por Walter Cruttenden 
25 Septiembre 2014

del Sitio Web Ancient-Origins

traducción de Adela Kaufmann
Versión original en ingles

 

 

 

 

 

 

 

Las culturas antiguas de todo el mundo creían que la conciencia y la historia se mueven en un vasto ciclo de tiempo alternando entre las Edades Oscuras y las Edades Doradas - Platón lo llamó el "Gran Año".

 

Hoy en día lo conocemos como una "precesión de los equinoccio", un movimiento astronómico oscuro, y la mayoría considera que la edad de oro es sólo un mito.  

Pero, ¿estamos en lo correcto?

 

Una creciente cantidad de evidencia científica sugiere que mucho antes de la Edad Media, la humanidad tenía un profundo conocimiento de la astronomía, las matemáticas, la curación holística, y una profunda capacidad de vivir en "armonía con la naturaleza." 

 

Espero que al llamar la atención sobre las nuevas investigaciones, más la gente tome conciencia de que las antiguas enseñanzas de los Yugas, ciclos de tiempo que afectan a nuestra tierra y de la historia humana están cada vez más apoyados por descubrimientos científicos.

 


Los ciclos de tiempo a los que se hace referencia en las escrituras védicas,

Alternando Edades Oscuras con edades Doradas.
 

 

 

 

Reestructuración del Sistema Solar

Un descubrimiento reciente de interés es 2012VP113, apodado 'Biden, un planeta enano de unos 450 km de diámetro que se encuentra orbitando el Sol en un patrón bastante similar a Sedna, uno de los enanos más grandes, descubierto en 2002.

 

Mike Brown, un astrofísico de Caltech, famoso por haber matado a Plutón por su descubrimiento de tantos de estos planetas menores, fue el primero en señalar que Sedna no puede existir en su posición actual sin la ayuda gravitatoria de algún cuerpo invisible.

 

El descubrimiento de Biden sólo subraya este punto y aumenta la búsqueda de una gran masa afectando nuestro sistema solar.

 

Pero, ¿dónde y qué tan grande?

 

 


Biden existe millas más allá del mucho más grande Sedna (en la foto). 
 


Dos astrónomos españoles, Carlos y Raúl de la Fuente Marcos, en la Universidad Complutense de Madrid en España, han examinado estas enanas distantes y notado algunos patrones inusuales.

 

Han llegado a la conclusión de que debido a que Biden y Sedna no son lo suficientemente grandes como para ejercer mucha influencia entre ellos, deben de ser mantenidos en su lugar por no uno, sino por dos grandes planetas descubiertos, teniendo cada uno una masa de al menos diez veces la de la Tierra. 

 

Además, se requiere que estos mega planetas sean al menos de 200 a 250 UA de distancia desde el Sol (una UA o unidad astronómica equivale a la distancia entre el Sol y la Tierra).

 

El Instituto de Investigación Binaria ha planteado hace tiempos la hipótesis de que tiene que haber otra masa grande, muy probablemente una estrella compañera, que afecta a nuestro sistema solar. 

 

A juicio del BRI, tal masa es requerida, no sólo para explicar la inclinación de estas órbitas de planetas enanos exteriores al plano de los planetas mayores (por ejemplo, la órbita de Plutón está inclinada aprox. 17 grados), pero también como una manera de explicar el cambio de orientación de todo el sistema solar a las estrellas fijas por cerca de 50 segundos de arco por año, también conocido como precesión.

 

En este modelo, las órbitas de estos enanos no son inesperadas.

 

Mientras los astrónomos españoles no están diciendo que la masa que afecta a nuestro sistema solar es una estrella compañera, sus suposiciones con respecto a la gran masa y gran distancia de sus hipotéticos planetas, nos están moviendo claramente en la dirección de BRI. Año tras año, la astronomía convencional está cada vez más cerca de la idea de que debe haber algo ahí fuera, y que está influyendo en nuestro sistema solar en formas hasta ahora desconocidas. 

