por Cristóbal Colón

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Facsímile del original que se conserva en la Biblioteca Capitular y Colombina del

Cabildo Catedralicio de Sevilla.

Madrid: Testimonio Compañía Editorial, 1984.

 

 

 

 

1ª Parte

 

Fol. 1

(En el margen izquierdo superior)

Profecías que juntó el Almirante Don Christóval Colón de la Recuperación de la Santa Ciudad de Hierusalém y del descubrimiento de las Indias, dirigidas a los Reies Cathólicos.

+ Jesús con María sean con nosotros en el camino.
Amén.

Carta del Muy Magnífico y prudentísimo
señor don Christóval Colón, almyrante &
visorrey y governador perpetuo de las yslas de las
Indyas, y tier[ras] firmes por él descubiertas &c.
al padre don frey Gaspar Gorritio &c.
monge en la Cartuxa de Sevilla

+

Reverendo y muy devoto padre. Quando vine [aquí], començé a sacar las auctoritades, que me parescía que haçían al caso de [Jerusalem en un libro], para después tornarlas a rrever, y las poner en rrima2 en s[u lugar adon-de… sea] al caso. Después succedió en my otras occup[ac]ione[s, por donde no ovo lugar de pro]seguir my obra, ny lo hay; y ansy os lo en[bío que le vea… Podrá ser que el ánima o]s incitará a proseguir en él; y que Nuestro [Señor vos alumbrará auctoridades muy a]uténticas. En la Biblia es de continua[r y en muchos lugares la Glosa3 a]provecha y alumbra: y es de haçer d’ella mucha [memoria al tiempo se ovi]ere [de s]acar en lympio. Fecha en Granada a XIII de setienb[re de 1501].

Respuesta de el [susodicho Padre]

Muy Magnífico et singularíssimo señor myo. Por otras mys letras escriví a Vuestra Señoría como havía rreçibido su carta & libro de las prophetías, y dichos, & auctorita-des tocantes al caso del monte Syon, y Jerusalem, y de las gentes de las yslas, & nationes universas; y que segund my pobre in[t]elligentia (por complir su mando) travajaría en ello quanto pudiesse, maiormente viendo ser exercitio tam sancto, y esperando de me enseñar, y despertar my enten[di]miento en cosa tam [sa]lutí[fer]a, consolatoria, admonitoria, y provocativa al serv[icio de Nuestro Señor Dios, y al pr]o & a la honrra d’estos nuestros rreyes & de toda la rreligión [christiana. Y ansy] mediante la gracia del Spíritu Sancto, y

Fol. 1 vuelto

guyándome el travajo de Vuestra Señoría, la qual toda la flor de tantas y tan veras auctoritades, sententias, dichos, y prophetías allegó, yo he enterpuesto y añadido algunas reliquias, como quien llega la[s] sobras de los rraci[m]os, y olivas, & spigas. Y ansy de lo principal, como de las migajas, yo quedo muy consolado, y en alguna manera introducido en lo que de mis estudios estava bien apartado; y d’ello mucho me fuelgo, rrogando a Nuestro Señor que compla quod locutus est per os prophet[arum] («lo que habló por boca de sus profetas»4), y plega a su infinita clementia de lo assy haçer, y llevar los sanctos desseos de Vuestra Señoría [adelante como si]n causa por vuestra magnífica persona traxo a nuestra notitia la[s] yslas de las In[dias y tierras firm]es. Esso poco, señor myo, que yo he añadido y entrex[ido, Vuestra Señoría lo verá en la l]etra de my mano. Todo lo rremitto a la correctión de [su espírito y prudente… Yo non me he cu]rado de concordar los dichos, ny las ma[terias, ni menos… y las historia]s. Pero he interpuesto algunas reglas y dich[os de los doctores cerca d’ello, por las] quales podrá qualquier diligente lector ser instr[uído, y declarado de las dudas, que se l]e offreçieren. Insuper yo he sido lo más breve que p[ude, rremitiendo a los] originales, y también por no ser molesto con mucha escriptura, p[resertim] (principalmente) cognosciendo que sy en lo que Vuestra Señoría travajó, y en lo que yo añadí, no hay habundantíssima copia de auctoritades y prophetías para el propósito ut sequitur (como sigue) no al… [to]dos… libros del Testamento viejo & nuevo, ny quanto escrivieron los sanctos varon[es] y doctores. Plega al Señor que hayga spírito cum gana y desseo para ello, et sufficit (y él puede hacer esto). Si [otr]a cosa alguna manda Vuestra Señoría, assy en esto, como in reliquis me semper promptum et paratissimum fore iam novit (en lo demás ya sabe que siempre estaré dispuesto y muy preparado). Fecha en esta su sancta Casa de las Cuevas en XXIII de março de 1502 años &c.5

Comienza el Lib[ro o colección de au]ctoridades, dichos, sentencias y p[rofecías] acerca de la recuperación de la sancta ciudad y del monte de Dios, Sión, y acerca de la invención y conversión de las islas de la India y de todas las gentes y naciones, a nuestros reyes hispanos, Fernando e Isabel.

Fol. 2

+

De Summa del Doctor Angélico
[Santo Tomás de Aquino]6
Exposición sobre lo dicho

La Sagrada Escritura se expone de cuatro modos. El primero, según el sentido histórico, tiene que ver con la historia, o sea la narración de los acontecimientos, de hystrion, palabra que quiere decir «ver» o «conocer»; entre los antiguos nadie escribía la historia a menos que hu-biese presenciado los sucesos. El segundo es el alegórico, de leon, una palabra que significa «distintamente», y gore, que significa «decir» o «locución»; y esto cuando por medio de un hecho se da a entender otro distinto, que ha de ser creído. El tercero es el tropológico, término compuesto de tropos, que significa «conversión», y la palabra logos, que quiere decir «definición»; y esto cuando mediante un hecho se da a entender algo que nos enseña cómo debemos comportarnos. El cuarto es el anagógico, de ana que significa «hacia arriba» y goge que significa «conducción»; y esto cuando por un hecho se da a entender lo que debe ser deseado, a saber, la gloria celestial.

De Juan Gerson7 y In Decretis

La letra [el sentido literal] enseña los hechos; la alegoría, lo que debes creer; el sentido moral [la tropología] lo que debes hacer; la anagogía lo que debes intentar.

De In Rationali divini offitii

En la palabra Jerusalán se insinúan claramente los cuatro sentidos de la Sagrada Escritura. En el sentido histórico significa la ciudad terrestre a la que se dirigen los peregrinos; en el alegórico significa la Iglesia militante; en el tropológico significa cualquier alma fiel; en el anagógico significa la Jerusalén celestial, la patria o reino de los cielos.

Enunciadas estas cosas, oremos

Dios, que enseñas los corazones de los hombres sin estrépito de voces y sin esfuerzo, que haces elocuentes las lenguas balbucientes, y que te haces presente prontamente en todo tiempo oportuno, considera

Fol. 2 vuelto

los pensamientos de nuestra mente y sé propicio a nues-tro deseo. Nosotros, pues, por cuanto no conocemos la literatura, hemos, sí, penetrado en tu poder, porque es bienaventurado el hombre a quien tú instruyes, Señor, y le enseñas tu ley. Haz, te rogamos, que entendamos lo que de ti y de tu santo lugar se ha escrito, bajo la inspiración del Espíritu, en sentencias, libros y profecías. Amén.8

+

Es de notar que en las Sagradas Escrituras se pone a veces un tiempo [del verbo] por otro, como el pretérito por el futuro &c.

«Todas las cosas que le oí a mi Padre, os las he dado a conocer».9 De donde San Agustín, en cierto sermón predicado en la fiesta de Santo Tomás Apóstol, dice: Nuestro Señor Jesucristo dijo que había hecho todo lo que debía hacer y cumplió las cosas que fueron predichas. Así pues, cuando dijo por el profeta, «Horadaron mis manos y mis pies»,10 no dijo «han de horadar», sino co-mo ha-blando de cosas pretéritas; y sin embargo estaba prediciendo acontecimientos que habían de realizarse en un tiempo futuro. Por tanto, Jesús dice en aquel texto que había revelado a los discípulos todo lo que él sabía, en la plenitud de su conocimiento, que había de tener lugar &c. (Hay que buscar estas cosas, si le place.)

De De summo bono del bienaventurado Isidoro11
Libro I, Capítulo 25

Existe una figura en cuanto al empleo de los tiempos [de los verbos] para narrar cosas futuras como si ya hubieran tenido lugar. Por ejemplo: «Horadaron mis manos y mis pies» y «Contaron todos mis huesos» y «Repartieron entre sí mis vestidos»12 y otros ejemplos semejantes. Pero ¿por qué se narran los acontecimientos predichos como ya realizados? Es porque las cosas que parecen futuras a nuestra perspectiva, ya han tenido lugar según la perspectiva de Dios en la eternidad. Y así también las demás que, en su totalidad, han de ser efectuadas por él.

Fol. 3

De la Glosa de Nicolás de Lyra13 sobre Daniel, Capítulo 8

+ Es de notar que los siguientes textos evidencian el hecho de que a veces existe un doble sentido literal en la Sagrada Escritura, por cuanto lo sucedido en el Antiguo Testamento prefigura lo realizado en el Nuevo Testamento, según lo que dice el Apóstol [Pablo] en el décimo capítulo de la primera carta a los Corintios, «Todo esto les acontecía en figura».14 Por consiguiente, cuando en el Antiguo Testamento se predice algo como realizado en alguna persona del Antiguo Testamento, se realiza de una forma más verdadera y perfecta en alguna del Nuevo Testamento. Entonces, en esos casos, hay un doble sentido literal, uno menos principal y otro más principal que aquél, a saber, en quien se cumple lo predicho de una forma más perfecta. Por ejemplo, en 1 Paralipómenos, capítulo 22, se dice, «Y él me será a mí por hijo, y yo le seré por padre»,15 que es la palabra del Señor, hablando de Salomón, que fue hijo de Dios por adopción en el principio de su reinado, por lo que se le puso por nombre «amado de Jehová» en 2 Reyes 12,16 y así se cumplió la palabra literalmente en Salomón, pero de una forma más perfecta en Cristo, que es Hijo de Dios por naturaleza y que fue prefigurado por Salomón. Por tanto, ese texto se entiende en el sentido literal tanto de Salomón como de Cristo, pero menos principalmente de Salomón y más principalmente de Cristo. Así pues el Apóstol

Fol. 3 vuelto

alega, en el capítulo 1 de la carta a los Hebreos,17 que la profecía citada [Salmo 2:7] habla literalmente de Cristo. Asimismo, conforme al propósito, Daniel trata de la lucha de los reyes de los griegos y de los medos bajo la se-me-janza del carnero y del macho cabrío, pero su principal intento es tratar de la lucha del Anticristo o sus secuaces y de los cristianos. Por lo mismo hay en ese texto un doble sentido literal, como aparece en lo susodicho &c.

Fol. 4

+

Carta del almyrante al rey y a la rreyna

Christianísimos & muy altos prínçipes:

La rasón que tengo, de la restituçión de la Casa santa a la Santa Yglesia militante es la syguiente.

Muy altos rreyes. De muy pequeña hedad entré en la mar navegando, e lo he continuado fasta oy. La mesma arte ynclina a quien le prosigue a desear de saber los se-cretos d’este mundo. Ya pasan de XL años que yo voy en este uso. Todo lo que fasta oy se navega, todo lo he andado. Trauto y conversaçión he tenido con gente sabia, heclesiásticos e seglares, Latinos y Griegos, Judíos y Moros, y con otros muchos de otras setas. A este mi deseo fallé a Nuestro Señor muy propicio, y ove d’él para ello espírito de ynteligençia: en la marinería me fiso abondoso, de astrología me dió lo que abastava, y asy de geometría y arismética, y engenio en el ánima, y manos para debusar espera, y en ella las çibdades, ryos y montañas, yslas y puertos, todo en su propio sytio.

En este tiempo he yo visto y puesto estudio en ver de todas escrituras, cosmografía, ystorias, corónicas, y fylosofía, y de otras artes, a que me abrió Nuestro Señor el entendimiento con mano palpable a que era hasedero navegar de aquí a las Yndias, y me abrió la voluntad para la hexecuçión d’ello. Y con este fuego vine a Vuestras Altezas. Todos aquellos que supieron de mi ynpresa con rixa le negaron burlando. Todas las çiencias, de que dise ar[r]iba, non me aprovecharon, ni las abtoridades d’ellas. En sólo Vuestras Altezas quedó la fee y costançia. ¿Quién dubda que esta lunbre no fuese del Espírito Santo, asy como de mí? El qual con rrayos de claridad maravillosos consoló con su santa y sacra Escritura, a vos muy alta y clara, con quarenta y quatro libros del viejo Testamento, y quatro hevangelios, con veynte & tres hepístolas de aquellos bienaventurados apóstoles, abibándome que yo prosyguiese, y de contino, sin çesar un momento, me abiban con gran priesa?

Milagro ebidentísimo quiso faser Nuestro Señor en esto del viaje de las Yndias, por me consolar a mí y a otros en est’otro de la Casa santa. Siete años pasé aquí en su real corte, disputando el caso con tantas pre-

Fol. 4 vuelto

sonas de tanta abtoridad y sabios en todas artes; y en fin concluyeron que todo hera vano, y se desistieron con esto d’ello. Después, paró en lo que Jhesu Christo nuestro redentor diso, y de antes avía dicho por boca de sus san-tos profetas. Y así se deve de creher que parerá est’otro; y en fee d’ello, si lo dicho no abasta, doy el sacro evangelio, en que dixo que todo pasaría, mas no su pa-labra maravillosa;18 y con esto diso que todo hera nesçesario que se acabase quanto por él y por los profetas estava escrito.19

Yo dise que diría la rasón que tengo de la restituçión de la Casa santa a la santa Yglesia. Digo que yo deso todo mi navegar desde hedad nueva, y las pláticas que yo aya tenido con tanta gente en tantas tierras y de tantas setas, y dexo las tantas artes y escrituras de que yo dyxe a[r]riba; solamente me tengo a la santa y sacra Escritura, y a algunas abtoridades proféticas de algunas presonas santas, que por revelaçión divina han dicho algo d’esto.

Pudiera ser que Vuestras Altezas y todos los otros que me conosçen, y a quien esta escritura fuere amostrada, que en secreto o públicamente me reprehenderán de reprehensión de diversas maneras: de non doto en letras, de lego marinero, de honbre mundanal, &c.

Respondo aquello que dixo San Mateus: «¡O, Señor, que quisistes tener secreto tantas cosas a los sabios, y rebelástelas a los ynoçentes!»20 Y el mesmo san Mateos: «Yendo Nuestro Señor en Jherusalem, cantaban los mochachos: ‘¡Osana fijo de David!’ Los scribas, por le tentar, le preguntaron sy oya lo que desían; y él les respondió que sy, disiendo: ‘¿No sabéys vos que de la boca de los niños e ynoçentes se pronunsçia la verdad?’»;21 o más largo de los apóstoles, que dixieron cosas tan fundadas, en espeçial san Juan: «Yn prinyipio erat verbum, et verbum erat apud Deum»,22 &c., palabras tan altas de presonas que nunca deprehendieron letras.

Digo que el Espíritu Santo obra en Christianos, Judíos, Moros, y en todos otros de toda seta, y no solamente en los sabios, mas en los ynorantes; que en mi tiempo yo he visto aldeano que da cuenta del çielo y estrellas y del curso d’ellas mejor que otros, que gastaron dineros en ello; y digo que no solamente el Espíritu Santo rebela las cosas de porvenir a las

Fol. 5

criaturas racionales,23 mas nos las amuestra por señales del çielo,24 del ayre, y de las bestias cuando le aplaz, co-mo fue del boy que falló en Rroma al tiempo de Julio Çésar,25 y en otras muchas maneras que serían prolixas para desir, y muy notas para todo el mundo.

(En el margen derecho) Séneca VII, tragedia de Medea en el coro,‘audax nimium’: «Vernán los tardos años del mundo»…

La Sacra Escritura testifica en el Testamento viejo, por boca de los profetas, y en el nuebo por nuestro redentor Jhesu Christo, qu’este mundo a de aver fin; los señales de quándo esto aya de ser diso Mateo y Marco y Lucas;26 los profetas abondosamente tanbién lo avían predicado.

Santo Agostín diz que la fin d’este mundo ha de ser en el sétimo millenar de los años de la criaçión d’él;27 los sacros teólogos le siguen, en espeçial el cardenal Pedro de Ayliaco28 en el verbo XI y en otros lugares, como diré abaso.

De la criaçión del mundo, o de Audán fasta el avenimiento de Nuestro Señor Jhesu Christo son çinco mill e tresientos y quarenta e tres años, y tresientos y diez e ocho días, por la cuenta del rey don Alonso,29 la qual se tiene por la más çierta. Pedro de Ayliaco, Elucidario astronomice concordie cum theologica & hystorica veritate30 sobre el verbo X, con los quales poniendo mill y quingentos y uno ynperfeto, son por todos seys mill ochoçientos quarenta & çinco ynperfetos.

Segund esta cuenta, no falta salvo çiento e çinquenta y çinco años para conplimiento de siete mill, en los quales dise ar[r]iba por las abtoridades dichas que avrá de feneçer el mundo. Nuestro Redentor diso que antes de la consumaçión d’este mundo se abrá de conplir todo lo qu’estava escrito por los profetas.

Los profetas, escriviendo, fablavan de diversas maneras el de por venir por pasado y el pasado por venir, y asymismo del presente; y disieron muchas cosas por semejança, otras propincas a la verdad, y otras por entero a la letra; y uno más que otro, y uno por mejor manera, y otro no tanto. Ysays es aquél que más alaba san Gerónimo y santo Agostín, y los otros dotores, a todos, apruevan y tienen en grande reverençia; de Ysaya disen que no solamente pro[p]heta, mas hevangelista. Este pu-so toda su diligençia a escrevir lo venidero y llamar toda la gente a nuestra santa fee católica.

Fol. 5 vuelto

Muchos santos dotores y sacros teólogos escryvieron sobre todas las profeçías y los otros libros de la sacra Escritura; mucho nos alunbraron de lo que teníamos ynnoto, bien que en ello en muchas cosas discordan; algunas ovo de que no le fue alargado la ynteleg[enc]ia.

Torno a replicar mi protestaçión de no ser dicho presunçioso sin çiençia, y me allego de contino al desir de san Mateus, que diso: «¡O Señor, que quisyste tener secreto tantas cosas a los sabios, y rebelástelas a los ynoçentes!»;31 y con esto pago, y con la espiriençia que d’ello se a visto.

Grandísyma parte de las profeçías y sacra Es[cri]ptura está ya acabado; ellas lo disen,32 y la santa Yglesia a alta boz sin çesar lo está disiendo, y no es menester otro testimonio. De una diré porque haz a mi caso, y la cual me descansa y fas contento quantas vezes yo pienso en ella.

Yo soy pecador grabísimo.33 La piadad y misiricordia de Nuestro Señor sienpre que yo he llamado por ellas, me han cobierto todo; cosolaçión suabísima he fallado en hechar todo mi cuydado34 a contenplar su maravilloso conspeto.

Ya dise que para la hesecuçión de la ynpresa de las Yndias no me aprovechó rasón, ni matemática, ny mapamundos; llenamente se cunplió lo que diso Ysayas. Y esto es lo que deseo de escrevir aquí por le redusir a Vuestras Altezas a memoria, y porque se alegren del otro que yo le diré de Jherusalen por las mesmas autoridades, de la qual ynpresa, si fee ay, tengan por muy çierto la vitoria.

Acuérdense Vuestras Altezas de los hevangelios y de tantas promesas que Nuestro Redentor nos fiso, y quán esprimentado está todo. San Pedro, cuando saltó en la mar, andovo sobr’ella en quanto la fee fue firme.35 Quien toviere tanta fee como un grano de paniso, le obedeçerán las montañas;36 quien toviere fee, demande, que todo se le dará;37 pusad y abriros han.38 No deve nadie de temer a tomar qualquiera ynpresa en nonbre de Nuestro Salvador, seyendo justa y con sana yntinçión para su santo serviçio; a santa Catalina socorrió después que vido la prueva d’ella. Acuérdense Vuestras Altezas que con pocos dineros tomaron la ynpresa d’este reyno de Granada. La determinaçión de toda cosa la desó Nuestro Señor a cada uno en su albedrío, bien que a muchos amonesta. Ninguna

Fol. 6

cosa le falta, que sea en el poder de la gente para dársela. ¡O qué Señor tam bueno, que dessea que faga la gente con que le sea él a cargo! De día y de noche y todos momentos le debrían las gentes dar gratias devotíssimas.

Yo dise arriba que quedava mucho por complir de las prophetías, y digo que son cosas grandes en el mundo, y digo que la señal es que Nuestro Señor da priessa en ello: el predicar del Evangelio en tantas tierras de tan poco tiempo acá me lo diçe.39

B. El abad Johachín, calabrés,40 diso que había de salir de España quien havía de redificar la Casa del monte Sión.

A. El cardenal Pedro de Ayliaco mucho escrive del fin de la seta de Mahoma, y del avenimiento del Antechristo en un tratado que hiso De concordia astronomie, veritatis & narrationis historice,41 en el qual recita el dicho de muchos astrónomos sobre las diez reboluciones de Saturno, y en espeçial en el fin del dicho libro en los nueve postreros capítulos.

Fol. 6 vuelto
+

Salmo 2[:6-8]42

Yo mismo he ungido a mi rey
Sobre Sión, mi santo monte.
Yo publicaré el decreto;
Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú;
Yo te he engendrado hoy.
Pídeme, y te daré por herencia las naciones,
Y como posesión tuya los confines de la tierra. &c.

Salmo 5[:7]

Mas yo . . . entraré en tu casa;
En tu santo templo me postraré, lleno de tu temor. &c.

Salmo 8[:1]

¡Oh Jehová, Señor nuestro,
Cuán glorioso es tu nombre en toda la tierra! &c.

Salmo 9[:5, 11, 13-15, 17, 19, 20; Salmo 10:16]

Reprendiste a las naciones, destruiste al malo,
Borraste el nombre de ellos eternamente y para siempre. &c.
Cantad a Jehová que habita Sión;
Publicad entre los pueblos sus hazañas. &c.
Ten misericordia de mí, Jehová;
Mira mi aflicción que padezco a causa de los que me aborrecen,
Levántame de las puertas de la muerte,
Para que proclame yo todas tus alabanzas
En las puertas de la hija de Sión,
Gozoso por tu salvación.
Se hundieron las naciones en el hoyo que hicieron; &c.
Los malos serán trasladados al Seol,
Todas las gentes que se olvidan de Dios. &c.
Levántate, oh Jehová; no triunfe el hombre;
Sean juzgadas las naciones delante de ti.
Oh Jehová, infúndeles temor;
Y aprendan las naciones que no son sino hombres. &c.
Jehová es Rey eternamente y para siempre;
De su tierra han sido barridos los gentiles. &c.

Fol. 7
+

Salmo 17 [Salmo 18:43, 44, 49]

Me has hecho cabeza de naciones;
Pueblo que yo no conocía me sirve.
En cuanto me oyen, me obedecen; &c.
Por tanto, yo te confesaré entre las naciones, oh Jehová,
Y cantaré a tu nombre. &c.

Salmo 18 [Salmo 19:1-4]

Los cielos cuentan la gloria de Dios,
Y el firmamento anuncia la obra de sus manos.
Un día comunica el mensaje a otro día,
y una noche a otra noche declara la noticia.
No es un lenguaje de palabras,
ni es oída su voz.
Pero por toda la tierra salió su pregón,
Y hasta el extremo del mundo su lenguaje.

Salmo 19 [Salmo 20:1, 2]

Jehová te oiga en el día de la angustia;
El nombre de Dios de Jacob te defienda.
Te envíe ayuda desde el santuario,
Y desde Sión te sostenga. &c.

Salmo 21 [Salmo 22: 27, 28]

Se acordarán, y se volverán a Jehová todos los confines de la tierra,
Y todas las familias de las naciones adorarán delante de ti.
Porque de Jehová es el reino,
Y él regirá las naciones. &c.

Salmo 23 [Salmo 24:1]

De Jehová es la tierra y cuanto hay en ella. &c.

Salmo 25 [Salmo 26:8]

Jehová, la habitación de tu casa he amado,
Y el lugar de la morada de tu gloria. &c.

Fol. 7 vuelto

Salmo 26 [Salmo 27:4]

Una sola cosa he pedido a Jehová, y la vengo buscando:
Que repose yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida,
Para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo. &c.

