por Dennis Cox
09 Abril 2011
del sitio Web SOTT

traducción de Adela Kaufmann
Versión original

 

 

 

Explosión de Tunguska
 

 

 

En junio de 1908, una explosión sacudió una remota y pantanosa zona en el centro de Siberia, Rusia; llegó a ser conocido como el "evento Tunguska".

Una expedición posterior al sitio encontró que 20 millas de árboles habían sido derribados y habían sido prendidas en fuego por la explosión. Y hoy, es entendido que la devastación de Tunguska fue causada por un asteroide de 100 metros que había entrado en la atmósfera terrestre, causando una explosión aérea.

Unos 13.000 años antes, justo después del final de la última edad de hielo, el clima de la Tierra había comenzado a calentarse a temperaturas como las que disfrutamos hoy, cuando un acontecimiento considerado por algunos investigadores como un impacto extraterrestre hizo estallar un "invierno de impacto". Y causó un retorno a las condiciones de edad de hielo que duró mil años, más o menos.

El "Evento Younger Dryas - Younger Dryas event" como se le conoce, coincidió con el fin de la prehistórica cultura Clovis, así como la extinción masiva de casi todos los animales gigantes que vivían en ese momento en América del Norte.

Antes del evento Younger Dryas, gran parte de América del Norte tuvo una ecología similar a lo que vemos hoy en la exuberante sabana africana. Y después del evento YD, más de 35 géneros se había desvanecido. El perezoso gigante, el oso de cara corta, terribles lobos, tigres dientes de sable, una especie de camellos, caballos, y dos especies de elefantes fueron exterminados por el evento YD. Y esta es sólo la lista corta.

Toda esa diversidad biológica fue volada por la explosión.

Tal vez el documento más importante sobre el tema del Younger Dryas, es el documento de 2007 por R.B. Firestone, y titulado:

Evidencia de un impacto extraterrestre hace 12.900 años que contribuyó a las extinciones de la Megafauna y el Enfriamiento Younger Dryas.

(Evidence for An Extraterrestrial Impact 12,900 Years Ago That Contributed to The Megafaunal Extinctions and The Younger Dryas Cooling)

En ese documento, un equipo de veintiséis científicos, estudiando depósitos sedimentarios presentaron toda una serie de pruebas de peso para un evento de gran impacto de un cometa que parece haberse roto, y dispersado en fragmentos a través de toda América del Norte.

Se cree que las múltiples explosiones aéreas provocaron una extensa quema de biomasa a escala continental. Además de provocar el retorno a la edad de hielo, y la extinción de muchas especies, incluida la mega fauna, como los mastodontes, mamuts lanudos y osos perezosos gigantes.

Ese documento provocó un muy buen revuelo en la comunidad académica. Y se ha convertido en el "buque insignia", por así decirlo, de la hipótesis del impacto el Younger Dryas.

Pero mientras que tenían evidencia convincente del suelo, de que un impacto muy grande había ocurrido en el pasado reciente, era evidente que el caso era ampliamente diferente de todo lo que había sido estudiado antes. Y sin un modelo astronómico que pudiera describir con seguridad la naturaleza del impactador/es, se encontraron ante un impase.

La pregunta, "¿Dónde está el cráter?" se convirtió en un grito de guerra de los opositores a la hipótesis.

Pero, de hecho, la investigación del impacto es una ciencia en pañales.

  • ¿Quién puede decir lo que debería de ser un conjunto completo de marcadores de impacto?

  • ¿Y qué hay de los efectos del estallido de la explosión aérea?

  • ¿Quién dice que el evento tenía que producir un cráter?

El Tunguska de 1908 fue el mayor evento de impacto en la historia.

Y, sin embargo, los materiales afectados explosión en la zona cero no lo califican como una estructura de impacto. De hecho, si no hubiera habido testigos oculares, nuestros científicos en impactos estarían en completa negación de un origen extraterrestre para toda la violencia allí ese día. No hay razón para pensar que Tunguska fue un hecho aislado. O incluso uno grande, en la gran escala de tales cosas.

