por D.M. Murdock (Acharya S)
2013

del Sitio Web TruthBeKnown

traducción de Editorial-Streicher
01 Octubre 2015

del Sitio Web Editorial-Streicher

Versión original en ingles
 



Presentamos en castellano un texto que se encuentra publicado en el sitio truthbeknown.com de su autora D. M. Murdock, alias Acharya S.

 

Habla acerca de la génesis de la religión coránica y repasa algunos aspectos de la misma, citando diversas fuentes accesibles por cualquiera. No es un estudio profundo sino un trabajo de divulgación.

 

Nos parece importante que se conozcan diversos tópicos relativos a una religión caracterizada por su insensatez y obnubilación, todo fruto de su psicología profundamente ignorante y de la rudeza de sus costumbres, siendo como es, también, una "religión" racialmente centrada, otro credo solamente étnico, imposible de adoptar por mentes más evolucionadas (y no nos referimos a su mística, único aspecto que podría ser invitado a un coloquio racional).

 

 

 

 

 

 

 

 

 


LOS ORÍGENES DEL ISLAM
 

 

"El mundo islámico ya no está en otra parte... en cambio, Chicago, con sus 50 mezquitas y casi medio millón de musulmanes, es parte del mundo islámico".

The Harvard Pluralism Project
 


"Una encuesta de Abril de 2001 efectuada por CAIR encontró que el 69% de los musulmanes en EE.UU. dice que es 'absolutamente fundamental' o 'muy importante' tener enseñanzas salafistas (similares a la ideología islámica radical Wahhabi) en sus mezquitas (el 67% de los encuestados también expresó su acuerdo con la afirmación de que 'Estados Unidos es una sociedad inmoral y corrupta')"

Doctor Moorthy Muthuswamy
 


"El Corán nos dice:

'No hagáis amistad con judíos ni cristianos' (5:51), 'matad a los incrédulos dondequiera que los encontremos' (2:191), 'asesinadlos y tratadlos severamente' (9:123), 'combatid y matad a los paganos, apresadlos, asediadlos, y acechadlos en cada estratagema' (9:5).

El Corán exige que luchemos contra los incrédulos, y promete que,

'Si hay veinte de ustedes, ustedes vencerán a doscientos: si hay cien, ustedes vencerán a mil de ellos' (8:65)"

Institute for the Secularisation of Islamic Society
 

Puesto que el Islam es una de las religiones de más rápido crecimiento en el mundo, por medio de conversiones, pero sobre todo por medio de la reproducción de sus adherentes, hay una necesidad enorme de abordar este asunto, el cual, debido a enloquecidos fanáticos islámicos, produce temor en los corazones de muchos no-musulmanes.

 

Rivalizando con el cristianismo y con aproximadamente 270 millones de personas muertas en su nombre, el Islam representa una de las ideologías más sangrientas y represivas que la especie humana haya presenciado hasta ahora. [1]

Este asunto es muy importante no sólo debido a la expansión del Islam y a la integración de sus líderes de todo del mundo, sino también porque ciertos líderes musulmanes, preocupados por rectificar la mala reputación del Islam, hacen declaraciones como,

"Existen 1.800 millones de musulmanes en el mundo, y el 99,9% es amante de la paz".

Haitham Bundakji

Si fuese verdadera esta declaración, sería atemorizante por su enormidad como tranquilizadora por su docilidad.

 

Sin embargo, la doctrina islámica es cualquier cosa menos "amante de la paz", ya que constantemente pide la matanza de "idólatras" e "infieles" (p. ej., Q 2:191, 9:5, 9:73), entre otros desagradables comentarios en el Corán así como en otros textos, como los hadiths (hadices).

Si bien esta cifra de 1.800 millones parece ser alta por el momento, según diversas predicciones y los objetivos islamistas declarados, el Islam barrerá el mundo, pero, contrariamente a los buenos deseos de algunos de sus adherentes, esta invasión no será pacífica.

 

Sería seguro decir que a pocos no-musulmanes les gustaría ver este mundo a cargo del Islam, el cual, junto con el cristianismo, representa lo peor del despotismo oriental. A muchos futuristas y visionarios les gustaría ver a este planeta libre de religiones, sobre todo de aquellas que están pegadas en la Edad Media.

