. En vuestro mundo tenéis un dicho que reza "la historia siempre se repite".

 

Cualquier forma de conciencia continuaría repitiendo su experiencia, porque disfruta tanto con lo que esta viviendo y por ello repite y repite, o porque no era consciente de lo que estaba haciendo y no se dio cuenta que lo estaba repitiendo.


Como peregrinos, viajeros y buscadores de misterios os rogamos que hagáis caso a nuestras palabras y terminéis estas últimas páginas que os quedan, pero teniendo en cuenta todo lo que hemos compartido con vosotros. Modificad vuestra mente consciente y sentid cómo una bruma -un rocío húmedo y efímero- penetra el paisaje que os rodea. Os pedimos que penetréis en ella, en el lugar del misterio, allí donde no se ve nada en absoluto, pero donde, a pesar de todo, sentís amplitud.

 

Esto en sí mismo ya es un misterio; estar tan encerrado y no ver nada del entorno, pero, sin embargo, sentirse más expandido que nunca. Así es el truco de la bruma, ¿sabéis? La bruma siempre ha sido asociada a lo misterioso; de hecho, son la misma cosa en el lenguaje antiguo de vuestro mundo.


Deslizaos por la bruma, penetrad en el misterio que os espera, penetrad en lo enigmático, lo paradójico y, seguramente, seréis obligados a contemplar energías sorprendentes. Sumergidos en la bruma, sintiéndola cómo gira en torno a vosotros, os encontraréis impulsados hacia delante. Os invade una sensación de confianza conforme esta fuerza os empuja suavemente a seguir.

 

A pesar de la inseguridad que produce este terreno y siendo totalmente inconscientes de vuestro alrededor, seguid caminando y eventualmente, en la distancia, aparecerá una forma vaga. Os atrae y notáis que emite una luz que cambia de color, pero todavía es tan sutil que es difícil distinguir algo. Vosotros permanecéis en la bruma y os envuelve hasta que os hagáis uno con ella. Es entonces cuando podéis usarla para viajar a aquello que ella conoce; ella es la que os separa de los otros mundos.


La forma y su luz cambiante os impulsan a avanzar y a entrar en algo que se asemeja a una caverna abovedada. A pesar de haber caminado ya durante un rato en la bruma, os preguntáis ahora cómo fue posible encontrar este lugar. Al disiparse la neblina, girando sobre sí misma y elevándose, veis ante vosotros, en medio de esta impresionante cueva, una mesa de proporciones inmensas.

 

Una vez más os sentís lanzados hacia delante y os acercáis a ella.

 

De repente, una sensación de majestuosidad, emoción, e inteligencia electrizante os envuelve y ahora os dais cuenta que todo el ambiente de la caverna está cargado eléctricamente. Delante de esta imponente mesa hay unos escalones cubiertos con una alfombra preciosa, mullida y suave. Ocho escalones conducen hasta la mesa y encima de ella encontráis un libro abierto de dimensiones sorprendentes y enormes. La energía del libro os atrae, os acercáis a él y utilizáis las páginas como peldaños para llegar a la cima y así poder obtener una mejor vista de este increíble libro.


Acomodaos en una posición confortable y permitíos entrar en el Libro de la Tierra y en cualquiera de las líneas del tiempo que encontréis. Dejad que las probabilidades de esta posición os enseñen. El Libro de la Tierra es ahora fácil de acceder; sentíos libres de hojear sus páginas evocando simplemente los diferentes encuadres del tiempo o las distintas estructuras de vuestra historia planetaria que os interesa o que ejercen una influencia sobre vosotros.

 

También podéis pensar en algún lugar y echarle un vistazo. Usad vuestras habilidades multidimensionales para escudriñar el Libro de la Tierra. Elegid una línea del tiempo, observad cómo se despliega mientras nosotros os contamos cosas con respecto a otras líneas del tiempo.


En su propio viaje, pero en otra línea del tiempo, esferas de luz atraviesan lo que vosotros llamáis universo. Vosotros existís en la Tierra siendo parte de un sistema solar y de una galaxia, sin embargo, estas esferas de luz son parte de un universo mayor. Vosotros lo conocéis, pero por el momento no podéis recorrerlo; empero las esferas de luz sí pueden hacerlo y están buscando algo. Gracias a su naturaleza orgánica albergan conciencia y de hecho, en ellas habitan miles de saltadores y viajeros en el tiempo.


Estas esferas viajan por el universo buscando el tiempo de las leyendas, las Leyendas de Luz. Intentan encontrar aquellas páginas en el Libro de la Existencia en las que se habla por primera vez de las Leyendas de Luz y de los Legendarios Humanos. Ellas entran en el Libro de la Existencia que explica vuestro universo y se sientan en sus páginas al igual que vosotros estáis sentados en las páginas del Libro de la Tierra.

 

Conversan entre ellas y buscan las coordenadas, no obstante, también ellas tienen que pasar por su propia bruma para estudiar los secretos de estos puntos en el tiempo. Estas esferas tienen su propia manera de leer el espacio, de leer el éter, y de fundirse con las moléculas de cualquier tiranía que pueda existir y encontrar la impronta básica de la tiranía, sus códigos básicos de frecuencia.