Salmo 28 [Salmo 29:9, 10]

En su templo todo proclama su gloria. &c.
Y se sienta Jehová como rey para siempre. &c.

Salmo 32 [Salmo 33:5, 8]

De la misericordia de Jehová está llena la tierra. &c.
Tema a Jehová toda la tierra;
Teman delante de él todos los habitantes del
mundo. &c.

Salmo 42 [Salmo 43:3]

Envía tu luz y tu verdad; éstas me guiarán;
Me conducirán a tu santo monte,
Y a tus moradas. &c.

Salmo 45 [Salmo 46:10]

Estad quietos, y conoced que yo soy Dios;
Seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra.

Salmo 46 [Salmo 47:1-3, 8]

Pueblos todos, batid palmas;
Aclamad a Dios con gritos de júbilo.
Porque Jehová el Altísimo es temible;
Rey grande sobre toda la tierra.
Él someterá a los pueblos debajo de nosotros,
Y a las naciones debajo de nuestros pies. &c.
Reinó Dios sobre las naciones. &c.

Fol. 8

+

Salmo 47 [Salmo 48:1, 2, 8, 10-12]

Grande es Jehová, y digno de ser en gran manera alabado
En la ciudad de nuestro Dios, en su monte santo.
Hermoso por su situación, el gozo de toda la
tierra,
Es el monte de Sión, a los lados del norte,
La ciudad del gran Rey. &c.
Como lo habíamos oído, así lo hemos visto
En la ciudad de Jehová de los ejércitos, en la ciudad de Nuestro Dios; &c.
Conforme a tu nombre, oh Dios,
Así es tu loor hasta los confines de la tierra;
De justicia está llena tu diestra.
Alégrese el monte de Sión; &c.
Andad alrededor de Sión, y rodeadla; al final.

Salmo 49 [Salmo 50: 1, 2]

El Dios de dioses, Jehová, ha hablado, y convocado la tierra,
Desde el nacimiento del sol hasta donde se pone.
Desde Sión, dechado de hermosura,
Dios ha resplandecido.

Salmo 50 [Salmo 51:18]

Haz bien con tu benevolencia a Sión;
Reedifica los muros de Jerusalén. &c.

Salmo 56 [Salmo 57:9-11]

Te alabaré entre los pueblos, oh Señor;
Cantaré de ti entre las gentes.
Porque grande es hasta los cielos tu misericordia,
Y hasta las nubes tu verdad.
¡Álzate, oh Dios, sobre los cielos!
Sobre toda la tierra sea tu gloria.

Salmos 58 [Salmo 59:5, 8, 13]

Levántate para castigar a todos los gentiles; &c.
Te burlarás de todos los gentiles. &c.
Y sépase que Dios gobierna en Jacob,
Hasta los confines de la tierra.

Salmo 64 [Salmo 65:1, 2, 4, 5]

A ti es debida la alabanza en Sión, oh Dios,
Y a ti se cumplirán los votos [en Jerusalén].
Tú oyes la oración;
A ti vendrá toda carne. &c.
Bienaventurado el que tú escoges y atraes a ti,
Para que habite en tus atrios;
Seremos saciados del bien de tu casa,
De la santidad de tu templo.
Con portentos de justicia nos respondes,
Oh Dios de nuestra salvación,
Esperanza de todos los términos de la tierra,
Y de los más remotos confines del mar. &c.

Fol. 8 vuelto

+

Del libro

Salmo 65 [Salmo 66:1, 2, 4, 7, 8, 13, 14]

Aclamad a Dios con alegría, toda la tierra.
Cantad la gloria de su nombre;
Dadle gloria en la alabanza. &c.
Toda la tierra te adorará,
Y cantará a ti;
Salmodiarán a tu nombre. &c.
Sus ojos atalayan sobre las naciones; &c.
Bendecid, pueblos, a nuestro Dios,
Y haced oír la voz de su alabanza.
Entraré en tu casa con holocaustos;
Te cumpliré mis votos,
Los que pronunciaron mis labios
Y profirió mi boca, cuando estaba angustiado. &c.

Salmo 66 [Salmo 67:3, 4]

Te alaben los pueblos, oh Dios;
Todos los pueblos te alaben.
Alégrense y gócense las naciones,
Porque juzgas los pueblos con equidad,
Y pastoreas las naciones de la tierra. &c.

Salmo 67 [Salmo 68: 29]

Por razón de tu templo en Jerusalén
Los reyes te ofrecerán dones.

Salmo 68 [Salmo 69:9, 35]

Porque me devora el celo de tu casa;
Y los denuestos de los que te insultaban cayeron sobre mí. &c.
Porque Dios salvará a Sión, y reedificará las ciudades de Judá. &c.

Salmo 71 [Salmo 72:10, 11, 17, 19]

Los reyes de Tarsis y de las costas traerán
presentes;
Los reyes de Sabá y de Seba ofrecerán dones.
Todos los reyes se postrarán delante de él;
Todas las naciones le servirán. &c.
Será su nombre para siempre. &c.
Todas las naciones lo llamarán bienaventurado. &c.
Y toda la tierra sea llena de su gloria. &c.

Salmo 73 [Salmo 74:2, 7, 12]

Acuérdate de tu congregación, la que adquiriste desde tiempos antiguos,
La que redimiste para hacerla la tribu de tu
herencia;
Este monte de Sión, donde has habitado. &c.
Han prendido fuego a tu santuario,
Han profanado el tabernáculo de tu nombre, echándolo a tierra. &c.
Pero Dios es mi rey desde tiempo antiguo;
El que obra salvación en medio de la tierra.

Fol. 9

De los Salmos

Salmo 75 [Salmo 76: 1, 2]

Dios es conocido en Judá;
En Israel es grande su nombre.
En Salem está su tabernáculo,
Y su habitación en Sión. &c.

Salmo 78 [Salmo 79:1]

Oh Dios, los gentiles han invadido tu heredad;
Han profanado tu santo templo;
Redujeron a Jerusalén a escombros. &c.

Salmo 81 [Salmo 82:8]

Levántate, oh Dios, juzga la tierra;
Porque tú eres el dueño de todas las naciones.

Salmo 83 [Salmo 84: 1, 2, 7]

¡Cuan amables son tus moradas, oh Jehová de los ejércitos!
Anhela mi alma y aun ardientemente desea los atrios de Jehová; &c.
Irán de fortaleza en fortaleza;
Verán a Dios en Sión.

Salmo 85 [Salmo 86:8-10]

Oh Señor, ninguno hay como tú entre los dioses,
Ni obras que igualen tus obras.
Todas las naciones que hiciste vendrán y adorarán delante de ti, Señor,
Y glorificarán tu nombre.
Porque tú eres grande, y hacedor de maravillas;
Sólo tú eres Dios. &c.

Salmo 86 [Salmo 87:1-3]

Su cimiento está en el monte santo.
Ama Jehová las puertas de Sión
Más que todas las moradas de Jacob.
Cosas gloriosas se han dicho de ti,
Ciudad de Dios. &c.

Salmo 88 [Salmo 89:1, 5, 19, 20]

Las misericordias de Jehová cantaré perpetuamente. &c.
Celebrarán los cielos tus maravillas, oh Jehová,
Y la asamblea de tus santos ángeles, tu verdad. &c.
Entonces hablaste en visión a tus santos, &c.
Hallé a David mi siervo. &c. al final.

Fol. 9 vuelto

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Salmo 91 [Salmo 92:1, 13-15]

Bueno es alabarte, oh Jehová,
Y cantar salmos a tu nombre, oh Altísimo. &c.
Plantados en la casa de Jehová,
En los atrios de nuestro Dios florecerán.
Aun en la vejez fructificarán;
Estarán vigorosos y lozanos,
Para anunciar… &c.

Salmo 92 [Salmo 93:1,5]

Jehová reina; se vistió de majestad;
Jehová se vistió, se ciñó de poder. &c.
Tus testimonios son muy fidedignos;
La santidad es propia de tu casa,
Oh Jehová, por los siglos y para siempre.

Salmo 95 [Salmo 96:1, 3-5, 7-10]

Cantad a Jehová cántico nuevo;
Cantad a Jehová toda la tierra. &c.
Proclamad entre las naciones su gloria,
En todos los pueblos sus maravillas.
Porque grande es Jehová, y digno de suprema alabanza;
Temible sobre todos los dioses.
Porque todos los dioses de los pueblos son meras figuras;
Pero Jehová hizo los cielos. &c.
Tributad a Jehová, oh familias de los pueblos,
Tributad a Jehová la gloria y el poder.
Dad a Jehová la honra debida a su nombre;
Traed ofrendas, y venid a sus atrios.
Adorad a Jehová en la hermosura de la santidad;
Tema delante de él toda la tierra.
Decid entre las naciones: Jehová reina. &c. al final.

Salmo 96 [Salmo 97:1, 6-8]

Jehová reina; regocíjese la tierra,
Alégrense las muchas islas. &c.
Los cielos anuncian su justicia,
Y todos los pueblos ven su gloria.
Avergüéncense todos los que sirven a las imágenes de talla,
Los que se glorían en los ídolos.
Póstrense a él todos los dioses.
Lo oye Sión, y se alegra. &c. al final.

Salmo 97 [Salmo 98:2]

Jehová ha hecho notoria su salvación;
A vista de la naciones ha descubierto su justicia.

Fol. 10

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Salmo 98 [Salmo 99:1, 2, 9]

Jehová reina; tiemblan los pueblos.
Él está sentado sobre los querubines, estremézcase la tierra.
Jehová es grande en Sión,
Y encumbrado sobre todos los pueblos. &c.
Exaltad a Jehová nuestro Dios,
Y postraos ante su santo monte,
Porque Jehová nuestro Dios es santo. &c.

Salmo 99 [Salmo 100:1]

Cantad alegres a Dios, habitantes de toda la tierra. &c.

Salmo 101 [Salmo 102:13, 15, 16, 21]

Te levantarás y tendrás misericordia de Sión,
Porque es tiempo de tener misericordia de ella, porque el plazo ha llegado. &c.
Entonces las naciones temerán el nombre de Jehová,
Y todos los reyes de la tierra tu gloria;
Por cuanto Jehová habrá edificado a Sión,
Y en su gloria será manifestado; &c.
Para pregonar en Sión el nombre de Jehová,
Y su alabanza en Jerusalén. &c. al final.

Salmo 104 [Salmo 105:1, 7]

Alabad a Jehová, invocad su nombre;
Dad a conocer sus obras en los pueblos. &c.
Él es Jehová nuestro Dios;
En toda la tierra están sus juicios.

Salmo 105 [Salmo 106:1, 47]

Alabad a Jehová, porque él es bueno;
Porque para siempre es su misericordia. &c.
Sálvanos, Jehová Dios nuestro,
Y recógenos de entre las naciones,
Para que alabemos tu santo nombre,
Para que nos gloriemos en tus alabanzas. &c.

Salmo 107 [Salmo 108:3-7]

Te alabaré, oh Jehová, entre los pueblos;
A ti cantaré salmos entre las naciones.
Porque más grande que los cielos es tu
misericordia,
Y hasta los cielos tu verdad.
Exaltado seas sobre los cielos, oh Dios,
Y sobre toda la tierra sea enaltecida tu gloria.
Para que sean librados tus amados,
Salva con tu diestra y respóndeme.
Dios ha dicho en su santuario. &c.

Fol. 10 vuelto

Salmo 112 [Salmo 113:2-4]

Sea el nombre de Jehová bendito
Desde ahora y para siempre.
Desde el nacimiento del sol hasta donde se pone,
Sea alabado el nombre de Jehová.
Excelso sobre todas las naciones es Jehová. &c.

Salmo 113 [Salmo 115:1-5]

No a nosotros, oh Jehová, no a nosotros,
Sino a tu nombre da gloria,
Por tu misericordia, por tu verdad.
¿Por qué han de decir las gentes:
Dónde está ahora su Dios?
Nuestro Dios está en los cielos;
Todo lo que quiso ha hecho.
Los ídolos de ellos son plata y oro,
Obra de manos de hombres.
Tienen boca, mas no hablan;
Tienen ojos, mas no ven. &c.

Salmo 115 [Salmo 116:16-19]

Tú sueltas mis ligaduras.
Te ofreceré sacrificio de alabanza,
E invocaré el nombre de Jehová.
A Jehová cumpliré ahora mis votos
Delante de todo su pueblo,
En los atrios de la casa de Jehová,
En medio de ti, oh Jerusalén.

Salmo 116 [Salmo 117:1, 2]

Alabad a Jehová, naciones todas;
Pueblos todos, alabadle.
Porque ha prevalecido su misericordia sobre
nosotros,
Y la fidelidad de Jehová es para siempre.

Salmo 121 [Salmo 122:1, 2]

Yo me alegré cuando me dijeron:
A la casa de Jehová iremos.
Y ahora ya se posan nuestros pies
Dentro de tus puertas, oh Jerusalén. &c.

Salmo 125 [Salmo 126:1, 2]

Cuando Jehová hizo volver la cautividad de Sión,
Estábamos como los que sueñan.
Entonces nuestra boca se llenó de risa,
Y nuestra lengua de alabanza;
Entonces se decía entre las naciones:
Grandes cosas ha hecho Jehová con éstos. &c.

Fol. 11

Salmo 127 [Salmo 128:1, 5, 6]

Bienaventurado todo aquel que teme a Jehová,
Y anda en sus caminos. &c.
Bendígate Jehová desde Sión,
Que veas la prosperidad de Jerusalén todos los días de tu vida,
Y veas a los hijos de tus hijos.
¡Paz sobre Israel!

Salmo 128 [Salmo 129:4, 5]

Jehová es justo;
Cortó las coyundas de los impíos.
Serán avergonzados y retrocederán
Todos lo aborrecen a Sión. &c.

Salmo 131 [Salmo 132:1, 6, 7, 12, 13]

Tenle en cuenta, oh Jehová, a David,
Todos sus desvelos. &c.
He aquí oímos que está en Efrata;
La hallamos en los Campos del Bosque.
Entremos en su tabernáculo;
Postrémonos ante el estrado de sus pies. &c.
Sus hijos también se sentarán sobre tu trono para siempre.
Porque Jehová ha elegido a Sión;
La quiso por habitación para sí. &c.

Salmo 133 [Salmo 134:1-3]

Mirad, bendecid a Jehová,
Vosotros todos los siervos de Jehová,
Los que en la casa de Jehová estáis por las noches.
Alzad vuestras manos al santuario,
Y bendecid a Jehová.
Desde Sión te bendiga Jehová,
El cual ha hecho los cielos y la tierra.

Salmo 134 [Salmo 135:1, 2, 21]

Alabad el nombre de Jehová;
Alabadle, siervos de Jehová;
Los que estáis en la casa de Jehová,
En los atrios de la casa de nuestro Dios. &c.
Desde Sión sea bendecido, Jehová,
El que habita en Jerusalén. &c.

Salmo 135 [Salmo 136:1-3]

Alabad a Jehová, porque él es bueno. &c.
Alabad al Dios de los dioses. &c.
Alabad al Señor de los señores. &c. al final.

Fol. 11 vuelto

Salmo 137 [Salmo 138:1, 2, 4]

Delante de los dioses te cantaré salmos.
Me postraré hacia tu santo templo,
Y alabaré tu nombre. &c.
Te alabarán, oh Jehová, todos los reyes de la tierra,
Cuando hayan oído los oráculos de tu boca. &c.

Salmo 144 [Salmo 145:10-13]

Te alaben, oh Jehová, todas tus obras,
Y tus santos te bendigan.
La gloria de tu reino divulguen,
Y hablen de tu poder.
Para hacer saber a los hijos de los hombres tus poderosos hechos,
Y la gloria de la magnificencia de tu reino.
Tu reino es un reino de todos los siglos,
Y tu señorío, por todas las generaciones. &c.

Salmo 145 [Salmo 146:1, 2, 10]

Alaba, oh alma mía, a Jehová.
Alabaré a Jehová en mi vida;
Cantaré salmos a mi Dios mientras viva. &c.
Reinará Jehová para siempre;
Tu Dios, oh Sión, de generación en generación.

Salmo 147[:12]

Alaba a Jehová, Jerusalén;
Alaba a tu Dios, oh Sión. &c. al final.

Salmo 148[:1, 11-13]

Alabad a Jehová desde los cielos. &c.
Los reyes de la tierra y todos los pueblos,
Los príncipes y todos los jueces de la tierra;
Los jóvenes y también las doncellas,
Los ancianos y los niños.
Alaben el nombre de Jehová.
Porque sólo su nombre es sublime. &c.

Salmo 149[:1, 2]

Cantad a Jehová un cántico nuevo. &c.
Los hijos de Sión se gocen en su Rey. &c.



Salmo 150[:6]

Todo lo que respira alabe a JAH. Amén.

Fol. 12

+

Oración de Salomón: Eclesiástico 36

Ten piedad, Señor, del pueblo llamado con tu nombre, de Israel, a quien igualaste con el primogénito. Ten compasión de tu santa ciudad, de Jerusalén, lugar de tu reposo. Llena a Sión de tu alabanza, y de tu gloria tu santuario. Da testimonio a tus primeras criaturas, mantén las profecías dichas en tu nombre. Da su recompensa a los que te aguardan, y que tus profetas queden acreditados. Escucha, Señor, la súplica de tus siervos, según la bendición de Aarón sobre tu pueblo (y dirígenos por la senda de la justicia). Y que todos los de la tierra reconozcan que tú eres el Señor, el Dios eterno.43

Haré semejante a éste mi siervo
al sabio varón sagaz y prudente,
que funda y ordena por modo excelente.

Fol. 12 vto.

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Isidoro [de Sevilla], Etimologías, Libro 7,
Capítulo 8

Los géneros de profecías son siete. El primer género es la mente en estado extático, como en el caso de Pedro cuando le sobrevino un éxtasis y vio descender del cielo un vaso con varios animales.44 El segundo género es la visión, como en el caso de Isaías que dice: «Vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime».45 El tercer géne-ro es el sueño, como en el caso de Jacob cuando en un sueño vio una escalera que estaba apoyada en el cielo.46 El cuarto género es mediante una nube, como en el caso de Dios que habló a Moisés y a Job después de sus su-frimientos. El quinto género es la voz del cielo, como la que habló a Abraham, diciendo: «No extiendas tu mano sobre el muchacho»;47 y la voz que le dijo a Saulo en el camino: «Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?»48 El sexto género es por medio de la parábola, como en el ca-so de Salomón en los Proverbios, y Balaam, cuando fue llamado por Balac. El séptimo género es la plenitud del Espíritu Santo, como en el caso de la mayoría de los profetas.

Sigue

Algunos dijeron que son tres los géneros de la visión profética: uno según los ojos del cuerpo, &c.; otro según el espíritu, por el que se forma una imagen de las cosas que sentimos por medio del cuerpo, &c.; el tercer género de visión no involucra los sentidos corporales ni aquella parte del alma con la que se captan las imágenes de las cosas corporales, sino más bien la intuición de la mente con la que se percibe la verdad. &c. en el mismo lugar.

Fol. 13

+

Rabí Samuel,49 &c.

En una epístola, o carta trasladada de arávigo en rromançe, la qual embió el rrabí Samuel de Israel, natural de la çibdad de Fis, a maestre Ysaach, rrabbí de la synagoga de Marrucos &c., los quales después fueron buenos y fieles christianos.

Capítulo 16

Señor myo maestro. Como nos entre nos, et yo entre my leo, & nos leemos que so & que somos fijos de Jacob patriarcha, mucho he pavor que sea complido en nos aquello, que es dicho por la boca de Ysaías en el capítulo XXX: «Matar te ha Dios, o Israel, et llamará sus siervos por otro nombre».50 Temor he, señor, que aquellos siervos son los gentiles, a los quales deve ser puesto aquel nombre, segund que diçe Moysén: «Serán los gentiles a la cabeça, et el pueblo incrédulo a la cola»;51 segund que nos somos, ya son más de mill años. Aun de los gentiles diçe Hieremías en el capítulo VI: «Fenchir se ha la tierra de Dios, & sobrará asy como la agua del mar».52 Et d’ellos diçe Salomón en el 3 libro de los Rreyes en el capítulo XLVIII en la su oratión assy: «Señor Dios, quando veniere el avenediso, et el de tierra agena a la sancta Casa tuya, et llamare ay el tu sancto nombre muy bendito, oyr lo has, Señor myo, porque todas las cosas aprendan te-mer el tu nombre, assy como el tu pueblo de Ysrael».53 ¿Pues, señor myo, en qué nos gloriamos, & porqué menospretiamos los gentiles, pues que Salomón los façe partiçipantes del temor del Señor, & de la Casa sancta suya, et por ventura Dios nos desechó a nos de aquella su sancta Casa, assy como nos dixo? Et aun d’estos gentiles dise Moysén en el IIII libro de la ley: «Esto dise el Señor: fenchir se ha todo la tierra de la gloria del Señor»;54 & d’ellos dise David en el psalmo XXI: «Ante ti vernán, et convertir se han al Señor todos los fines de la tierra».55 Esso mismo diçe Isaías en el capítulo 55: «O Casa sancta, vino la tu lumbre, & la gloria del Señor sobre ti es nasçida; andarán las gentes en la tu lumbre».56 Señor myo, ¿quién son

Fol. 13 vuelto
+

los que venieron a la Casa del Señor, sy non las gentes estrañas, que erravan al Señor, adorando los ydolos? Et non solamente las gentes, mas aun los príncipes d’ellos, et de los quales dixo que andarían en la lumbre de la sancta Casa, nos andamos errados d’ella ya son más de mill año[s]. Otrosy diçe este mesmo Isaías en el capítulo LXV: «Cata que la gente, que non sabías, llamarás, et las nationes, que te non cognosçieron, vernán a ti»;57 segund que de fecho paresçe, son ya más de mill años; ca el Christo, que fué embiado, seguía la ley, que nos fué da-da, vino a las gentes, que ley non supieron, et advenieron, & él les dió ley nueva, & pura, & sancta; & por esto diçe Isayas en el capítulo XLII: «Concordaron las gentes & los rreyes d’ellas, & aiuntáronse en la Casa del Señor», & non tiene assy este passo la nuestra transladitión. Et aun, señor myo, temo que [de] aquellos fué dicho lo que se lee en este mesmo capítulo, que diçe: «Adiuntadvos, & venid todos los de los gentiles, que fuestes salvos por Dios».58 Et d’ellos diçe otra ves Isaías en el capítulo LXIIII: «Buscaron a my los que preguntavan por my, & falláro[n]me los que me buscavan».59 Et más diçe Hieremías en el capítulo III: «Aiuntarse an todas las gentes en el nombre del Señor en la Casa sancta, & non andarán más en la maldad de sus corazones».60 Et diçe más Hieremías en el capítulo XVI: «Ahé Dios, Señor myo, et Dios myo, a ti vernán todos desde de los postrimeros fines de la tierra, et dirán: non heredaron los nuestros padres, sy non mentira & maldad»61 & aun d’estos mesmos gentiles diçe Sophonías propheta en el capítulo III: «Otorgado es que las gentes que fablen en el nombre del Señor & que lo sirvan en ombro uno, & que lo sirva todo omen en su lugar, & todas las yslas de la tierra».62 Esso mismo dixo Zacharías propheta en el capítulo II: «Allégrate, Casa de Syón, que yo verné a ti, et moraré en medio de ti. En aquel día de allegarán a Dios las gentes en su muchedumbre».63

Fol. 14

+

Diçe aun este mesmo propheta en el capítulo 8: «Esto dise el Señor de las huestes: Vernán gentes muchas de muchos lugares, & dirá el varón a su veçino: vamos, & busquemos al Señor en bien».64 Et, my señor, estas prophetías complidas son, & cómplense oy a los nuestros ojos; ca, señor, claramente vees como todos los pueblos et todas las lenguas leen los libros de la ley de & los prophetas, et el Psalterio, & desechados ya los ydolos, en que ni[n]guno d’ellos cree por la doctrina de Moysén y de Aaón, que creieron aquel Justo, del qual dice el propheta Abacuch en el capítulo 3: «Saliste, Señor, en salud del tu pueblo con el tu Christo».65

Idem Rabí Samuel, Capítulo 17

Temo, mi señor, que Dios vençedor vivificó et dió vida a estas gentes por la su fe, & él nos mató a nos con la incredulidat & dureza, segund qu’él dise por la boca de Isaías en el capítulo LXV; onde dise assy: «Esto dise el Señor: ¿porqué vos llamé, & non me rrespondistes? Los mys siervos comerán, & vos fambrearedes; catad, que los mys siervos veverán, & vos peresceredes de sed; los mys siervos se alegrarán en alegría de coraçón, & vos seredes confundidos en amargura de vuestro coraçón. Et matar te ha Dios, o Israel, & llamará sus siervos por otro nombre, en el qual nombre bendiçirá aquel Dios, que es bendicho sobre la tierra. Amén».66 Et nos veemos las rredemptiones d’este nombre bendicho de Dios sobre la fas de la tierra, & veemos que a nos derramó en captiverio por todo el mundo, & por las quatro partes d’él, ya son más de mill años. Et claramente paresçe en nos el rrostro de la ira de Dios, non para castigar, mas para destruir. El aqueste es el matamiento, con el qaul amenasó Dios que nos ma-taría. Et aquestas gentes, las quales Dios llama syervos suyos, rreçebieron ya lo que Dios prometió en la ley, ante de la muerte del nuestro primero hombre, segund la orden de las palabras, que son dichas por Isaías. El la fambre la sed, que nos padesçemos, non es de pan, mas es de las orationes, que es sequedad de las nuestras ánimas, & fambre

Fol. 14 vuelto

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de la palabra de Dios, segund que dixo el propheta Amós en el capítulo VI.67 Et tú, señor myo, sabes esta cosa más larga & claramente que yo.