 

En efecto, para aquellos que disfrutan de la mayor libertad de expresión, estas predicciones y depredaciones son escalofriantes, porque el Islam es una teocracia ferviente con poco espacio para la individualidad, sin mencionar que él denigra completamente el aspecto femenino de la creación.

 

 


Opresión de las Mujeres e Intolerancia Cultural

Esta represión de la mujer es tristemente irónica cuando uno considera las raíces del Islam, pero no es inesperada en un mundo que, durante los pasados mil años, ha hecho todo lo que ha estado dentro de su poder para subyugar a las mujeres simplemente debido a diferencias físicas, una necesidad de dominación masculina compartida con los monos y otras "bestias menores".

 

Mientras algunos pueden afirmar que esta subyugación y esclavización de las mujeres es una tradición cultural más bien que una religiosa, aquello no importa, ya que esto viene de la mano con religiones que enseñan que hay un separado dios del espacio exterior que es exclusivamente masculino.

 

En el Islam, este dios es interpretado por las mentes de los musulmanes como que es un hombre árabe o persa, a diferencia del hombre judío de la ideología judeo-cristiana. Esta interpretación racista, etnocéntrica, culturalmente intolerante y sexista de algún dios "infinito" parecería ser un completo absurdo.

 

Sin embargo, en lo que parece ser arrogancia suprema y megalomanía, a muchos individuos les gustaría que el mundo entero creyera que esto es verdadero.
 

 


Mujeres en el infierno, quemándose

y atravesados sus pechos con garfios,

según visión de Mahoma en su visita al infierno,

junto al ángel Gabriel y el caballo mitológico Buraq,

según una ilustración persa del siglo XV.

 

 

Según Mahoma, el infierno estaba poblado en su mayoría por mujeres.

¿Cuáles son los orígenes del Islam?

 

Bien, la religión musulmana está obviamente construida sobre la tradición judeo-cristiana, pero es también una reacción a dicha tradición, que excluyó y vilipendió a las diversas culturas árabes.

 

Tal como sus hermanos y hermanas judíos, los árabes semíticos remontan su linaje hasta el patriarca bíblico Abraham, que es descrito en la Biblia como habiendo copulado con Agar la egipcia, engendrando al progenitor de la raza árabe, Ismael.

 

Mientras los judíos interpretan ese cuento para justificar su propia ideología etnocéntrica, los musulmanes lo interpretan para que calce con la suya, afirmando que "Dios" haría del pueblo de Ismael una "gran nación" (Génesis 21:18).

 

De manera típica, en vez de buscar la verdad acerca de este cuento, sus defensores lo han convertido en una competencia política para la dominación global.

 

 


El Patriarca Ficticio

Como numerosos personajes bíblicos, Abraham es evidentemente un constructo mitológico, no una "persona real".

 

Como la investigadora independiente Barbara G. Walker declara en The Woman's Encyclopedia of Myths and Secrets (pp. 5-6) acerca de Abraham,

"Este nombre que significa 'Padre Brahm' parece haber sido una versión semítica del patriarcal dios Brahma de la India; él fue también el Abrama islámico, el fundador de La Meca.

 

Pero las leyendas islámicas dicen que Abraham fue un intruso tardío en el santuario de La Kaaba. Él lo compró a las sacerdotisas de su Diosa original. Sara, 'la Reina', era uno de los títulos de la Diosa, que se convirtió en un nombre de la 'esposa' bíblica de Abraham.

 

Los escritores del Antiguo Testamento pretenden que las alianzas de Sara con príncipes egipcios fueron sólo amoríos arreglados por Abraham para su propia ganancia, lo que lamentablemente lo presentó a él como un alcahuete (Génesis 12:16) así como un potencial asesino de su hijo (Génesis 22:10).

"En el cuento del cuasi-asesinato de Isaac, Abraham asumió el papel del sacerdote de sacrificio al estilo druídico, para lavar los árboles sagrados de Yahvé con la Sangre del Hijo: una antigua costumbre, de la cual el sacrificio de Jesús fue sólo una variante tardía.