En los Laboratorios Sandia, Mark Boslough utilizó su superordenador ‘Tormenta Roja’ para simular la explosión aérea y el impacto de un asteroide rocoso de 120 metros de diámetro.

Los colores de la simulación que vemos en el siguiente video, están clasificados por temperatura.

  • Blanco = 5800° K - 5527° C

  • Rojo = 2000° K - 1727° C

 

 

 


Simulación de la explosión de un asteroide en la atmósfera terrestre, teniendo en cuenta la velocidad.

 

 

 

El Dr. Boslough nos dice que, en ella, vemos que la ablación del vapor del meteorito se mezcla con la atmósfera para formar una bola de fuego opaco con una temperatura de miles de grados.

Al llegar al suelo, la nube de vapor caliente se expande hasta un diámetro de 10 kilómetros en cuestión de segundos, permaneciendo en contacto con la superficie, con velocidades de varios 100m/s. Y a temperaturas superiores a la temperatura de fusión del cuarzo durante más de 20 segundos.

Por otra parte, la velocidad del aire detrás de la onda expansiva excede varios cientos de metros por segundo durante este tiempo.

En comparación, una antorcha de corte ordinario de oxi-acetileno en una tienda de acero utiliza un delgado chorro de gases calientes a tan sólo unos 900°C. y 40 psi para cortar el acero.

La velocidad de esa corriente de gases calientes es sólo un poco más que una fuerte brisa. Pero eso es todo lo que necesita para convertir el hierro sólido en un aerosol fundido. Y para hacerlo estallar de un soplido en montones de escoria derretida.

El Dr. Boslough nos dice que:

"Las simulaciones sugieren fuerte acoplamiento de radiación térmica a la tierra, y una eficaz ablación de la resultante fusión resultante por el flujo de corte de alta velocidad."

Hemos predicho su existencia en la literatura revisada por otros científicos.

Pero hasta ahora no he oído a nadie intentar describir la forma en que tal fusión geo-ablativa pudiera tomar al ser emplazada. Mientras está en marcha, cualquier material de ablación de una gran explosión aérea, geo-ablativa como esta, estaría en suspensión atmosférica, y sería de una densidad de corriente similar a un flujo piroclástico. Y cuando todo, por fin se detiene, la forma de roca resultante podría ser visualmente indistinguible de la toba volcánica ordinaria, o ignimbrita.

 

Si es así, nos enfrentamos a un dilema en las ciencias de la Tierra, debido a que siempre ha sido asumido sin lugar a dudas que sólo el vulcanismo terrestre puede derretir las rocas de la Tierra, o producir "Tuff".

Si grandísimas explosiones aéreas pueden producir formaciones de derretimiento geo-ablativo, en lugar de cráteres, entonces cada guijarro derretido en esta última explosión aérea en este bello mundo nuestro ha sido mal definida como volcanogénica.

Los astrónomos Victor Clube y Napier William, había estado hablando sobre el cometa gigante que describieron como el progenitor del Complejo Táurido desde el año 1982, en su libro La Serpiente Cósmica.

Pero nadie había conectado los puntos, y había puesto al cometa Younger Dryas, y al Progenitor Táurido juntos. Excepto en privado, mensajes de correo electrónico especulativas y cartas. Y a lo mejor de mi conocimiento no había nada en la literatura de referencia.

Luego, a principios de 2010 el profesor Napier publicó un artículo en la revista Noticias Mensuales de la Sociedad Real Astronómica, Extinciones Paleolíticas y el Complejo Táurido (Paleolithic extinctions and the Taurid Complex) en ella leemos:

"La proposición de que un cometa excepcionalmente grande haya sido objeto de desintegración en el sistema planetario interno se remonta más de 40 años (Whipple 1967), y la evidencia de la hipótesis se ha acumulado hasta el punto donde parece convincente.

Datos visuales y de radio de meteoros muestran que la nube zodiacal es dominada por una amplia corriente de gran parte de material cometario que incorpora un antiguo sistema disperso de corrientes relacionadas de meteoros.