Idem Rabí Samuel, Capítulo 18

Pavor he yo, señor mío maestro, que aquestas gentes han & ovieron mill años de vida después que fué muerto Israel. Las quales gentes non havían cosa de bien antes que creyesen en Dios, & en su Christo, & ellas nos fiçieron ser aquellas bestias, de las quales diçe el propheta Abacuch que non han cabdillo.68 Et aquestas gentes, después que fueron alimpiadas por la fe, han sus ayunos, & sus fiestas, & sus cerimonias de la ley nueva, & aun más todas aquellas cosas, que son contenidas en la ley vieja, quanto pertenesçe a limpiesa. Et vees, señor, como en todo lenguaje, & en todo rincón, & en todo lugar, & en oriente, & en occidente las gentes confiessan el nombre del Señor. Et non creyeron en él por Moysén, ny por alguno de los prophetas, como quier que sean studiosos en la ley, & en los libros de los prophetas, mas Dios los llamó por los discípulos del Justo, el qual salió con Dios en salud d’ellos, segund que dise Dios por la boca del propheta Abacuch.69 Aquestos discípulos de aqueste Justo fueron fijos nuestros, & de los fijos de Ysrael, los quales en otro nombre son llamados apóstolos. Et mucho me temo, señor, que aquestos son aquellos, los quales dise Dios por la boca de David en el psalmo XVIII: «En toda la tierra salió el sonido d’ellos, & en los postrimeros fines de la tierra fueron espasidas sus palabras».70 Et porque el propheta demuestra que d’estos fabló & non de nos, por tanto diçe más adelante que non será lengua, ny palabra, que non oya las voçes d’ellos. Enpero, esto non se puede complir en nuestra lengua hebraica. Ca ni[n]gunas gentes non obedesçieron a nuestros padres Moysén, Aarón, & a los otros, antes los mataron & dessecharon de sy. Enpero, las gentes saben oy a Moysén & a los prophetas, & cognoscen a Dios, & façen ley nueva, segu[n]d que los apóstolos los enseñaron &c.

Fol. 15

De San Agustín Capítulo XXVI
de los Soliloquios

Recuerda tu antigua misericordia, por la que desde el principio nos… &c. Hay que inquirir [estas cosas].

Fol. 15 vuelto

De San Agustín Soliloquios,
Capítulo XXVI

Antes que me formaras en el vientre me conociste, y antes que naciera me preordinaste conforme al beneplácito de tu voluntad,71 tales [profecías] como fueron escritas acerca de mí en tu libro según el secreto de tu consejo, &c.
Prevalecerá el Señor contra ellos y exterminará todos los dioses de las gentes de la tierra. Todos los habitantes de las islas de los gentiles le adorarán, cada uno en su lugar. Pero los que fueron adorados en los templos de los gentiles no creían que estas cosas hubieran de acontecer. De la divinación de los demonios.
De nuevo repite en el mismo libro: Prevalecerá el Señor contra ellos y exterminará todos los dioses de las gentes de la tierra. Todos los habitantes de las islas de los gentiles le adorarán, cada uno de su lugar. Esto no se refiere sólo a las islas, sino también a todas las gentes, y asimismo a todas las islas de los gentiles, ya que en otro lugar nombra no sólo las islas, sino también todo el orbe de la tierra, diciendo: «Se acordarán, y se volverán a Jehová todos los confines de la tierra, y todas las familias de las naciones adorarán delante de él; porque de Jehová es el reino, y él regirá las naciones».72
Y de nuevo en el mismo libro: «Yo publicaré el decreto; Jehová me ha dicho: mi hijo eres tú; yo te he engendrado hoy. Pídeme, y te daré por herencia las naciones, y como posesión tuya los confines de la tierra».73 Y con estos y otros semejantes documentos proféticos se demuestra lo que fue predicho y

Fol. 16

vemos que habría de ser cumplido por Cristo, como Dios de Israel, a quien profesamos como verdadero Dios, adorado no sólo en el pueblo que es llamado Israel, sino también adorado entre todas las gentes; y vemos que to-dos los dioses falsos de los gentiles han sido arrojados de sus templos y de los corazones de los que les daban culto.
Repite en el mismo libro: «Escuchadme, los que conocéis justicia, el pueblo en cuyo corazón está mi ley. No temáis afrenta de hombre, ni desmayéis por sus ultrajes. Porque como a vestidura se los comerá la polilla, como a lana se los comerá el gusano; pero mi justicia permanecerá perpetuamente».74

En el Libro de las Confesiones, 9

Entonces él [San Ambrosio] me dirigió al profeta Isaías, creo, porque entre los demás profetas éste es el que anuncia con mayor claridad el evangelio y la vocación de los gentiles.

En el mismo Libro, 12

Háblame verazmente dentro de mi corazón, porque tú eres el que así habla; y [en cuanto a los que han negado la verdad divina] los dejaré fuera soplando en el polvo y levantando tierra contra sus ojos. Y entraré en mi habitación y te cantaré cánticos de amor, gemiendo con gemidos inenarrables en mi peregrinación, acordándome de Jerusalén, mi patria, Jerusalén, mi madre, y de ti reinando sobre ella, su ilustrador, su padre, su tutor, su marido, sus castas y fuertes delicias, y sólido gozo, y todos

Fol. 16 vuelto

los bienes inefables, todos a la vez; porque tú eres el único, el sumo y verdadero bien. No me apartaré hasta que, en la paz de aquella madre queridísima, Jerusalén, donde ya están las primicias de mi espíritu y de donde me viene la certeza de estas cosas, me recojas cuanto soy de esta dispersión y deformidad, y me conformes y confirmes eternamente, oh Dios mío, misericordia mía.

En el mismo Libro, 13

Igualmente [a los que ministran la doctrina espiritual] se les deben [los frutos] como a las aves, por sus bendiciones que se multiplican sobre toda la tierra, ya que «por toda la tierra sale su pregón».75 Se alimentan de estas comidas aquellos que se gozan en ellas; mas no se gozan en ellas aquellos «cuyo dios es el vientre»,76 porque tampoco en aquellos que dan estas cosas, es el fruto lo que dan, sino el espíritu con que lo dan.

De la Doctrina cristiana, Libro 2

Pero cualesquiera que sean llamados por los hombres, siguen siendo astros que Dios ha creado y ordenado conforme a su voluntad. Tienen un movimiento determinado, por medio del cual se distinguen y varían los tiempos. Es fácil notar, cuando alguien nace, el estado de ese movimiento, mediante el empleo de reglas inventadas y escritas por aquellos, a quienes la Sagrada Escritura condena, diciendo: «Pues si llegaron a adquirir tanta ciencia que les capacitó para indagar el mundo, ¿cómo no llegaron primero a descubrir a su Señor?»77

Fol. 17

En el mismo Libro, 3

Es fácil, repito, entender que esto se refiere a esa casa de Israel, de la cual dice el Apóstol [San Pablo]: «Mirad a Israel según la carne»,78 porque todas estas cosas el pueblo de Israel según la carne hizo y padeció. Se entiende que las otras que siguen también convienen al mismo pueblo. Pero cuando el texto comienza a decir: «Y santificaré mi gran nombre, profanado entre las naciones, el cual profanasteis vosotros en medio de ellas; y sabrán las naciones que yo soy Jehová»,79 ya debe atender el lector cómo de la especie se pasa al género. Sigue el texto que dice: «Cuando yo sea santificado en vosotros delante de sus ojos, yo os tomaré de entre las naciones, y os recogeré de todas las tierras, y os traeré a vuestro país. Esparciré sobre vosotros agua limpia, y quedaréis limpios; de todas vuestras inmundicias y de todos vuestros ídolos os limpiaré. Os daré también un corazón nuevo, y pondré un espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis ordenanzas, y las pongáis por obra. Habitaréis en la tierra que di a vuestros padres, y vosotros me seréis por pueblo, y yo seré a vosotros por Dios. Y os libraré de todas vuestras inmundicias».80 Todo esto se profetizó del nuevo testamento, al cual no sólo pertenece el remanente de aquel pueblo, del que

Fol. 17 vuelto

se escribió en otro lugar: «Aunque el número de los hijos de Israel sea como la arena del mar, tan sólo el remanente será salvo»;81 sino también las demás naciones que fueron prometidas a sus padres, los cuales también son nuestros. Quien considere esto no dudará que aquí se prometió aquel lavamiento de la regeneración, el cual vemos ahora concedido a todas las naciones. Y lo que dice el Apóstol al recomendar la gracia del nuevo testamento, destacan-do su superioridad en comparación con la del antiguo: «Vosotros sois nuestra carta, escrita no con tinta, sino en tablas de carne del corazón»,82 lo que se refiere patentemente a otro texto del profeta que dice: «Os daré también un corazón nuevo, y pondré un espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne».83 Efectivamente, la expresión del profeta «corazón de carne», que dio origen a la del Apóstol «tablas de carne del corazón», tiene intención de distinguir el corazón de piedra de la vida sensitiva, y por la vida sensitiva significa la vida intelectiva. Así pues se hace el Israel espiritual, no de una sola nación sino de todas aquellas naciones que fueron prometidas a sus padres en su simiente profetizada, que es Cristo. Por tanto se distingue este Israel espiritual de aquel Israel carnal hecho una nación por medio de la novedad de la gracia en vez de la nobleza de la patria, por medio del conocimiento en vez de la raza. Pero el profeta, bajo la inspiración divina, al hablar de aquel o a aquel viejo Israel, pasa imperceptiblemente a este nue-vo Israel, sin indicar la transición; y al hablar de éste o a éste,

Fol. 18

parece que sigue hablando de aquél o a aquél. Esto no tiene intención hostil y envidiosa de hacer difícil nuestro entendimiento de la Escritura, sino de proveer un ejerci-cio medicinal para nuestro corazón. Por tanto debemos interpretar el texto, «Os traeré a vuestro país», y el que poco después parece repetirse, «Habitaréis en la tierra que di a vuestros padres»,84 no de una manera carnal como el Israel carnal, sino de una manera espiritual como el Israel espiritual. Pues la Iglesia sin mancha ni arruga, congregada de todas las naciones y que ha de reinar eternamente con Cristo, es la tierra de los bienaventurados y los vivientes; y se debe entender que la Iglesia fue dada a los padres cuando les fue prometida por la infalible e inmutable voluntad de Dios; pues por la misma firmeza de la promesa y predestinación ya fue dada, la que se creía que a su tiempo había de dárseles a los patriarcas. Asimismo el Apóstol, escribiendo a Timoteo acerca de la gracia que es dada a los santos, dice: «No conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos eternos, pe-ro que ahora ha sido manifestada mediante la aparición de nuestro Salvador Jesucristo».85 Dice que la gracia fue dada cuando aún no existían aquellos a quienes se había de dar, porque en la disposición y predestinación de Dios, ya fue hecho lo que debía hacerse en su tiempo, el cual, según dice, «ha sido manifestado». Aunque esto pueda entenderse también de la tierra del siglo futuro, cuando habrá un cielo nuevo

Fol. 18 vuelto

y una tierra nueva, en la que no podrán habitar los injustos. Y por eso con razón se les dice a los píos que ésta es la tierra de ellos, ya que ninguna parte será de los impíos, porque la misma fue dada de modo semejante cuando se prometió que se había de dar.

En el Libro 1, Del consenso de los evangelistas, Capítulos 26, 28, 29, 30, 31, 32, 33,
34, 35, 36, 37, 38

(En el margen izquierdo) La India está en el extremo de la tierra, en el oriente, y España con Etiopía en el occidente; en medio está el mar Océano. Ya los indios vienen y destruyen los ídolos.) En todos los capítulos ya citados dijo muchas cosas de los judíos y de las cosas que habían de suceder; de las que no he escrito por su prolijidad; sin embargo traeré aquí algunas a la memoria.
En el capítulo 29: Pues no en los tiempos cristianos, sino antes fue predicho lo que se cumple en los cristianos. Los mismos judíos que han permanecido enemigos del nombre de Cristo, cuya perfidia futura no fue excluida en sus escritos proféticos, tienen y leen al profeta que dice: «Oh, Jehová, fortaleza mía y fuerza mía, y refugio mío en el tiempo de la aflicción, a ti vendrán naciones desde los extremos de la tierra, y dirán: Ciertamente mentira fue la herencia de nuestros padres; vanidad y cosas sin provecho».86 He aquí que ahora las gentes vienen a Cristo desde los extremos de la tierra, diciendo esas cosas y fracturando sus imágenes. Asimismo cuán gran cosa que Dios ha ejecutado por su Iglesia difundida por todas partes, a saber, que el pueblo judío debelado y disperso con razón, por todas las tierras,

Fol. 19

y para que no se supusiera que estas cosas fueron compuestas por nosotros, lleva por todas partes los libros de nuestros profetas, y por eso el enemigo de nuestra fe ha sido hecho testigo a nuestra verdad. ¿Cómo pueden decir, discutiendo tontamente como necios, que los discípulos de Cristo enseñaron lo que no aprendieron de Cristo, puesto que han destruido la superstición de los dioses gentiles y de sus imágenes? ¿Acaso puede decirse que los discípulos de Cristo fingieron esas profecías que ahora se leen en los libros de los enemigos de Cristo? ¿Quién ha derrocado esto, sino el Dios de Israel? Fue dicho a este mismo pueblo por medio de las voces divinas que hablaron a Moisés: «Oye, Israel: Jehová es nuestro Dios, Jehová uno es».87 «No te harás imagen ni ninguna semejanza de lo que hay arriba en el cielo, ni abajo en la tierra».88 Y a fin de que destruyera aquellas cosas al recibir poder para ello, fue dado este mandamiento: «No te inclinarás a sus dioses, ni los servirás, ni harás como ellos hacen; antes los destruirás del todo, y quebrarás totalmente sus estatuas».89
En el capítulo 30: Quién dirá que Cristo y los cristianos no pertenecen a Israel, siendo Israel el nieto de Abraham, a quien primero y después a su hijo Isaac, y después al mismo Israel, su hijo, fue dicho lo que ya he mencionado: «Todas las naciones de la tierra serán benditas en tu simiente»,90 lo cual vemos que ya fue cumplido en Cristo puesto que de esa descendencia nació aquella Virgen, de quien cantó un profeta del pueblo de Israel y del Dios de Israel, diciendo: «He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamarán su nombre Emanuel, que traducido

Fol. 19 vuelto

es Dios con nosotros».91 Por tanto el Dios de Israel que prohibió el culto a otros dioses, que prohibió la fabricación de ídolos, que mandó su destrucción, que dijo por el profeta que las naciones gentiles de los extremos de la tierra dirían: «Ciertamente mentira fue la herencia de nuestros padres; vanidad y cosas sin provecho».92 Este mismo Dios por el nombre de Cristo y la fe de los cristianos mandó, prometió y ejecutó el derrumbamiento de todas estas supersticiones. En vano, pues, miserables, porque se les prohibe blasfemar de Cristo aun por sus propios dioses, es decir, por los demonios que temen el nombre de Cristo, quieren hacer ajena de él esta doctrina, por la que los cristianos disputan contra los ídolos y erradican todas las religiones falsas de donde pueden.
En el capítulo 31: ¿Ya hecho sujetos al nombre de Cristo? Como prometió antes, diciendo por el profeta: «Todos los reyes se postrarán delante de él; todas las naciones le servirán.»93
En el capítulo 34: «No es un lenguaje de palabras, ni es oída su voz. Pero por toda la tierra salió su pregón, y hasta el extremo del mundo su lenguaje».94
En el capítulo 36: Así pues el Señor dijo: «Ensancha el sitio de tu tienda, y las cortinas de tus habitaciones sean extendidas; no escatimes; alarga tus cuerdas, y refuerza tus estacas. Porque te extenderás a la mano derecha y a la mano izquierda; y tu descendencia heredará naciones, y habitará las ciudades

Fol. 20

asoladas. No temas, pues no serás confundida; y no te avergüences, porque no serás afrentada, sino que te olvidarás de la vergüenza de tu juventud, y de la afrenta de tu viudez no volverás a acordarte. Porque tu marido es tu Hacedor; Jehová de los ejércitos es su nombre; y tu Redentor, el Santo de Israel; Dios de toda la tierra será llamado».95

En el Libro 2, Capítulo 77, Del consenso de los evangelistas

Así pues lo que dice Mateo: «Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin».96 Y respecto al mismo tema Marcos lo relata así: «Pero primero debe ser proclamado el evangelio a todas las naciones».97 No dijo, «y entonces vendrá el fin»; pero indica lo mismo cuando emplea la palabra «primero», como en «Pero primero debe ser proclamado el evangelio a todas las naciones». En los dos lugares significa «primero», es decir, antes de que venga el fin. Asimismo Mateo dice: «Por tanto, cuando veáis en el lugar santo la abominación de la desolación, anunciada por medio del profeta Daniel (el que lea, entienda)».98 Marcos, a su vez, dice: «Pero cuando veáis la abominación de la desolación de que habló el profeta Daniel erigida donde no debe (el que es-té leyendo, que lo entienda)»;99 por medio de ese cambio de palabras, expuso la misma sentencia, pues en efecto «donde no debe» quiere decir que no debía estar en el lugar santo. Sin embargo Lucas no dice, «Cuando veáis en el lugar santo la abominación de la desolación» ni «donde no debe». En cambio dice:

Fol. 20 vuelto

«Pero cuando veáis a Jerusalén rodeada de ejércitos, sabed entonces que su desolación ha llegado».100 Por tan-to estará entonces la abominación de la desolación en el lugar santo. Por su parte Mateo afirma: «Entonces los que estén en Judea, huyan a los montes. El que esté en la azotea, no descienda para tomar nada de su casa; y el que esté en el campo, no vuelva atrás para tomar su capa».101 Esto también relata Marcos casi con las mismas palabras. Pero Lucas dice: «Entonces los que estén en Judea, huyan a los montes».102 Concuerda con los otros dos, pero lo restante de otro modo, pues dice a continuación: «Y los que en medio de ella [Jerusalén], váyanse; y los que estén en los campos, no entren en ella. Porque éstos son días de venganza, para que se cumplan todas las cosas que están escritas».103

En el Libro 3, Capítulo 25

Después de aquel reproche, sigue el mismo Marcos: «Y les dijo: Id por todo el mundo y proclamad el evangelio a toda criatura. El que crea y sea bautizado, será salvo; pero el que no crea, será condenado».104 Por tanto, habían de predicar que el que no creyera sería condenado.

Fol. 21

+

En el Evangelio según Marcos, Capítulo 16[:15]

Id por todo el mundo y proclamad el evangelio a toda criatura &c., como ya citado.

Mateo, Capítulo 24[:14]

Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones &c. Glosa [Nicolás de Lyra]:105 «Y será predicado el evangelio del reino», esto es, el evangelio de Cristo que conduce al reino de los cielos &c. «En todo el mundo»: es evidente que antes de la destrucción de la ciudad [Jerusalén] por Tito y Vespasiano, el evangelio fue predicado en las tres partes del mundo, es decir, en Asia, África y Europa, pues viviendo todavía Pedro, la fe fue predicada en Italia &c. Hay que inquirir [estas cosas], si le place a uno.

Sigue la misma Glosa

«Para testimonio a todas las naciones», como si dijera: para esto la fe había de ser predicada en todo el mundo a fin de que el testimonio de Cristo fuera oído entre todas las gentes, según lo que fue dicho a los apóstoles en el primer capítulo de los Hechos: «Me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra».106

Sigue la misma

Hay que tomar en consideración que otra predicación del evangelio ha de tener lugar entre todas las gentes en cuanto a la eficacia, de modo que todas las gentes reciban la fe de Cristo; y esto acontecerá en la consumación del mundo.

Nota

Pues se origina la cuestión: ¿De qué modo se predica-rá el evangelio de Cristo por todo el mundo, o de qué modo falta todavía por predicarse; hay que referirse al comentario del Tostado107 sobre el capítulo 24 de Mateo, cuestión 46 en su totalidad &c.

Fol. 21 vuelto

+

Mateo, Capítulo 28[:18-20]

Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y sobre la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos en todas las na-ciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles a guardar todas las cosas que os he mandado».

Salmo 71 [Salmo 72:8]

Dominará de mar a mar, y desde el río hasta los confines de la tierra. Glosa [Nicolás de Lyra]. Esto es, sobre toda la tierra rodeada por el mar. Aunque el océano sea un solo mar, sin embargo según sus diversas partes es nombrado de varios modos: mar oriental en la parte del oriente, así como en la parte del austro y del aquilón. En todas estas tierras algunos recibieron la fe de Cristo me-diante la predicación de los apóstoles y los otros discípulos, según lo susodicho sobre el Salmo 18 [Salmo 19:4] que lo expone así: «Pero por toda la tierra salió su pregón» &c. «Y desde el río», a saber, del paraíso terrestre, «hasta los confines de la tierra», esto es, hasta los términos del orbe, constituido por un círculo alrededor de la tierra. Y estos «términos» se extenderán hasta el último cielo, así pues de una manera tan grande se extenderá el poder de Cristo. Por eso, Mateo dijo en el último capítulo, como ya mencionado: «Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y sobre la tierra». &c. como ya citado.

Fol. 22

+

San Agustín en el Libro
De la divinación de los demonios

Este Dios, a quien ninguno de ellos [los dioses falsos], como dije, se atrevió a negar que era verdadero Dios, por sus vates, es decir, por sus profetas, predijo con abierto anuncio, mandó con manifiesto poder, y cumplió con clara verdad que ellos eran dioses falsos que habían de ser completamente abandonados, que sus templos, imágenes y altares habían de ser derribados.
Asimismo los profetas habían predicho que las gentes, después de exterminar los dioses falsos a quienes antes adoraban, se harían ilustradas, lo cual poco antes he recordado y ahora repito: «Prevalecerá», dice, «Dios contra ellos y exterminará todos los dioses de las gentes de la tierra, y le adorarán, cada una de su lugar, todas las islas de los gentiles».108 Y no sólo las islas, sino todas las gen-tes y también todas las islas de los gentiles, puesto que en otro lugar no nombra las islas, sino todo el orbe de la tierra, cuando dice: «Se acordarán, y se volverán a Jehová todos los confines de la tierra, y todas las familias de las naciones adorarán delante de ti. Porque de Jehová es el reino, y él regirá las naciones».109 Y lo demás es digno de notar. Sigue.
Estas y otras parecidas profecías demuestran lo que vemos cumplido en Cristo, como Dios de Israel, a quien reconocemos como el único Dios verdadero que ha de ser adorado no sólo en aquel pueblo llamado Israel, sino entre todas las gentes, y todos los dioses falsos han de ser demolidos de los templos y de los corazones de los que les dan culto, &c.
Es necesario que se cumplan todas estas cosas, &c. y las demás que siguen hasta el fin.

+

Lo ya citado es de Agustín. A través de todo aquel librito, se declara cada una de estas cosas con más claridad, y que yo omito a causa de la brevedad.

Fols. 22 vuelto, 23, 23 vuelto (están en blanco).