 

Los viajeros que habitan dentro de las esferas orgánicas de luz buscan las coordenadas de un momento fugaz en el tiempo. Están persiguiendo el nanosegundo de la existencia en el que, según han oído, aparecieron por primera vez los Legendarios Humanos.


Estos viajeros proceden de diversos sistemas. Son una especie de confederación de saltadores en el tiempo. Son una expedición oficial que viaja por la existencia y salta en el tiempo para encontrar el lugar exacto donde nacieron las leyendas. Quieren entrar y observar y para ello han viajado desde muy lejos soportando muchas condiciones diferentes, particularidades que estarían más allá de la comprensión de aquellos de vosotros que exclusivamente entendéis el Libro de la Tierra. Al hojear las páginas del Libro de la Tierra, imaginaos que hay una conciencia hojeando páginas más grandes para encontraros.

 

Las líneas del tiempo que vosotros intentáis entender realmente preceden a los momentos en los que habéis vivido; pero para estas esferas de luz, estas bolas orgánicas de Ser también existen líneas del tiempo procedentes del futuro, ya que vienen de tiempos diferentes. Son una confederación que intenta estar en el lugar y encontrar el momento en el que fueron creadas las historias.


Al leer las páginas de vuestro libro y ver lo que podéis aprender y vivenciar, imaginaos un libro mayor, el Libro de la Existencia, y a los seres que os están observando, que intentan lanzarse al momento fugaz y penetrar en vuestra realidad para sintonizar con esta frecuencia -para observar y para ser.

 

Por supuesto no es fácil encontrar al momento fugaz ya que es muy corto. No obstante, gracias a que todo el tiempo existe simultáneamente y es como un vídeo que se puede volver a ver una y otra vez, los viajeros de las esferas, por una parte, tienen todo el tiempo que haga falta para encontrar el momento fugaz, pero por otra, cuanto más esperan, más se puede modificar el momento fugaz, o, y eso también puede ocurrir, las coordenadas desaparezcan. Otra posibilidad es que aquellos que estén dentro del momento fugaz ni siquiera se enteren de lo que está ocurriendo y se lo pierdan por completo.


Estos habitantes de las esferas, crecieron con las leyendas y, en los mundos en los que ellos evolucionan, las historias que aprendieron sobre los Legendarios Humanos hablan de un experimento genético. Ellos piensan que saben todo con respecto a experimentos genéticos y calculan que son verdaderamente capciosos pero, hasta cierto punto, predecibles. No obstante, las líneas del tiempo y la posibilidad de saltar en el tiempo son hechos impredecibles -extraordinariamente impredecibles- y, claro está, se pueden dar toda clase de ramificaciones según el entorno o la densidad.

 

En la densidad más absoluta resulta difícil trabajar pero aún así, si uno busca el conocimiento total, si uno quiere ser conocedor de todo, tiene que vivenciar y conocer todos los sucesos.


De modo que los buscadores están buscando y cuando encuentren las coordenadas, estarán preparados para transformarse y asistir al gran espectáculo. Cada uno de los observadores representa una intención diferente, una especie, y un punto de vista. Cada uno entiende que, según las leyendas, se está produciendo una frecuencia desconocida, una frecuencia que es el resultado de un caos fortuito y que, como saben todos los participantes, es una forma de creación.

 

Planes dentro de planes dentro de planes siempre se basan en el caos, y el caos que se crea a sí mismo puede ser interpretado según un determinado punto de vista o según la verdad de los copartícipes. En esto consiste la auténtica riqueza del caos y por ello es entendida como el elixir más delicioso de la consecuencia del amor.


Por esta razón, los saltadores en el tiempo no quieren interferir en el caos pero tampoco quieren que el caos les engulla. Los embajadores de las esferas representan un determinado número de seres cósmicos legendarios -miembros de familia, realeza de los clanes de serpiente y del linaje de los dragones, los reyes de los dragones- que vienen para participar en la sanación, para estar ahí y recibir la frecuencia, para comprobar si las leyendas realmente son verdad.

 

Según su tiempo, las leyendas de los humanos que producen esta frecuencia de sanación son tan antiguas que ellos se preguntan si realmente han entendido bien los relatos. Y, debido a los sucesos que han tenido lugar en sus mundos y puesto que algunos libros se han perdido y han pasado varias generaciones, decidieron montar esta expedición -con un alto coste y apoyándose en una cooperación realmente singular- para viajar a través del tiempo y del universo, invirtiendo en el descubrimiento de un antiguo momento fugaz.

 

Ellos quieren saber si las leyendas son reales y si de veras hay en un lugar de la Vía Láctea, en un momento fugaz, seres humanos escondidos que pasaron de la densidad a la luz, del miedo al amor para vivenciar algo que, incluso pronunciando las palabras, ni ellos mismos conocían su significado. Esto ya en sí mismo es la riqueza del caos humano. Y gracias al caos ellos producirían su regalo sublime. Un regalo que sólo se puede conseguir gracias al caos.


Por eso los observadores, los visitantes y los embajadores viajan a través de su libro y observan y esperan —observan y os esperan a vosotros.

 

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