 

Yahvé primero se apareció a Abraham en el roble sagrado de Siquem, donde Abraham construyó su altar. Más tarde Abraham construyó un altar al roble dios de Mamré en Hebrón.

 

Incluso en el siglo IV d.C., Constantino dijo que la casa de Abraham en el Roble de Mamré era todavía un santuario:

'Se cuenta que los ídolos más condenables están establecidos al lado de ella, y que un altar está muy cerca, y que sacrificios impuros son constantemente ofrecidos'."

 



Alá, Nueva Versión de la Diosa Luna

Esta descripción de los orígenes de Abraham significa que el judaísmo fue construido sobre muy antiguos mitos, de manera que ninguna de sus religiones descendientes, el cristianismo y el Islam, pueden afirmar verdaderamente que son de origen divino o "inspirado".

 

En cuanto al dios del Islam, Alá, Walker tiene lo siguiente para decir (p. 22):

"Más tarde ocurrió la masculinización islámica de la Diosa árabe, Al-Lat o Al-Ilat - la Allatu de los babilónicos - anteriormente adorada en La Kaaba en La Meca. Se ha mostrado que 'el Alá del Islam' fue una transformación masculina de 'la primitiva deidad lunar de Arabia'.

 

Su antiguo símbolo, la media luna, todavía aparece en las banderas islámicas, aunque los musulmanes modernos ya no admiten ningún simbolismo femenino relacionado con el Alá totalmente patriarcal".

En efecto, el Corán verifica el status de Alá como lunar o del cielo nocturno:

"Recuerda el nombre de nuestro Señor mañana y tarde; en la noche adóralo: alábalo toda la noche".

(Q 76:23)

Y en Q 2:189:

"Ellos te preguntan acerca de las fases de la Luna. Diles: 'Ellas son períodos fijados para la Humanidad y para la peregrinación'."

En Pagan Rites in Judaism (p. 97), Theodor Reik afirma, en un capítulo llamado "La Antigua Diosa Lunar Semítica":

"Todos los semitas tuvieron una vez un culto a la Luna como el poder supremo. Cuando Mahoma derrocó la antigua religión de Arabia, él no se atrevió a deshacerse del culto lunar en una manera radical.

 

Sólo mucho más tarde él fue lo suficientemente poderoso para prohibir la postración ante la Luna (Corán, sura 4:37).

 

Antes de los tiempos islámicos la deidad lunar era el objeto más prominente de los cultos en la antigua Arabia. Las mujeres árabes todavía insisten en que la Luna es el padre de la Humanidad.

"Sir G. Rawlinson remonta el nombre 'caldeos' a la designación de la antigua capital Ur (Chur), a ser traducido como adoradores de la Luna. El semítico dios Luna era 'la deidad especial y el protector de las mujeres'.

 

Los babilónicos adoraban a la diosa Ishtar, que es idéntica con la gran diosa árabe y tiene el epíteto de 'Nuestra Señora'... Ella también tiene el título de 'Reina del Cielo', que realmente significa la Reina de las Estrellas.

 

Ella tenía cuernos y era, como todas las diosas lunares, representada por una vaca celestial.

"Las tribus hebreas, o mejor dicho sus antepasados, fueron la última ola de migrantes desde Arabia. El culto de su dios estaba asociado con el monte Sinaí, la montaña de la Luna. Los expertos suponen que el nombre Sinaí se derivó de Sin, el nombre del babilónico dios Luna.

 

En el libro del Éxodo (3:1) Sinaí es llamado la 'montaña de los Elohim. Esto sugiere que había sido sagrado durante mucho tiempo'.

"En el Antiguo Testamento, que es una colección de escritos muy antiguos, a menudo editados, la Luna aparece tanto como un poder del bien (Deut. 33:14) como del mal (Salmo 121:6).

 

Los rastros de la antigua adoración lunar fueron enérgicamente removidos del texto por redactores posteriores. Unos cuantos permanecieron, sin embargo, y pueden ser reconocidos en las prohibiciones del Deuteronomio.

