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	 Grupo CAEFA
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	Entre la gran cantidad e cúmulos estelares que posee nuestra Galaxia, sean 
	visibles a simple vista o no, merecen destacarse las Pléyades 
	o las Siete Cabras. Este último nombre proviene de que el cúmulo 
	presente ante la visión a ojo libre, a los siete componentes, los más 
	luminosos, aunque en total sobrepasan los 150, que alcanzan los más débiles 
	a un brillo equivalente a la magnitud 10ª.
 
 El Hombre ya conoce a este agrupamiento desde la más remota Antigüedad y se 
	lo nombra en algunos pasajes de la Biblia, siendo el único caso de mención 
	dentro de las Sagradas Escrituras, en lo que agrupaciones estelares se 
	refiere.
 
 Visibles a simple vista en el Hemisferio Sur, en plena época de verano, 
	las Pléyades se ubican dentro de la constelación zodiacal de 
	Tauro o Toro, no lejos de la posición que ocupa su estrella principal, la 
	rojiza Aldebaran, que significa “la que precede a las 
	Pléyades”.
 
 Las Pléyades ante la ciencia moderna
 
	Este grupo estelar, formado por 
	más de 150 componentes, como se dijo, se encuentra a unos 400 años-luz de la 
	Tierra, enclavado en uno de los brazos espirales de la Vía Láctea, uno de 
	los más exteriores.
 El estudio visual, espectroscópico y fotográfico, coinciden en señalar que 
	están integradas por estrellas de gran luminosidad y elevada temperatura, 
	clasificadas como estrellas jóvenes.
 
 En efecto, de acuerdo con la evolución estelar y la mecánica celeste, se 
	estima que el grupo se formó en el núcleo de una gran masa de gas de 
	hidrógeno mezclado con polvo cósmico, en épocas relativamente recientes, 
	dado que parecen ser mucho más jóvenes que nuestro propio Sol.
 
 La fotografía astronómica nos muestra aún la presencia del gas hidrógeno 
	original pues las siete estrellas se hallan sumergidas en nebulosidades que 
	se manifiestan ostensiblemente en las placas fotográficas.
 
 La estrella principal conocida como Alcione, merece llevar una 
	de las letras griegas que corresponde a la Constelación, Theta Tauro, 
	siendo éste el único caso en el cual una estrella de cúmulo posee una 
	denominación de este tipo.
 
 La espectroscopia nos señala que las siete estrellas más importantes y 
	visibles a ojo libre, son de la clase espectral A y B, que tienen como 
	cualidad principal la coloración blanco-azulada, alta temperatura, y sobre 
	todo, enorme velocidad de rotación sobre su eje. Esta particularidad hace 
	que la enorme fuerza centrífuga generada, provoque la expulsión de materia 
	de la estrella en su zona ecuatorial, dispersándose luego la misma en el 
	espacio.
 
 Los astrónomos denominan a estas estrellas como “variables eruptivas” 
	y dentro del Grupo de las Pléyades, la conocida como 
	Pleione, es un caso típico de ellos
 
 Pleione
 
	Esta estrella, en períodos no 
	regulares, arroja parte de su atmósfera al espacio, y como consecuencia de 
	ello, eleva bruscamente su luminosidad. Luego de un tiempo, su luminosidad 
	baja nuevamente a sus niveles originales.
 Los científicos creen que la estrella, luego de un tiempo, vuelve a reponer 
	la materia eyectada, manteniéndose así constante el ciclo de erupciones. 
	Hasta el presente no son muchas las estrellas eruptivas que el 
	hombre conoce. Entre ellas podemos citar a Próxima de Centauro, 
	la estrella más cerca de la Tierra y que no es visible a simple vista 
	por su baja luminosidad.
 
 La gran juventud del Cúmulo, como también las características notables de 
	sus integrantes, hace que la Astronomía moderna lo utilice como patrón para 
	el estudio no sólo de los cúmulos estelares de su tipo, sino también para 
	conocer mejor las diversas situaciones que reinan en las estrellas que lleva 
	al final a dilucidar el inquietante y someter latente problema de la 
	evolución estelar.
 
 La Biblia y las Pléyades
 
				
				“¿Eres tú quien 
				mantiene juntas las Pléyades y separadas las 
				estrellas del Orión? ¿Eres tú quien saca a su hora 
				al Lucero de la mañana? ¿Eres tú quién guía a las estrellas de 
				la Osa Mayor y de la Osa Menor? ¿Conoces tú las leyes que 
				gobiernan al Cielo? ¿Eres tú quien aplica esas Leyes a la 
				Tierra?" 
				JOB 38:31-33 
	Los hombres del Antiguo 
	Pueblo de Dios eran sabios observadores del cielo, su conocimiento es 
	superior al hombre medio de hoy. Ellos conocían el cielo, palmo a palmo, 
	porque cobraron conciencia de que era un cielo que el Creador les había dado 
	para que disfrutar de su belleza.
 El escritor del libro de Job, que citamos, pone en boca de Dios 
	este reproche a nuestro querido y suficiente amigo Job. 
	Nuestros viejos amigos bíblicos conocían a las estrellas nombre por nombre. 
	El profeta Amós incitando a su pueblo a que busque al Señor 
	que hizo a las Pléyades y a Orión, que convierte 
	la noche en día y el día en noche oscura. Quien hace que Tauro brille tras 
	Capricornio y que se meta después con Arturo. (AMOS 5: 8-9).
 