Incrustados dentro de este sistema hay números significativos de objetos, de cercanos a grandes, incluyendo el cometa Encke. El relleno de la nube zodiacal es esporádico, siendo la nube actual substancialmente súper-masiva con relación a las fuentes actuales. El sistema es más fácil de entender, debido a la inyección y a la desintegración continua de un cometa 50 a 100 Km. de diámetro.

La fragmentación de los cometas es ahora reconocida como una ruta importante de su desintegración, y esto es consistente las con numerosas sub-corrientes y co-movimientos observados en el complejo Táurido. La época probable de inyección de este gran cometa, ~ hace 20-30 mil años, cómodamente extendiéndose a ambos lados de la fecha 12.9 mil años del límite Younger Dryas.

La hipótesis de que las catástrofes terrestres pudieran ocurrir en escalas de tiempo de ~ 0,1 millones de años, debido a que la Tierra corre a través de enjambres de escombros de grandes comentas en desintegración, tampoco es nueva (Clube y Napier, 1984). Sin embargo, la acumulación de las observaciones nos ha permitido construir un modelo astronómico, cercanamente basado en el entorno contemporáneo, que plausiblemente pueden rendir el postulado de catástrofe YDB (Younger Dryas Boundary).

La interceptación de ~ 1015 gr. de material durante el curso de la desintegración es mostrado aquí ser un evento bastante probable, capaz de producir la destrucción a escala continental.

El objeto de este trabajo no es afirmar que tal encuentro tuvo lugar en 12.900 BP - ese es un asunto de los científicos de la Tierra -, sino para mostrar que un convincente escenario (hipótesis) astronómico puede ser construido, lo que parece dar una coincidencia satisfactoria a las principales características geofísicas de límites los datos Younger Dryas.

Si, efectivamente, el evento YDB fuese una catástrofe astronómica, su ocurrencia tiene poca relación con las evaluaciones del impacto actual de riesgo derivado de las investigaciones NEO (objetos cercanos a la Tierra). "

Fue realmente una catástrofe astronómica. Y la naturaleza del evento no se parece en absoluto a nada en ninguna de las evaluaciones de peligros de objetos cercanos a la Tierra, ni tampoco a nada en la teoría del impacto actual.

Con el trabajo del profesor Napier, específicamente proponiendo en la bibliografía referida que el progenitor Táurido fue el cometa Younger Dryas, cambió el juego por completo. Debido a que él no sólo nos dio un modelo astronómico convincente del evento. También tenemos una imagen bastante buena de las propiedades físicas del objeto que provocó el desastroso hecho. Y si usted puede describir una bestia, usted podrá predecir sus huellas.

Es importante señalar aquí que el modelo astronómico de las Táuridas implica que los eventos de impacto más catastróficos son probablemente el resultado de un cúmulo muy grande de fragmentos más pequeños, y escombros cometarios. Y no solo un bólido de gran tamaño.

Las simulaciones de Mark Boslough predicen las temperaturas, presiones, direcciones de flujos, y velocidades de rotación de un solo impacto por vórtice de explosión. Y ya que estamos trabajando a partir de postular que los acontecimientos de la YDB fueron causados por las tormentas de impacto, de los escombros de corrientes, del fragmentado progenitor Táurido.

La hipótesis de impacto YD, tal como está, describe decenas de miles de tales explosiones aéreas como en poco más de una hora. Y acompañado de nubes de partículas de hasta el tamaño de granos de polvo que caen en la atmósfera a una velocidad cercana a 30 Km/por segundo, mientras la Tierra cruzaba a través de la trayectoria orbital de la corriente de desechos del gigantesco cometa fragmentado.

Firestone, y amigos propusieron que estas fuerzas destructivas eran equivalentes a tanto como 109 megatones de TNT. Y a temperaturas más altas que las de la superficie del sol. (Media libra de TNT quemaría un hoyo en la tierra donde se podría perder un coche pequeño)

El profesor Napier afirma,

"La intercepción de ~ 1015 gr. de material durante el curso de la desintegración se muestra aquí que ha sido un evento bastante probable, capaz de producir destrucción a escala continental".