 

En 4:19 los israelitas son advertidos:

'Y, mirando al cielo, y viendo el Sol, y la Luna, y las estrellas, y todo el ornato del cielo, no te extravíes y los adores y les sirvas', y en 17:3 se prescribe el castigo por apedreamiento para la persona que 'hubiere ido y servido a dioses ajenos, y se hubiere inclinado a ellos, ora al Sol, o a la Luna, o a todo el ejército del cielo'.

El Señor predice (Jer. 8:2) que los huesos de los reyes y los príncipes de Judá no serán sepultados sino esparcidos,

'delante del Sol, y la Luna, y todos los ejércitos del cielo, a quienes ellos han amado, y a quienes ellos han servido, y a quienes ellos han adorado'."

En The Origin of All Religious Worship (pp. 25-26), acerca de la astro-teología árabe, que era una continuación de esta antigua tradición lunar semítica, Charles Dupuis sostiene:

"La Luna era la gran divinidad de los árabes.

 

Los sarracenos le dieron el epíteto de Cabar o la Grande; su Media Luna adorna hasta este día los monumentos religiosos de los turcos. Su elevación bajo el signo del Toro, constituyó una de las principales fiestas de los sarracenos y de los árabes sabeos. Cada tribu árabe estaba bajo la invocación de una constelación. Cada una adoraba uno de los cuerpos celestes como su genio tutelar.

"La Kaaba de los árabes era, antes del tiempo de Mahoma, un templo dedicado a la Luna.

 

La piedra negra que los musulmanes besan con tanta devoción hasta este día, es, como se pretende, una antigua estatua de Saturnus. Las paredes de la gran mezquita de Kufah, construida sobre los fundamentos del antiguo Pyrea o templo del fuego, están llenas de figuras de planetas artísticamente grabadas.

 

La antigua adoración de los árabes era el Sabeísmo, una religión universalmente extendida por todas partes del Oriente. El cielo y las estrellas eran los principales objetos de ella.

"Esta religión era la de los antiguos caldeos, y los orientales pretendían que su Ibrahim o Abraham fue criado en aquella doctrina. Aún puede verse en Hella, sobre las ruinas de la antigua Babilonia, una mezquita llamada Mesched Eschams, o mezquita del Sol.

 

Fue en esta ciudad que existió el antiguo templo de Bel, o el Sol, la gran Divinidad de los babilónicos; éste es el mismo dios a quien los persas erigieron templos y consagraron imágenes bajo el nombre de Mitra".

 



Astro-Teología en La Meca

Uno de los sitios para esta adoración árabe de los "ejércitos del cielo" era La Meca.

 

Acerca de la Kaaba de La Meca, el sitio más sagrado de los musulmanes, Walker (487) escribe:

"Lugar sagrado de la piedra sagrada en La Meca, anteriormente dedicado a la Triple Diosa pre-islámica Manat, Al-Lat (Alá), y Al-Uzza, la 'Anciana Mujer' adorada por los miembros de la tribu de Mahoma, los coreichitas.

 

La piedra también fue llamada Kubaba, Kuba o Kube, y ha sido vinculada con el nombre de Cibeles (Kybela), la Gran Madre de los Dioses. La piedra llevaba el emblema del yoni [órgano genital femenino], como la Piedra Negra adorada por los devotos de Artemisa.

 

Ahora es considerada como el centro sagrado del Islam patriarcal, y su simbolismo femenino se ha perdido, aunque los sacerdotes de la Kaaba todavía sean conocidos como los Hijos de la Anciana Mujer".

 

 

 

Y un traductor del Corán, N.J. Dawood, dice:

"Mucho antes de la vocación de Mahoma, el paganismo árabe estaba mostrando signos de decaimiento.

 

En la Ka'bah los habitantes de La Meca adoraban no sólo a Alá, el supremo dios semítico, sino también a diversas deidades femeninas a quienes ellos consideraban como hijas de Alá.

 

Entre aquéllas estaban Al-Lat, Al-Uzza y Manat, que representaban al Sol, Venus y la Fortuna respectivamente".