 Un astronauta que estuvo en la Luna pensó ¿Qué hombre pudo viajar más alto? 
	Sin embargo, a su regreso a la Tierra siendo él un hombre que buscaba en 
	toda circunstancia importante de su vida tratar de comunicarse con el 
	Creador, recibió este mensaje: TU VUELA AUN MÁS ALTO. ¿Volar más alto? Acaso 
	no podía él estar orgulloso de ser uno de los pocos mortales que tuviera el 
	privilegio de realizar5 el vuelo más alto que aún haya podido realizar la 
	raza humana.
 
 Sin embargo, la orden de parte de Dios para él era TU, VUELA AUN 
	MÁS ALTO; y este astronauta ha fundado un movimiento espiritual que va 
	por todo el mundo predicando USTEDES VUELEN MAS ALTO.
 
				
				Tú, amigo navegante, 
				¿No será que Tu Creador también a ti te ha estado diciendo en 
				este tiempo que MIRES MAS ALTO?. ¿No será que Dios te tiene 
				reservado revelaciones de las cosas QUE ESTÁN ARRIBA? ¿No será 
				que estás privando al pueblo de Dios te tiene reservado 
				revelaciones de las cosas QUE ESTÁN ARRIBA? ¿No será que estás 
				privando al pueblo de Dios de esas revelaciones que SOLAMENTE A 
				TI, Él te dará porque hace tiempo Él te esta diciendo TU TAMBIÉN 
				MIRA MAS ARRIBA?. 
 No será, amigo, que es también para ti este casi tres veces 
				milenario mensaje de aquel humilde vocero y mensajero de Dios,
				profeta Amós: BUSCA AL QUE HACE LAS PLÉYADES. 
				Buscad no al que hace cualquier cosa, sino que buscar al que 
				creó a Las Pléyades.
 
 Estará en tus manos el desentrañarlo si tú también en este 
				tiempo te dispones de tiempo y TU TAMBIÉN MIRAS MAS ARRIBA.
 
	Ezequiel fue otro que 
	miró hacia arriba y entonces dijo 
			 
				
				“Yo, el sacerdote 
				Ezequiel, hijo de Buzi, estaba a orillas del río Quebar, en 
				Babilonia, entre los que habían sido llevados al destierro. En 
				esto se abrió el cielo y vi a Dios en Visión. El Señor puso su 
				mano sobre mí. Entonces vi que del Norte venía un viento 
				huracanado y de una gran nube salía un fuego como de relámpagos, 
				en su derredor había un fuerte resplandor. En medio del fuego 
				brillaba algo semejante a metal bruñido y en el 
				centro mismo, había algo parecido a CUATRO SERES CON ASPECTO 
				HUMANO... Los seres iban y venían rápidamente como si fueran 
				relámpagos. Miré aquellos seres y vi que en el suelo, al lado de 
				cada uno de ellos, había una rueda. Las cuatro ruedas eran 
				iguales, y por la manera en que estaban hechas brillaban como 
				topacio. Parecía como si dentro de cada rueda hubiera otra 
				rueda. Podía avanzar en cualquiera de las cuatro direcciones sin 
				tener que volverse. Vi que las cuatro ruedas estaban llenas de 
				aros y que en su alrededor, había como muchos ojos.” 
				EZEQUIEL l : 
				l-18. 
	Increíble, pero el profeta 
	Ezequiel parece un moderno ovnílogo narrando un caso actual de contacto, 
	con su lenguaje poético de aquella época. El ingeniero Blumritt de la
	NASA hizo un dibujo, basado en las expresiones del Profeta y 
	parece un OVNI FOTOGRAFIADO DE LA ACTUALIDAD. 
 Y en la Biblia también se habla que sobre los ejércitos de la Tierra 
	hay ejércitos de los Cielos, y por sobre todo, carros de 
	fuego, celestiales. Y los ángeles, son seres celestiales que han traspasado 
	la atmósfera, han viajado a través de los planetas y han venido desde donde 
	Dios mismo está. Mensajeros Celestiales es la auténtica 
	traducción de la palabra Ángel y la pregunta que nos hacemos 
	surge sola ¿De donde provienen tales seres y hacia donde se dirigían luego 
	de cumplida su misión?
 
 Los pastores judíos MIRARON HACIA EL CIELO y vieron una multitud de 
	seres celestiales que anunciaban HA NACIDO UN SALVADOR. A TODOS LOS 
	HOMBRES DE BUENA VOLUNTAD: PAZ.
 
 También Jesús enfrentando a los ejércitos romanos les dijo:
 
				
				PUEDO HACER QUE 
				DESCIENDAN DOCE LEGIONES DE MENSAJEROS CELESTIALES CIERTAMENTE 
				MUCHOS MÁS PODEROSOS QUE USTEDES. 
	Para pensar, para reflexionar 
	para MIRAR HACIA ARRIBA. Y Arriba están LAS PLÉYADES, como la 
	gran incógnita de todos los tiempos.
 
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