Utilizando una escala de gramos para pesar un gigantesco cometa es como dar la distancia a la luna en pulgadas.

La masa total de los fragmentos que chocaron con la Tierra ese día se resuelve a más de 1100 millones de toneladas. 109 mega toneladas de TNT de destrucción no parece como tal tramo, cuando uno se da cuenta cuán grande era el cometa progenitor.
 

 

Cometa Linear
 

 

La Misión Impacto Profundo hacia el cometa Tempel 1 mostró que la cabeza del cometa tenía la consistencia de un banco de nieve sucia. También mostró que el objeto es un cuerpo geológicamente activo.

El cometa Holmes (imagen de abajo) es inestable y propenso a estallidos de violencia.


 

 

 

El Cometa LINEAR, y el Cometa Schawassmann-Wachmann 3, mostrados aquí dejan bien en claro que la total fragmentación explosiva de un cometa se puede producir de forma espontánea en cualquier momento. Y puede suceder incluso antes de que se acerque a un planeta. No necesita la atmósfera para hacer eso.

Si usted puede describir un animal, podrá predecir sus huellas.

Dado que la hipótesis del impacto YD se ha convertido en una teoría de pleno derecho que da una descripción específica de la naturaleza exacta de los impactadores, entonces se deduce que también debe ser capaz de predecir la naturaleza y la gravedad de la explosión de los materiales. Sólo los primeros fragmentos que cayeron habrían caído en la atmósfera fría. El resto habría caído en la atmósfera ya sobrecalentada, manipulando el calor y la presión.

Así que no estamos necesariamente buscando cráteres donde bólidos sólidos chocan con el suelo. Estamos buscando las firmas, lo que pudiera ser una "tormenta perfecta" de explosiones aéreas ablativa, con ráfagas de viento desde supersónicas, y más calientes que la superficie del sol. En las zonas de impacto, la superficie de la Tierra no fue estallada y rota por el evento. Fue derretida instantáneamente y estallada.

Las hipótesis extraordinarias requieren pruebas extraordinarias.

Si los impactos del Younger Dryas hubieran sido, de hecho, múltiples tormentas de impactos de explosiones aéreas del Progenitor Táurido, entonces debe haber cientos de miles de kilómetros cúbicos de roca fundida instantáneamente, y materiales de la explosiones efectuadas, en este continente, tan prístino como el día en que primero se enfriaron. Y sin ningún sistema volcánico gigante para dar cuenta de ello. Y de hecho, tal escala continental de materiales huérfanos, de hecho, existe. Y pueden ser encontrados en dos grandes y recientes zonas de impacto geológicamente recientes.

Una de ellas es la Zona Noreste de Impacto, extendiéndose desde los Grandes Lagos hasta el Círculo Polar Ártico. Y la otra zona de mayor impacto puede ser encontrada en México central, y se extiende hasta el oeste de Texas y Nuevo México.

Las Ignimbritas Chihuahuenses del centro de México siempre han sido un misterio en cuanto a su origen. Generaciones de geólogos han asumido que debe ser volcanogénicas. Y uno típicamente escucha la excusa de que podría tomar décadas encontrar los orificios de ventilación, y las cámaras de magma desde donde provino todo. Pero de más de 350.000 kilómetros cúbicos de materiales piroclásticos prístinos en el desierto de Chihuahua y la Sierra Madre Occidental, menos del 15% pueden ser atribuidos a un sistema volcánico.

Y cuando utilizamos modernas imágenes satelitales de alta resolución para ver la típica estructura de impacto de la explosión aérea de 29.702168, -105.686617 podemos ver por qué. Esa estructura, y la cortina-derretiva geo-ablativa de la explosión aérea rodeándola, es típica en más de 50.000 kilómetros cuadrados.

Y el volcanismo terrestre no tiene nada que ver con eso.
 

 

Cometa Scwassmann-Wachmann 3.
 

 

Las imágenes de satélite de alta resolución que se han vuelto disponibles en la última década han revelado una nueva perspectiva que no ha estado disponible para los geólogos en el pasado.