 

Pero no es sólo la posición de estas órbitas lo que es tan interesante.

 

El hecho que más confirma desde la perspectiva del Gran Año es que los períodos orbitales de estos nuevos planetas enanos están en resonancia con conocidas periodicidades del Gran Año. Y los astrónomos españoles están realmente hablando de estas resonancias.

 

Los planetas o lunas moviéndose en resonancia entre sí son una señal de influencias gravitacionales y una indicación de que dichos cuerpos han estado bailando juntos durante largos períodos de tiempo - y no sólo debido al paso al azar de alguna estrella disturbando a un planeta fuera de su órbita. 

 

Como se ha dicho, las resonancias de las enanas recién descubiertas están confirmando esto a cualquier persona que esté estudiando el ciclo de precesión de 24,000 años. 

 

Por ejemplo, Sedna orbita alrededor del Sol en 12,000 años, una vez por Yuga o dos veces por ciclo de Yuga (un ciclo precesional completo después de la aplicación de las leyes de Kepler a la tasa observada actual de alrededor de 25,770 años). Y la órbita de Biden está en una proporción de 3: 1 a Sedna, lo que significa que gira alrededor del sol tres veces por Yuga, y seis veces en un ciclo Yuga completo.

 

Para aquellos que estudian resonancias planetarias y entienden el ciclo del Gran Año, esto apoya el ciclo de precesión de 24,000 años a la perfección!

 

 

Movimiento de precesión de la Tierra. 
 

 

Comentando en NewScientist (Un Cuerpo similar-a-Sedna con un perihelio de 80 unidades Astronómicas) en los planetas enanos que están llamando toda esta atención, Scott Sheppard de la Institución Carnegie para la Ciencia, y uno de los descubridores de Biden, dijo,

 

"Como hay sólo unos pocos de estos extremadamente distantes objetos conocidos, es difícil decir algo definitivo sobre el número o la ubicación de los planetas distantes, sin embargo, en un futuro próximo, deberíamos tener más objetos con qué trabajar para ayudar a determinar la estructura del sistema solar exterior".

Desde el punto de vista de este observador de los Yuga, la "estructura" eventualmente va a ser encontrada de contener una masa equivalente a una estrella compañera.

 

Esta masa, junto a nuestro sol, parece completar una revolución a través de las constelaciones del zodíaco en unos 24,000 años. Tenga en cuenta que podemos mencionar el zodiaco aquí sólo porque sirve como una forma de medir el movimiento observado del sol mientras se mueve a través del cielo.

 

El sol, observado al mismo tiempo cada año, puede ser visto de moverse a través de estas doce constelaciones a razón de alrededor de 2000 años cada uno.

 

¡Las piezas se están uniendo!

 

 

 

 

Conexiones

Si se tiene en cuenta que nuestro sistema solar está siendo influenciado por una masa grande, como una estrella compañera, entonces tenemos los ingredientes necesarios para un gran ciclo de tiempo como ha sido descrito por tantas civilizaciones antiguas.

 

Al igual que todos los ciclos de impulso celeste de día y noche, cada 24 horas, y de las estaciones del año, cada año, causan un flujo y reflujo que afecta toda vida, así también habría finalmente una causa celestial conocida por el hasta ahora mítico Gran Año. 

 

Conocido por los indios como el ciclo Yuga con sus distintos períodos de surgimiento y descenso de edades, y para los griegos que rompieron estas épocas en edades de hierro, bronce, plata y edades de oro, las culturas antiguas alrededor de todo el mundo parecían aceptar este ciclo como una forma de la vida. 

 

Si encontramos que el sistema solar no es como habíamos pensado, nosotros podríamos encontrar que la historia también será re-lanzada en una luz diferente. Tal vez entonces nuestros viejos mitos de una edad más elevada perdida hace mucho tiempo no serán tan fácilmente descartados.

Los planetas pequeños sí importan.