19 Octubre 2019

del Sitio Web Rey55

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Las impresionantes cuevas de Longyou en china


No constan en ningún libro histórico, ni se tiene ningún dato sobre quién las construyó... son un auténtico enigma histórico.


Fueron descubiertas en 1992 por un agricultor de la zona. Los arqueólogos datan su construcción a antes de Cristo, o sea, hace más de 2000 años.


En 1992 se descubrieron cerca de la localidad de Shiyan Beicun, en la provincia China de Zhejiang, las Cuevas de Longyou, un auténtico mundo subterráneo que ya se conocen como la novena maravilla del mundo antiguo.

 

Se cree que las cuevas tienen una antigüedad de unos 2000 años, y son una de las mayores estructuras excavadas por el hombre. No obstante, representan también un auténtico misterio que trae de cabeza a los investigadores desde entonces.

 

 

 

 

Examinadas por arqueólogos, ingenieros, arquitectos y geólogos de todo el mundo, ninguno ha conseguido averiguar cómo fueron construidas, por quien ni por qué.


Se extienden a lo largo de 30.000 metros cuadrados, y cada cueva tiene una profundidad de unos 30 metros. En ellas hay habitaciones, puentes, acequias y piscinas.

 

Pilares de limolita sostienen las estructuras, y todo está decorado con motivos a cincel de líneas paralelas.

 

Tan sólo una de las cuevas ha sido abierta al turismo y se la puede visitar, precisamente aquella decorada con las figuras de un asno, un pájaro y un pez.

 

 

 


Se estima que para su construcción debieron removerse aproximadamente un millón de metros cúbicos de roca.

 

Un simple cálculo arrojaría que para ello mil personas debieron trabajar día y noche durante seis años para completar toda la excavación, lo cual es realmente impresionante.

 

Lo más intrigante es que,

en el lugar no se han encontrado herramientas de ningún tipo, que pudieran explicar la perfecta simetría, precisión y similaridad entre todas las cuevas.


No existe tampoco constancia de ellas en los registros históricos, no se las menciona en ningún manuscrito, como si fueran un secreto.

 

Tampoco se ha podido determinar que se hizo con el millón de metros cúbicos de rocas extraídos, ni donde pudieron llevarse.

Otro de los misterios son precisamente las líneas paralelas cinceladas en todas las paredes de las cuevas, que cubren absolutamente cada parte de estas como un estampado absolutamente perfecto y simétrico.

 

Para crear algo así debió hacer falta una colosal mano de obra.

 

Y ¿para qué se cincelaron todas las paredes?

 

 

 

 

La única pista es que se parecen mucho a la decoración de algunas piezas de cerámica que se exhiben en el museo local, y que datan de entre 500 y 800 años antes de nuestra era.


En el momento de ser descubiertas, las cuevas estaban llenas de agua, que hubo de ser extraída, apareciendo entonces las estructuras creadas por el hombre. Se pensaba que podían ser, como existen en otros lugares de China, estanques artificiales donde se crían peces para el suministro del pueblo.

 

Sin embargo, una vez extraída todo el agua, no había ni rastro de peces ni de otras formas de vida.


Curiosamente la mayoría de las 36 cuevas, que ocupan apenas un kilómetro cuadrado bajo la superficie, no están conectadas de ningún modo.

Son contiguas pero no hay forma de pasar de unas a otras.

Eso a pesar de que algunos de los muros apenas tienen 50 centímetros de espesor. Y, como decíamos antes, la mayoría de las cuevas son exactamente iguales unas a otras en todos los aspectos.


Según Yang Hongxun, del Instituto Arqueológico de la Academia China de Ciencias Sociales:

En la parte inferior de cada cueva, los antiguos constructores no serían capaces de ver lo que los otros estaban haciendo en la gruta contigua.

 

 

 

Pero el interior de cada cueva tenía que ser paralelo a la otra, o bien la pared se habría traspasado al construirla. Así, los aparatos de medida deben haber sido muy avanzados.

 

Debe haber habido alguna disposición sobre el tamaño, la ubicación y las distancias entre las cuevas de antemano.

 

Las mediciones modernas han puesto de manifiesto que los muros tienen el mismo grosor en diferentes secciones, con una precisión extremadamente exacta.

 

Cómo lograron esta precisión, sigue siendo un misterio.


Y por último, tampoco se ha podido dar una explicación 'lógica' para su uso.

 

Algunos han sugerido que se trataba de mausoleos monumentales, pero ninguna tumba ha sido hallada.

 

Otros dicen que eran minas, pero,

¿para que se iban a preocupar de decorar unas minas de una manera tan precisa?

El enigma de las cuevas de Longyou sigue apasionando a los investigadores todavía hoy en día...