Respondiendo a la pregunta de dónde provinieron los materiales piroclásticos es fácil cuando usted puede leer los patrones de movimiento, y flujo, que fueron congelados en el tiempo desde el momento de su emplazamiento. Y con tanta facilidad como las salpicaduras que quedan de pintura derramada, de vuelta a una lata.

La revelación más sorprendente surgirá del estudio de aquellos patrones de flujo perfectamente legibles.

Y cuando uno se da cuenta de que la gravedad que los tira hacia cuesta abajo, y lejos de un respiradero, no es la fuerza motriz, mientras estaban en movimiento. Y que usted está buscando patrones de movimiento impulsados por el viento y el flujo, durante el evento de emplazamiento, como la espuma y las burbujas en una playa azotada por una tormenta.

Y cuando comienza a ver que esos flujos piroclásticos describen un tipo completamente diferente de catástrofe no volcánica de cualquier otra cosa imaginada antes.

  • ¿Qué tipo de evento de origen natural, no volcánico, puede derretir instantáneamente, y hacer ablación sobare la superficie de la Tierra, y girar a más de 50.000 millas en una solo colisión al azar, inter-fluyendo, impulsado por el viento, hacer capas de flujos piroclásticos, y accidentes geográficos de ablación?

  • O repentinamente hacer estallar una gran sección de una capa de hielo tan grande como el territorio continental de Estados Unidos?

Imaginen conmigo por un momento.

Digamos que tomamos una enorme cometa grande, digamos de unos 50 a 100 km de ancho, fuera de la Nube de Oort, o el cinturón de Kuiper, y lo inyectamos en el sistema solar interior. Y lo estacionamos en una órbita elíptica, atravesando la Tierra, y la rompiéramos en trozos no muy pequeños. Vamos a darle tiempo suficiente para que las fuerzas de las mareas lo rompan por completo, y lo extiendan hacia fuera en una muy larga corriente de escombros de partículas y fragmentos.

Nuestro tamaño promedio de los fragmentos fue de aproximadamente el tamaño del objeto de Tunguska. Pero varían desde más de media milla de ancho, todo el camino hacia las nubes de polvo.

Al llevarlo la órbita de la Tierra a través de la trayectoria orbital de las gigantescas corrientes de escombros de un cometa fragmentado, los fragmentos comienzan a caer en la atmósfera desde el sur en un ángulo bajo. Y a más de 30 km/seg. Los primeros fragmentos que golpean producirá temperaturas atmosféricas más de 100.000 grados centígrados, siendo éstos sólo los porristas animadores, girando al frente de un desfile.

El resto cae en un impacto ya sobrecalentado de plasma, y sólo hace subir el calor y la presión. De esta manera, casi el 100% de la energía cinética de los fragmentos se traduce en calor y presión en la atmósfera. Y ese el calor y esa presión golpean el suelo como una explosión de flujo casi continuo, supersónico en el aire, más caliente que el sol de la superficie.

Con sólo unos pocos minutos de eso, yo apuesto a que podría esterilizar a toda la exuberante sabana africana, y hacer que se vea como el centro de México y el suroeste de Estados Unidos. Y de hecho, de acuerdo con los registros fósiles, todos los nichos ecológicos de mega-fauna que vemos en la sabana africana, y más, está representado en los fósiles debajo del límite de la capa Younger Dryas. Pero no por encima de ella.

Toda esta sorprendente diversidad biológica fue estallada y quemada en cuestión de segundos.

 

¿Parece una locura? No tan rápido.

El documento de 2007 de Firestone cita a Toon, es decir, al momento de proponer temperaturas tan altas como 107grados centígrados. Aquí está de nuevo toda esta cosa exponencial. Esos son 10 millones de grados centígrados. Pero el profesor Napier me señaló que, incluso si un bólido llegase a la atmósfera a 30 kilómetros por segundo, convirtiendo toda su energía cinética en calor en la atmósfera, es difícil conseguir más de 100.000 º C.

Pero eso está bien. Porque de cualquier manera, incluso con la cifra más conservadora, todavía estamos describiendo temperaturas que son más que suficiente para vaporizar cualquier sustancia conocida en la superficie de la Tierra. Y estallarla como si fuera cera con un soplete de alta presión.