Fol. 24

Pedro de Aliaco, Cardenal110

En el Libro de las leyes y las sectas, Capítulo 4

En quinto lugar pone este doctor lo que con certeza dicen los astrónomos acerca de la destrucción de la ley de Mahoma; pues según lo que dijo Albumazar,111 esa ley no puede durar más de seiscientos noventa y tres años, y sólo durará aquel tiempo a no ser que por alguna causa incidente se abrevie el tiempo y en consecuencia esa abreviación respecto al tiempo que antes fue fijado puede ser mayor o menor por las diversas causas. Y como dice este doctor entonces cuando escribió estas cosas, ya era entonces el año de los árabes 665 desde el tiempo de Mahoma, y por eso concluyó que pronto sería destruida y que esto era un gran consuelo para los cristianos, por lo cual Dios debe ser alabado por haber dado tal luz de sabiduría a los filósofos, por medio de la cual se confir-ma y se corrobora la ley de la verdad, y por medio de la cual percibimos que los enemigos de la fe deben ser destruidos. Y esta sentencia concuerda con la Escritura que dice en el Apocalipsis que dice que el número de la bestia es 663,112 el cual número es menor que el predi-cho por treinta años. Pero en muchos lugares se vela alguna parte del número completo, pues así es la manera de la Escritura, como dice Beda113 y esto tal vez quiso Dios que no fuera expresado totalmente, sino que fuera ocultado de algún modo como las demás cosas

Fol. 24 vto.

que están escritas en el Apocalipsis; porque acaso antes del último tiempo que para esta secta determina Albumazar según su causa principal, acontecerá que los sarracenos serán destruidos, o por los tártaros o por los cristianos, como ya entonces la mayor parte de los sarracenos había sido destruida por los tártaros, y asimismo la capital de su reino que fue Bagdad y el Califa que fue como su papa. Pero no obstante aunque ya haya pasado mucho tiempo desde entonces, sin embargo la experien-cia enseña que todavía no ha sido destruida esa secta de la perdición, sino que ¡oh dolor! muchas veces y en gran manera se envalentona contra los cristianos, por lo que se demuestra que la certeza en esta opinión es frágil y exigua, o sin valor. En sexto lugar, este doctor dice que puesto que creemos que después de la ley de Mahoma, ninguna secta vendrá excepto la ley del Anticristo, y asimismo los astrónomos están de acuerdo en esto, a saber, que habrá algún personaje poderoso que establecerá una ley fea y mágica después de la de Mahoma, que suspenderá todas las otras;114 así que sería muy útil a la Iglesia de Dios considerar el tiempo de esta ley, si vendrá en seguida después de la destrucción de la ley de Mahoma, o mucho más tarde. Y el filósofo Ético115 dice en su Cosmografía que la gente que fue encerrada dentro de las puertas caspias irrumpirá en el mundo y se encontrará con el Anticristo y lo llamará

Fol. 25

el dios de los dioses. Pues bien, efectivamente, como dice: los tártaros que estaban dentro de aquellas puertas, ¿de dónde salieron? Porque aquellas puertas fueron rotas, según lo que fue relatado por algunos cristianos que pasaron por medio de ellas. Por tanto esto indica un signo de la próxima venida del Anticristo, de donde concluyendo, dice: sé que si la Iglesia estudiara cuidadosamente el texto sagrado y las profecías sagradas de Sibila,116 Merlín,117 Aquila118 y Joaquín119 y de muchos otros, así como las historias y los libros de los filósofos, y mandara considerar las vías de la astronomía, descubriría suficiente suposición y mayor certeza del tiempo del Anticristo. Pero el dicho de Cristo parece oponerse a esto: «No os toca a vosotros conocer los tiempos o las sazo-nes que el Padre puso en su sola potestad»,120 y a esto: «Pero de aquel día y de aquella hora nadie sabe &c.»121 Pues lo que haya de decirse sobre estas cosas, no es propio que lo defina esta obra, pero he tratado de esta materia en un sermón sobre «La venida del Señor», según el texto: «Sabed que está cerca el reino de Dios».122
 

En los Veinte discursos, Verbo 11123

Agustín, en la segunda parte de La Ciudad de Dios [Libro 22, Capítulo 30], donde dice que en su tiempo transcurrían los últimos espacios del sexto milenio de los años del mundo, donde incidentalmente es de notar que Agustín, no a manera de afirmación, como algunos creyeron, sino tan sólo a manera de recitación,

Fol. 25 vuelto

pone esa opinión que dice que Dios dividió la primera creación en seis días a fin de significar que todas las cosas que dispuso hacer en el curso de toda la duración de este mundo, cumpliría a lo largo de seis milenios de años. Y puesto que efectivamente refuta esa opinión de un modo afirmativo en muchos lugares y especialmente, como ya se ha dicho, en el fin del ya citado libro La Ciudad de Dios; igualmente refuta otra opinión en el título del Salmo 6, la de aquellos que creyeron que la venida del Señor para el juicio tendría lugar después de siete mil años desde Adán, como si los siete mil años transcurrieran como siete días, y después ese [restante] tiempo viniera repentinamente como el día octavo. Sin embargo, qué se debe mantener universalmente en cuanto a tales conjeturas, expliqué con bastante probabilidad hace poco en un sermón «La venida del Señor» sobre el texto, «Sabed que está cerca el reino de Dios». Pero, poniendo a un lado esas cosas, volvamos al propósito.

En la Elucidación de la concordia de la astronomía con la teología,124 en Verbo 10

Desde la creación de Adán hasta Cristo, según [el rey] Alfonso [X], hay 5343 años y 308 días.

En el Libro de la concordia de la verdad astronómica y de la narración histórica,125
Capítulo 57

Después de las ya mencionadas diez revoluciones de Saturno, se siguieron

Fol. 26

otras diez, las que fueron completadas aproximadamen-te en el año 1189 después de Cristo. Alrededor de aquel tiempo Inocencio III, glorioso por sus muchas buenas obras, ocupaba dignamente la cátedra de Pedro. En su tiempo fue ocupada Constantinopla por los francos y los venecianos, al igual que una multitud innumerable de sarracenos, levantándose contra los hispanos, dejaron en confusión a su patria. En ese tiempo Letonia126 fue convertida en su mayoría a la fe. En el año décimo séptimo de su pontificado se celebró en Roma un Concilio general127 a favor de la ayuda fiel de la Tierra Santa; también fueron promulgados otros decretos de mucha utilidad respecto al estado de la Iglesia universal; y fue condenado el libelo del abad Joaquín128 que compuso contra el maestro Pedro Lombardo;129 además también Amalarico130 a causa de su doctrina herética. Sin embargo, no fue condenada la doctrina del dicho abad Joaquín, que floreció en Calabria y escribió muchos libros útiles. Porque cuando los reyes y príncipes le pidieron informes sobre la peregrinación que habían de hacer a la Tierra Santa, predijo que poco les aprovecharía, puesto que el tiempo propicio todavía no había llegado. En ese tiempo imperaba Federico I,131 que generoso, vigoroso y elocuente, fue glorioso en todo.

En el Libro de la concordia de la verdad astronómica y de la narración histórica,
Capítulo 61

Pero considerando que hemos hablado del la venida del Anticristo,

Fol. 26 vuelto

hay que mencionar que el mártir Metodio,132 de quien habla Jerónimo en el libro De los varones ilustres, escribió muchas cosas sobre el principio y la consumación del mundo, que dice haber recibido por la revelación divina. Entre ellas relata algunos acontecimientos precursores que habían de tener lugar a la manera de preámbulo del Anticristo. De ellos el primero es esa apostasía (dissentio) de que habla el Apóstol [Pablo] en la segunda epístola a los Tesalonicenses: «… sin que antes venga la apostasía»133 &c. Mas ya hemos tratado de esto brevemente. El segundo acontecimiento precursor es que, después que hayan sido absorbidos muchos reinos, que contendieron contra el reino de los romanos, se levanta-rán a favor de ellos contra el dominio romano los hijos de Israel, los hijos de Agar acerca de quienes profetizó Daniel. Y esto sucederá en el séptimo milenio de los años del mundo, en el que se acercará la consumación del mundo y ya no habrá más tiempo. Pero aquí hay que atender a lo que dice la historia escolástica, que Metodio contó desde Adán 200 millares (ciliades) de años, es de-cir, las edades del mundo por millares de años. El tercer acontecimiento precursor es que, a causa de los pecados de sus habitantes, la tierra de promisión sería obtenida por los hijos de Ismael, es decir, los sarracenos, aunque debiera ser tierra de los cristianos.

Fol. 27

Y estas cosas sucederán a causa de las varias iniquidades, especialmente a causa del pecado de sodomía; también enumera muchos males que predijo habían de venir sobre diversos reinos y regiones. Y también aplica aquello del Apóstol: «… sin que antes venga la apostasía» &c., indicando que la apostasía es la disciplina o la corrección, por la cual serán reprendidos todos los habitantes de la tierra, de la cual sigue hablando copiosamente. El cuarto acontecimiento precursor es que en el tiempo predicho de la apostasía, esto es, de la disciplina y corrección, se disminuirá el espíritu de los santos, y muchos negarán la verdadera fe, aun sin ninguna violencia en tormentos o flagelos y se asociarán a los transgresores, como ha predicho el Apóstol acerca de ellos. Y todo esto sucederá a fin de que, mediante las tribulaciones, sean probados y manifestados los elegidos. El quinto acontecimiento precursor tendrá lugar después de la tribulación causada por los hijos de Ismael, los que alegres por sus victorias y vanagloriándose por haber desolado la Persia y la Romania, Sicilia también y la Siria, la Capadocia y la Isauria [Asia Menor], África también como Sicilia y a los que habitan cerca de Roma y las islas; y blasfemando dirán que de ninguna manera recobrarán los cristianos el despojo de nuestras manos. Entonces, de repente, la tribulación se levantará sobre ellos, y el rey de los griegos o de los romanos surgirá con gran furor desde el mar de Etiopía sobre los habitantes de la tierra de promisión, y el rey de los romanos ha de imponer

Fol. 27 vuelto

el yugo sobre ellos siete veces más pesado de lo que era su yugo sobre la tierra. El sexto acontecimiento precur-sor tendrá lugar después de que se hayan encendido la indignación y el furor del rey de los romanos sobre aquellos que renegaron de Cristo. Habrá paz y gran tranquilidad sobre la tierra, cual todavía no ha existido, ni habrá semejante, puesto que es la última en el fin del tiempo. Esta es aquella que el Apóstol expuso: «Cuando estén diciendo: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina»,134 acerca de la que habla Cristo en el Evangelio. El séptimo acontecimiento precursor será que, después de esa paz, entonces se abrirán las puertas del Aquilón, y saldrán las fuerzas de aquellas gentes a quienes Alejandro encerró dentro, y ante ellas se estremecerá toda la tierra y por medio de varias crueldades será corrompida y contaminada. Pero después de una semana de tiempo, cuando hayan tomado la ciudad de Joppe [Judea], el Señor enviará a uno de los príncipes de su ejército y los derribará en un momento de tiempo. El octavo acontecimiento precursor será que después el rey de los romanos descenderá y morará en Jerusalén durante una semana y media de tiempo, esto es, diez años y medio, y entonces aparecerá el hijo de la perdición.

Fol. 28 falta.

Fol. 29

+


Isaías 11[:10-12]

Acontecerá en aquel tiempo que la raíz de Isay, la cual estará puesta por pendón a los pueblos, será buscada por las gentes; y su morada será gloriosa. Asimismo acontecerá en aquel tiempo, que Jehová alzará otra vez su mano para recobrar el remanente de su pueblo que aún quede en Asiria, Egipto, Patrós, Etiopía, Elam, Sinar y Hamat, y en las islas del mar. Y levantará pendón a las naciones, y juntará los desterrados de Israel.

Isaías 14[:32]

¿Y qué se responderá a los mensajeros de las naciones? Que Jehová fundó a Sión, y que a ella se acogerán los afligidos de su pueblo.

Isaías 19[:19, 20]

En aquel tiempo habrá un altar para Jehová en medio de la tierra de Egipto, y un monumento a Jehová junto a su frontera. Y será por señal y por testimonio a Jehová de los ejércitos en la tierra de Egipto. &c.

Isaías 25[:6, 7, 9, 10]

Y Jehová de los ejércitos hará en este monte a todos los pueblos banquete de manjares suculentos, banque-te de vinos, &c. Y destruirá en este monte la cubierta con que están cubiertos todos los pueblos, y el velo que cubre a todas las naciones. &c. Y se dirá en aquel día &c.: nos gozaremos y nos alegraremos en su salvación. Porque la mano de Jehová reposará en este monte. &c. al fin.

Fol. 29 vuelto

Isaías 27[:13]

Acontecerá también en aquel día, que se tocará con gran trompeta, y vendrán los que habían sido esparcidos en la tierra de Asiria, y los que habían sido desterrados a Egipto, y adorarán a Jehová en el monte santo, en Jerusalén.

Isaías 28[:22]

Porque una destrucción ya determinada sobre toda la tierra he oído del Señor, Jehová de los ejércitos.

Isaías 30[:18, 19, 27]

Dichosos cuantos esperan en él. Porque, oh pueblo que moras en Sión, en Jerusalén. &c. He aquí que el nombre de Jehová viene de lejos &c.

Isaías 35[:1, 2, 9, 10]

Se alegrarán el desierto y el sequedal. &c. Ellos verán la gloria de Jehová, la majestad de nuestro Dios. &c. Y los redimidos de Jehová volverán, y vendrán a Sión con alegría; habrá gozo perpetuo sobre sus cabezas. &c.

Isaías 40[:1, 5, 9, 17]

Consolad, consolad a mi pueblo, dice vuestro Dios. &c. Y se manifestará la gloria de Jehová, y toda carne juntamente la verá; porque la boca de Jehová ha hablado. Súbete a un monte alto, tú que anuncias buenas nuevas a Sión; levanta fuertemente tu voz, anunciadora de buenas nuevas a Jerusalén. &c. Como nada son todas las naciones delante de él; y en su comparación serán estimadas como naderías y vaciedad. &c. a lo largo de todo el capítulo.

Fol. 30

+

Isaías 22[:20-25]

En aquel día llamaré a mi siervo Eliaquim, hijo de Hilcías, y lo vestiré con tus vestiduras, y lo ceñiré con tu talabarte, y entregaré en sus manos tu autoridad; y se-rá por padre al morador de Jerusalén, y a la casa de Judá. Y pondré la llave de la casa de David sobre su hombro; y abrirá, y nadie cerrará; cerrará, y nadie abrirá. Y lo hincaré como una clavija en lugar firme; y será por asiento de honra a la casa de su padre. Colgarán de él toda la honra de la casa de su padre, los hijos y los nietos, todos los vasos menores, desde las tazas hasta toda clase de jarros. En aquel día, dice Jehová de los ejércitos, la clavija hincada en lugar firme será quitada; será quebrada y caerá, y la carga que sobre ella se puso se echará a perder; porque Jehová habló. &c.

Isaías 55[:1, 3-5, 13]

A todos los sedientos: Venid a las aguas; y a los que no tienen dinero: Venid, comprad y comed. &c. Inclinad vuestro oído, y venid a mí; oíd, y vivirá vuestra alma; y haré con vosotros un pacto eterno, las misericordias y firmes promesas hechas a David. He aquí que yo lo di por testigo a los pueblos, por jefe y por caudillo a las gentes. He aquí, llamarás a naciones que no conociste, y naciones que no te conocían correrán a ti, por causa de Jehová tu Dios, y del Santo de Israel porque te ha honrado. &c. Y será a Jehová por memorial, por señal eterna que nunca será borrada.

Fol. 30 vuelto
 

 

 

 

 

 

 

 

2ª Parte

DEL PASADO

Isaías 24[:14-16]

Éstos alzarán su voz, cantarán gozosos; desde el mar aclamarán la majestad de Jehová. Glorificad por esto a Jehová en los lugares de la luz; en las orillas del mar sea exaltado el nombre de Jehová Dios de Israel. De los últimos confines de la tierra oímos cánticos: Gloria al justo. Pero yo dije: ¡Mi desdicha, mi desdicha, ay de mí!

Isaías 41[:1-5]

Escuchadme, islas costeras, y esfuércense los pueblos; acérquense, y entonces hablen; reunámonos a juicio. ¿Quién suscitó del oriente a uno, a cuyos pasos asiste la victoria? Entregó delante de él naciones, y le hizo enseñorearse de reyes; los entregó a su espada como polvo, como hojarasca que su arco arrebata. Los siguió, pasó a salvo por un camino por donde sus pies pasan como en volandas. ¿Quién hizo y realizó esto? El que llama las generaciones desde el principio. Yo Jehová, el primero, y yo el mismo con los postreros. Las islas vieron, y tuvieron temor.

Isaías 42[:1-4, 6-16]

He aquí mi siervo, yo le sostendré; mi escogido, en quien mi alma tiene contentamiento; he puesto sobre él mi Espíritu; él dictará justicia a la naciones. No gritará, ni alzará su voz, ni la hará oír

Fol. 31

en las calles. No quebrará la caña cascada, ni apagará el pábilo que humea; de acuerdo con la verdad hará justicia. No se cansará ni desmayará, hasta que establezca en la tierra justicia; y las islas esperarán sus enseñanzas. Yo Jehová te he llamado en justicia, y te sostendré por la mano; te guardaré y te pondré por pacto al pueblo, por luz de las naciones, para que abras los ojos de los ciegos, para que saques de la cárcel a los presos, y se casas de prisión a los que moran en tinieblas. Yo soy Jehová; éste es mi nombre; y a otro no daré mi gloria, ni mi alabanza a esculturas. He aquí, se cumplieron las cosas primeras, y yo anuncio cosas nuevas; antes de que se produzcan, os las hago saber. Cantad a Jehová un cántico nuevo, su alabanza desde los confines de la tierra; los que descendéis al mar, y cuanto hay en él, las islas y los moradores de ellas. Alcen la voz el desierto y sus ciudades, las aldeas donde habita Cedar; canten los moradores de Sela, y desde la cumbre de los montes den voces de júbilo. Den gloria a Jehová, y declaren su alabanza en las islas. Jehová saldrá como un valiente, y como hombre de guerra despertará celos; gritará, voceará, se mostrará fuerte contra sus enemigos. Desde hace mucho he callado, he guardado silencio, y me he contenido; daré voces como la que está de parto, resoplando y jadeando juntamente. Convertiré en soledad montes y collados, haré secar toda su hierba; tornaré los ríos en islas, y secaré los estanques. Y guiaré a los ciegos por camino que no conocían, les guiaré por sendas que no habían conocido; delante de ellos cambiaré las tinieblas en luz, y lo escabroso en llanura. Estas cosas son las que he decidido hacer, y no las dejaré sin realizar.

 

Fol. 31 vuelto

Isaías 43[:1-7]

Pero ahora, así dice Jehová, el Creador tuyo, oh Jacob, y el Formador tuyo, oh Israel: No temas, porque yo te he rescatado; te he llamado por tu nombre; mío eres tú. Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama prenderá en ti. Porque soy Jehová, tu Dios, el Santo de Israel, tu Salvador; a Egipto he dado por tu rescate, a Etiopía y a Sebá por ti. Porque a mis ojos eres de gran estima, eres honorable, y yo te amo; daré, pues, hombres por ti, y naciones por tu vida. No temas, porque yo estoy contigo; del oriente traeré tu descendencia, y del occidente te recogeré. Diré al norte: Da acá; y al sur: No retengas; trae de lejos mis hijos, y mis hijas desde los confines de la tierra, todos los llamados de mi nombre. &c.

Isaías 44[:1-3, 23, 25-28]

Ahora, pues, escucha, Jacob, siervo mío, y tú, Israel, a quien yo escogí. Así dice Jehová, Hacedor tuyo, y el que te formó desde el vientre, el cual te ayudará: No temas, siervo mío Jacob, y tú, Jesurún, a quien yo escogí. Porque yo derramaré aguas sobre el sequedal, y ríos sobre la tierra árida; derramaré mi Espíritu sobre tu descendencia, y mi bendición sobre cuanto nazca de ti. &c.
Cantad loores, oh cielos, porque Jehová lo hizo; gritad con júbilo, profundidades de la tierra;

Fol. 32

prorrumpid, montes, en alabanza, y el bosque, con to-do árbol que en él está; porque Jehová redimió a Jacob, y en Israel será glorificado. &c. [Yo soy Jehová], que trastorno a los sabios, y desvanezco su sabiduría. Yo, el que confirma la palabra de su siervo, y cumple las predicciones de sus mensajeros; el que dice de Jerusalén: Será habitada; y de las ciudades de Judá: Serán reconstruidas, y reedificaré sus ruinas; que dice a las profundidades: Secaos, y haré secar tus ríos; que dice de Ciro: Es mi pastor, y cumplirá todo lo que yo quiero, al decir a Jerusalén: Serás edificada; y al templo: Serán echados tus cimientos.

Isaías 45[:1-6]

Así, dice Jehová a su ungido, a Ciro, al cual tomé yo por su mano derecha, para sujetar naciones delante de él y desatar lomos de reyes; para abrir delante de él las puertas, y las puertas no se cerrarán: Yo iré delante de ti, y enderezaré los lugares torcidos; quebrantaré las puertas de bronce, y haré pedazos los cerrojos de hierro; y te daré los tesoros escondidos, y los secretos muy guardados, para que sepas que yo soy Jehová, el Dios de Israel, que te llamo por tu nombre. Por amor de mi siervo Jacob, y de Israel mi escogido, te llamé por tu nombre; te puse sobrenombre aunque no me conociste. Yo soy Jehová, y ninguno más hay; no hay Dios fuera de mí. Yo te ceñí, aunque tú no me conociste, para que se sepa desde el nacimiento del sol, y hasta donde se pone, que no hay más que yo. &c.

Fol. 32 vuelto

Isaías 46[:10-13]

Mis planes permanecerán, y haré todo lo que quiero; que llamo desde el oriente al ave de presa, y de tierra lejana al varón de mi consejo. Yo hablé, y lo haré venir; lo he decidido, y también lo haré. Escuchadme, duros de corazón, que estáis lejos de la justicia: Haré que se acerque mi justicia; no se alejará, y mi salvación no se detendrá. Y pondré salvación en Sión; mi gloria será para Israel.

Isaías 49[:1-6]

Atended, islas, y escuchad, pueblos lejanos. Jehová me llamó desde el vientre, desde las entrañas de mi madre tuvo mi nombre en memoria. Y puso mi boca como espada aguda, me escondió en la sombra de su mano; y me puso por saeta bruñida, me guardó en su aljaba; y me dijo: Mi siervo eres, oh Israel, porque en ti me gloriaré. Pero yo dije: Porque estimado seré en los ojos de Jehová, y el Dios mío será mi fuerza; dice: Muy poca cosa es para mí que tú seas mi siervo para levantar las tribus de Jacob, y para que restaures el remanen-te de Israel; también te daré por luz de las naciones, para que mi salvación alcance hasta los confines de la tierra. &c.

Isaías 51[:1-13, 16-18, 22, 23]

Oídme, los que seguís la justicia, los que buscáis

Fol. 33

a Jehová. Mirad a la piedra de donde fuisteis cortados, y al hueco de la cantera de donde fuisteis arrancados. Mirad a Abraham vuestro padre, y a Sara que os dio a luz; porque cuando no era más que uno solo, lo llamé, y lo bendije y lo multipliqué. Ciertamente consolará Jehová a Sión; consolará todas sus soledades, y cambiará su desierto en paraíso, y su soledad en huerto de Jehová; se hallarán en ella alegría y gozo, alabanza y voces de canto. Estad atentos a mí, pueblo mío, y prestadme oído, nación mía; porque de mí saldrá la ley, y mi justicia para luz a los pueblos. Inminente cercana está mi justicia, ha salido mi salvación y mis brazos juzgarán a los pueblos; a mí me esperarán los de las islas, y en mi brazo pondrán su esperanza. Alzad a los cielos vuestros ojos, y mirad abajo a la tierra; porque los cielos se desvanecerán como humo, y la tierra se desgastará como ropa de vestir, y de la misma manera perecerán sus moradores; pero mi salvación será para siempre, mi justicia no será abolida. Escuchadme, los que conocéis justicia, el pueblo en cuyo corazón está mi ley. No temáis afrenta de hombre, ni desmayéis por sus ultrajes. Porque como a vestidura se los comerá la polilla, como a lana se los comerá el gusano; pero mi justicia permanecerá perpetuamente, y mi salvación

Fol. 33 vuelto

por todas las generaciones. Despiértate, despiértate, vístete de poder, oh brazo de Jehová; despiértate como en el tiempo antiguo, en las generaciones pasadas. ¿No eres tú el que quebrantó a Ráhab, y el que atravesó al dragón? ¿No eres tú el que secó el mar, las aguas del gran abismo; el que transformó en camino las profundidades del mar para que pasaran los rescatados? Ciertamente volverán los redimidos de Jehová; volverán a Sión cantando, y habrá gozo perpetuo sobre sus cabezas; rebosarán gozo y alegría, y el dolor y el gemido huirán. Yo, yo soy vuestro consolador. ¿Quién eres tú para que tengas temor del hombre, que ha de morir, y del hijo del hombre, destinado a fenecer como heno? Y ya te has olvidado de Jehová tu Hacedor, que extendió los cielos y echó los cimientos de la tierra; &c.
Y en tu boca he puesto mis palabras, y con la sombra de mi mano te he cubierto, al extender los cielos y echar los cimientos de la tierra, y decir a Sión: Pueblo mío eres tú. Despierta, despierta, levántate, oh Jerusalén, que bebiste de la mano de Jehová el cáliz de su ira; porque el cáliz del aturdimiento bebiste hasta las heces. De todos los hijos que dio a luz, no hay quien la guíe; ni quien la tome de la mano, de todos los hijos que crió. &c.
He aquí, he quitado de tu mano el cáliz del aturdi-miento, las heces del cáliz de mi ira; nunca más lo

Fol. 34

beberás. Yo lo pondré en mano de tus angustiadores. &c.