 



Matriarcado Árabe

En cuanto a la nación de Arabia, Walker afirma que, antes de la invasión del Islam, ella había sido una cultura matriarcal durante más de mil años:

"Los Anales de Asurbanipal decían que Arabia fue gobernada por reinas durante tanto tiempo como cualquiera podría recordar...

"Las leyendas de Mahoma claramente le dieron una formación familiar matriarcal. El matrimonio de sus padres era matrilocal [vivían entre la familia de la esposa]. Su madre permaneció con su propia familia y recibía a su marido como un visitante ocasional...

"La Arabia pre-islámica era dominada por los clanes centrados en la mujer. Los matrimonios eran matrilocales, y la herencia era matrilineal. La poliandria - varios maridos para una sola esposa - era común. Los hombres vivían en las casas de sus mujeres. El divorcio era iniciado por la esposa. Si ella ponía su tienda para que mirara hacia el Este durante tres noches seguidas, el marido era expulsado y se le prohibía entrar en la tienda otra vez.

"Las doctrinas atribuidas a Mahoma simplemente invirtieron el sistema antiguo en favor de los varones. Un marido musulmán podía despedir a su esposa diciendo 'Me divorcio de ti' tres veces. Como en Europa, el cambio desde el matriarcado al patriarcado ocurrió sólo gradualmente y tras una larga lucha.

"Sin embargo, la historia de Arabia de la temprana Edad Media es casi toda leyenda. Al igual que Buda, Confucio, Jesús y otros fundadores de religiones patriarcales, Mahoma carece de una real verificación." [2]

No hay ninguna información confiable acerca de su vida o de sus enseñanzas.

 

La mayoría de las historias sobre él son tan apócrifas como la historia de que su ataúd cuelga para siempre en el aire "entre el cielo y la tierra", como los cuerpos de los antiguos reyes sagrados.

"Con o sin Mahoma, el Islam tuvo éxito en llegar a ser completamente dominado por los varones, no haciendo ningún lugar para las mujeres excepto en la esclavitud o en la reclusión del harem.

 

Las mezquitas islámicas todavía llevan signos inscriptos que dicen:

'A mujeres y perros y otros animales impuros no se les permite entrar'.

"Sin embargo, los rastros de la Diosa demostraron ser inerradicables.

 

Al igual que la Virgen María, la Reina del Cielo entre los árabes recibió una forma mortal y una posición subordinada como Fátima, la 'hija' de Mahoma. Pero ella no era ninguna hija real.

 

Ella fue conocida como Madre de su Padre, y Fuente del Sol..."

 



¿Quién Escribió el Corán?

En lo que concierne al Corán, el sagrado libro musulmán, Walker dice (p. 513):

"Las escrituras mahometanas, a menudo erróneamente se ha creído que fueron escritas por Mahoma. Los musulmanes no creen eso. Pero muchos no saben que el Corán fue una versión revisada y ampliada de la antigua Palabra de la Diosa Kore, reverenciada por la tribu de Mahoma, los coreichitas (Hijos de Kore), quienes protegían su santuario en La Meca.

"La escritura original fue hecha mucho antes del tiempo de Mahoma por imanes consagrados, una palabra relacionada con el semítico 'ima', 'madre'. Tal como las originales 'mahatmas' o 'grandes madres' de la India, los imanes originales eran probablemente sacerdotisas del antiguo matriarcado árabe.

 

Se decía que ellos tomaron la escritura de un prototipo que existía en el cielo desde el comienzo de la eternidad, la 'Madre del Libro', es decir, la Diosa misma, que llevaba el Libro del Destino en su pecho tal como la Madre Tiamat llevaba las Tablillas del Destino.

 

A veces el Corán celestial era llamado la Tablilla Conservada. Había algún parecido entre este y otros libros legendarios de origen divino, como el texto de Ur, el Libro de Toth, y la Tabla Esmeralda de Hermes.

"Como en el caso de la Biblia judeo-cristiana, el Corán fue bastantemente reescrito para apoyar las nuevas leyes patriarcales y borrar las figuras de la Diosa y sus sacerdotisas".

En The Great Religious Leaders, Charles Frances Potter dice de Mahoma:

"Es muy dudoso que él leyera algo de la Biblia: en efecto, no ha sido probado que él alguna vez leyera algo, o escribiera algo. Él se llamaba a sí mismo 'el profeta analfabeto'."