Puede hacerse un caso convincente, casi concluyente para el argumento de que el enfriamiento de Younger Dryas, las mega-extinciones de la mega fauna del temprano Holoceno, y la desaparición del pueblo Clovis fueron todas causadas por el mismo evento. Fue la múltiple explosión térmica aérea, las duchas de impacto de los fragmentos del Progenitor Táurido poco después de su completa disolución. Y la catástrofe térmica explosiva su estela de escombros y polvo traído consigo, fue más violenta que cualquier otra cosa alguna vez imaginada.

En la simulación que vemos arriba, el Dr. Boslough simuló un solo bólido. La ráfaga de materiales del evento de explosión describen una corriente o secuencia de tales gigantescos fragmentos que, acompañados por nubes de partículas de hasta el tamaño de los granos de polvo.

Nadie ha encontrado jamás un cráter que pueda fecharse al evento. Pero tanto calor y presión, sólo se va en paz en cuentos para niños. Y el hecho que no haya cráteres, no significa que no existan cicatrices del planeta.

Esto se debió a que ya estaba roto antes de que la Tierra se encontrara con su estela de polvo. La atmósfera tradujo casi la totalidad la energía cinética en calor. Pero no se disipó. Transfirió el calor directamente al suelo en una lluvia casi continua de devastadoras explosiones supersónicas, geo-ablativas, hacia abajo.

El extremo este de la capa de hielo Laurentino fue golpeada en una zona desde el norte de Minnesota y los Grandes Lagos hasta el Círculo Polar Ártico. Cuando las primeras explosiones de impacto del plasma térmico golpearon la capa de hielo Laurentino causaron explosiones hidrotermales (de vapor) titánicas, calientes y de gran alcance, que golpearon enormes glaciares cientos de kilómetros hacia todas las direcciones.

Unos pocos minutos más tarde, esos trozos de hielo volantes fueron los impactos que formaron las miles depresiones ovaladas en todo el lado oriental del continente llamado "Bahías Carolina". Y las señales de las masivas inundaciones que han sido atribuidas por generaciones de geólogos a las explosiones de represas de hielo frenando el lago glacial Agassiz son, de hecho, efectos de las inundaciones instantáneas del derretimiento de importantes porciones del extremo este de la capa de hielo Glaciar Laurentino.

En cuestión de minutos, gran parte del extremo este del glaciar Laurentino fue borrado. Gran parte de el probablemente entró en la atmósfera en forma de vapor. Las inmensas explosiones hidrotermales también elevaron grandes trozos de hielo del glaciar que produjeron las bahías de las Carolinas, cuando cayeron a la Tierra.

El otro grupo mucho más grande de fragmentos golpeó el centro de México y el suroeste de Estados Unidos.

La Tierra estaba probablemente en el camino de las devastadoras corrientes de alta velocidad, de cometas aéreos llenos de fragmentos durante alrededor de una hora. Y de decenas de miles de grandes conjuntos de explosiones aéreas de fragmentos, no hay ni una sola estructura de impacto que tenga alguna semejanza con lo que pudiera esperarse de una teoría estándar de impacto. O de “todo un conjunto completo de características de impacto", ya que todas las cicatrices planetarias del evento han sido mal definidas como volcanogénicas. Y la mayor parte de épocas de éstos materiales de explosión han sido sobrestimadas en varios órdenes de magnitud.

Los efectos más devastadores geo-ablativos se encuentran en el centro de México y en el suroeste de Estados Unidos. En cuestión de segundos, toda el área del centro de México fue pulverizado a un paisaje surrealista, de estallidos y pesada ablación, y terrenos derretidos, como un cuadro de Salvador Dalí.

Generó un posterior impacto de mega-tsunami de plasma térmico más alto que la atmósfera, de cientos de millas de ancho, y cientos de kilómetros de adelante hacia atrás, que se precipitó hacia el suelo, hacia el noroeste, a velocidades supersónicas. Y esterilizó la mitad occidental del continente en una franja desde México hasta el Ártico, a lo largo de un frente de tormenta que se extiende desde California hasta las grandes llanuras.