Isaías 52[:1-3, 7-15]

Despierta, despierta, vístete de poder, oh Sión; vístete tus ropas de gala, oh Jerusalén, ciudad santa; porque nunca más vendrá a ti el incircunciso ni el inmundo. Sacúdete el polvo; levántate y siéntate, Jerusalén; suelta las ataduras de tu cuello, cautiva hija de Sión. Porque así dice Jehová: De balde fuisteis vendidos; por tanto, sin dinero seréis rescatados. &c. ¡Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas, del que anuncia la paz, del que trae buenas nuevas, del que publica salvación, del que dice a Sión: Tu Dios reina! ¡Escucha! Tus atalayas alzan la voz, juntamente dan voces de júbilo; porque ojo a ojo verán que Jehová retorna a Sión. Prorrumpid a una en gri-tos de júbilo, y cantad, soledades de Jerusalén; porque Jehová ha consolado a su pueblo, ha rescatado a Jerusalén. Jehová desnudó su santo brazo ante los ojos de todas las naciones, y todos los confines de la tierra verán la salvación de nuestro Dios. Apartaos, apartaos, salid de ahí, no toquéis cosa inmunda; salid de en medio de ella; purificaos los que lleváis los utensilios de Jehová. Porque no saldréis a la desbandada, ni iréis huyendo; porque Jehová irá delante de vosotros, y el Dios de Israel será vuestra retaguardia. He aquí que mi siervo será prosperado,

Fol. 34 vuelto

será engrandecido y exaltado, y será puesto muy en alto. Así como se asombraron de ti muchos (de tal manera fue desfigurado su aspecto que no parecía hombre, y su figura no era como la de los hijos de los hombres), así sorprenderá él a muchas naciones; los reyes cerrarán ante él la boca, porque verán lo que nunca les fue contado, y comprenderán lo que jamás habían oído.

Isaías 57[:13]

Pero a todos ellos se los llevará el viento, un soplo los arrebatará; mas el que en mí confía poseerá la tierra y heredará mi santo monte.

Isaías 59[:18-20]

El pago dará a los de las islas. Y temerán desde el occidente el nombre de Jehová, y desde el nacimiento del sol su gloria; porque vendrá como torrente impetuoso, empujado por el soplo de Jehová. Y vendrá el Redentor a Sión. &c.

Isaías 60[:1-22]

Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha amanecido sobre ti. Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones; mas sobre ti amanecerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria. Y andarán las naciones a tu luz, y los reyes al resplandor de tu amanecer. Alza tus ojos alrededor y mira, todos ésos se han juntado, y vienen a ti; tus hijos vienen de lejos,

Fol. 35

y tus hijas son llevadas en brazos. Entonces verás, y resplandecerás; se maravillará y ensanchará tu corazón, porque se habrá vuelto a ti la multitud del mar, y las riquezas de las naciones habrán venido a ti. Gran caravana de camellos te cubrirá; dromedarios de Madián y de Efá; todos vendrán de Sebá; traerán oro e incienso, y proclamarán las alabanzas de Jehová. Todo el ganado de Cedar será juntado para ti; carne-ros de Nebayot estarán a tu servicio; serán ofrecidos con agrado sobre mi altar, y glorificaré la casa de mi gloria. ¿Quiénes son éstos que vuelan como nubes, y como palomas a sus ventanas? Ciertamente a mí esperarán los de las islas, y las naves de Tarsis las primeras, para traer a tus hijos de lejos, su plata y su oro con ellos, por el nombre de Jehová tu Dios, y por el Santo de Israel, que te ha glorificado. Hijos de extranjeros edificarán tus muros, y sus reyes te servirán; porque en mi ira te azoté, mas en mi buena voluntad tendré compasión de ti. Tus puertas estarán de continuo abiertas; no se cerrarán de día ni de noche, para que a ti sean traídas las riquezas de las naciones, y conducidos a ti sus reyes. Porque la nación o el reino que no te sirva perecerá; tales naciones serán del todo asoladas. La gloria de Líbano vendrá a ti, cipreses, pinos y bojes juntamente, para embellecer el lugar de mi santuario; y yo honraré el lugar de mis pies. Y vendrán a ti humillados los hijos de los que te afligieron, y

Fol. 35 vuelto

a las pisadas de tus pies se encorvarán todos los que te escarnecían, y te llamarán la Ciudad de Jehová, Sión el Santo de Israel. En vez de estar abandonada y aborrecida, tanto que nadie pasaba por ti, haré que seas una lozanía eterna, el gozo de muchas generaciones. Y mamarás la leche de las naciones, del pecho de los reyes mamarás; y conocerás que yo Jehová soy el Salvador tuyo; y el Redentor tuyo, el Fuerte de Jacob. En vez de bronce traeré oro, y por hierro plata, y por madera bronce, y en lugar de piedras hierro; y pondré paz por tu gobierno, y justicia por tus magistrados. Nunca más se oirá en tu tierra violencia, desolación ni destrucción en tu territorio, sino que a tus muros llamarás Salvación, y a tus puertas Alabanza. El sol nunca más te servirá de luz para el día, ni el resplan-dor de la luna te alumbrará, sino que Jehová te será por luz perpetua, y el Dios tuyo por la gloria. No se pondrá jamás tu sol, ni menguará tu luna; porque Jehová te será por luz perpetua, y los días de tu luto se habrán acabado. Y tu pueblo, todos ellos serán justos, para siempre heredarán la tierra; renuevos de mi plantío, obra de mis manos en la que gloriarme. El más pequeño vendrá a ser toda una tribu; el menor, una nación fuerte. Yo Jehová, a su tiempo apresuraré su cumplimiento.

Fol. 36

Isaías 62[:1-12]

Por amor de Sión no callaré, y por amor de Jerusalén no descansaré, hasta que salga como resplandor su justicia, y su salvación brille como una antorcha. Entonces verán las gentes tu justicia, y todos los reyes tu gloria; y te será puesto un nombre nuevo, que la boca de Jehová señalará. Y serás corona de adorno en la mano de Jehová, y diadema real en la mano de tu Dios. Nunca más te llamarán Desamparada, ni tu tierra se dirá más Desolada; sino que serás llamada Hefzi-bá, y tu tierra, Beulá; porque Jehová tiene su deleite en ti, y tu tierra será desposada. Pues como un joven se dessposa con una virgen, se desposarán contigo tus hijos; y como el gozo del esposo con la esposa, así se gozará contigo tu Dios. Sobre tus muros, oh Jerusalén, he puesto guardas; todo el día y toda la noche no callarán jamás. Los que hacéis que Jehová recuerde, no reposéis, ni le deis tregua, hasta que restablezca a Jerusalén, y la ponga por alabanza en la tierra. Juró Jehová por su mano derecha, y por su poderoso brazo: Que jamás daré tu trigo por comida a tus enemigos, ni beberán los extraños el vino que es fruto de tu trabajo; sino que los que lo cosechan lo comerán, y alabarán a Jehová; y los que lo vendimian, lo beberán en los atrios de mi santuario. Pasad, pasad por la puertas; barred el camino al pueblo; allanad, allanad la calzada, quitad las piedras, alzad pendón a los pueblos. He aquí que Jehová

Fol. 36 vuelto

ha hecho oír hasta lo último de la tierra: Decid a la hija de Sión: He aquí tu Salvador viene; he aquí su recompensa con él, y delante de él su paga. Y les llamarán Pueblo Santo, Redimidos de Jehová; y a ti te llamarán Buscada, Ciudad no desamparada.

Isaías 63[:1]

¿Quién es éste que viene de Edom, de Bosrá, con vestidos rojos?, ¿ése que es hermoso en su vestido, que marcha en la grandeza de su poder?

Isaías 65[:1-5, 16-24]

Me he dejado encontrar por los que no preguntaban por mí; fui hallado por los que no me buscaban. Dije a gente que no se llamaba por mi nombre: Heme aquí, heme aquí. Extendí mis manos todo el día a un pueblo rebelde, el cual anda por camino que no es bueno, en pos de sus pensamientos; un pueblo que en mi rostro me provoca de continuo a ira, sacrificando en huertos, y quemando incienso sobre ladrillos; que se sientan en los sepulcros, y pasan la noche en antros; que comen carne de cerdo, y en sus ollas hay caldo de cosas abominables; que dicen: Estate en tu lugar, no te acerques a mí, porque soy más santo que tú. &c.
Porque las angustias primeras serán olvidadas,

Fol. 37

y porque quedarán escondidas de mis ojos. Porque he aquí que yo crearé unos nuevos cielos y una nueva tierra; y de lo primero no habrá memoria, ni vendrá más al pensamiento. Mas gozaos y alegraos para siempre en las cosas que yo he creado; porque he aquí que yo voy a crear en Jerusalén alegría; y en su pueblo, gozo. Y me alegraré sobre Jerusalén, y me gozaré en mi pueblo; y nunca más se oirán en ella voz de llanto, ni voz de lamento. No habrá más allí niño que muera de pocos días, ni viejo que sus días no cumpla; porque el más joven morirá de cien años, y el pecador de cien años será maldito. Edificarán casas, y morarán en ellas; plantarán viñas, y comerán el fruto de ellas. No edificarán para que otro habite, ni plantarán para que otro coma; porque según los días de un árbol añoso serán los días de mi pueblo, y mis escogidos disfrutarán de la obra de sus manos. No trabajarán en vano, ni darán a luz para maldición; porque son linaje de los benditos de Jehová, y sus descendientes con ellos. Y antes que me llamen, responderé yo. &c.

Isaías 66[:18-24]

Porque yo conozco sus obras y sus pensamientos; tiempo vendrá en que yo juntaré a todas las naciones y lenguas; y vendrán, y verán mi gloria. Y haré

Fol. 37 vuelto

entre ellos una señal, y enviaré de los escapados de ellos a las naciones, a Tarsis, a Fut y Lud que disparan arco, a Tubal y a Jabán, a las islas lejanas que no oyeron de mí, ni vieron mi gloria; y publicarán mi gloria entre las naciones. Y traerán a todos vuestros hermanos de entre todas las naciones, por ofrenda a Jehová, en caballos, en carros, en literas, en mulos y en camellos, a mi santo monte de Jerusalén, dice Jehová, al modo que los hijos de Israel traen la ofrenda en utensilios limpios a la casa de Jehová. Y tomaré también de ellos para sacerdotes y para levitas, dice Jehová. Porque como los cielos nuevos y la nueva tierra que yo hago permanecerán delante de mí, dice Jehová, así permanecerá vuestra descendencia y vuestro nombre. Y sucederá que de mes en mes y de sábado en sábado, vendrán todos a adorar delante de mí, dijo Jehová. Y saldrán, y verán los cadáveres de los hombres que se rebelaron contra mí; porque su gusano nunca morirá, ni su fuego se apagará, y serán abominables a todo hombre.

Jeremías 2[:10, 11]

Porque pasad a las islas de Quitim y mirad; y enviad a Cedar, e informaos diligentemente, y ved si se ha hecho cosa semejante a esta. ¿Acaso alguna nación ha cambiado sus dioses, aunque ellos no son dioses?

Fol. 38

Jeremías 3[:14-18]

Convertíos, hijos apóstatas, dice Jehová, porque yo soy vuestro señor; y os tomaré uno de cada ciudad, y dos de cada familia, y os introduciré en Sión; y os daré pastores según mi corazón, que os apacienten con conocimiento y con inteligencia. Y acontecerá que cuando os multipliquéis y crezcáis en la tierra, en esos días, dice Jehová, no se dirá más: Arca del pacto de Jehová; ni vendrá al pensamiento, ni se hará mención de ella, ni la echarán de menos, ni se hará otra. En aquel tiempo llamarán a Jerusalén: Trono de Jehová; y todas las naciones se reunirán con ella en el nombre de Jehová en Jerusalén; ni andarán más tras la dureza de su malvado corazón. En aquellos días andará la ca-sa de Judá con la casa de Israel. &c.

Jeremías 4[:5, 6, 16]

Anunciad en Judá, y proclamad en Jerusalén, y decid: Tocad trompeta en la tierra; pregonad a voz en grito, y decid: Reuníos, y entrémonos en las ciudades fortificadas. Alzad bandera hacia Sión. &c.
Vigías enemigos vienen de tierra lejana, y lanzarán su voz contra las ciudades de Judá. &c.

Jeremías 10[:9]

Plata batida de Tarsis y oro de

Fol. 38 vuelto

Ufaz, obra de artífice, y de manos del orfebre; los visten de azul y de púrpura.

Jeremías 16[:14, 15, 19]

No obstante, he aquí vienen días, dice Jehová, en que no se dirá más: Vive Jehová, que hizo subir a los hijos de Israel de tierra de Egipto; sino: Vive Jehová, que hizo subir a los hijos de Israel de la tierra del norte, y de todas las tierras. &c.
A ti vendrán naciones desde los extremos de la tierra.

Jeremías 23[:4-8, 24]

Y no temerán más, ni se amedrentarán, ni serán menoscabadas, dice Jehová. He aquí que vienen días, dice Jehová, en que levantaré a David un renuevo justo, y reinará como Rey, el cual obrará con prudencia, y hará juicio y justicia en la tierra. En sus días será salvo Judá, e Israel habitará confiado; y este será su nombre con el cual le llamarán: Jehová es nuestra justicia. Por tanto, he aquí que vienen días, dice Jehová, en que no dirán más: Vive Jehová que hizo subir a los hijos de Israel de la tierra de Egipto, sino: Vive Jehová que hizo subir y trajo la descendencia de la casa de Israel de la tierra del norte, y de todos los países adonde yo los había echado; y habitarán en su tierra. &c. ¿No lleno yo, dice Jehová, el cielo y la tierra?

Fol. 39

Jeremías 30[:8-10]

En aquel día, dice Jehová de los ejércitos, yo quebraré su yugo de tu cuello, y romperé tus coyundas, y extranjeros no lo volverán más a poner en servidumbre, sino que servirán a Jehová su Dios y a David su rey, a quien yo les levantaré. Por tanto, tú, siervo mío Jacob, no temas, dice Jehová, ni desmayes, Israel; porque he aquí que yo soy el que acudo a salvarte des-de lejos a ti, y a tu descendencia de la tierra de su cautividad. &c.

Jeremías 31[:6-12]

Levantaos, y subamos a Sión, a Jehová nuestro Dios. Porque así dice Jehová: Cantad por Jacob con alegría, y dad voces de júbilo a la cabeza de las naciones; anunciad, alabad, y decid: Oh Jehová, salva a tu pueblo, el remanente de Israel. He aquí que yo los haré volver de la tierra del norte, y los reuniré de los últimos confines de la tierra. &c. Vendrán con llanto, y los guiaré con plegarias, y los haré andar junto a arroyos de aguas, por camino derecho. &c. Oíd la palabra de Jehová, oh naciones, y hacedlo saber en las islas que están lejos, y decid: El que esparció a Israel lo reúne y lo guarda, como un pastor a su rebaño. Porque Jehová ha rescatado a Jacob, lo redimió de mano del que es más fuerte que él. Vendrán y darán gritos de gozo en lo alto de Sión. &c.

Jeremías 33[:14-16, 19-23, 25, 26]

He aquí que vienen días, dice Jehová, en que yo cumpliré

Fol. 39 vuelto

la buena palabra que he hablado acerca de la casa de Israel y de la casa de Judá. En aquellos días y en aquel tiempo haré brotar a David un Renuevo de justicia, y ejecutará justicia y equidad en la tierra. En aquellos días Judá será salvo, y Jerusalén [Colón: «e Israel»] habitará segura, y se le llamará: Jehová es nuestra justicia. &c.
Y vino palabra de Jehová a Jeremías, diciendo: Así dice Jehová: Si podéis invalidar mi pacto con el día y mi pacto con la noche, de tal manera que no haya día ni noche a su tiempo, entonces podrá también invalidarse mi pacto con mi siervo David, para que le falte un hijo que reine sobre su trono, y mi pacto con los levitas y sacerdotes, mis ministros. Así como no pue-de ser contado el ejército del cielo, ni la arena del mar se puede medir, así multiplicaré la descendencia de David mi siervo, y los levitas que me sirven. Vino palabra de Jehová a Jeremías. &c. Si no permanece mi pacto con el día y la noche, si yo no he puesto las leyes del cielo y la tierra, también desecharé la descendencia de Jacob, y de David mi siervo, para no tomar de su descendencia quien sea señor sobre la posteridad de Abraham, de Isaac y de Jacob; porque yo haré volver

Fol. 40

sus cautivos, y tendré compasión de ellos.

Baruc 4[:15, 23, 24, 36, 37]135

Pues él trajo sobre ellos una nación de lejos, nación insolente, de lenguaje extraño, que no respetó al anciano, ni del niño tuvo compasión. &c.
Os despedí con duelo y lágrimas, pero Dios os devolverá a mí entre contento y regocijo para siempre. Y como las vecinas de Sión ven ahora vuestro cautiverio, así verán pronto vuestra salvación de parte de Dios, que os llegará con gran gloria y resplandor del Eterno. &c.
Mira hacia Oriente, Jerusalén, y ve la alegría que te viene de Dios. Mira, llegan tus hijos, a los que despediste, vuelven reunidos desde oriente a occidente, a la voz del Santo, alegres de la gloria de Dios.

Baruc 5[:1-9]

Jerusalén, quítate tu ropa de duelo y aflicción, y vístete para siempre el esplendor de la gloria que viene de Dios. Envuélvete en el manto de la justicia que procede de Dios, pon en tu cabeza la diadema de gloria del Eterno. Porque Dios mostrará tu esplendor a todo lo que hay bajo el cielo. Pues tu nombre se llamará

Fol. 40 vuelto

de parte de Dios para siempre: «Paz de la Justicia» y «Gloria de la Piedad». Levántate, Jerusalén [Colón: «Israel»], sube a la altura, tiende tu vista hacia Oriente y ve a tus hijos reunidos desde oriente a occidente, a la voz del Santo, alegres del recuerdo de Dios. Salieron de ti a pie, llevados por enemigos, pero Dios te los devuelve traídos con gloria, como un trono real. Porque ha ordenado Dios que sea rebajado todo monte elevado y los collados eternos, y colmados los valles hasta allanar la tierra, para que Israel marche en seguro bajo la gloria de Dios. Y hasta las selvas y todo árbol aromático darán sombra a Israel por orden de Dios. Porque Dios guiará a Israel con alegría a la luz de su gloria, con la misericordia y la justicia que vienen de él.

Ezequiel 3[:5, 6]

Porque no eres enviado a pueblo de habla oscura ni de lengua áspera, sino a la casa de Israel. No a muchos pueblos de habla oscura ni de lengua áspera, cuyas palabras no entiendas. Si a ellos te enviara, de seguro que te escucharían.

Ezequiel 27[:15, 22, 35]

Muchas islas estaban a tu servicio. &c. Los mercaderes de Sebá y de Ramá fueron también tus mercaderes;

Fol. 41

con especiería de la mejor calidad, y con toda piedra preciosa, y oro, vinieron a tus ferias. &c.
Todos los moradores de las islas están atónitos por causa tuya, y sus reyes también tiemblan de espanto, demudado el rostro.

Ezequiel 28[:7, 25]

Por tanto, he aquí que yo traigo sobre ti extranjeros, los más feroces de las naciones. &c.
Cuando recoja a la casa de Israel de los pueblos entre los cuales está esparcida, entonces me santificaré en ellos ante los ojos de las naciones. &c.

Ezequiel 32[:25]

Todos ellos incircuncisos, muertos a espada.

Ezequiel 34[:24]

Y yo Jehová les seré por Dios, y mi siervo David será príncipe en medio de ellos. &c.

Ezequiel 35[:14]

Cuando toda la tierra se regocije, yo te haré una desolación. &c.

Ezequiel 36[:23-29, 32-35, 37, 38]

Cuando yo sea santificado en vosotros delante de sus ojos. Pues yo os tomaré de entre las naciones, y os recogeré de todas las tierras, y os traeré a vuestro país.

Fol. 41 vuelto

Esparciré sobre vosotros agua limpia, y quedaréis limpios; de todas vuestras inmundicias y de todos vues-tros ídolos os limpiaré. Os daré también un corazón nuevo, y pondré un espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis ordenanzas, y las pongáis por obra. Habitaréis en la tierra que di a vuestros padres, y vosotros me seréis por pueblo, y yo seré a vosotros por Dios. Y os libraré de todas vuestras inmundicias. &c.
No lo hago por vosotros, dice Jehová el Señor, sabedlo bien. &c.
El día que os limpie de todas vuestras iniquidades, haré también que sean habitadas las ciudades, y las ruinas serán reedificadas. Y la tierra que estuvo asolada, será labrada, después de haber permanecido asolada a ojos de todos los que pasaron. Y dirán: Esta tierra que estaba asolada ha venido a ser como el jardín del Edén. &c.
Multiplicaré los hombres como se multiplican los rebaños. Como las ovejas consagradas, como las ovejas de Jerusalén en sus fiestas solemnes, así las ciudades desiertas serán llenas de rebaños de hombres. &c.

Ezequiel 37[:21-28]

He aquí, yo voy a tomar a los hijos de Israel de entre las naciones

Fol. 42

a las cuales fueron, y los recogeré de todas partes, y los traeré a su tierra; y los haré una sola nación en la tierra, en los montes de Israel, y un solo rey será a todos ellos por rey; y nunca más serán dos naciones, ni nunca más estarán divididos en dos reinos. &c.
Y me serán por pueblo, y yo a ellos por Dios. Mi sier-vo David será rey sobre ellos, y todos ellos tendrán un solo pastor; y andarán en mis ordenanzas, y guarda-rán mis estatutos, y los pondrán por obra. Habitarán en la tierra que di a mi siervo Jacob, en la cual habitaron vuestros padres; en ella habitarán ellos, sus hijos y los hijos de sus hijos para siempre; y mi siervo David será príncipe de ellos para siempre. Haré con ellos pacto de paz, será un pacto perpetuo con ellos; y los establece-ré y multiplicaré, y pondré mi santuario entre ellos para siempre. Estará en medio de ellos mi tabernáculo, y seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. Y sabrán las naciones que yo Jehová santifico a Israel, cuando mi santuario esté en medio de ellos para siempre.

Ezequiel 38[:8]

Al cabo de muchos años vendrás a la tierra salvada de la espada, recogida de muchos pueblos, contra los montes de Israel. &c.

Ezequiel 39[:25, 27]

Ahora voy a hacer volver a los cautivos de Jacob, y tendré compasión de toda

Fol. 42 vuelto

la casa de Israel, &c.
Cuando yo los haya traído de entre los pueblos, y los haya recogido de la tierra de sus enemigos, y sea santificado en ellos ante los ojos de muchas naciones.

Daniel 8[:5, 17]

He aquí que un macho cabrío venía del lado del poniente sobre la superficie de toda la tierra, pero sin tocar el suelo. &c.
Presta atención, hijo de hombre, porque la visión es para el tiempo del fin. &c.

Daniel 11[:18]

(En el margen izquierdo, «De la venida del Anticristo»)
Volverá después su rostro a las islas, y tomará muchas; mas un príncipe hará cesar la afrenta. &c.

Daniel 12[:1]

(En el margen izquierdo, «Este capítulo es sobre la consumación del siglo»)
En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo. &c.

Oseas 2 [Oseas 1:10]

Con todo, será el número de los hijos de Israel como la arena del mar, que no se puede medir ni contar. Y en el lugar en donde les fue dicho: Vosotros no sois pueblo mío, les será dicho: Sois hijos del Dios viviente. &c.