Por supuesto, la mayor parte del Corán está basada en la Biblia, tanto el Viejo como el Nuevo Testamento, combinado con tradiciones árabes pre-islámicas y otras.

 

En cuanto a la falta de originalidad del Corán, el experto en el Islam el doctor Daniel Pipes dice (Jerusalem Post, 12 de Mayo de 2000):

"El Corán no es 'un producto de Mahoma o siquiera de Arabia', sino una colección de materiales litúrgicos judeo-cristianos más tempranos hilvanados para satisfacer las necesidades de una época posterior".

El investigador bíblico doctor Robert M. Price igualmente concuerda en cuanto a la naturaleza pre-islámica de diversos textos coránicos:

"El Corán fue reunido a partir de una variedad de textos Hagarenos previos (de ahí las contradicciones en cuanto a la muerte de Jesús) a fin de proporcionar a Mahoma un parecido de tipo Moisés con una Torá propia..."

El experto islámico doctor Gerd R. Puin concluye:

"Mi idea es que el Corán es una especie de cóctel de textos que no fueron todos entendidos ni siquiera en tiempos de Mahoma.

 

Muchos de ellos incluso pueden ser cien años más antiguos que el Islam mismo. Incluso dentro de las tradiciones islámicas hay un enorme cuerpo de información contradictoria, incluyendo un significativo substrato cristiano..."

De esta manera, el Corán no fue escrito por Mahoma.
 

 



El Corán Yemení

Añadiéndose significativamente a estos importantes conocimientos estuvo el descubrimiento de 1972 en Sana'a, Yemen, de miles de fragmentos de pergaminos del Corán, que eran probablemente los manuscritos coránicos existentes más antiguos alguna vez encontrados, que se remontaban a los siglos VII y VIII.

 

En cuanto a esos fragmentos, el profesor que los fotografió, el doctor Puin, comenta:

"Muchos musulmanes tienen la creencia de que todo lo que está entre las dos tapas del Corán es simplemente la palabra inalterada de Dios.

 

A ellos les gusta citar el trabajo textual que muestra que la Biblia tiene una historia y que no cayó directamente del cielo, pero hasta ahora el Corán ha estado fuera de esta discusión. El único modo de pasar a través de esa muralla es demostrar que el Corán tiene una historia también.

 

Los fragmentos de Sana’a nos ayudarán a hacer eso".

Acerca de los textos y las conclusiones de Puin, Toby Lester de The Atlantic Monthly sostiene:

"...algunos de esos fragmentos revelaron aberraciones pequeñas pero intrigantes del texto coránico que permanece.

 

Tales aberraciones, aunque no sorprendentes para los historiadores textuales, están problemáticamente en desacuerdo con la creencia musulmana ortodoxa de que el Corán como nos ha llegado hasta hoy es muy simplemente la Palabra perfecta, eterna e inalterable de Dios...

 

Lo que los Coranes yemeníes parecen sugerir, comenzó a sentir Puin, es que se trató de un texto evolutivo más bien que simplemente la Palabra de Dios como fue revelada en su totalidad al profeta Mahoma en el siglo séptimo d.C."

Entre otros que han sopesado el valor del descubrimiento yemeni se incluye el doctor Andrew Rippin, un profesor de Estudios Islámicos:

"El impacto de los manuscritos yemeníes todavía debe ser sentido. Sus variantes de lectura y del orden de los versos son todas muy significativas. Todo el mundo está de acuerdo en esto.

 

Estos manuscritos dicen que la historia temprana de los textos coránicos es en gran parte una cuestión sin resolver que muchos han sospechado:

el texto era menos estable, y por lo tanto tenía menos autoridad, que lo que siempre se ha afirmado".

Con respecto a lo mismo, el profesor de historia islámica doctor R. Stephen Humphreys resume la importancia del estudio de cómo fue creado el Corán y el papel de los manuscritos yemeníes en esta búsqueda:

"Poner en perspectiva histórica el Corán sería en efecto deslegitimar la experiencia histórica entera de la comunidad musulmana.