El grupo mexicano de fragmentos fue de aproximadamente 500 millas de ancho. Al golpear el primero de los fragmentos , detonó en la alta atmósfera. Pero las explosiones mantuvieron su impulso. Y alcanzaron el suelo con tal devastadoras explosiones supersónicas de calor más calientes que la superficie del sol. Y como he dicho, sólo la primera cayó en la fría atmósfera.

El resto de los fragmentos sólo se apiló en, y agregó al calor y a la presión. Las sobrepresiones de la onda expansiva fueron tan poderosas que hicieron estallar conjuntos de cordilleras a un lado como grumos de harina en una tabla de panaderos. Y aún así, siguieron apilándose. Y el calor, y las sobrepresiones, continuaron formándose.

El viento de la explosión habría incinerado todo a su paso. En la parte más caliente de la zona de impacto, grandes cantidades de piedra fueron vaporizadas, y azotaron la tormenta, donde la atmósfera funcionó como una torre de refinación. Y en una fiera lluvia de fuego, los materiales se precipitaron fuera de la tormenta de plasma a favor del viento de acuerdo con su temperatura de condensación, y la gravedad específica.

Esto fue como nada que hubiéramos imaginado en nuestras pesadillas más aterradoras de desastres o catástrofes. Durante los impactos, y durante unos minutos después, la mayor parte de América del Norte, desde México hasta el Ártico, y desde California, hasta las llanuras del Medio Oeste, fueron envueltas en lo que mejor se podría describir como un completo estallido de tormenta de plasma magnética-hidrodinámica.

Como algo que sólo debemos esperar encontrar en la superficie del sol. Y no hay una sola pulgada cuadrada de superficie de los terrenos del oeste de América del Norte en su camino que no lleve las cicatrices de la explosión de calor.

De hecho, si se miran de cerca en las imágenes satelitales modernas, se podrá ver que todas las crestas altas de las sierras de California, Colorado, Utah, Wyoming y Montana que tenían glaciares en ese tiempo, llevan claras señales y evidentes señales del calor. Y una profunda característica que es fácil de detectar son derretidos bordes glaciares, estalladas hacia el norte y el noroeste, como arroyuelos de cera derretida al costado de una vela.

Y vemos típicamente altos valles glaciares por debajo de los cantos fundidos, que tienen todo el material que fue una vez suspendido en el glaciar que yace exactamente debajo de donde estaba en el glaciar. Indicando que el hielo se evaporó tan rápido que no hubo flujo de agua hacia abajo para poder darle vuelta o mover cualquiera de los glaciares.

Así vemos que el glaciar se volteó y cayó tan rápido es como si el hielo sólo se hubiera desvanecido rápidamente en una nube de vapor.

Casi al mismo tiempo, México era también golpeado, el extremo este de la capa de hielo estaba siendo duramente golpeado. Pero el hielo agregó otro factor a considerar en la comprensión de los efectos de la explosión. Debajo de la explosión aérea termal, el hielo reaccionó explosivamente, como el blindaje reactivo de un tanque de batalla. Los impactos en la capa de hielo provocaron titánicas explosiones hidrotermales que golpearon enormes trozos de hielo de cientos de kilómetros, formando las 'Bahías de las Carolinas ".

Los impactos de la capa de hielo evaporaron millones de acres de pies de agua directamente hacia la atmósfera. Probablemente mucho más de la capa de hielo se evaporó en forma de vapor, sólo para caer como lluvia en los días y semanas que siguieron, para derretirse y fluir en el mar. Mientras América del Norte ardía, las tormentas alrededor de todo el mundo hacían estragos. Llovió mucho en todo el mundo durante semanas.

Los niveles del mar subieron cuando la capa de hielo estallada y derretida fluía en mega inundaciones hacia el mar. Y así como hoy, la mayoría de las poblaciones más grandes estaban en las áreas bajas. Los mares subieron demasiado rápido para cualquiera y cualquier cosa viviendo en las áreas costeras en todo el mundo, para poder escapar. Cada línea de costa de todo el mundo fue afectada. Y en todas partes, habrá sido muy similar a un tsunami gigante. Pero esta vez, las aguas de las inundaciones se levantaron y no retrocedieron nunca.

