por Paul Joseph Watson
7 Febrero 2011
del Sitio Web Infowars

traducción de Adela Kaufmann
Versión original

 

 

¿Pagar miles de millones de dólares en impuestos resolverá el problema de

Al Gore y sus compinches?



Según algunos expertos, el clima del mundo está a punto de volverse aún más caótico como consecuencia del cambio climático natural, y que no podemos hacer absolutamente nada para evitarlo - y a pesar de que los alarmistas del calentamiento global pudieran explotar las consecuencias para avanzar su propia agenda política, pagando un impuesto sobre el carbono a Al Gore no disminuirá el impacto de un potencialmente catastrófico cambio de los polos magnéticos.

En términos sencillos, el resultado más apocalíptico de un cambio polar vendría como resultado de un movimiento de un tirón de los polos, con el polo sur convirtiéndose en el polo norte y viceversa.
 

 

 

 

La buena noticia es que, en promedio esto sólo sucede cada medio millón de años, pero la mala noticia es que no ha sucedido en aproximadamente 780.000 años, y algunos expertos advierten que el planeta ya se pasó del tiempo.

Los tirones de los polos han sido conocidos como algo que sucede sólo cada 50 mil años.

Si esto ocurriera, un cambio de polos completo causaría,

"Súper tormentas en el futuro, con vientos de hasta 300 a 400 mph"... que "destruirían totalmente todo con lo que entrase en contacto sobre la tierra", escribe el Terrence Aym de Salem-News.com.

 

"En medio de estos lanzamientos, el campo magnético puede llegar a debilitarse bastante débil y volverse muy caótico, causando "turbulencia" en el campo, que de hecho puede causar brechas más débiles en la magnetosfera", escribe Mike Adams.

"Estas brechas o debilidades magnéticas pueden permitir que las influencias externas que normalmente no penetran en la magnetosfera alcancen profundidad dentro la magnetosfera, en teoría, hasta que las aves vuelen a muy baja altura", añade Adams, haciendo el caso que cambios de polos sean los culpables de las recientes muertes masivas de aves.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que el proceso de reversión de los campos magnéticos de la tierra pueden tardar unos 5.000 años en completarse.

Esto no va a suceder de la noche a la mañana, que es el por qué las frenéticas afirmaciones que es una parte de algún pre-ordenado apocalipsis maya 2012 se encuentre en la misma liga que la histeria sobre el Planeta X.

El escenario más probable es que el tirón cada vez más cambiante de la guerra entre los campos magnéticos del sol y los campos electromagnéticos de la tierra seguirá causando importantes, pero no apocalípticas tormentas como las que recientemente atestiguaron en Australia y los Estados Unidos, y que los alarmistas continuarán explotando tales acontecimientos para impulsar su dogma completamente desacreditado del calentamiento global.

El hecho de que el polo norte magnético del planeta está moviéndose lenta pero constantemente hacia Rusia está causando que los aeropuertos ajusten las coordenadas de sus pistas para que coincidan con los sensibles instrumentos de los aviones.

Las consecuencias del movimiento geomagnético en los polos es sin duda un tema importante y tendrá un impacto directo en nuestras vidas.

Sin embargo, dado el nivel de cobertura, y en algunos sectores, la histeria pura y simple, que se otorga a un evento de un cambio completo de los polos que es menos probable que un impacto cataclísmico de asteroide, y estamos más preocupados por las amenazas al medio ambiente que ya se están desarrollando en la planeta, y no por alguna amenaza externa desconocida que ni siquiera podemos hacer nada para evitar que suceda, de todos modos.

...debería ser de mucho mayor y más inmediata preocupación.

Sin embargo, puesto que el planeta es tan sensible al comportamiento del sol y cómo éste afecta a los polos, no se sorprenda cuando los alarmistas del calentamiento global aprovechan a toda prisa los fenómenos climáticos extremos que son atribuibles a causas naturales y culpan a las emisiones humanas de CO2, mientras aseguran que la única solución es pagar a Al Gore y a sus compinches globalistas miles de millones de dólares en impuestos sobre el carbono.