 

El Corán es la Constitución para la comunidad, el documento que la llamó a la existencia. E idealmente aunque obviamente no siempre en realidad, la historia islámica ha sido el esfuerzo para perseguir y poner en práctica los mandamientos del Corán en la vida humana.

 

Si el Corán es un documento histórico, entonces la lucha islámica entera de catorce siglos es efectivamente carente de sentido".

La evidencia revela que el Corán fue creado durante un período de décadas, si no siglos, por diversas manos, más bien que representar una "revelación" singular y divina del Todopoderoso a Mahoma. [3]
 

 

 


¿Quién Era Mahoma?

Tal como ocurre con la historicidad de Buda, Jesús, Moisés y otros, la de Mahoma es cuestionable.

 

Él parece ser todavía otra figura religiosa de fachada inventada para crear una religión "estatal". Su "historia" está llena de fantásticas leyendas, pero incluso si llegásemos a encontrar una "persona histórica" allí, no sería una de un carácter muy alto o afable.

 

Como dice Potter:

"En cuanto a mujeres, su gusto estaba en viudas con temperamento... Como recreación, él se deleitaba en fabricar zapatos. Quizás su mayor alegría era cuando él contemplaba las cabezas cortadas de sus enemigos.

"Sus aversiones eran igualmente variadas. Él detestaba las ropas de seda, el cobro de intereses, los perros, las mentiras de los otros, los judíos y los cristianos. Él odiaba a los poetas, y dijo: 'Cada pintor estará en el infierno'.

"Él era extremadamente vano. Una inteligente mujer poeta lo satirizó. Ella fue asesinada cuando dormía con su niño en su pecho, y el vengativo Mahoma elogió a su asesino. Una vez él torturó a un judío para averiguar la localización de un tesoro escondido y luego lo hizo matar y añadió a la viuda a su propio harem. Extraño en efecto era el carácter del profeta. ¿Cómo podría tal persona inspirar tal reverencia y lealtad? Éste es uno de los rompecabezas de la Historia.

"No fue que él hubiera desarrollado una gran teología, tampoco, porque la poca teología que tiene el Islam, digna de ese nombre, fue elaborada después de que Mahoma llevaba tiempo muerto".

Según los hadiths (hadices) - registros de supuestos dichos y actos de Mahoma y sus compañeros - el profeta era en efecto de un carácter que repugnaría a cualquier ser humano decente.

 

Un hadiz tras otro habla del insaciable apetito sexual de Mahoma, que incluía tener sexo con su "esposa" Aisha, quien tenía 9 años y no había alcanzado siquiera la pubertad.

 

Diversas autoridades islámicas también han afirmado que Mahoma comenzó a "muslear" a Aisha [thighing, frotar su miembro entre los muslos de ella] cuando se casó con ella cuando ésta tenía seis años de edad. [4]

En cuanto a cómo tal personaje pudo inspirar tal reverencia y devoción, creeríamos que fue porque Mahoma y el Islam fueron creados por todavía otra facción de "la hermandad" para propósitos del competir con el judaísmo, el cristianismo, el Zoroastrismo y otras religiones.

 

Como dice N.A. Morozov:

"...hasta las Cruzadas, el Islam era indistinguible del judaísmo y... sólo entonces recibió su carácter independiente, mientras Mahoma y los primeros califas son figuras míticas".

Detrás de la creación de tales ideologías están por lo general aquellos que más se benefician, particularmente "terceros" fabricantes de armas, ya que estos credos que dividen ponen para siempre una cultura contra otra.

 

 


"¡Deja Ir a Mi Pueblo!"

A pesar de las tentativas poco convincentes hechas por individuos bien intencionados para afirmar el pacificismo del Islam, el hecho es que éste es una religión del guerrero del desierto y no fue difundida por medios pacíficos.

 

Como dice Gerald Berry, en Religions of the World (p. 62):

"En parte porque él necesitaba fondos y en parte porque sus seguidores no eran expertos en la agricultura como lo eran los naturales de Yathrib, [Mahoma] organizó bandas guerreras para asaltar caravanas.