Gran parte de una capa de hielo más grande que el territorio continental de Estados Unidos fue destruida. El mundo entero se estremeció hasta la médula. Y, como tomando el peso de una barcaza flotante, el repentino cambio del peso de tanto hielo causó un levantamiento masivo de la mitad del continente. Junto con las poderosas detonaciones de tantos fragmentos del cometa en explosión, causaron terremotos y erupciones volcánicas en todo el mundo. Y la actividad sísmica mundial fue la peor en muchos millones de años.

Mientras, las mega-inundaciones de la estallada capa de hielo seguían fluyendo hacia el mar.

La mayor parte de la biomasa del oeste de América del Norte fue quemada, y gran parte del humo resultante, y el hollín fueron volados por encima de la atmósfera, donde bloquearon luz solar durante años. Hubo una inmediata y escarpada en las temperaturas en todo el mundo. Fue la peor especie de "tormenta perfecta".

Se vio empeorado porque al mismo tiempo, la destrucción de la capa de hielo causó un aumento repentino en los niveles del mar alrededor de todo el mundo. Pudiera haber causado el cierre del ciclo de circulación termohalina que acarrea calor tropical hacia el Atlántico Norte.

Sea como fuere, el norte de Europa se enfrió rápidamente a temperaturas árticas. Y el frío se mantuvo durante siglos.

El pueblo Clovis, y especies y ecosistemas enteras fueron aniquilados en cuestión de segundos. La mayor parte de la mitad occidental del continente fue incinerado, y esterilizado. La otra mitad fue devastada. La cadena alimentaria de todo el hemisferio norte se vio gravemente comprometida. Y a excepción de raros parches al azar, aquí y allá, que de alguna manera se mantuvieron incólumes, algo así como una sola casa que sobrevivió sin daños en una zona golpeada por un tornado.

La exuberante sabana de donde dependían los gigantescos animales se había esfumado ido hasta la última brizna de hierba.

Los animales gigantes que sobrevivieron en la esquina sureste del continente enfrentaron un suministro de alimentos drásticamente alterado y reducido, y simplemente murieron de hambre. Los depredadores especialistas que dependían de esos animales para su alimentación perecieron también. Las especies que sobrevivieron a la extinción fueron las más adaptables, los más pequeños que no comen mucho, y los que simplemente tuvieron suerte.

Si hubiera algún sobreviviente humano de ese día, en cualquier parte del hemisferio occidental, estuviera escondido en una cueva profunda en algún lugar bien al sur de la zona del impacto. Y estaban encogidos de terror al borrarse su mundo y hacerse de nuevo. Cualquiera que se asomara fuera de la cueva sin perderla vida, pudiera haber contado historias de dragones escupiendo fuego rehaciendo el mundo con una respiración tan caliente que podría fundir montañas.

La progresión del evento fue el resultado del movimiento de la Tierra a lo largo de su trayectoria orbital, mientras cruzaba a través de la trayectoria orbital de la corriente de desechos del gigantesco cometa. No fue un producto de la rotación de la Tierra.

Así que, en un evento diurno, los fragmentos salieron desde el perihelio. Las tormentas de explosiones aéreas habrían comenzado en el oeste, progresando hacia el este, a medida que la Tierra cruzaba la estela de escombros. En un evento nocturno, el flujo de residuos habría entrado hacia su perihelio, y lo contrario sería cierto.

Usando imágenes por satélite, un caso muy convincente puede hacerse de que el escenario descrito anteriormente está muy cerca de la verdad exacta. El resto de los desechos del complejo Táurido aún está allí. Y todavía hay fragmentos de tamaño significativo en las órbitas que cruza la Tierra.

Es casi una certeza que el próximo evento importante de impacto será una explosión aérea. Y es una certeza que no hemos visto el último impacto catastrófico del Complejo Táurido.

Algo malo viene por ese lado.