por Carolanne Wright
09 Septiembre 2016
del Sitio Web 
Wakeup-World

traducción de Adela Kaufmann
Versión original en ingles

Versión en italiano

 

 

 

 

 

 

 

Visto por los académicos como uno de los psicólogos más influyentes del siglo 20, Jerome Kagan clasificó por encima de Carl Jung (el fundador de la psicología analítica) e Ivan Pavlov (que descubrió el reflejo pavloviano) en 2002, en un ranking de psicólogos eminentes de la Asociación Psicológica Estadounidense.

 

Él es bien conocido por su trabajo pionero en la psicología del desarrollo en la Universidad de Harvard, donde ha pasado décadas documentando cómo los bebés y los niños pequeños crecen, y es un investigador excepcional y de gran prestigio.


Así que puede ser sorprendente saber que él cree que el diagnóstico de TDAH (trastorno por déficit de atención con hiperactividad) es una invención - y sólo beneficia a la industria farmacéutica y a los psiquiatras .

 

 

 

 

Enfermedad Mental incorrectamente Etiquetada

"Esa es la historia de la humanidad: aquellos que tienen autoridad creen que están haciendo lo correcto, y hacen daño a los que no tienen poder", dice Jerome Kagan.

En una entrevista con Spiegel, Kagan se dirigió a las tasas exorbitantes de TDAH en los Estados Unidos, que él atribuye a,

"prácticas difusas de diagnóstico".

Él ilustra su punto con el siguiente ejemplo. 

Digamos que hace cincuenta años usted tenía a un niño de 7 años de edad, que se aburre en la escuela y exhibe un comportamiento disruptivo. En aquel entonces, sería etiquetado como un perezoso. Pero hoy en día, se dice que el mismo niño padece de TDAH. Es por eso que hemos visto un aumento dramático en el trastorno.

 

Cada niño que está teniendo problemas en la escuela es enviado a un pediatra, que luego dice que es TDAH y prescribe Ritalin.

"De hecho, el 90 por ciento de estos 5,4 millones de niños no tienen un metabolismo anormal de dopamina. El problema es, si un medicamento está disponible para los médicos, ellos van a hacer el diagnóstico correspondiente," dijo. 

 

"Podríamos ponernos filosóficos y preguntarnos:

'¿Qué significa la enfermedad mental?'

Si se hacen entrevistas con niños y adolescentes de 12 a 19, entonces el 40 por ciento puede ser categorizado como ansiedad o depresión.

 

Pero si usted da una mirada más cercana y pregunta cuántos de ellos están seriamente afectados por esto, el número se reduce a un 8 por ciento. Al describir cada niño que está deprimido o ansioso como siendo un enfermo mental es ridículo. Los adolescentes están ansiosos, eso es normal.

 

Ellos no saben a qué universidad ir. Su novio o novia los dejó. Estar ansioso o triste es sólo tan parte de la vida como la ira o la frustración sexual," dijo Kagan a Spiegel.

¿Cuáles son las implicaciones para los millones de niños estadounidenses que son diagnosticados erróneamente como un enfermo mental?

 

Kagan cree que es devastadora porque piensan que hay algo fundamentalmente mal con ellos.

 

Él no es el único psicólogo en dar la alarma acerca de esta tendencia, pero Kagan y otros sienten que se enfrentan a,

"Una alianza enormemente poderosa: las compañías farmacéuticas que están haciendo miles de millones, y una profesión que tiene su propio interés."

Kagan mismo sufrió de inquietud interior y tartamudeo cuando era un niño, pero su madre le dijo:

"No hay nada malo en ti. Tu mente trabaja más rápido que tu lengua."

Él pensó en ese momento:

"Caray! Eso es grandioso, sólo tartamudeo porque soy muy inteligente."

Si hubiera nacido en la época actual, lo más probable habría sido clasificado como mentalmente enfermo.

El TDAH no es la única epidemia de enfermedades mentales entre los niños que preocupa a Kagan, la depresión es otra. En 1987, aproximadamente uno de cada 400 adolescentes estadounidenses estaba usando un antidepresivo. Para el año 2002, los números saltaron a uno de cada 40.

 

Él siente que es otro diagnóstico usado en exceso, simplemente porque las pastillas están disponibles. En lugar de recurrir inmediatamente a los fármacos, se considera que los médicos deben tomar más tiempo con el niño para averiguar por qué no son tan alegres, por ejemplo.

 

Por lo menos, algunas pruebas deben llevarse a cabo - y un EEG con certeza, sobre todo porque los estudios han demostrado que las personas que han aumentado la actividad en el lóbulo frontal derecho no responden bien a los antidepresivos.

Kagan recuerda haber caído en una depresión de tipo libro de texto después de estar involucrado en un importante proyecto de investigación que fracasó. Tenía insomnio y cumplía con todos los demás criterios clínicos para la depresión.

 

Pero ya que él sabía cuál era la causa, no buscó ayuda profesional. Después de seis meses, la depresión se había ido. En circunstancias normales, habría sido diagnosticado como enfermo mental por un psiquiatra y hubiera sido puesto en medicación.

Pero aquí radica una importante distinción: cuando un evento de la vida nos abruma, es común caer en una depresión durante un tiempo.

 

Pero están los que tienen una vulnerabilidad genética y experimentan la depresión crónica; éstos son enfermos mentales. Es crucial examinar no sólo los síntomas, sino también las causas.

 

Aquí es donde la psiquiatría deja caer la pelota, ya que es la única profesión médica que establece la enfermedad solamente en los síntomas. Tal punto ciego abre la puerta a nuevas enfermedades - como el trastorno bipolar, que no estábamos acostumbrados a ver en los niños.

 

Tal como está hoy en día, casi un millón de estadounidenses menores de 19 años son diagnosticados con ella. 

"Un grupo de médicos del Hospital General de Massachusetts acaba de comenzar a llamar a niños que tenían rabietas bipolares. No deberían haber hecho eso. Pero a las compañías farmacéuticas les encantó porque los medicamentos contra los trastornos bipolares son caros.

 

Así es como se inició la tendencia. Es un poco como en el siglo 15, cuando la gente empezó a pensar que alguien podría estar poseído por el diablo o hechizado por una bruja", dijo Kagan.

A la pregunta de si existen alternativas a las drogas farmacéuticas para las anomalías de comportamiento, Kagan dijo que podíamos acudir a la tutoría, como un ejemplo, para los niños diagnosticados con TDAH.

 

Después de todo, nunca son aquellos a quienes les va bien en la escuela que son diagnosticados, son siempre los niños que están luchando.

 

 


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