por Alicia McDermott
20 Abril 2018

del Sitio Web Ancient-Origins

Versión en ingles
 

 



Detalle de la Estela 1,

Fragmento 1, anverso.

La Corona, Guatemala.

Fuente: David Stuart

 



Alcanzar el poder político es a menudo una cuestión violenta, pero la táctica, el conocimiento de las costumbres y creencias locales y el engaño pueden también ser utilizados por un líder ambicioso para conseguir abrirse camino.

 

Una nueva investigación realizada en el yacimiento arqueológico rural guatemalteco de La Corona demuestra que los Reyes Serpiente del Período Clásico Maya aprovecharon las creencias locales para dominar a la población y transformar el lugar en un importante centro de su reino en expansión.

 

Los investigadores llegaron a esta conclusión tras explorar el yacimiento de La Corona mediante excavaciones, mapas aéreos de láser y una serie de losas de piedra con jeroglíficos.

 

Science News informa de que los expertos estaban principalmente interesados en explorar el aspecto político de la vida en La Corona durante el Período Clásico de la civilización maya.

 

 

Efigie del trono real;

cultura maya, Guatemala, probablemente La Corona, 731 d. C.;

73,5 x 73,2 x 5,7 cm; piedra caliza.

Museo de Arte de Dallas, Dallas, Texas, Estados Unidos.

(Dominio público)

 

 

El arqueólogo Marcello Canuto, de la Universidad de Tulane con sede en Nueva Orleans, ha codirigido el proyecto junto con el arqueólogo Tomás Barrientos de la Universidad del Valle de Guatemala, ciudad de Guatemala.

 

Canuto comentaba para Science News que,

"Nuestro trabajo confirma la idea de que los antiguos mayas formaron sistemas políticos interconectados, no ciudades-estado en gran medida independientes como se ha creído tradicionalmente."

 

 

 

 

 

Barrientos sugería que los Reyes Serpiente de Kaanul (Kan/"Serpiente") probablemente tenían conocimiento de los dioses locales y utilizaron esa información para ganar autoridad sobre los pueblos que habitaban La Corona durante el periodo Clásico Maya.

 

En palabras del investigador,

"Para crear un nuevo estado los reyes Kaanul manipularon la mitología tradicional en La Corona y celebraron sus conexiones con las deidades anteriores a su llegada."

 

Colgante maya de jade con cabeza de serpiente.

México, Chiapas o Guatemala, 200 d. C. -900 d. C.

(Dominio público)

 

 

Inscripciones jeroglíficas de La Corona datadas en el año 314 proporcionan información sobre cuándo las deidades mayas cobraron relevancia en el lugar, demostrando cómo las autoridades locales se sentían fuertemente vinculadas a aquellos dioses.

 

Un monumento de piedra del año 546 también nombra a deidades mayas en relación con los reyes, explicando además que el asentamiento estaba bajo el control de una gran ciudad capital no mencionada, que los investigadores deducen que era Calakmul.

 

El epigrafista Simon Martin, del Museo de Arqueología y Antropología de la Universidad de Pensilvania con sede en Filadelfia, quien no participó en el estudio, señalaba en Science News que la cantidad de losas de piedra con jeroglíficos halladas en La Corona es asombrosa, y que,

"Tanto texto en un asentamiento tan pequeño sugiere que La Corona servía como cauce para el envío de mercancías hacia el norte, a Calakmul."

 

El estudiante de posgrado Stanley Guenter,

de la Universidad Metodista del Sur,

limpia un panel de glifos mayas

en el yacimiento arqueológico de La Corona.

Este panel en particular ayudó a apuntar a La Corona

como el largo tiempo buscado "Sitio Q".

El lado izquierdo del panel representa

al rey K’inich Yook de Sak Niktem.

(Fair Use)

 

 

Barrientos cree que las festividades rituales probablemente formaran también parte del proceso, según parecen evidenciar los huesos de animales sacrificados descubiertos en fosas de piedra en la plaza ceremonial de La Corona, restos que se remontan a la época de Kaanul.

 

Los investigadores utilizaron LiDAR (Light Detection and Ranging - Detección por luz y distancia) para explorar más de 2.100 kilómetros cuadrados de las tierras bajas de Guatemala en el año 2016.

 

Los resultados muestran que La Corona era un asentamiento pequeño pero densamente poblado en el que se estima que vivieron unos 2 millones de personas entre los años 520 d. C. y 740 d. C.

 

Ésta fue la época en la que los Reyes Serpiente fueron haciéndose con el control de los asentamientos guatemaltecos y estructurándolos para que fueran satélites de Calakmul.

 

 

Este mapa, trazado mediante tecnología LiDAR,

representa las densidades de población en La Corona

y otros asentamientos mayas cercanos del Período Clásico.

El color rojo indica las zonas con mayor número de habitantes.

La Corona y otros centros como El Perú-Waka’ y Holmul

fueron incorporados a un reino que

conquistó la poderosa Tikal en el año 562.

(Marcello Canuto, Luke Auld-Thomas, PACUNAM)

 

 

Canuto explicaba que los Reyes Serpiente probablemente utilizaran La Corona como centro neurálgico en su red comercial de piedras preciosas y otras mercancías procedentes de otras localidades (o destinadas a ellas) que aquellos reyes controlaban más al sur.

 

También reflexionaba sobre si la remota ubicación de La Corona permitió a su población mantener una cierta independencia respecto a los reyes Kaanul.

 

 

Antiguo templo maya en la selva,

Calakmul, México.

(CC BY SA 3.0)