 

No teniendo ningún lazo con las religiones más antiguas, él las envió incluso en los meses de paz. Esto comenzó la Guerra Santa de Arabia. El movimiento entero de Mahoma tomó el carácter de un militarismo religioso.

 

Él hizo de los musulmanes unos luchadores fanáticos enseñando que la admisión en el Paraíso estaba asegurado para todos aquellos que murieran luchando por la causa de Alá".

Al final, el Islam, que significa "sumisión", fue construido sobre mitos y tradiciones más antiguos, y fue diseñado para usurpar el poder de cristianos, judíos y mujeres.

 

Si bien no tenemos ningún altercado con toda la cultura árabe, realmente tenemos un problema grande con ideologías que están llenas de verdades a medias y mentiras.

 

Por causa de la arrogancia y la intolerancia, las culturas antiguas, junto con su variedad, justicia y belleza, han llegado a ser casi borradas. En efecto, las monolíticas religiones occidentales representan una degradación masiva de la cultura.

Si los habitantes de este planeta simplemente llegaran a informarse de los orígenes de sus tradiciones en su totalidad, podríamos vivir en un mundo de enorme belleza y conocimiento, a diferencia de ideologías feas, supersticiosas y represivas que son excluyentes e intolerantes.

 

El Islam surgió debido a la represión por parte del cristianismo y el judaísmo, así como por causa de una desequilibrada cultura femeninamente orientada.

 

Tal como aquellas tradiciones, el Islam está completamente fuera de equilibrio, y podemos sufrir todos por ello, en particular si se cumplen las predicciones de que el Islam será la religión más dominante en el mundo en las próximas décadas.

Como se declaró antes, hay pocas mujeres u hombres no-musulmanes que desearían vivir en tal mundo.

 

A causa de esta aversión, esperaríamos ver en el futuro innumerables y espantosas batallas y guerras emprendidas en nombre de un dios u otro, como ha sucedido demasiado a menudo en el pasado, especialmente con estos credos abrahámicos monoteístas del judaísmo, el cristianismo y el Islam.

 

Al final, estos tres son responsables de la muerte de cientos de millones de personas, de manera que, ¿por qué son considerados como "grandes religiones"? La cosa más "grande" con respecto a ellas es su número de víctimas.

Si este mundo debe sobrevivir en la época que viene, necesitaremos a tantas personas como sea posible para descartar todas estas doctrinas que dividen.

 

Lo que necesitamos en este planeta, ahora mismo, son seres humanos honestos, preocupados e íntegros que estén motivados no por potenciales favores y recompensas de deidades sádicas y etnocéntricas en el 'cielo', sino por una innata decencia e integridad.

 

Sólo de esta manera podremos todos nosotros vivir en paz más bien que en temor, que es el arma manejada por la religión para convertir al "fiel".


 

 

Referencias

  1. http://www.politicalislam.com/tears-of-jihad/

  2. http://freethoughtnation.com/forums/viewtopic.php?f=5&t=1735

  3. http://ayudamosconocer.com/significados/letra-s/sana-manuscritos.php
    https://en.wikipedia.org/wiki/Sana%27a_manuscript
    http://www.academia.edu/12044248/Guide_for_the_Perplexed_on_the_Sanaa_Manuscripts_its_discovery_...
    http://www.islam-watch.org/home/78-sujit/46-earliest-quranic-manuscripts-of-sanaa-downfall-of-islam.html

  4. http://wikiislam.net/wiki/Qur%27an,_Hadith_and_Scholars:Aisha#.22Thighing.22_Aisha

 



Fuentes

  • Berry, Gerald, Religions of the World, Barnes & Noble, 1955

  • Dawood, N. J., The Koran, Londres, 1995

  • Dupuis, Charles, The Origins of All Religious Worship

  • Glazov, Jamie, "The Yemeni Koran", FrontpageMag.com

  • Potter, Charles Francis, The Great Religious Leaders, Nueva York, 1958

  • Reik, Theodor, Pagan Rites in Judaism, Nueva York, 1964

  • Walker, Barbara G., The Woman's Encyclopedia of Myths and Secrets, San Francisco, 1983