Oseas 3[:3-5]

Fol. 43

Tú me permanecerás aquí durante muchos días; no fornicarás, ni tomarás otro varón; lo mismo haré contigo. Porque durante muchos días estarán los hijos de Israel sin rey, sin príncipe, sin sacrificio, sin estela, sin efod y sin terafines. Después volverán los hijos de Israel, y buscarán a Jehová su Dios, y a David su rey; y acudirán con temor a Jehová y a su bondad en el fin de los días.

Joel 2[:1, 2, 20-27]

Tocad trompeta en Sión, y dad alarma en mi santo monte. &c.
Semejante a él no lo hubo jamás, ni después de él lo habrá en años de muchas generaciones. &c.
Su vanguardia será hacia el mar oriental, y su retaguardia al mar occidental; y exhalará su hedor, y subirá su fetidez, porque hizo grandes cosas. Tierra no temas; alégrate y gózate, porque Jehová hizo grandes cosas. Animales del campo, no temáis; porque los pastos del desierto reverdecen, porque los árboles llevan su fruto, la higuera y la vid dan sus frutos.

Fol. 43 vuelto

Vosotros, pues, hijos de Sión, alegraos y gozaos en Jehová vuestro Dios; porque os ha dado la primera lluvia con justa medida, y hace descender sobre vosotros lluvia temprana y tardía, como al principio. Las eras se llenarán de trigo, y los lugares rebosarán de vino y aceite. Y os restituiré los años que comió la langosta, el pulgón, el saltón y la oruga, mi gran ejército que envié contra vosotros. Comeréis hasta saciaros, y alabaréis el nombre de Jehová vuestro Dios, el cual hizo maravillas con vosotros; y nunca jamás será mi pueblo avergonzado. Y conoceréis que estoy yo en medio de Israel, y que yo soy Jehová vuestro Dios, y no hay otro; y mi pueblo jamás será avergonzado.

Joel 2[:28-32; Joel 3:1-21]

Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones. Y también sobre los siervos y sobre las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días. Y obraaré prodigios en el cielo y en la tierra, sangre, y fuego, y columnas de humo. El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día grande

Fol. 44

y espantoso de Jehová. Y todo aquel que invoque el nombre de Jehová de pondrá a salvo; porque en el monte de Sión y en Jerusalén habrá liberación, como ha dicho Jehová, y entre los supervivientes estarán los que Jehová llame. Porque he aquí en aquellos días, y en aquel tiempo en que haré volver a los cautivos de Judá y de Jerusalén, reuniré a todas las naciones, y las haré descender al valle de Josafat, y allí entraré en juicio con ellas a causa de mi pueblo, y de Israel mi heredad, a quien ellas esparcieron entre las naciones, y repartieron mi tierra; y echaron suertes sobre mi pueblo, y cambiaron el niño por una ramera, y vendieron las niñas por vino para beber. Y vosotras también, ¿qué sois para mí, Tiro y Sidón, y todo el territorio de Filistea? ¿Queréis vengaros de mí? Y si de mí os vengáis, bien pronto haré yo recaer la paga sobre vuestra cabeza. Porque os habéis llevado mi plata y mi oro, y metisteis en vuestros templos mis cosas preciosas y hermosas; y vendisteis los hijos de Judá y los hijos de Jerusalén a los hijos de los griegos, para alejarlos de su tierra. He aquí, yo los levantaré del lugar donde los vendisteis, y volveré vuestra paga sobre vuestra cabeza; y venderé vuestros hijos y vuestras hijas a los hijos de Judá, y ellos los venderán

Fol. 44 vuelto

a los sabeos, nación lejana; porque Jehová ha hablado. Proclamad esto entre la naciones, proclamad guerra, despertad a los valientes, acérquense, vengan todos los hombres de guerra. Forjad espadas de vuestros azadones, lanzas de vuestras hoces; diga el débil: Fuerte soy. Juntaos y venid, naciones todas de alrededor, y congregaos; haz bajar allá, oh Jehová, a tus valientes. Despiértense las naciones, y suban al valle de Josafat; porque allí me sentaré para juzgar a todas las nacio-nes de alrededor. Meted la hoz, porque la mies está ya madura. Venid a pisar, porque el lagar está lleno, y rebosan las cubas; porque es mucha la maldad de ellos. Multitudes y multitudes en el valle de la decisión; porque cercano está el día de Jehová en el valle de la decisión. El sol y la luna se oscurecerán, y las estre-llas retraerán su resplandor. Y Jehová rugirá desde Sión, y hará oír su voz desde Jerusalén, y temblarán los cielos y la tierra; pero Jehová será el refugio de su pueblo, y la fortaleza de los hijos de Israel. Y conoceréis que yo soy Jehová vuestro Dios, que habito en Sión, mi santo monte; y Jerusalén será santa, y no pasarán más por ella los extranjeros. Sucederá en aquel tiempo, que los montes destilarán mosto, y los collados fluirán leche, y por todos los arroyos de Judá correrán las aguas;

Fol. 45

y saldrá una fuente de la casa de Jehová, y regará el valle de Sitim. Egipto será destruido, y Edom será vuelto en desierto asolado, por la violencia hecha a los hijos de Judá; porque derramaron en su tierra sangre inocente. Pero Judá será habitada para siempre, y Jerusalén por generación y generación. Y limpiaré la sangre de los que no había limpiado; y Jehová morará en Sión.

Amós 9[:11-15]

En aquel día yo levantaré el tabernáculo caído de David, y cerraré sus portillos y levantaré sus ruinas, y lo reedificaré como en el tiempo pasado; para que reconquisten el resto de Edom, y todas las naciones sobre las cuales es invocado mi nombre, dice Jehová, que hace esto. He aquí que viene días, dice Jehová, en que el que ara alcanzará al segador, y el pisador de las uvas al que lleve la simiente y los montes destilarán mosto, y todos los collados se derretirán. Y traeré del cautiverio a mi pueblo Israel, y edificarán ellos las ciudades asoladas, y las habitarán; plantarán viñas, y beberán el vino de ellas, y harán huertos, y comerán el fruto de ellos. Pues los plantaré sobre su tierra, y nunca más serán arrancados de su tierra que yo les di, dice Jehová, tu Dios.

Fol. 45 vuelto

Abdías 1[:16-21]

De la manera que vosotros bebisteis en mi santo mon-te, beberán continuamente todas las naciones; beberán, y engullirán y serán como si no hubieran sido. Mas en el monte de Sión habrá un remanente que se salve; y será santo, y la casa de Jacob recuperará sus posesiones. La casa de Jacob será el fuego, y la casa de José será la llama, y la casa de Esaú la estopa, y los quemarán y los consumirán; y no quedará ningún res-to de la casa de Esaú, porque Jehová ha hablado. Y los del Négueb poseerán el monte de Esaú, y los de la Sefelá a los filisteos; poseerán también los campos de Efraín, y los campos de Samaria; y Benjamín ocupará Galaad. Y los cautivos de este ejército de los hijos de Israel poseerán la tierra de Canaán hasta Sarepta; y los cautivos de Jerusalén que están en Sefarad poseerán las ciudades del Négueb. Y subirán salvadores al monte de Sión para juzgar al monte de Esaú; y el reino será de Jehová.

Miqueas 4[:1-13; Miqueas 5:1]

Acontecerá en los postreros tiempos que el monte de la casa de Jehová será establecido por cabecera de montes, y más alto que los collados, y correrán a él los pueblos. Vendrán muchas naciones, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, y a la casa

Fol. 46

del Dios de Jacob; y nos enseñará en sus caminos, y andaremos por sus veredas; porque de Sión saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová. Y juzgará entre muchos pueblos, y será árbitro entre naciones poderosas hasta muy lejos; y forjarán sus espadas pa-ra azadones, y sus lanzas para hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se ensayarán más para la guerra. Y se sentará cada uno debajo de su vid y debajo de su higuera, y no habrá quien los amedrente; porque la boca de Jehová de los ejércitos lo ha hablado. Pues todos los pueblos andan cada uno en el nombre de su dios, pero nosotros andaremos en el nombre de Jehová nuestro Dios eternamente y para siempre. En aquel día, dice Jehová, reuniré la que cojea, y recogeré la descarriada, y a la que afligí; y pondré a la coja como remanente, y a la descarriada como nación robusta; y Jehová reinará sobre ellos en el monte de Sión desde ahora y para siempre. Y tú, oh torre del rebaño, fortaleza de la hija de Sión, hasta ti vendrá la antigua soberanía, el reino de la hija de Jerusalén. ¿No hay rey en ti? ¿Pereció tu consejero, que te agobia un dolor como de mujer en parto? Duélete y gime, hija de Sión, como mujer que está de parto; porque ahora saldrás de la ciudad y morarás en el campo, y llegarás hasta Babilonia; allí serás librada,

Fol. 46 vuelto

allí te redimirá Jehová de la mano de tus enemigos. Pero ahora se han juntado muchas naciones contra ti, y dicen: Sea profanada, y vean nuestros ojos su deseo cumplido en la ruina de Sión. Mas ellos no conocie-ron los pensamientos de Jehová, no entendieron su consejo; pues él los junta como gavillas en la era. Levántate y trilla, hija de Sión, porque haré tu cuerno como de hierro, tus pezuñas de bronce, y desmenuzarás a muchos pueblos; y consagrarás a Jehová su botín, y sus riquezas al Señor de toda la tierra. Rodéate ahora de muros, hija de guerreros; no ha sitiado; con vara hieren en la mejilla al juez de Israel.

Miqueas 5[:2]

Pero tú, Belén Efrata, aunque eres pequeña para ser contada entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor de Israel. &c.

Miqueas 6[:7, 8]

¿Daré mi primogénito por mi prevaricación, el fruto de mis entrañas por el pecado de mi alma? Oh hom-bre, te ha sido declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti.

Fol. 47

Sofonías 2[:11, 12]

Terrible será Jehová contra ellos, porque destruirá a todos los dioses de la tierra, y se inclinarán a él, cada una desde su lugar, todas las tierras de las naciones. También vosotros, los de Etiopía, seréis muertos con mi espada. &c.

Sofonías 3[:1-20]

¡Ay de la ciudad rebelde y contaminada y opresora! No escuchó la voz, ni recibió la corrección; no confió en Jehová, no se acercó a su Dios. Sus príncipes en medio de ella son leones rugientes; sus jueces, lobos nocturnos que no dejan ni un hueso para la mañana. Sus profetas son fanfarrones, hombres traicioneros; sus sacerdotes contaminaron el santuario, han violado la ley. Jehová en medio de ella es justo, no hará iniquidad; cada mañana sacará a luz su juicio, nunca faltará; pero el perverso no conoce la vergüenza. Hice destruir naciones; sus torres han sido derruidas; hice desiertas sus calles, hasta no quedar quien pase; sus ciudades están asoladas hasta no quedar hombre, hasta no quedar habitante. Me dije: Al menos tú me temerás, y re-cibirás corrección; y no será destruida su morada se-gún todo aquello por lo cual la castigué. Mas ellos se apresuraron a corromper todos sus hechos. Por tanto, esperadme, dice Jehová, hasta el día que me levante para juzgaros; por que mi determinación es reunir las naciones,

Fol. 47 vuelto

juntar los reinos, para derramar sobre ellos mi enojo, todo el ardor de mi ira; por el fuego de mi celo será consumida toda la tierra. En aquel tiempo devolveré yo a los pueblos pureza de labios, para que todos invoquen el nombre de Jehová, para que le sirvan de común consentimiento. De la región más allá de los ríos de Etiopía me suplicarán; la hija de mis esparcidos traerá mi ofrenda. En aquel día no serás avergonzada por ninguna de tus obras con que te rebelaste contra mí; porque entonces quitaré de en medio de ti a los que se jactan orgullosamente de tu gloria, y nunca más te ensoberbecerás en mi santo monte. Y dejaré en medio de ti un pueblo humilde y pobre, el cual confiará en el nombre de Jehová. El remanente de Israel no hará injusticia ni dirá mentira, ni se hallará en la boca de ellos lengua engañosa; porque serán apacentados, y dormirán, y no habrá quien los atemorice. Canta, oh hija de Sión; da voces de júbilo, oh Israel; gózate y regocíjate de todo corazón, hija de Jerusalén. Jehová ha revocado sus juicios contra ti, ha echado fuera tus enemigos; Jehová, el Rey de Israel, está en medio de ti; nunca más verás el infortunio. En aquel tiempo se dirá a Jerusalén: No temas; Sión, no se debiliten tus manos. Jehová está en medio de ti, como poderoso salvador; se gozará sobre ti con alegría, callará de amor, se regocijará sobre ti con cánticos.

Fol. 48

Reuniré a los afligidos por causa del largo tiempo; tuyos son, y para ellos el oprobio de ella es una carga. He aquí, en aquel tiempo yo exterminaré a todos tus opresores; y salvaré a la que cojea, y recogeré la descarriada; y las pondré por alabanza y por renombre en todas las tierras donde fueron avergonzadas. En aquel tiempo yo os traeré, en aquel tiempo os reuniré yo; pues os pondré para renombre y para alabanza en-tre todos los pueblos de la tierra, cuando haga volver a vuestros cautivos delante de vuestros ojos, dice Jehová.

Zacarías 1[:14-17]

Y me dijo el ángel que hablaba conmigo: Clama diciendo: Así dice Jehová de los ejércitos: Estoy celo-so con gran celo por Jerusalén y por Sión. Y estoy muy airado contra las naciones que se sienten seguras de sí mismas; porque cuando yo estaba enojado un poco, ellos agravaron el mal. Por tanto, así ha dicho Jehová: Yo me he vuelto a Jerusalén con compasión; en ella será edificada mi casa, dice Jehová de los ejércitos, y la plomada será tendida sobre Jerusalén. Clama de nuevo y di: Así dice Jehová de los ejércitos: Aún rebosarán mis ciudades con la abundancia del bien, y aún consolará Jehová a Sión, y escogerá todavía a Jerusalén.

Zacarías 2[:1-13]

Alcé después mis ojos y miré, y he aquí un varón

Fol. 48 vuelto

que tenía en su mano un cordel de medir. Y le dije: ¿Adónde vas? Y él me respondió: A medir a Jerusalén, para ver cuánta es su anchura, y cuánta su longitud. Y he aquí, salía aquel ángel que hablaba conmigo, y otro ángel le salió al encuentro, y le dijo: Corre, habla a este joven, diciendo: Sin muros será habitada Jerusalén, a causa de la multitud de hombres y de ganado en medio de ella. Yo seré para ella, dice Jehová, muro de fuego en derredor, y para gloria estaré en medio de ella. Eh, eh, huid de la tierra del norte, dice Jehová, pues por los cuatro vientos de los cielos os esparcí, dice Jehová. Oh Sión, la que moras con la hija de Babilonia, escápate. Porque así ha dicho Jehová de los ejércitos: Tras la gloria me enviará él a las naciones que os despojaron; porque el que os toca, toca a la niña de su ojo. Porque he aquí, yo voy a alzar mi mano sobre ellos, y serán despojo para los que eran sus esclavos, y sabréis que Jehová de los ejércitos me envió. Canta y alégrate, hija de Sión; porque he aquí que vengo, y moraré en medio de ti, dice Jehová. Y se unirán muchas naciones a Jehová en aquel día, y me serán por pueblo, y moraré en medio de ti; y entonces conocerás que Jehová de los ejércitos me ha enviado a ti. Y Jehová poseerá a Judá como su heredad en la tierra santa,

Fol. 49

y escogerá de nuevo a Jerusalén. Calle toda carne delante de Jehová; porque él se ha levantado de su santa morada.

Zacarías 8[:1-23]

Vino a mí la palabra de Jehová de los ejércitos, diciendo: Así dice Jehová de los ejércitos: He celado a Sión con gran celo, y con gran ira la he celado. Así dice Jehová: Yo retornaré a Sión, y moraré en medio de Jerusalén; y Jerusalén se llamará Ciudad de la Verdad; y el monte de Jehová de los ejércitos, Monte de la Santidad. Así dice Jehová de los ejércitos: Aún han de morar ancianos y ancianas en las calles de Jerusalén, cada cual con bordón en su mano por la multitud de los días. Y las calles de la ciudad estarán llenas de muchachos y muchachas que jugarán en ellas. Así dice Jehová de los ejércitos: Si esto parece sorprendente a los ojos del remanente de este pueblo en aquellos días, ¿también será sorprendente delante de mis ojos?, dice Jehová de los ejércitos. Así dice Jehová de los ejércitos: He aquí, yo voy a salvar a mi pueblo de la tierra del oriente, y de la tierra donde se pone el sol; y los traeré, y habitarán en medio de Jerusalén; y me serán por pueblo, y yo seré a ellos por Dios en verdad y en justicia. Así dice Jehová de los ejércitos: Fortalézcanse vuestras manos, los que oís en estos días estas palabras de la boca de los profetas,

Fol. 49 vuelto

desde el día que se echó el cimiento a la casa de Jehová de los ejércitos, para reedificar el templo. Porque antes de estos días no ha habido salario para los hombres ni paga para bestias, ni hubo paz para el que salía ni para el que entraba, a causa del enemigo; y yo mismo di rienda suelta a todos los hombres cada cual contra su compañero. Mas ahora no lo haré con el remanente de este pueblo como en aquellos días pasados, dice Jehová de los ejércitos. Porque habrá simiente de paz; la vid dará su fruto, y dará su producto la tierra, y los cielos darán su rocío; y haré que el remanente se este pueblo posea todo esto. Y sucederá que así como fuisteis maldición entre la naciones, oh casa de Judá y casa de Israel, así os salvaré y seréis bendición. No temáis, mas esfuércense vuestras manos. Porque así dice Jehová de los ejércitos: Como decidí castigaros cuando vuestros padres me provocaron a ira, dice Jehová de los ejércitos, y no cambié de parecer, así, de nuevo, he decidido en estos días hacer bien a Jerusalén y a la casa de Judá; no temáis. Estas son las cosas que habéis de hacer: Hablad verdad cada cual con su prójimo; juzgad según la verdad y lo conducente a la paz en vuestras puertas. Y ninguno de vosotros piense ningún mal en su corazón contra su prójimo, ni améis el juramento falso; porque todas éstas son cosas que aborrezco, dice Jehová.

Fol. 50

Vino a mí palabra de Jehová de los ejércitos, dicien-do: Así dice Jehová de los ejércitos: El ayuno del cuarto mes, el ayuno del quinto, el ayuno del séptimo, y el ayuno del décimo, se convertirán para la casa de Judá en gozo y alegría, y en festivas solemnidades. Amad, pues, la verdad y la paz. Así dice Jehová de los ejércitos: Aún vendrán pueblos, y habitantes de una ciudad a otra, y dirán: Vamos a implorar el favor de Jehová, y a buscar a Jehová de los ejércitos. Yo también iré. Y vendrán muchos pueblos y fuertes naciones a buscar a Jehová de los ejércitos en Jerusalén, y a implorar el favor de Jehová. Así dice Jehová de los ejércitos: En aquellos días acontecerá que diez hombres de las naciones de toda lengua tomarán del manto a un judío, diciendo: Dejadnos ir con vosotros, porque hemos oído que Dios está con vosotros.

Zacarías 9[:1-17]

La profecía de la palabra de Jehová está contra la tierra de Hadrac y sobre Damasco; porque a Jehová deben mirar los ojos de los hombres, y de todas las tribus de Israel. También Hamat será comprendida en el territorio de éste; Tiro y Sidón, aunque sean muy sabias. Bien que Tiro se edificó fortaleza, y amontonó plata como polvo, y oro como lodo de las calles, he aquí, el Señor la empobrecerá, y herirá en el mar su pode-río, y ella será consumida por el fuego. Verá Ascalón esto, y temerá;

Fol. 50 vuelto

Gaza también, y le entrará mucho miedo; asimismo Ecrón, porque su esperanza será confundida; y perecerá el rey de Gaza, y Ascalón no será habitada. Habitará en Asdod gente bastarda, y pondré fin a la soberbia de los filisteos. Quitaré la sangre de su boca, y sus abominaciones de entre sus dientes, y quedará también un remanente para nuestro Dios, y serán como capitanes en Judá, y Ecrón será como el jebuseo. Entonces acamparé junto a mi casa como un puesto de guardia, para que ninguno vaya ni venga, y no pasará más sobre ellos el opresor; porque ahora miraré con mis ojos. Alégrate mucho, hija de Sión; da voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí que tu rey viene a ti, justo y victorioso, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino, hijo de asna. Y destruiré los carros de Efraín, y los caballos de Jerusalén, y los ar-cos de guerra serán quebrados; y dictará paz a las naciones, y su señorío será de mar a mar, y desde el río hasta los confines de la tierra. Y tú también por la sangre de tu pacto serás salva; yo he sacado tus presos de la cisterna en que no hay agua. Volveos a la fortaleza, oh prisioneros de esperanza; hoy también os anuncio que os restauraré el doble. Porque he entesado para mí a Judá como arco, e hice a Efraín su flecha, y despertaré a tus hijos, oh Sión, contra tus hijos, oh Grecia, y te pondré como

Fol. 51

espada de valiente. Y Jehová será visto sobre ellos, y su dardo saldrá como relámpago; y el Señor Jehová tocará trompeta, y avanzará entre los torbellinos del austro. Jehová de los ejércitos los amparará, y ellos devorarán, y hollarán las piedras de la honda, y beberán, y harán estrépito como agitados por el vino; y se llenarán como tazones, o como los cuernos del altar. Y los salvará en aquel día Jehová su Dios como al rebaño de su pueblo; porque refulgirán sobre su tierra como piedras de diadema. Porque ¡cuánta es su bondad, y cuánta su hermosura! El trigo hará prospe-rar a los jóvenes, y el mosto hará florecer a las doncellas.

Zacarías 11[:12, 13]

Si os parece bien, dadme mi salario; y si no, dejadlo. Y pesaron por mi salario treinta piezas de plata. Y me dijo Jehová: Échalo al tesoro; ¡hermoso precio en que me han valorado! Y tomé las treinta piezas de plata, y las eché al tesoro en la casa de Jehová. &c.

Zacarías 13[:1-9]

En aquel tiempo habrá un manantial abierto para la casa de David y para los habitantes de Jerusalén, para la purificación del pecado y de la inmundicia. Y en aquel día, dice Jehová

Fol. 51 vuelto

de los ejércitos, quitaré de la tierra los nombres de las imágenes, y nunca más serán recordadas; y también haré cortar de la tierra a los profetas y al espíritu de inmundicia. Y acontecerá que si alguno profetiza to-davía, le dirán su padre y su madre que lo en-gendra-ron: No vivirás, porque has hablado mentira en el nombre de Jehová; y su padre y su madre que lo engendraron le traspasarán mientras esté profetizando. Y sucederá en aquel tiempo, que todos los profetas se avergonzarán de su visión cuando profeticen; ni nunca más vestirán el manto velloso para mentir. Sino que dirán: No soy profeta; soy labrador de la tierra, pues he estado en el campo como jornalero para un amo desde mi juventud. Y le preguntarán: ¿Qué heridas son ésas entre tus manos? Y él responderá: Con ellas fui herido en casa de mis amigos. Despierta, oh espada, contra mi pastor, y contra el hombre compañero mío, dice Jehová de los ejércitos. Hiere al pastor, y serán dispersadas las ovejas; y haré volver mi mano contra los pequeñitos. Y acontecerá en toda la tierra, dice Jehová, que dos terceras partes serán cortadas en ella, y perecerán; mas la tercera quedará en ella. Y meteré en el fuego a la tercera parte, y los fundiré como se funde la plata, y los probaré como se prueba el oro. Él invocará mi nombre, y yo le escucharé, y diré: Es mi pueblo; y él dirá: Jehová es mi Dios. &c.

Fol. 52

Zacarías 14[:1-21]

He aquí que el Día de Jehová viene, y en medio de ti serán repartidos tus despojos. Porque yo reuniré a todas las naciones contra Jerusalén para combatir; y la ciudad será tomada, y serán saqueadas las casas, y violadas las mujeres; y la mitad de la ciudad irá en cautiverio, mas el resto del pueblo no será cortado de la ciudad. Después saldrá Jehová y peleará con aquellas naciones, como peleó en el día de la batalla. Y se posarán sus pies en aquel día sobre el monte de los Olivos, que está enfrente de Jerusalén al oriente; y el monte de los Olivos se partirá por en medio, ha-cia el oriente y hacia el occidente, haciendo un valle muy grande; y la mitad del monte se apartará hacia el norte, y la otra mitad hacia el sur. Y huiréis al valle de los montes, porque el valle de los montes llegará hasta Azal; huiréis de la manera que huisteis por causa del terremoto en los días de Uzías, rey de Judá; y vendrá Jehová mi Dios, y con él todos los santos. Y acontecerá que en ese día no habrá luz clara, ni oscura. Será un día único, el cual es conocido sólo de Jehová; no será ni día ni noche; pero sucederá que al caer la tarde habrá luz. Acontecerá también en aquel día, que saldrán de Jerusalén aguas vivas, la mitad de ellas hacia el mar oriental, y la otra mitad hacia el mar occidental, en verano y en invierno. Y Jehová será rey sobre toda la tierra.

