por Valeria Sabater
del Sitio Web
Supercurioso
Si eres un apasionado de su obra inconfundible, adivinarás sin duda la sabiduría de este artista de lo extraño, encerrado siempre en la torre de marfil de su extrema timidez.
Una timidez que lo restringió gran parte de su vida a una existencia más habituada a la correspondencia por carta que a las relaciones sociales, de ahí que a día de hoy se conserven cientos de sus cartas.
Sólo una quinta parte en realidad de las miles que llegó a escribir en vida a sus amigos y al llamado "círculo lovecraft", seguidores y continuadores de la obra de H.P. Lovecraft.
Un ser tan antiguo que existió mucho antes incluso que el propio "tiempo", clamando recuperar su reinado de terror y tinieblas en nuestro mundo, pero primero, en una serie de ciudades que Lovecraft utilizó para escenificar sus historias.
Sus mundos únicos e
inolvidables...
De hecho, esta ciudad junto a Innsmouth y Dunwich, formarían lo que se conoce como el "triángulo de Lovecraft", pero Arkham es, sin duda, la ciudad por excelencia más utilizada en la obra de Lovecraft.
¿Sabes cuándo apareció por primera vez? En el famoso cuento publicado en 1921 titulado "Herbert West: Reanimador".
Más tarde volvería a aparecer en "Los sueños en la casa de la bruja" en el inolvidable relato "En la noche de los tiempos".
Tampoco podemos olvidar
la
Universidad de Miskatonic, ahí
donde deberías matricularte si deseas adquirir estos ancestrales
conocimientos.
De hecho, esta ciudad inventada por parte de Lovecraft, no sería tampoco un buen escenario por el que cruzar aunque fuera por casualidad. Es sucia, asfixiante, tenebrosa y muy opresiva. Recordemos por ejemplo "La sombra sobre Innsmouth".
No aparece en los mapas, solo sabemos que se alza en algún lugar de la costa en Nueva Inglaterra y que muchos de sus habitantes son auténticos descendientes de los "Profundos".
Se trata de una localidad en clara decadencia, que en el pasado se mantuvo mediante alguna industria de pesca o refinado de oro, unos años que ya no volverán.
Porque Innsmouth está suspendido en un vacío que aguarda, que espera el regreso de esos seres atávicos que una vez surgieron del océano y que ahora duermen un sueño intranquilo.
Ahí donde se practican sacrificios y se adora a la Orden de Dagon, un escenario sin duda espantoso que temen incluso hasta los habitantes de Arkham, un escenario clave en los Mitos de Cthulhu.
Está muy cerca de Arkham, una zona costera algo más abierta y no tan sombría como puede resultar la tenebrosa y decadente Innsmouth. Podríamos decir casi, que dispone de un halo un poco más mágico, como un umbral a lo onírico y excepcional.
Recordemos por ejemplo "La extraña casa en la niebla".
Kingsport no es nada opresiva, su atmósfera no es amenazante ni nos produce tantos escalofríos como Dunwich o Innsmouth.
Mientras que en "El ceremonial" de 1923, se le dota de un aire sobrenatural y como entrada a otros mundos, a otros saberes.
Pero, eso sí, sus
habitantes siguen siendo igualmente inquietantes, muy aficionados,
por ejemplo, a prácticas extrañas y algo paganas.
Que saben de artes olvidadas y que intuyen a seres que habitan en portales del más allá, invisibles a los simples mortales.
Su vida se limita a transitar por casas ruinosas de aire desolado con olor a tiempo y a miedo contenido, zonas enmarañadas por una naturaleza oscura y salvaje donde conquistar ese tiempo olvidado donde se halla la esencia del mal.
De ahí su hedor, de ahí la intranquilidad de todo aquel que ose cruzar los límites de Dunwich.
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