Fol. 52 vuelto

En aquel día Jehová será uno, y uno su nombre. Toda la tierra se volverá como llanura desde Geba hasta Rimón al sur de Jerusalén; y ésta será enaltecida, y habitada en su lugar, desde la puerta de Benjamín hasta el lugar de la puerta primera, hasta la puerta del Ángulo, y desde la torre de Hananeel hasta los laga-res del rey. Y morarán en ella, y no habrá nunca más maldición, sino que Jerusalén será habitada confia-damente. Y esta será la plaga con que herirá Jehová a todos los pueblos que hayan hecho la guerra a Jerusalén: la carne de ellos se consumirá estando ellos sobre sus pies, y se consumirán en las cuencas sus ojos, y la lengua se les deshará en la boca. Y acontece-rá en aquel día que habrá entre ellos gran pánico enviado por Jehová; y trabará cada uno de la mano de su compañero, y levantará su mano contra la mano de su compañero. Y Judá también peleará en Jerusalén. Y serán reunidas las riquezas de todas las naciones de alrededor: oro y plata, y ropas de vestir, en gran abundancia. Así también será la plaga de los caballos, de los mulos, de los camellos, de los asnos, y de todas las bestias que estén en aquellos campamentos, como la plaga de los hombres. Y todos los que sobrevivan de las naciones que vinieron contra Jerusalén, subirán de año en año para adorar al Rey, a Jehová de los ejércitos, y a celebrar la fiesta de los tabernáculos. Y acontecerá que los

Fol. 53

de la familias de la tierra que no suban a Jerusalén pa-ra adorar al Rey, Jehová de los ejércitos, no vendrá sobre ellos lluvia. Y si la familia de Egipto no sube y no viene, ¿no caerá sobre ellos la plaga? Vendrá la plaga con que Jehová herirá a las naciones que no suban a celebrar la fiesta de los tabernáculos. Éste será el castigo del pecado de Egipto, y del pecado de todas las naciones que no suban para celebrar la fies-ta de los tabernáculos. En aquel día estará grabado sobre las campanillas de los caballos: SANTIDAD A JEHOVÁ; y las ollas de la casa de Jehová serán como los tazones del altar. Y toda olla en Jerusalén y Judá será consagrada a Jehová de los ejércitos; y todos los que sacrifiquen vendrán y tomarán de ellas, y cocerán en ellas; y no habrá en aquel día más cananeo en la casa de Jehová de los ejércitos. &c.

Es temperancia tiento y manera,
que todos contino devemos tener
en nunca temptar dezir ni hazer
casa, que deva no ser hazedera.
es ésta la larga y estrecha carrera,
adó de contino virtud es hallada,
sin ser cometida, ni ser salteada
del vicio, ni d’él quedalle dentera.

Fol. 53 vuelto

+

«¿Por qué se amontinan las gentes» &c. [Salmo 2:1]. Dicen los hebreos modernos que David compuso este salmo, alabando a Dios por la victoria sobre los filisteos, que ascendieron. [De la Glossa ordinaria de Nicolás de Lyra].

Fol. 54 (en blanco)




Fol. 54 vuelto

DEL PRESENTE Y FUTURO

Isaías 2[:2, 3]

(En el margen izquierdo: «El profeta llama la atención sobre la vocación de los gentiles y la venida de Cristo. Jerusalén en su prólogo».)

Acontecerá en lo postrero de los tiempos, que será asentado el monte de la casa de Jehová como cabeza de los montes, y será exaltado sobre los collados, y confluirán a él todas las naciones. Y vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará sus caminos, y caminaremos por sus sendas. Porque de Sión saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová.

Isaías 5[:26]

Alzará pendón a naciones lejanas, y silbará al que es-tá en el extremo de la tierra; y he aquí que vendrá rápida y velozmente.

Isaías 6[:11-13]

Y respondió él: Hasta que las ciudades estén asoladas y sin moradores, y no haya hombre en las casas, y la tierra esté hecha un desierto; hasta que Jehová ha-ya echado lejos a los hombres, y multiplicado los lugares abandonados en medio de la tierra. Y si quedare aún en ella la décima parte, ésta volverá a ser destruida; pero como el roble y la encina, que al ser cortados aún queda un tocón, así la simiente santa se-rá su tocón.

Isaías 8[:9]

Reuníos, pueblos, y seréis quebrantados; oíd, todos los que sois de lejanas tierras.

Isaías 12[:4-6]

Declarad en los pueblos sus obras, proclamad

Fol. 55

que su nombre es sublime. Cantad a Jehová, porque ha hecho cosas sublimes; sea sabido esto por toda la tierra. Da gritos de júbilo y canta, oh moradora de Sión; porque grande es en medio de ti el Santo de Israel.

Isaías 18[:1-7]

¡Ay de la tierra de zumbido de alas, que está más allá de los ríos de Etiopía; que envía mensajeros por el mar, y en naves de papiro sobre las aguas! Andad, mensajeros veloces, a una nación de elevada estatura y tez brillante, a un pueblo temible desde su principio y después, gente fuerte y conquistadora, cuya tierra es surcada por ríos. (Al monte del nombre de Jehová de los ejércitos, al monte de Sión.) Vosotros todos, los moradores del mundo y habitantes de la tierra, cuando se levante bandera en los montes, mirad; y cuando se toque trompeta, escuchad. Porque Jehová me dijo así: Me estaré quieto, y los miraré desde mi morada, como sol claro después de la lluvia, como nube de rocío en el calor de la siega. Porque antes de la siega, cuando, pasada la floración, comience a madurar el fruto en cierne, entonces podará con podaderas las ramitas, y cortará y quitará las ramas inútiles. Y serán dejados todos para las aves de presa de los montes y para las bestias de la tierra; pasarán allí el verano las aves e invernarán todas las bestias de la tierra. En aquel tiempo será traída ofrenda a Jehová de los ejércitos, del pue-blo de elevada estatura y tez brillante, del pueblo temible desde su principio y después, gente fuerte y conquistadora, cuya tierra es surcada por ríos, al lugar del nombre de Jehová de los ejércitos, al monte de Sión.

Fol. 55 vuelto

Isaías 25 (Isaías 26[:1-3])

En aquel día se cantará este cántico en tierra de Judá: Ciudad fuerte tenemos; salvación puso Dios por muros y antemuro. Abrid las puertas para que entre una gente justa, que guarda fidelidad. Tú guardas en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti confía.

Isaías 33[:13, 14, 17, 20]

Oíd los que estáis lejos, lo que he hecho; y vosotros los que estáis cerca, reconoced mi poder. Los pecadores en Sión se asombraron, espanto sobrecogió a los hipócritas. Tus ojos verán al Rey en su hermosura; verán una tierra dilatada. Mira a Sión, ciudad de nuestras fiestas solemnes; tus ojos verán a Jerusalén, morada de quietud, tienda que no será desmantelada, ni serán arrancadas sus estacas. &c.

Fol. 56

1 Crónicas 17[:7-15]

Por tanto, ahora dirás a mi siervo David: Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Yo te tomé del redil, de detrás de las ovejas, para que fueses príncipe sobre mi pueblo Israel; y he estado contigo en todo cuanto has andado, y he cortado a todos tus enemigos de delante de ti, y voy a hacerte un gran nombre, como el nombre de los grandes de la tierra. Asimismo fijaré lugar para mi pueblo Israel, y lo plantaré allí para que habite en él y no sea más removido; ni los hijos de iniquidad lo consumirán más, como antes, y desde el tiempo en que puse los jueces sobre mi pueblo Israel; mas humilla-ré a todos tus enemigos. Te hago saber, además, que Jehová te edificará casa. Y cuando tus días sean cumplidos para irte con tus padres, levantaré descendencia después de ti, a uno de entre tus hijos, y afirmaré su reino. Él me edificará casa, y yo confirmaré su trono eternamente. Yo le seré por padre, y él me será por hijo; y no quitaré de él mi misericordia, como la quité de aquél que fue antes de ti; sino que lo confirmaré en mi casa y en mi reino eternamente; y su trono será firme para siempre. Conforme a todas estas palabras, y conforme a toda esta visión, habló Natán a David. &c.

Fol. 56 vuelto

1 Crónicas 23[:25, 26]

Jehová Dios de Israel ha dado paz a su pueblo Israel, y él habitará en Jerusalén para siempre. Y también los levitas no tendrán que llevar más el tabernáculo y todos los utensilios para su ministerio. &c.

1 Crónicas 28[:1, 2, 6, 7, 9]

Reunió David en Jerusalén a todos los principales de Israel. &c.
Yo tenía el propósito de edificar una casa en la cual reposara el arca del pacto de Jehová. &c.
Salomón tu hijo, él edificará mi casa y mis atrios; porque a éste he escogido por hijo, y yo le seré a él por padre. Asimismo yo confirmaré su reino para siempre, si él se esfuerza en poner por obra mis mandamientos y mis decretos, como lo hace hoy. &c. Si tú le buscas, lo hallarás; mas si lo dejas, él te desechará para siempre. &c.

1 Crónicas 29[:4, 17]

Tres mil talentos de oro, de oro de Ofir. &c. Yo sé, Dios mío, que tú escudriñas los corazones, y que la rectitud te agrada. &c.

2 Crónicas 6[:16]

Ahora, pues, Jehová Dios de Israel, cumple a tu siervo

Fol. 57

David mi padre lo que le has prometido, diciendo: No faltará de ti varón delante de mí, que se siente en el trono de Israel, con tal que tus hijos guarden su ca-mino, andando en mi ley, como tú has andado delante de mí. &c.

2 Crónicas 7[:12, 17-22]

Y se apareció Jehová a Salomón de noche, y le dijo: Yo he oído tu oración, y he elegido para mí este lugar por casa de sacrificio. &c.
Y si tú andas delante de mí como anduvo David tu padre, y haces todas las cosas que yo te he mandado, y guardas mis estatutos y mis decretos, yo confirmaré el trono de tu reino, como pacté con David tu padre, diciendo: No te faltará varón que gobierne en Israel. Mas si vosotros os volvéis, y dejáis mis estatutos y mandamientos que he puesto delante de vosotros, y vais a servir a dioses ajenos, y los adoráis, yo os arrancaré de mi tierra que os he dado; y esta casa que he santificado a mi nombre, yo la arrojaré de mi presencia, y la pondré por burla y escarnio entre todos los pueblos. Y esta casa que es tan excelsa, será espanto a todo el que pase, y dirá: ¿Por qué ha hecho así Jehová a esta tierra y a esta casa?

Fol. 57 vuelto

Y se responderá: por cuanto dejaron a Jehová Dios de sus padres, que los sacó de la tierra de Egipto, y han abrazado a dioses ajenos, y los adoraron y sirvieron; por eso él ha traído todo este mal sobre ellos.

2 Crónicas 8[:6, 17, 18]

Todo lo que Salomón quiso edificar en Jerusalén, en el Líbano, y en toda la tierra de su dominio. &c.
Entonces Salomón fue a Ezyón-géber y a Elot, a la costa del mar en la tierra de Edom. Porque Hiram le había enviado naves por mano de sus siervos, y marineros diestros en el mar, los cuales fueron con los siervos de Salomón a Ofir, y tomaron de allí cuatrocientos cincuenta talentos de oro, y los trajeron al rey Salomón.

Fol. 58

+

Item: 1 Crónicas 16[:7, 8, 23-36]

Aquel día, David, alabando el primero a Jehová, entregó a Asaf y a sus hermanos este canto:

Alabad a Jehová, invocad su nombre,
Dad a conocer en los pueblos sus obras. &c.
Cantad a Jehová toda la tierra,
Proclamad de día en día su salvación.
Cantad entre las gentes su gloria,
Y en todos los pueblos sus maravilla.
Porque grande es Jehová, y digno de suprema alabanza,
Y de ser temido sobre todos los dioses.
Porque todos los dioses de los pueblos son ídolos;
Mas Jehová hizo los cielos.
Alabanza y magnificencia delante de él;
Poder y alegría en su morada.
Tributad a Jehová, oh familias de los pueblos,
Dad a Jehová gloria y poder.
Dad a Jehová la honra debida a su nombre;
Traed ofrenda, y venid delante de él.
Postraos delante de Jehová en la hermosura de la santidad.
Temed en su presencia, toda la tierra;
El mundo será aún establecido, para que no se conmueva.
Alégrense los cielos, y gócese la tierra,
Y digan en las naciones: Jehová reina.
Resuene el mar, y su plenitud;
Alégrese el campo, y todo lo que contiene.
Entonces cantarán los árboles de los bosques delante de Jehová,
Porque viene a juzgar la tierra.
Aclamad a Jehová, porque él es bueno;
Porque su misericordia es eterna.
Y decid: Sálvanos, oh Dios, salvación nuestra;
Recógenos, y líbranos de las naciones,
Para que confesemos tu santo nombre,
Y nos gloriemos en tus alabanzas.
Bendito sea Jehová Dios de Israel,
Por toda la eternidad.
Y dijo todo el pueblo, Amén, y alabó a Jehová.

Dopo el peccato delli primi parenti, cadendo l’homo de male en pegio, perdete la simigliança de Dio, et como dice el psalmista, prese similitudine de bestia.136

Fol. 58 vuelto

Memorare con gran tiento,
o hombre, qualquier que seas,
tener siempre en pensamiento
a Dios y su ma[n]damiento,
sy con él reynar deseas
para mientes que proveas,
pues nescessario es morir,
qu’en el tiempo del partyr
el camino llano veas.

Novíssima proveyeron
siempre los sanctos varones,
del mundo se suspendieron,
a Christo siempre sirvieron,
sufrieron tribulationes,
dexando las afectiones carnales de vanidad.
déveste con humildad
refrenar de tus passiones.
Fol. 59 (en blanco)

Fol. 59 vuelto

Séneca en VII tragedia de Medea:
audaz en extremo en el coro137

Venient annis
secula seris, quibus Oceanus
vincula rerum laxet, & ingens
pateat te[l]lus Tiphisque novos
detegat orbes, nec sit terris
ultima Tille.

Vernán los tardos años del mundo ciertos tiempos en los quales el mar Ocçéano afloxerá los atamentos de las cosas, y se abrirán una grande tierra, y um nuebo marinero como aquél que fué guya de Jasón, que obe nombre Tiphi, descobrirá nuebo mundo, y estonçes non será la ysla Tille la postrera de las tierras.

+

El año de 1494, estando yo en la ysla Saona, que es al cabo oriental de la ysla Española, obo eclipsis de la luna a 14 de setiembre, y se falló que había diferençia de alí al cabo de San Viçente en Portugal çinco oras y más de media.

Juebes, 29 de febrero de 1504, estando yo en las Yndias en la ysla de Janahica en el poerto que se diz de Santa Gloria, que es casi en el medio de la ysla, de la par-te septentrional, obo eclipsis de la luna, y porque el comienço fué primero que el sol se pusiese, non pude notar salvo el término de quando la luna acabó de bolver en su claridad, y esto fué muy certificado dos oras y me-dia pasadas de la noche çinco ampolletas muy çiertas.
La diferençia del medio de la ysla de Janahica en las Yndias con la ysla de Cális en España es siete oras y quynze minutos; de manera que en Cális se puso el sol primero que en Janahica con siete oras y quinze minutos de ora. Vide almanach.
En el poerto de Santa Gloria en Janahica se alça el polo diez & ocho grados, estando las Guardas en el braço.

Fol. 60

+

Lucas, Capítulo 1[:48]

«Pues he aquí que desde ahora me tendrán por dichosa todas las generaciones».
Glosa [Glossa ordinaria de Nicolás de Lyra]: Es decir, los judíos y los gentiles. De todas las generaciones, algunos se han convertido a la fe, aquellos que confiesan a esa Virgen bendita. Asimismo esto aparece en los sarracenos, puesto que en el Alcorán de Mahoma se dice: de la Virgen María dijeron los ángeles: «¡Oh María!, Dios te anuncia su Verbo y su nombre será Jesús, hijo de María». Y en otro lugar en el mismo libro dijeron los ángeles: «¡Oh María!, verdaderamente Dios te ha elegido, te ha purificado, y te ha escogido bienaventurada sobre todas las mujeres de los siglos», &c.

Mateo, 8[:11]

«Y os digo que vendrán muchos del oriente y del occidente, y se sentarán con Abraham e Isaac y Jacob en el reino de los cielos».
Glosa [Nicolás de Lyra]: Porque la multitud de los gentiles que existen en las diversas partes del mundo fue convertida a la fe por medio de la predicación de los apóstoles.

Mateo, 2[:1, 2]

«Llegaron a Jerusalén unos magos procedentes del oriente diciendo: ¿Dónde está el que ha nacido rey de los judíos? Porque hemos visto su estrella en el oriente, y hemos venido a adorarle». &c.
Glosa [Nicolás de Lyra]: Por esto se prefiguraba que la fe de Cristo había de ser recibida devotamente por los gentiles &c., porque los magos, que eran gentiles, buscaron al mismo Cristo con devoción, y después de encontrarlo, lo adoraron. &c.
Por lo cual se canta en el himno: «Así los magos desde el orto del sol, llevando el tipo de todos los gentiles, por medio de la dirección de la estrella, fueron los primeros en ofrecer presentes».

Fol. 60 vto.

+

Juan, 10[:14, 16]

«Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen, &c. También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer; y oirán mi voz, y habrá un solo rebaño, y un solo pastor».
Glosa de Nicolás [de Lyra] &c.: Y para que no se creyera que debía morir sólo por los judíos, a causa de lo que se dice en Mateo 15[:24]: «No he sido enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel»; por ello aclara su pensamiento, diciendo: «Y tengo otras ovejas que no son de este redil», es decir, de la sinagoga de los judíos, sino del pueblo gentil. «Aquéllas también debo traer»; lo cual fue cumplido por la predicación de los apóstoles, como se contiene en los Hechos de los Apóstoles 13, obrando principalmente Cristo en su predicación, según lo que dice Marcos en el último capítulo [16:20]: «Y ellos salieron y predicaron en todas partes, colaborando el Señor con ellos» &c. «Y oirán mi voz». Ya que los judíos rechazaron la fe de Cristo, los gentiles la recibieron con devoción a causa de la predicación de los apóstoles, se-gún lo que se contiene en los Hechos de los Apóstoles 13 [:46-48], donde se dice que Pablo y Bernabé dijeron a los judíos: «Era necesario que la palabra de Dios os fuera anunciada primero a vosotros; mas puesto que la desecháis, y no os juzgáis dignos de la vida eterna, mirad, nos volvemos a los gentiles. Porque así nos lo ha mandado el Señor, diciendo: Te he puesto para luz de los gentiles, a fin de que seas para la salvación hasta lo último de la tierra»; y sigue: «Los gentiles, oyendo esto, se regocijaban y glorificaban la palabra del Señor». «Y habrá un solo rebaño», es decir, una Iglesia compuesta de judíos y gentiles &c.

Gregorio138

Porque había venido a redimir no sólo a Judea sino también a la gentilidad, añade: «Tengo otras ovejas que no son de este redil».

Agustín, De la palabra del Señor
[Sermón 138]

Pues hablaba primero del redil de la casa de Israel según la carne. Pero además había otras [ovejas] de la casa del mismo Israel según la fe, que estaban fuera: asimis-mo había los predestinados entre los gentiles que todavía no habían sido congregados. Por tanto no son de este redil, porque no son de la casa de Israel según la carne; pero serán de este redil, pues sigue: «Y aquéllas [ovejas] también debo traer» &c.

Fol. 61

Crisóstomo139 [Homilía 60]

Muestra que las ovejas se encontraban dispersas, sin tener pastores. Sigue: «Y oirán mi voz». Como si dijera: «¿De qué os admiráis si éstos han de seguirme y han de oír mi voz cuando veáis a otros siguiéndome y oyendo mi voz?» A continuación predice su unión futura y por consiguiente añade: «Y habrá un solo rebaño, y un solo pastor».

Ítem. Gregorio, en las Homilías

Como de dos rebaños se forma un solo redil, pues en su fe une al pueblo judío y al gentil.

+

Agustín, De la Ciudad de Dios
Libro 18, Capítulo 33

Jeremías es de los profetas mayores, como Isaías &c. De la vocación futura de los gentiles que ahora vemos cumplida, habló así: «Oh Jehová, Dios mío, y refugio mío en el tiempo de la aflicción, a ti vendrán naciones des-de los extremos de la tierra, y dirán: Ciertamente mentira fue la herencia de nuestros padres; vanidad y cosas sin provecho».140 Y como los judíos no habían de reconocer-le y le habían de dar muerte, el mismo profeta añade: «Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién podrá conocerlo?»141 El pasaje citado en el Libro 17 sobre el Nuevo Testamento, cuyo Mediador es Cristo, es también de este profeta. Dice así: «He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel»,142 y las otras cosas que allí se leen. Entretanto alegaré las predicciones sobre Cristo de Sofonías que profetizó en tiempo de Jeremías: «Esperadme, dice Jehová, hasta el día que me levante pa-ra juzgaros; porque mi determinación es reunir las naciones, juntar los reinos».143 Y otra vez: «Terrible será Jehová contra ellos, porque destruirá a todos los dioses de la tierra, y se inclinarán a él, cada una desde su lugar, todas las tierras de las naciones».144 Y poco después vuelve a decir: «En aquel tiempo devolveré yo a los pueblos pureza de labios,

Fol. 61 vuelto

para que todos invoquen el nombre de Jehová, para que le sirvan de común consentimiento. De la región más allá de los ríos de Etiopía me suplicarán; la hija de mis esparcidos traerá mi ofrenda. En aquel día no serás avergonzada por ninguna de tus obras con que te rebelas-te contra mí; porque entonces quitaré de en medio de ti a los que se jactan orgullosamente de tu gloria, y nunca más te ensoberbecerás en mi santo monte. Y dejaré en medio de ti un pueblo humilde y pobre, el cual confiará en el nombre de Jehová».145 Éstos son el remanente al cual alude otra profecía, y lo recuerda también el Apóstol: «Aunque sea el número de los hijos de Israel como la arena del mar, tan sólo el remanente será salvo».146 Estos por cierto fueron el remanente que de aquella nación ha-bía de creer en Cristo.

+ Nota

De la vocación y conversión de todas las gentes, cuán-to y cuán clara y abiertamente ha hablado el Apóstol Pablo en todas sus epístolas, y quien quiera saberlo, que lea y relea esas mismas epístolas desde el principio hasta el fin; y por medio del mismo Apóstol Pablo, predicador de los gentiles, se muestra con toda claridad cómo nuestro Señor Jesucristo vino al mundo para la conversión y salvación de ellos &c., como se examina anteriormente &c.
Lo mismo digo del libro titulado los Hechos de los Apóstoles, en el que de modo semejante se trata de la vocación y conversión de los hijos de Israel y de todas las gentes &c.

+ Esto he notado para guardarlo en la memoria, y porque sería demasiado largo para transcribirlo todo en este presente tratado &c.

+ Se sigue.

Fol. 62

+

De la Homilía de San Agustín
sobre el Evangelio según Mateo [Sermón 77]

«Saliendo Jesús de allí, se retiró a la región de Tiro y de Sidón» &c.147
Esta mujer cananea era de los gentiles &c. Tiro y Sidón no eran ciudades del pueblo de Israel, sino de los gentiles, aunque eran ciudades vecinas del pueblo de Israel &c. y lo que sigue. Y aquí se origina la cuestión: ¿Cómo hemos venido nosotros los gentiles al redil de Cristo si no fue enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel? &c. Y sigue después de muchas cosas: Él no fue a los gentiles, pero envió a sus discípulos a ellos. Y de este modo fue cumplido lo que dijo el profeta: «Pueblo que yo no conocía me sirve». Ved cuán profunda, cuán clara, cuán explícita profecía. «Pueblo que yo no no conocía», esto es, a quien no mostré mi gloria, «me sirve».148 Y ¿cómo? El profeta continúa: «En cuanto me oyen, me obedecen»,149 esto es, no del ver, sino del oír creyeron. Por tanto los gentiles son dignos de mayor alabanza. Los judíos le vieron y le dieron muerte. Los gentiles oyeron y creyeron. Para llamar y congregar a las gentes, a fin de que se cumpliera lo que antes cantábamos, «Recógenos de entre las naciones, para que alabemos tu santo nombre, para que nos gloriemos en tus alabanzas»,150 fue enviado aquel Apóstol Pablo. El más pequeño ya hecho grande, no por sí, sino por gracia de Aquel a quien había per-seguido, fue enviado a las generaciones, ya hecho pastor de ladrón, oveja de lobo. Fue enviado a los gentiles aquel apóstol mínimo, y trabajó mucho entre los gentiles, y por medio de él los gentiles creyeron, como lo testifican sus epístolas. Sigue: Hay una figura bien santa en el Evangelio151 &c., donde se trata de la resurrección de la hija del dirigente de la sinagoga y la curación de la mujer enferma de flujo de sangre. Aquella hija del dirigente de la sinagoga era figura del pueblo judío, por quien había venido Cristo, que dijo: «No he sido enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel». Por otra parte la mujer enferma de flujo de sangre era figura de la Iglesia procedente de los gentiles, a quienes no fue enviado Cristo en su presencia corporal. Y lo demás a lo largo de todo este relato, en el cual todo contribuye mucho a nuestro propósito, y por eso, si así place, fue escrita toda esta homilía de palabra a palabra.

Fol. 62 vuelto

¿Por qué se amotinan las gentes? &c.
[Salmo 2:1,
de la Glossa ordinaria de Nicolás de Lyra]

Dicen los hebreos modernos que David compuso este salmo, alabando al Señor por la victoria sobre los filis-teos, que subieron para luchar contra él, cuando oyeron que había sido ungido públicamente sobre todo Israel, como se lee en el libro 2 de los Reyes, capítulo 9 [2 Samuel 2]. Y aunque el texto literal concuerde en muchos puntos con la interpretación de ellos, sin embargo, no parece sostenerse por dos razones: la primera porque el texto literal discrepa en muchos puntos y la segunda ra-zón porque el Apóstol Pablo en el primer capítulo de la epístola a los Hebreos prueba, por medio de lo que se dice en este Salmo, que Cristo es superior a los ángeles, diciendo: «Porque ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás: Mi hijo eres tú, yo te he engendrado hoy?»152 Pues la prueba no vale en el sentido místico, sino sólo en el literal, según lo que dice Agustín contra Vicente donatista;153 y por lo tanto según el Apóstol, que aprendió el [Antiguo] Testamento de [su maestro] Gamaliel y perfeccionó su conocimiento por la iluminación del Espíritu Santo, hay que decir que este salmo se refiere a Cristo en su sentido literal. Asimismo en los Hechos de los Apóstoles 4[:25, 26], los apóstoles, después de recibir al Espíritu Santo, alegaron este Salmo como dicho de Cristo, como apare-ce en el texto. Además el Rabí Salomón en el principio de su comentario sobre este Salmo dice así: «Nuestros maestros expusieron este salmo del Rey Mesías, por el cual se entiende a Cristo, prometido en la Ley y en los Profetas»; y después añade: «pero para la interpretación clara del Salmo, es decir, en su sentido literal, y por motivo de una respuesta a los herejes se expuso de David». De la palabra del Rabí Salomón, se pueden deducir tres cosas: la primera, que los doctores antiguos de los hebreos entendieron este Salmo como dicho de Cristo en su senti-do literal; la segunda, que por motivo de una respuesta a los herejes el Rabí Salomón y otros doctores posterio-res de los hebreos expusieron este Salmo de David. Ahora bien, llaman herejes a los convertidos del judaísmo a la fe católica, que argumentaban por este Salmo contra otros que permanecían en la perfidia. Además no puede haber argumento sino sobre la base del sentido literal, como ya queda dicho, y así queda claro según los hombres letrados, convertidos del judaísmo, que este Salmo se entiende como dicho de Cristo conforme al sentido literal. Por consiguiente, las dos cosas ya mencionadas, incluidas en la palabra del Rabí Salomón son verdaderas. Pero queda claro que la tercera cosa incluida allí es algo inventado por completo, a saber, que se entiende este Salmo como dicho de David en su sentido literal; y aquello a pesar de que admita que los doctores antiguos de los hebreos expusieron este Salmo de Cristo [el Mesías].

Fols. 63, 64, 65, y 66 faltan.

Fol. 67 (cortado por la mitad)

Gozos del nascimiento de Sant Juan Babtista154

Gozos den más regozijo
este día que otros días,
que oy nasció el muy sancto hijo
de Ysabel y Zacharías.
Gozóse el Verbo divino,
quando su primo saltava
en el vientre viejo digno
que su madre visitava.
Y tú, Virgen, qu’estarías
al parto de tal sobrino,
gozo sin tiento ny tino
rescibe con Zacharías.

Fol. 67 vto. (cortado por la mitad)

DEL FUTURO

En los últimos tiempos

Jeremías 25[:1]

«La palabra que vino a Jeremías acerca de todo el pueblo», y las demás cosas de todo este capítulo.

+


De la epístola de los delegados genoveses a los
reyes de España, recibida en Barcelona
en el año 1492

(En el margen izquierdo: «Abad Joaquín»)
Ni indignamente o sin razón os asevero a vosotros, muy altos reyes, que os están reservadas mayores cosas, cuando ciertamente hemos leído que el abad calabrés Joaquín [de Fiore] predijo que será de España el que ha de restaurar la fortaleza de Sión.

Fols. 68-76 (cortados)

Fol. 77

(Advertencia de un bibliotecario, añadida posteriormente: «Mal hizo quien hurtó de aquí estas hojas, porque era lo mejor de la profecías d’este libro».)

Qual sea la causa de tanto destierro,
por mill prolongado y más de quinie[n]tos,
los padres que fueron,
pastores, que fueron, los tiempos passados.

Fol. 77 vuelto

+

(En el margen izquierdo: «Tarsis significa exploración de gozo. De este nombre Tarsis, hay que notar que…».)

Tarsis se encuentra muchas veces citado
en la Sagrada Escritura
y en otro sitio &c.

Génesis 10[:1, 3-5] y 1 Crónicas 1[:7]

«Ésta es la descendencia de los hijos de Noé &c. Y los hijos de Gomer &c. Y los hijos de Javán: Elisa, Tarsis, Quitim y Dodanim».
(En el margen derecho: «Tarsis tiene tres significados».)
Glosa [Glossa ordinaria de Nicolás de Lyra]: Y Tarsis de quien descendieron los cilicios; de donde su ciudad metrópoli era llamada Tarsis, donde nació el apóstol Pablo, según dice los Hechos de los Apóstoles, capítulo 21. Dice el texto a continuación: «De éstos se poblaron las costas, cada cual según su lengua, conforme a sus familias en sus naciones».
Nota. De lo dicho se deduce, en primer lugar, que Tarsis es nombre propio de un varón; en segundo lugar, nombre de una ciudad en la provincia de Cilicia; en tercer lugar, nombre de una isla, como aparece en el texto que sigue.

2 Crónicas 20[:35-37]

(En el margen derecho: «Es que Tarsis es una isla».)
Pasadas estas cosas, Josafat rey de Judá trabó amistad con Ocozías rey de Israel, el cual era dado a la impiedad, e hizo con él compañía para construir na-ves que fuesen a Tarsis; y construyeron las naves en Ezyón-géber. Entonces Eliezer hijo de Dodavá, de Maresá, profetizó contra Josafat, diciendo: Por cuanto has hecho compañía con Ocozías, Jehová destruirá tus obras. Y las naves se rompieron, y no pudieron ir a Tarsis.

3 Reyes 10 [1 Reyes 10:21, 22]

(En el margen derecho: «Tarsis isla».)
Nada de plata, porque en tiempo de Salomón no era apreciada. Porque el rey tenía en el mar una flota de naves de Tarsis, con la flota de Hiram. Una vez cada tres años venía la flota de Tarsis, y traía oro, plata, marfil, monos y pavos reales.

Jeremías 10[:9]

(En el margen derecho: «Tarsis isla».)
«Plata batida de Tarsis y oro de Ufaz, obra de artífice, y de manos del orfebre». Glosa [Nicolás de Lyra]: Plata batida, llamada en hebreo plata dúctil.

Fol. 78

De Tarsis era traída porque allí se encuentra la plata dúctil. Y oro de Ofir: en el libro tercero de los Reyes, capítulo 9, se nombra ese lugar de Ofir y allí se encuen-tra oro excelente, como se muestra en el siguiente texto y la glosa lo da a entender. &c.

3 Reyes 9 [1 Reyes 9:26-28]

(En el margen derecho: «Tarsis isla que también se dice Ofir, en la cual hay minas de oro».)
«Hizo también el rey Salomón naves en Ezyón-géber, que está junto a Elot en la ribera del Mar Rojo, en la tierra de Edom. Y envió Hiram en ellas a sus siervos, marineros y diestros en el mar, con los siervos de Salomón, los cuales fueron a Ofir y tomaron de allí oro, cuatrocientos veinte talentos, y los trajeron al rey Salomón».
Glosa [Nicolás de Lyra]: Los cuales al arribar a Ofir, cuyo nombre es de una provincia de la India, en la cual hay montes, que contienen minas de oro, pero están habitadas por leones y bestias muy feroces. Por lo cual nadie se atreve a acercarse allí, sino que se refugia la nave cerca del litoral. Y entonces los navegantes explorando en una hora en que dichas bestias están alejadas; de repente salen, y arrojan a la nave la tierra excavada por las uñas de los leones y se retiran. Esta tierra la ponen después en un horno y lo que en ella hay de impureza se consume, y es removida por la virtud del fuego, y se queda el oro puro.

2 Crónicas 9[:20, 21]

(En el margen derecho: «Tarsis isla».)
En los días de Salomón la plata no era apreciada. Porque la flota del rey iba a Tarsis con los siervos de Hiram, y cada tres años solían venir las naves de Tarsis, y traían oro, plata, marfil, monos y pavos reales.

Judit 2[:21-23]

(En el margen derecho: «Tarsis ciudad de Cilicia».)
Se alejaron de Nínive… y acamparon… cerca del monte que está a la izquierda de la Cilicia &c. Devastó a todos los hijos de Rassis (Tarsis) y a los hijos de Ismael que están al borde del desierto &c.

Salmo 47 [Salmo 48:7]

(En el margen derecho: «Tarsis ciudad de Cilicia».)
«Con el viento solano Quiebras tú las naves de Tarsis».
Glosa [Nicolás de Lyra]: Herodes, habiendo oído que los magos regresaron a su tierra por mar en naves de Tarsis, irritado, las quemó.

Fol. 78 vuelto
+

Salmo 71 [Salmo 72:10]

(En el margen derecho: «Tarsis ciudad o isla»)
«Los reyes de Tarsis y de las costa
traerán presentes;
Los reyes de Sabá y de Seba
ofrecerán dones».
Glosa [Nicolás de Lyra]: Este texto ha sido entendido por algunos de los reyes que vinieron a adorar a Cristo, que eran de esas partes. También puede ser entendi-do de las muchas partes o naciones, que aquí son nombradas, cuyos reyes y príncipes aceptaron la fe de Cristo &c.

Jonás 1[:3]

(En el margen derecho: «Tarsis ciudad de Cilicia».)
«Pero Jonás se levantó para huir de la presencia de Jehová a Tarsis, y descendió a Jope, y halló una nave que partía para Tarsis; y pagando su pasaje, entró en ella para irse con ellos a Tarsis, lejos de la presencia de Jehová».
Glosa [Nicolás de Lyra]: Tarsis es una ciudad de Cilicia de la que fue oriundo S. Pablo. Hechos de los Apóstoles 21[:39]. Y descendió a Jope, que es un puerto de la Judea sobre el mar Mediterráneo.

Hechos 21[:39] y 22[:3]

(En el margen derecho: «Tarsis o Tarso ciudad de Cilicia».)
Yo soy un judío de Tarso, ciudadano de una ciudad no insignificante de Cilicia.

Alfonso de Zamora156 en Vocabularium

(En el margen derecho: «Tarso ciudad de Cilicia; Tarsis nombre propio de varón; Tarsis ciudad metrópoli; Tarsis mar o piélago; Tarsis piedra, crisólito o jacinto; Tarsis región de la India y el mar mismo &c.»)
Perseo edificó a Tarso. En esa ciudad nació Pablo. Tarsis hijo de Javán, de quien tuvieron origen los cilicios. Por eso su ciudad metrópoli se llama Tarsis, cuya interpretación es exploración de gozo. Se escribe con aspiración Tarsis. Es nombre hebreo. Tarsis mar o piélago.
Tarsis en Ezequiel y Daniel. Por Aquila157 es interpretado: crisólito; por Simmaco:158 jacinto. De donde algunos pensaron equivocadamente que Tarsis es la ciudad de Tarso. Porque entre las otras piedras que eran adorno del Sumo Sacerdote, se incluye el nombre de la misma piedra.
Tarsis también se llama cierta región de la India, y el mismo mar, porque imita el color de las piedras antes citadas.

Fol. 79 (en blanco)

Fol. 79 vuelto
+

(En el margen izquierdo: AUCTORIDADES)

De la isla de Ofir en la cual hay mucho oro &c.
La cual isla se comprueba ser Tarsis, como en las alegaciones de más arriba.

3 Reyes 9 [1 Reyes 9:25-28]

La casa fue terminada. Hizo también el rey Salomón naves en Ezyón-géber, que está junto a Elot en la ribera del Mar Rojo, en la tierra de Edom. Y envió Hiram en ellas a sus siervos, marineros y diestros en el mar, con los siervos de Salomón, los cuales fueron a Ofir y tomaron de allí oro, cuatrocientos veinte talentos, y lo trajeron al rey Salomón. &c. (En la Glosa de Nicolás [de Lyra] se describe cómo fue recogido el oro.)

3 Reyes 10 [1 Reyes 10:11]

La flota de Hiram que había traído el oro de Ofir, traía también de Ofir mucha madera de sándalo, y piedras preciosas.

3 Reyes 22 [1 Reyes 22:49]

Josafat había hecho naves de Tarsis, las cuales habían de ir a Ofir por oro &c.

Jeremías 10[:9]

Plata batida de Tarsis y oro de Ufaz (Ofir), obra del artífice, y de manos del orfebre &c.

David, 1 Crónicas 29[:3, 4]

Además es esto, por cuanto tengo mi afecto en la casa de mi Dios, yo guardo en mi tesoro particular

Fol. 80

oro y plata que, además de todas las cosas que he preparado para la casa del santuario, he dado para la casa de mi Dios: tres mil talentos de oro, de oro de Ofir &c.

2 Crónicas 8[:18]

Porque Hiram le había enviado naves por mano de sus siervos, y marineros diestros en el mar, los cuales fueron con los siervos de Salomón a Ofir, y tomaron de allí cuatrocientos cincuenta talentos de oro, y los trajeron al rey Salomón.

2 Crónicas 9[:10]

También los siervos de Hiram y los siervos de Salomón, que habían traído el oro de Ofir, trajeron madera de sándalo, y piedras preciosas.

Fol. 80 vuelto (en blanco)

Fol. 81
+

De la isla de Quitim, la cual se dice es Tarsis y Ofir, se ha escrito:

Isaías 23[:1, 2, 12]

Aullad, naves de Tarsis, porque destruida es Tiro hasta no quedar casa, ni adonde entrar; desde la tierra de Quitim les es revelado. Callad, moradores de la costa &c. Levántate para pasar a Quitim &c.

Jeremías 2[:10, 11]

Porque pasad a las islas de Quitim y mirad; y enviad a Cedar, e informaos diligentemente, y ved si se ha hecho cosa semejante a ésta. ¿Acaso alguna nación ha cambiado sus dioses, aunque ellos no son dioses?

Génesis 10[:4] y 1 Crónicas 1[:7]

Los hijos de Javán: Elisa, Tarsis, Quitim y Dodanim. (De éstos se poblaron las islas de las gentes &c.)

Fol. 81 vuelto (en blanco)

Fol. 82

+

De las islas del mar se han escrito estas cosas en la Sagrada Escritura

Génesis 10[:1-5]

De éstos, a saber, los hijos de Javán, Elisa y Tarsis, Quitim y Dodanim, de los hijos de Gomer, del hijo de Jafet, del hijo de Noé, se poblaron las costas, cada cual según su lengua, conforme a sus familias en sus naciones.

Ester 10[:1]

El rey Asuero impuso tributo sobre la tierra y hasta las costas del mar.

Salmo 71 [Salmo 72:10]

Los reyes de Tarsis y de las costas traerán presentes;
los reyes de Sabá y de Seba ofrecerán dones.

Salmo 96 [Salmo 97:1]

Jehová reina; regocíjese la tierra,
Alégrense las muchas islas.

Eclesiástico 47[:16]

Tu nombre llegó hasta las islas lejanas, y fuiste amado en medio de tu paz.

Isaías 11[:11]

Asimismo acontecerá en aquel tiempo, que Jehová alzará otra vez su mano para recobrar el remanente de su pueblo que aún quede en Asiria, Egipto, Patrós, Etiopía, Elam, Sinar y Hamat, y en las islas del mar &c.

Isaías 24[:15]

Glorificad por esto a Jehová en los lugares de la luz; en las orillas del mar sea exaltado el nombre de Jehová Dios de Israel &c.

Fol. 82 vuelto

+

Isaías 41[:1, 5]

Escuchadme, islas costeras, y esfuércense los pueblos &c. Las islas vieron, y tuvieron temor &c.

Isaías 42[:3, 4]

De acuerdo con la verdad hará justicia. No se cansará ni desmayará hasta que establezca en la tierra justicia; y las islas esperarán sus enseñanzas.

Isaías 49[:1]

Atended, islas, y escuchad, pueblos lejanos &c.

Isaías 51[:5]

A mí me esperarán los de las islas, y en mi brazo pondrán su esperanza.

Isaías 60[:9]

Ciertamente a mí me esperarán los de las islas, y las naves de Tarsis las primeras, para traer a tus hijos de lejos.

Isaías 66[:19]

Y haré entre ellos una señal, y enviaré de los escapados de ellos a las naciones, a Tarsis, a Fut y Lud que disparan arco, a Tubal y a Jabán, a las islas lejanas que no oyeron de mí, ni vieron mi gloria.

Jeremías 2[:10]

Porque pasad a las islas de Quitim y mirad &c.

(En el margen derecho) Jeremías 25[:17, 18, 22]

Entonces tomé la copa de la mano de Jehová, y di de beber a todas las naciones, a las cuales me envió Jehová: a Jerusalén &c. Y a los reyes de las islas que están del otro lado del mar &c.

Jeremías 31[:10]

Oíd la palabra de Jehová, oh naciones, y hacedlo saber en las islas que están lejos.

Jeremías 47[:4]

Porque Jehová arruinará a los filisteos, al resto de la isla de Caftor.

Fol. 83

+

Ezequiel 26[:15, 16]

Se estremecerán las islas. Entonces todos los príncipes del mar descenderán de sus tronos.

Ezequiel 27[:6, 7, 15]

De boj importado de las islas de Quitim &c. De azul y púrpura de las costas de Elisá &c. Muchas islas estaban a tu servicio &c.

Daniel 11[:18]

Volverá después su rostro a las islas, y tomará muchas.

1 Macabeos 6[:29]160

Le llegaron tropas mercenarias de las islas del mar.

1 Macabeos 14[:5]

Además de toda su gloria, tomó a Joppe como puerto y se abrió paso a las islas del mar.

1 Macabeos 15[:1]

Envió Antíoco, hijo del rey Demetrio, desde las islas del mar una carta.

Apocalipsis 1[:9]

Yo estaba en la isla llamada Patmos, por causa de la palabra de Dios.

Apocalipsis 6[:14]

Y todo monte y toda isla fueron removidos de su lugar.

Apocalipsis 16[:20]

Y toda isla huyó, y los montes no fueron hallados.

+

Omitimos escribir muchas otras cosas acerca de las islas del mar, creyendo que estas pocas son suficientes para nuestro propósito.

Gracias a Dios. Amén.

Fol. 83 vuelto

Don Asentio p.o oooooo p.o
Don Juan Martinez p.o oooooo p.o

Un monachado todos sanctos.
Cinco missas la Griega.
Un monachado por el donado
Un monachado de la c.a por un frayle oooooo p.o
Agendas oooooooooooooooooooooooooo
Guadalupe161 oooooooooooooo
Frayle de Anjago ooo p.o 162

Fol. 84 (en blanco) ooooooooooooooooo
Fol. 84 vuelto

Non peccabis si el dolor
de los que mueren pensares,
y la fatiga y terror
que padesce el pecador
contigo bien contemplares,
y si bien considerares
la pacientia que terná
el justo quando verá
que sale de tantos malos.

In eternum gozarán
los que lo bueno abraçaron,
y asimesmo llorarán
porque continuo arderán,
los que la malicia amaron,
y pues siempre se agradaron
del mundo y de sus cudicias
de las eternas divitias
para siempre se privaron.

Tua con considerança
deves muy mucho mirar
y en qué fin van a parar
los malos y su pujança
y la bienaventurança
que los justos alcançaron
que a Dios y a César pagaron
su deuda en ygual balança.

Et tu deves resurtir
tu pensamiento en el cielo
y de las cosas del suelo
con grand prudentia huyr,
y non quieras consentir
ser del vicio subjuzgado
siempre seas avisado
a sabelle ressistir.

Memorare con grand tiento
O hombre qualquier que seas,
tener siempre en pensamiento
a Dios y su mandamiento,
si con él reynar deseas.
para mientes que proveas,
pues nescessario es morir,
que en el tiempo del partir
el camino llano veas.

Novissima proveyeron
siempre los sanctos varones,
del mundo se suspendieron,
a Christo siempre sirvieron,
sufriendo tribulationes,
dexando las affectiones
carnales de vanidad.
déveste con humildad
refrenar de tus passiones.163

Joel capítulo 2
Joel capítulo 3
Amós capítulo 9
Abdías capítulo 1
Miqueas capítulo 4
Miqueas capítulo 5
Miqueas capítulo 6
Nahúm capítulo 1
Habacuc capítulo 1
Sofonías capítulo 2
Sofonías capítulo 3
Zacarías capítulo 1
Zacarías capítulo 2
Zacarías capítulo 3
Zacarías capítulo 6
Zacarías capítulo 8
Zacarías capítulo 9
Zacarías capítulo 11
Zacarías capítulo 13
Zacarías capítulo 14
1 Paralipómenos (1 Crónicas) capítulo 11
1 Paralipómenos (1 Crónicas) capítulo 15
1 Paralipómenos (1 Crónicas) capítulo 16
1 Paralipómenos (1 Crónicas) capítulo 17
1 Paralipómenos (1 Crónicas) capítulo 21
1 Paralipómenos (1 Crónicas) capítulo 22
1 Paralipómenos (1 Crónicas) capítulo 27
1 Paralipómenos (1 Crónicas) capítulo 28
1 Paralipómenos (1 Crónicas) capítulo 29
2 Paralipómenos (2 Crónicas) capítulo 1
2 Paralipómenos (2 Crónicas) capítulo 2
2 Paralipómenos (2 Crónicas) capítulo 5
2 Paralipómenos (2 Crónicas) capítulo 6
2 Paralipómenos (2 Crónicas) capítulo 7
2 Paralipómenos (2 Crónicas) capítulo 8
2 Paralipómenos (2 Crónicas) capítulo 9
2 Paralipómenos (2 Crónicas) capítulo 16
2 Paralipómenos (2 Crónicas) capítulo 18
2 Paralipómenos (2 Crónicas) capítulo 20
2 Paralipómenos (2 Crónicas) capítulo 21
Esdras capítulo 1
Esdras capítulo 3
Esdras capítulo 4
Salterio capítulo 4
Salterio capítulo 8
Salterio capítulo 9
Salterio capítulo 18
Salterio capítulo 19
Salterio capítulo 21
Salterio capítulo 23
Salterio capítulo 56
Salterio capítulo 68
Salterio capítulo 69
Salterio capítulo 71
Salterio capítulo 73
Salterio capítulo 77
Salterio capítulo 83
Salterio capítulo 88
Salterio capítulo 98
Salterio capítulo 91
Salterio capítulo 93
Salterio capítulo 94
Salterio capítulo 96
Salterio capítulo 105
Salterio capítulo 109
Salterio capítulo 110
Salterio capítulo 111
Salterio capítulo 112
Salterio capítulo 113
Salterio capítulo 114
Salterio capítulo 115
Salterio capítulo 116
Salterio capítulo 117
Salterio capítulo 118
Salterio capítulo 119
Salterio capítulo 120
Salterio capítulo 121
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Salterio capítulo 124
Salterio capítulo 126
Salterio capítulo 10...
Sabiduría capítulo 6

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